28 sept 2013

ACTIVIDADES PARA LC 16, 19-32-CAMBIANDO LUGARES


Tema: El hombre rico y Lázaro. Propio del domingo 26 Año C.

Objeto: Fotos de estrellas de cine y de un atleta famoso, un paquete de billetes de a dólar, un letrero que diga: "Hambriento, trabajaré por dinero".

Escritura
: "Había un hombre rico que se vestía lujosamente y daba espléndidos banquetes todos los días. A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas y que hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas." (Lucas 16,19-21 )

¿Has deseado alguna vez cambiar de lugar con otra persona? Si tú pudieras cambiar de lugar con alguien, lo harías con :

* un actor o una estrella de cine?

* un atleta famoso?

* alguien que tenga mucho dinero?

* un pordiosero que pide al lado de la carretera?

"Espera un minuto," posiblemente estás pensando. "¿Quién desearía cambiar de lugar con un pordiosero que pide por las calles?" Bueno, tal vez no sea lo que una persona desearía, pero eso es exactamente lo que una persona hubiera deseado en la historia bíblica de hoy. Es la historia del hombre rico y Lázaro.

Había una vez un hombre rico, vestido con ropa de última moda. Vivía en una casa preciosa y comía de la mejor comida. Un hombre muy pobre llamado Lázaro, cubierto de llagas, se había puesto a la puerta del hombre rico. Todo lo que deseaba era comer de las sobras de la mesa del hombre rico. Los perros que pasaban por el lado de este hombre se paraban y lamían sus llagas. ¿Crees que el hombre rico alguna vez le ofreció compartir la comida de su mesa? ¿Alguna vez le ofrecería a Lazaro uno de sus trajes aunque fuera de la moda del año anterior? ¡De ninguna manera! El hombre rico pasaba por el lado de Lázaro como si éste no estuviera allí.

Al tiempo Lázaro murió y fue llevado por ángeles al cielo para estar con Abraham. Allí pudo gozar de todas las cosas confortables que nunca pudo gozar mientras estuvo en la tierra. Estaba más contento de lo que puedes imaginarte. El hombre rico también murió y fue enterrado. Bueno, el lugar al cual el hombre rico fue está bien caliente. ¡Estoy seguro que puedes adivinar a donde fue! Se sentía miserable. El hombre rico miró hacia el cielo y vió a Abraham con Lázaro de pié y a su lado. El hombre rico gritó: "Padre Abraham, envía a Lázaro acá y deja que de su dedo caiga agua para refrescar mi lengua." Abraham contestó: "No olvides que cuando estabas viviendo tú tenías todas las buenas cosas y Lázaro no. Ahora él está siendo bien cuidado y tú estás sufriendo mucho. Además hay un abismo entre nosotros y ninguno puede cruzar al otro lado".

A pesar de que Lázaro no había tenido mucho cuando estuvo en la tierra, él confió que Dios lo cuidaría. Eso fue exactamente lo que Dios hizo. Envió a sus ángeles para que llevaron a Lázaro al cielo. El hombre rico, sin embargo, nunca necesitó de persona alguna. Definitivamente no necesitó a Dios. Tenía todo lo que necesitaba. Por lo menos, eso era lo que él creyó.

En esta historia del hombre rico y hay una lección muy importante que aprender. Tú y yo escogemos en quien confiaremos. Podemos confiar en Dios o en nosotros mismos. Si ponemos nuestra confianza en lo equivocado, nos encontraremos toda la eternidad deseando el cambiar de lugar.

Padre, confiamos en tu amor infalible; nuestros corazones se regocijan en tu salvación. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

 

"Cambiando lugares" Escritura: Lucas 16,19-31.

 

MÓVIL CELESTIAL: Use cartulina azul, lana azul y, si posible, un gancho de ropa azul. Haga círculos en la cartulina y deje que los niños peguen bolitas de algodón para recordarle a los niños el lugar al que fue Lázaro (el cielo). Puede poner en círculos adicionales figuras de ángeles, la figura de Abraham, la de Lázaro, palabras como CIELO, ÁNGELES, etc. Para que se vean más bonitos, decore ambos lados de los círculos. Cuelgue los círculos del gancho utilizando la lana. Póngalos a diferentes niveles para hacerlos interesantes.

 

PERSONAS DE PALITOS DE MANUALIDADES: Use tela o fieltro violeta para representar al hombre rico y tela de saco o fieltro marrón para Lázaro. Use una bolita de espuma de polietileno para la cabeza y adórnela. Deje que los niños repitan la historia usando sus títeres de palitos.

 

RELEVO DE VESTIMENTAS EN BOLSAS: Llene una bolsa de papel (o caja) con ropa elegante y otra con ropa rota y lista para desechar. Deje que los niños formen equipos. Haga una carrera para que se vistan como el hombre rico y como Lázaro. Si tiene tiempo, haga que los equipos jueguen nuevamente pero utilizando la ropa contraria. Discuta la lección de hoy. (Asegúrese de que cada bolsa tiene igual número de ropas e igual número de cosas similares a las cuales cada personaje utilizaría en aquel entonces - sandalias buenas y casi para desechar, bolsas de dinero o para el pan, etc.)

 

CAMBIANDO LUGARES: Este juego es similar al de las sillas musicales. La mitad de los niños pueden ser llamados HOMBRE RICO y la otra mitad puede ser llamada LÁZARO. Cuando la música termine, la maestra dirá HOMBRE RICO o LÁZARO y sólo esos podrán cambiar de lugar. Los que no tienen que cambiar se sentarán de inmediato. Para hacerlo divertido, al final del juego la maestra podrá decir los dos para que todos los niños puedan levantarse y cambiar de lugar.

 

DOS CORAZONES: Deje que los niños decoren dos corazones grandes hechos en cartulina y escriban, tracen o peguen un letrero en cada uno: AMOR QUE NO FALLA y MI CORAZÓN SE GOZA EN MI SALVACIÓN. Ponga uno debajo de otro, uniéndolos con lana, y permítale a los niños colgarlos en el salón. Si desea que los niños se lo lleven a sus hogares haga los corazones más pequeños.

 

NUBES CELESTIALES: (Para niños pequeños) Provéale un plato de papel azul, o pídales que coloreen uno con crayola azul claro. Escriba o dele escrito QUIERO ESTAR EN EL CIELO CON JESÚS y dígales que pongan su nombre. Luego dígale que peguen bolitas de algodón en el plato, representando las nubes.

 

CAMBIANDO LUGARES: Designe un área grande para que los niños estén regados por ella. La maestra marcará 3-4 áreas diferentes utilizando letreros, dibujos o utilería que pueda mantenerse erguida. Estas áreas pueden ser "el comedor" (ya sea una mesa con alimentos o retratos de comedores con alimentos); "el cielo" área con tela o cartulina azul con nubes dibujadas, "la perrera " con fotos de diferentes clases de perritos. La maestra explicará que los niños deberán correr a la PERRERA, al COMEDOR o al CIELO según ella les indique. Luego de jugar, se sentarán en un círculo, cerca del área del cielo, y compartirán la historia de hoy.

 

CAMBIANDO LUGARES ARTÍSTICAMENTE: La maestra le proveerá a cada niño papel de construcción o de dibujo (puede ser hasta papel de periódico recortado al tamaño del papel de construcción) para que los niños hagan un dibujo de la historia de hoy. Pídales que escriban su nombre en el papel. Para hacer el dibujo pueden usar marcadores, etiquetas engomadas, tempera, crayolas, formas de polietileno o poliuretano (foam) etc. Los niños tendrán 3-4 minutos para hacer su dibujo. Luego la maestra les pedirá que se muevan un sitio a la derecha para que continúen dibujando en el papel de la otra persona por 2 minutos. Seguirán rotándose hasta que todos hayan decorado el dibujo de los demás. El proceso terminará cuando el artista original llegue a su obra para ver como ha quedado con la ayuda de los demás. Si ha usado témpera, deje secar el dibujo. Si tiene tiempo, hágale un marco para que lo puedan poner como obra de arte en su cuarto. (Para llevar a cabo el proceso más rápidamente, siente a los niños en mesitas de cuatro personas.)

 

CAMBIANDO LUGARES PARA EL VERSÍCULO BÍBLICO: Dígale a los niños que hagan una línea. Pueden estar sentados o parados. Dígales el versículo bíblico a aprender hoy. Luego indíqueles que van a cambiar de lugar ya que irán a la pizarra uno a uno para escribir una palabra del versículo y la cita bíblica. Si tiene tiempo dé una segunda ronda en la cual puedan dibujar algo de la historia en un papel y pegarlo en la pizarra abajo del versículo escrito. Recuérdeles que están cambiando lugares cada vez que uno de ellos van a la pizarra.

MEDITACION para Lc 16,19-31

Cuestra fe se redujera a un conjunto de pensamientos y dichos piadosos o unos ejercicios privados de culto tendría bien poco valor: algo así como papel mojado. Creer en Dios salvador es una actitud que anida en las decisiones y actividades todas de la vida (extraordinarias o cotidianas) que discurre bajo la atenta mirada de aquel que juzga y ama. Por eso, de la misma manera que Amós grita con claridad a su pueblo. "Se acabó la orgía de los disolutos", así la palabra de Jesús sobre Lázaro y el rico se convierte a nuestros oídos en una chispa que prende una inmensa hoguera.

El ejemplo que propone comienza casi como un cuento, para después denunciar públicamente y de manera radical la relación de los hombres entre sí. Jesús no entra, ahí, en cuestiones sociales, como podría parecer a primera vista, ni ofrece doctrina alguna sobre cómo es la vida después de la muerte. Se trata únicamente de presentar a nuestros ojos de manera plástica cómo son o debieran ser las cosas en el aquí y ahora de nuestra vida.

También tenemos que precavernos de un error: quien pretende ver precipitadamente que en el más allá tiene lugar un cambio de roles, de modo que el rico se sitúa debajo del pobre, ése es sospechoso de la clásica ideología según la cual la revolución de la injusticia en este mundo es imposible, puesto que la justicia es un asunto exclusivo del cielo.

Precisamente por este error fue denunciado el cristianismo como adormidera del pueblo. Quien explica así el Evangelio, le da la vuelta como a una manga, pues nada hay más extraño al sentir de Jesús que justificar la injusticia terrena mediante una posterior justicia divina. El Evangelio no conoce orden divino alguno que sancione las necesidades del mundo.

Un tema que una y otra vez aparece en la Biblia es el abismo existente entre los hombres: entre ricos y pobres, entre libres y esclavos, entre los dominadores y los "pobres diablos" de siempre, que jamás alcanzan la cara soleada de la vida. Esto contradice sin más el orden de Dios. Dios, Padre eterno, ha establecido entre sus hijos una familia de semejantes con igualdad de derechos. Al cristiano tiene, pues, que asaltarle el dolor y la indignación a la vista de las distancias y separaciones.

Jesús describe el fin de tales despropósitos. ¿Orden social? No habla de eso, sino de sensibilidad profundamente humana de cara al hermano que vive en la misma Tierra. Eso es lo que describe con drásticas imágenes.

¿Quién es el rico? No se dice su nombre. Es cualquiera. Siempre se trata de aquel cuya vida guarda para sí. El rico es aquel que sólo tiene ojos para atender a lo que sucede con relación a él mismo. La cuestión de sus cuentas bancarias no le produce problemas. Se trata en este tipo de personas que tienen una enfermedad de los ojos (ceguera), la cual se le ha extendido hasta el corazón. De ahí que no pueda soportar que alguien de su especie se le presente a la puerta. Pero esto, naturalmente, tiene fatales consecuencias: "Quien no ama a su hermano, al que ve, ¿cómo puede amar a Dios, al que no ve?(1 Jn 4,20).

El pecado del rico no consiste en ser rico, sino en que tiene a su hermano por demás. Lo mira, pero prescinde de él. En un crítico autoexamen tal vez podríamos descubrirnos muchos de nosotros en ese modelo, en los que no quieren que sus prójimos les molesten o inquieten. Indiferencia frente a las personas es lo más parecido que existe a "lejanía de Dios". Frialdad para con las personas puede ser signo de vaciedad o muerte interna: así es el sepulcro blanqueado.

Y ¿quién es Lázaro? Ahí se presenta el pobre, el desasistido que nos necesita. En cualquier caso, siempre se tata del miserable, de aquel que es tan malo como yo mismo. Cuando se abren nuestros ojos y despierta nuestra sensibilidad, descubrimos ante nuestra puerta más personas de las que creemos: amargados, acobardados, intimidados, empobrecidos. Muchas veces, el asunto que presentan nada tiene que ver con dinero o ayudas materiales (muchas veces sí, y de manera constante), sino con calor humano, acogida y dedicación de tiempo. Sin detenerse a pensar, ocurre con mucha frecuencia que tanto creyentes como increyentes o indiferentes nos excusamos para no atender a una situación: "yo no sabía...", o, como afirmó un escolar en una ocasión (seguramente aprendido de un adulto), "Dios no me lo había encomendado".

¿De verdad que no? Dios nos sale al encuentro mediante formas muy distintas y sorprendentes. Donde no se le puede buscar es entre los ángeles: con demasiada frecuencia, el justificante de nuestra consciente inhibición frente a los demás son argumentos refinadamente razonados, que nos los presentamos a nosotros mismos con todos los visos de afianzarse en la verdad. Porque el otro, por ejemplo, está lleno de defectos que debería corregir..., tiene mala voluntad..., miente... o está así porque quiere ("yo no doy veinte pesos para que ése, con pinta de borracho, se los gaste en vino"). ¿No es cierto que, aun así, Dios se presenta realmente a nuestra puerta? Son los ojos y el corazón los que precisan de una mirada sensible, para que no tropecemos con Dios y creamos que no es más que una piedra en el camino.

(Aporte de EUCARISTÍA 1992/45)

 

23 sept 2013

LAS SIETE LLAVES

El primer paso para conocer la Palabra de Dios que está en la Biblia, es leer la misma Biblia.

El Apocalipsis, en el capítulo 5, habla de un libro cerrado con siete sellos. El visionario del Apocalipsis llora porque nadie es capaz de abrir, leer y explicar el libro. Pero los seres vivos y los ancianos entonan un cántico a Jesucristo, Señor de la historia, único capaz de abrir el libro y desvelar sus misterios. Ciertamente este libro es también el libro de la historia de la humanidad y en él está también la historia del pueblo de Dios y la nuestra. Y tanto la Biblia como la vida deben ser leídas a partir de Jesús, el Cristo y Señor.


Las siete llaves:(adaptación de la dinámica extraída del libro "El Poblado de la Biblia", J.silvia,Paulinas,m)

Con las "siete llaves" tú descubres la Palabra de Dios que está en la Biblia y en la vida y entiendes mejor el sentido que se esconde detrás de las palabras.

Pies firmes en la realidad. Para leer bien la Biblia es necesario leer bien la vida. Conocer la realidad personal, familiar y comunitaria del país y del mundo.También es necesario conocer la realidad en la cual vivió el Pueblo de la Biblia. La Biblia no cayó del cielo ya hecha. Ella nació de las luchas, de las alegrías, de la esperanza y de la fe de un pueblo (ver Ex 3,7-10).

Ojos bien abiertos. Un mirada sobre el texto de la Biblia y otra sobre el texto de la vida. ¿De qué habla el texto de la Biblia? La Palabra de Dios está en la Biblia y está en la vida. Necesitamos ojos para escudriñarla.

Oídos atentos, en alerta. Un oído para escuchar el clamor del pueblo y otro para escuchar lo que Dios quiere decir.

Corazón libre para amar. Leer la Biblia con amor y con cariño, con la emoción que el texto provoca.

Sólo quien ama a Dios y al prójimo puede entender lo que Dios habla en la Biblia y en la vida.

Corazón disponible a convertirse.

Boca. Para anunciar y denunciar aquello que los ojos vieron, los oídos oyeron y el corazón sintió sobre la Palabra de Dios y la vida. ¿Cómo me puedo callar?

Cabeza para pensar. Usar la inteligencia para meditar, estudiar y buscar respuestas a nuestras dudas. Leer la Biblia, y leer también otros libros que nos expliquen la Biblia.

Rodillas dobladas en oración. Sólo con mucha fe y oración se puede entender la Biblia y la vida. Pedir ayuda al Espíritu Santo para entender el "espíritu" de la Biblia. No podemos hacer una lectura al pie de la letra, porque la letra mata y el espíritu vivifica, como lo advierte San Pablo (ver 2 Cor 3,6).

Ciertamente descubriremos otras llaves, pero éstas son indispensables.

 

Es bueno juntar las llaves a un llavero fuerte y firme. Este llavero es la familia, el círculo bíblico, o la comunidad. La Biblia leída con la comunidad se hace más fácil, más provechosa, más agradable y es signo de la presencia de Dios (ver Mt 18,20).

 

Curiosidades sobre la Biblia

1. ¿La Biblia fue escrita en capítulos numerados, como hoy la tenemos?

No. Ningún libro de la Biblia fue escrito numerando los capítulos. Quien tuvo la idea de dividir la Biblia en capítulos fue Esteban Langton, arzobispo de Cantourbery, profesor en la Universidad de París, en el año 1214 d.C.

2. ¿Quién hizo la división en versículos?

En 1551 Robert Etiene, redactor y editor en París, hizo la experiencia dividiendo el NT de lengua griega en versículos. A Teodoro de Beza le agradó la idea y en 1565 dividió toda la Biblia en versículos.

3. ¿Por qué dividieron de esta manera los libros de la Biblia?

Esto lo hicieron por dos razones: para que nos quede más fácil citar los textos bíblicos y ubicar rápidamente los textos citados.

4. En la Biblia, ¿cómo encontramos los capítulos y los versículos?

En la citación, el capítulo es el número que está antes de la coma, y el versículo es el número que viene después de la coma, nos indican donde comienza y donde termina.

Ejemplo: Gen 11,1-9, esto significa que debes buscar el libro del Génesis capítulo 11, versículos de 1 a 9.

En las Biblias, el capítulo está escrito en tipo más grande y el versículo en número pequeño. Repara, también, la abreviatura del libro del Génesis (Gen).

5. ¿ Quién tradujo por primera vez toda la Biblia y cuándo fue impresa como la tenemos hoy?

La primera traducción, y la más famosa Biblia en latín, es la de San Jerónimo, conocida como Vulgata (del latín = la divúlgala). Esto sucedió por el año 400 d.C., a pedido del Papa Dámaso.

Verdaderamente, la primera traducción de la Biblia fue la traducción de la Biblia hebrea (de los Judíos) para el griego, conocida como la traducción de los LXX (70), muy usada en la época de Jesús y en las comunidades.

6. ¿Cómo se presentaba la Biblia antes de que surja la imprenta?

De diversas formas: en pedazos de papel vegetal; en rollos de pergaminos (cuero de animal); en papiro (especie de papel vegetal) y en "hojas".

7. ¿La Biblia protestante es diferente de la Biblia católica?

El Nuevo Testamento es igual para todos.

El Antiguo Testamento en la Biblia católica tiene siete libros más. Estos libros son: Tobías; Judit; 19 y 29 Macabeos; Sabiduría; Eclesiástico; Baruc, que son de traducción griega.

8. ¿Qué quiere decir las palabras exégesis y hermenéutica?

La palabra "exégesis" es un término griego para explicar el trabajo que hacen los estudiosos en el análisis de un texto bíblico. Significa "sacar de dentro" todo lo que el texto dice.

El texto es como un tejido entrelazado por hilos diferentes. La exégesis se dedica al estudio del tejido bíblico.

La palabra "hermenéutica" también es una palabra de origen griego y significa el trabajo de encontrar el mensaje que está escondido detrás de las palabras y como se aplica al hoy. 

El pueblo aumenta, pero no inventa ¿Cómo fue que la Biblia llegó hasta nosotros?

Esta es una pregunta que muchos se hacen. La Biblia antes de ser escrita fue vivida, y después fue contada por los padres a los hijos, de generación en generación. Mira los Salmos 44,2;78,3-4;145,4; Ex 10,2. Este período, que duró aproximadamente 900 años, se llama Tradición Oral.

La Biblia comenzó a escribirse durante el reinado de Salomón, por el año 950 a.C. Hoy, por respeto a la cultura judaica, algunos prefieren llamar al Antiguo Testamento, "Primer Testamento". El Antiguo Testamento quedó listo por el año 50 a.C., y el Nuevo Testamento a final del siglo I. Por lo tanto la Tradición Escrita duró aproximadamente otros 900 años. Como la madre, que gesta a su hijo en la intimidad oculta y sin embargo le habla..., así Dios actuó con su pueblo.

19 sept 2013

PAUTAS PARA LECTURA ORANTE DEL EVAGELIO DE LC 16,1-13 DE JOVENES

Algunas preguntas para ayudarte en la lectura atenta…

¿Por qué el amo despide al administrador? ¿Qué hace el administrador al respecto? ¿Por qué el administrador es alabado por el Señor?

Algunas consideraciones para una lectura provechosa…

El capítulo 16 es casi en su totalidad exclusivo de San Lucas, y aborda, como tema principal, los bienes de este mundo. Primero la parábola del administrador infiel (vv. 1-13), luego, los fariseos amantes del dinero (vv. 14-18), y al final lo que puede pasar a los malos administradores (vv. 19-31) con la parábola del rico y el pobre Lázaro. Leemos hoy Lc 16,1-13 que está conformado al menos por dos grandes partes: en la primera, Jesús se dirige a sus discípulos con la parábola del administrador infiel (vv. 1-8); y en la segunda, el mismo Jesús hace alguna aplicaciones prácticas a la luz de la parábola recién contada (vv. 9-13).

La parábola va desde "había una vez un hombre rico" hasta "el Señor alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad". Pero, cómo Jesús cuenta la historia.

Situación (vv. 1-2): Quizá en sus orígenes la parábola se dirigía a los no convertidos, a los fariseos; y posteriormente, la iglesia primitiva aplicaría la parábola a la comunidad (añadiendo "a los discípulos", v. 1). Es probable que un extranjero rico radicado en Palestina, se hiciera ayudar de un nativo que administrara sus bienes para que sus paisanos le tuvieran confianza en los negocios. Pero tanto el administrador como los inversionistas estarían bajo el yugo de aquel hombre rico.

El administrador fue acusado ante el rico de malgastar su hacienda. No son rumores ni una difamación; si así fuera, el administrador debía haberse defendido, y no lo hizo. Se supone que el amo ha verificado las denuncias, y por eso, le pide cuentas y decide despedirlo. No se precisa más. Los lectores nos quedamos con la duda con respecto a qué o cómo el administrador malgastó la hacienda de su amo. Por cierto, en una situación semejante a la acontecida con el hijo pródigo, que malgastó la fortuna que le había dado su padre.

El administrador piensa y toma decisiones (vv. 3-4): Ante la situación embarazosa que vive, el administrador discierne porque tiene que tomar decisiones con prontitud, no le queda mucho tiempo. Constata para sí mismo que es incapaz de realizar un trabajo físico pesado, y le es psicológicamente imposible pedir limosna. Y pensando en su futuro inmediato ("cuando sea destituido") decide realizar acciones estratégicas, diríamos nosotros hoy, para que como dice él "me reciban en sus casas". Pero, ¿quiénes lo recibirán? Es lo que de inmediato se contará.
El administrador otorga un descuento a los deudores (vv. 5-7): Los orientales gustan de las grandes cifras, es lo que se refleja en la parábola. El administrador condona el 50% al primero y el 20% al segundo, pero se trata de grandes cantidades equivalentes; perdonadas en función de un propósito bien definido: que el administrador sea recibido por estos beneficiados cuando sea destituido de su cargo (cf. v. 4). Rompe con el círculo de la opresión porque ahora se pone del lado de las víctimas, a quienes les aminora la deuda que tienen con el amo.

El administrador no le está robando nada a su amo; sólo está renunciando a lo que sería su ganancia, quizá excesiva. Aquí no se evalúa la moralidad de su actuación, por el despilfarro de que lo acusaron o por sus ganancias excesivas, a las que ahora renuncia; sino que se pone de ejemplo de actuación rápida, efectiva y astuta ante una situación de crisis. El administrador ha sabido en el presente sacar ventaja para su futuro.

La alabanza al administrador y aplicaciones para la vida de la comunidad (vv. 8b-13)

El amo de la parábola, y no Jesús como algunos sugieren, es el que reconoce la prudencia del administrador, que se muestra audaz en su rápida y decidida acción. Jesús retoma la alabanza del administrador para ejemplificar cómo los discípulos deben ser astutos, procurando con el dinero injusto ganarse amigos "que los reciban en las moradas eternas". Lo verdaderamente valioso son las personas y sus relaciones caritativas, justas y amorosas.

Los discípulos son probados en la administración de los bienes terrenos, y si son fieles, serán aptos para administrar los bienes futuros (escatológicos – definitivos). La sagacidad cristiana a la que estamos invitados consiste en ocupar el dinero para practicar caridad y de esa manera, ganarnos el cielo. Los discípulos han de ser como el administrador de la parábola en los asuntos del Reino de Dios: prontos y astutos para tomar decisiones que los encaminen hacia las moradas eternas, a la plenitud de la vida.

Al final, una sentencia de Jesús: "No pueden servir a Dios y al dinero". Resulta interesante la etimología de las cosas que dan seguridad; es decir, el dinero, de cara a la expresión "amén", con la que está emparentada, pero que se refiere a la seguridad que viene de la confianza en Dios. Así, los discípulos deben decidirse: o confían en su dinero o confían en Dios. No hay manera de hacerse a un lado. Jesús desafía a los discípulos a que se decidan, o sirven al dinero o le dan su "amén" al único Dios – Padre de todos.

 
http://www.lectionautas.com

http://www.discipulitos.com

18 sept 2013

Vivir la Fe Católica: Zoe, una niña valiente

Vivir la Fe Católica: Zoe, una niña valiente: La Verdad los hará libres ¿Quién es esta pequeña niña de 11 años? ¿Por qué está llorando con el crucifijo en su corazón? Su nombre es...

UN CAMINO DE FORMACION SOBRE LA SECULARIDAD

 Ø  SECULARIDAD

A la escucha de Dios en los "surcos de la historia": la SECULARIDAD habla a la CONSAGRACIÓN: Fue el título del último Congreso Mundial de IS

La palabra secularidad viene de la palabra seculum, siglo. El Diccionario de la Lengua Española dice: secular es que vive en el siglo.

Pero nosotros sabemos que la secularidad no sólo es el hecho de ser del mundo y de vivir en medio del mundo; es mucho más: es ser y saberse responsables de este mundo, que es nuestro porque Dios nos lo ha dado, en Cristo, por heredad.

El seglar se interesa por lo que pasa en el mundo: a nivel nacional e internacional, y reza por los que gobiernan y deciden para que sea para el bien común. El laico se interesa por hacer cada vez mejor su trabajo, por estudiar y trabajar con profesionalidad, con perfección sin ser perfeccionista. La secularidad consiste en ver el mundo como positivo.

Estamos llamados a ser luz del mundo allí donde vivimos, trabajamos, oramos y nos divertimos, llámese escuela, hogar, parroquia, taller, fábrica, oficina, laboratorio, consultorio, tienda… el mundo de la tercera edad…

Muchas veces nos preguntamos  ¿cómo? O ¿qué hacer concretamente?

Jesús nos dice: “He venido para que tengan Vida y una Vida plena” (Jn 10,10).  Propuesta que es también para nosotros, si respondemos positivamente, iniciaremos ese camino del discipulado misionero, en un contexto de vida comunitaria, contribuyendo a restaurar la dignidad humana, promoviendo la defensa y el crecimiento de la familia y llevando el Evangelio a los nuevos escenarios del mundo actual, llamados a contribuir a la a transformación de las realidades temporales y a la creación de estructuras justas según los criterios del Evangelio con nuestro testimonio y nuestra actividad. (Cf DA 210

 

Reconocer la presencia de Dios y su plan de  salvación hoy

El papa Benedicto XVI en su Mensaje a la CMIS nos decía:

“Al interior de la humanidad en camino, inspirados por el Espíritu Santo, pueden reconocer los signos discretos y a veces escondidos que revelan la presencia de Dios. Sólo gracias a la fuerza de la gracia, que es don del Espíritu, pueden vislumbrar en los caminos, a menudo torcidos de los acontecimientos humanos, la orientación hacia la plenitud de la vida sobreabundante. Un dinamismo que representa, más allá de las apariencias, el verdadero sentido de la historia según los designios de Dios. La vocación de ustedes es de estar en el mundo asumiendo todos las cargas, los anhelos, con una mirada humana que coincida siempre con la divina, de la que brota un compromiso original, peculiar, fundado sobre la conciencia de que Dios escribe su historia de salvación en la trama misma de los acontecimientos de nuestra historia.”

 

Estamos en un cambio de época que significa una nueva cultura, unas maneras nuevas de relacionarnos entre nosotros, con Dios, con la naturaleza. Un cambio que está surgiendo y es confuso, complejo, con luces y sombras. Nos cuesta comprender lo que está ocurriendo. Por esta razón es indispensable que miremos la realidad desde el proyecto de Dios Padre, que vio como bueno todo lo que creó; que veamos la realidad con los ojos de Jesucristo que anunció el reino de Dios Padre el cual nos ofrece la vida en abundancia. Que miremos la realidad desde el proyecto de Dios padre

Es decir que debemos ver la realidad con esperanza, con confianza, con alegría, que tratemos de descubrir en ella el llamado que el Señor nos hace para contribuir a la construcción de su Reino de vida. Nosotras tenemos en esta realidad compleja y desafiante, nuestra misión, el escenario en el cual hemos de vivir nuestro ser consagradas. Por tanto debemos conocer la realidad, comprenderla desde los valores del Evangelio, desde la mirada de Jesús aprovechando los aportes de las ciencias y descubriendo en ella los rostros de los más pobres y necesitados, los rostros sufrientes del mismo Cristo (Cf DA)

 

Hacerse unidad en Cristo

Y en otra parte del Mensaje el Santo Padre nos decía: . Punto firme e irrenunciable, referencia segura para nutrir aquel deseo de hacerse unidad en Cristo que es tensión de la existencia total de todo cristiano, más aún, de quien ha respondido a una llamada radical del don de sí. Medida de la profundidad de la vida espiritual de ustedes no son las muchas actividades, que exigen sus esfuerzos, sino más bien la capacidad de buscar a Dios en el corazón mismo de cada acontecimiento y de reconducir a Cristo toda cosa. Es el "recapitular" en Cristo todas las cosas del que habla san Pablo (Cfr. Ef. 1,10). Sólo en Cristo, Señor de la historia, toda la historia y todas las historias encuentran sentido y unidad.

 

Y en ocasión de la Congreso Mundial de IS  Joao Braz Cardinale DE AVIZ - Prefetto della CIVCSVA nos decía:

 

 Se trata de aquel Sentire cum Ecclesia al cual la Exhortación  Apostólica  Vita Consecrata” ha dedicado el Nª 46 del cual vuelvo a leer con ustedes estas palabras: “Una gran tarea está confiada a la Vida consagrada también a la luz de  la doctrina de la Iglesia-comunión, que con tanto vigor fue propuesta por el Concilio Vaticano. IIº

 

 A las personas consagradas se le pide que sean, de veras, expertas en Comunión y en practicar la espiritualidad de comunión, como testigos y artífices de Aquel “Proyecto de Comunión” que está al vértice de la historia del hombre según Dios”. El sentido de la comunión eclesial, desarrollándose como espiritualidad de Comunión,  promueve una manera de pensar, hablar, y actuar que hace crecer a la Iglesia en profundidad  y extensión.  

 

La vida de comunión  “se vuelve entonces un signo para el mundo y una fuerza atractiva que conduce a creer en Cristo [...] De tal manera la comunión  se abre a la misión, se hace ella misma misión, más bien: “la comunión genera comunión y se configura esencialmente como comunión misionera.”

 

 

Como lo resalta nuestra constitución:

 

Art.  47 - La M. D. fiel a la característica secular del Instituto, no solo custodia  la forma externa, sino que vive con mentalidad secular, mediante la cual se siente en su verdadero puesto en el mundo y entre los hermanos. Mentalidad secular no quiere decir del mundo, sino aquella mentalidad evangélica que considera las realidades terrenas dentro del plan salvífico de Dios.   

 

Y como nos enseñaba el P. Giorgio:

“Mentalidad secular, tanto en relación a nuestra propia personalidad, como en relación a los demás.

1.- En relación a la propia formación personal señalo aquí las tres  cualidades básicas: MADUREZ; DISPONIBILIDAD; RECOGIMIENTO DEL CORAZÔN

Madurez. Significa ser, (Mejor, formarse siempre más) “mujer”, “adulta” desarrollando todas las riquezas de la mente, de la intuición, de la entrega, que le son propias; una capacidad de responsabilidad personal, de justa autonomía y autogobierno, también en la vida espiritual, siguiendo firmemente la voz de una conciencia recta, un buen sentido práctico, equilibrio y juicio; no solamente sentimiento e impresión o impulsividad, sino usar la cabeza y, más que todo vivir de fe. Una dosis de coraje y de fortaleza, no separada del sentido de los propios límites y de una auténtica humildad que nos impide el creernos infalibles.

 

Disponibilidad . Que, partiendo de un generoso olvido de sí mima y de fuerte abnegación, nos lleva a la entrega de nosotros mismos, al sentirnos en servicio permanente. Siempre en el orden, en la calma, en la justa jerarquía de las obras y valores y, colocando en el primer lugar los deberes hacia Dios y los de la propia situación  personal; en una verdadera libertad de espíritu, sin quedar atados al lugar, o a las personas, listas para buscar  y seguir la voz de Dios, de cualquier manera que se manifestase.

Recogimiento del corazón.  Para quien vive en el mundo y en la acción, sin  ayuda exterior del ambiente y del horario, es indispensable  que nos formemos “La celda interior”,  que conservemos un  “silencio del corazón”  que solamente nos hace capaces de vivir “en una religiosa escucha de la palabra de Dios”, y de descubrir a Jesús en los hermanos y en los acontecimientos, y de pasar con menor dificultad desde el trabajo-oración a la oración pura.  Sin ese esfuerzo no se puede ser receptivo a la voz del Espíritu Santo y la consagración se reduce a algo formal y superficial.

 

2.- En relación a los demás la mentalidad secular exige un corazón grande y una mentalidad abierta, evitando los peligros del aislamiento, de la mezquindad, del formalismo  Y, más que todo,  tenemos que cultivar la bondad para amar, servir,  donar.   Mentalidad que nos hace sentir cómodos y deja cómodos a los demás, en cualquier ambiente que podamos encontramos, especialmente con los pobres, y los más humildes. .

Por eso, resultan  particularmente preciosas esa virtudes humanas que forman el puente hacia los demás para para comunicar, dialogar. He aquí algunas indicaciones: La mentalidad abierta, la transparencia y sinceridad, la delicadeza y el buen trato, que nos lleva a evitar todo lo que le puede disgustar a los demás; la amabilidad y la alegría que hacen que la bondad resulte simpática; el ser agradecida, que indica a un buen corazón; la lealtad  y la justicia que nos hace huir de toda falsedad o hipocresía; la buena educación, que es fruto exquisito de la Caridad; No se trata de cambiar mi personalidad, (la aceptación humilde y serena de sí y de los propios límites quiere decir aceptar la voluntad de Dios que nos ama así como somos ), pero tratando de mejorar siempre. Y ese continuo esfuerzo para mejorar constituye una de las penitencias más meritorias frente al Señor.”· Don Giorgio.

 

Caminar todas juntas con Dios que está en medio de su pueblo

Las Misioneras Diocesanas de Jesús Sacerdote estamos llamadas a servir a la transformación del mundo de acuerdo al plan de Dios

En “camino”, en peregrinación junto a cada persona que encontramos, y con ellas construyendo “juntas”.  Instrumentos de relaciones nuevas en un mundo interdependiente y globalizado, permitiendo experimentar a cada uno que son amados por Dios, porque son valorados y amados. 

 

Caminar con toda la humanidad hacia formas y niveles más elevados de convivencia humana. Caminar todos juntos con Dios que está en medio de su pueblo.

 

Cristo en su Iglesia, en nosotros, sigue orando por la unidad de la Iglesia y del mundo.

Las MDJS  estamos llamadas a identificarnos con esta aspiración, deseo y oración eficaz de Cristo, viviendo la caridad, la única, la que edifica la unidad que Cristo ha querido. 

 

Por ello, nos unimos a la comunidad eclesial en la misión de servir a la unidad de la Iglesia, como signo e instrumento de la unidad del mundo. Y así contemplar la comunión Trinitaria en sí misma y como razón de la vida cristiana y de la Iglesia y como fundamento del dar la vida para que “acontezca” en la historia y Cristo sea “luz de las gentes”.

 

 

 
Art.48-  La M. D., vive, por tanto, sus compromisos temporales con competencia profesional; puede realizar cualquier actividad y compartir cualquier condición de vida civil, viendo en ellas un medio para crecer en la fe y en el compromiso de consagración, testimoniando, así, la presencia y el amor de Dios en medio de los hermanos.  
Precisamente, a través de su participación en el Sacerdocio de Cristo, la M. D. actúa en las realidades profanas de tal manera que las lleva al orden querido por Dios.

 

Sean disponibles a construir, en unión con todos los buscadores de la verdad, proyectos de bien común, sin soluciones preconcebidas y sin miedo a las preguntas que quedan sin respuestas, y siempre prestos a poner en riesgo la propia vida, con la certeza que el grano de trigo, que cae en tierra, da mucho fruto (Cfr. Jn. 12,24).

Sean creativos, porque el Espíritu construye novedad; alimenten miradas capaces de futuro y raíces sólidas en Cristo Señor, para poder comunicar también a nuestro tiempo, la experiencia de amor que está en la base de la vida de todo hombre. Estrechen caritativamente las heridas del mundo y de la Iglesia. Por encima de todo, vivan una vida dichosa y plena, acogedora y capaz de perdón, por estar fundada en Cristo Jesús, Palabra definitiva del Amor de Dios por el hombre.” Mensaje del Papa a la CMIS

 

 

Art.49-  En los compromisos temporales y en las actividades apostólicas, la M. D. se presenta ante los hermanos con carácter secular y, por tanto, con responsabilidad personal, sin comprometer directamente al Instituto, tratando de vivificar y santificar todo "desde dentro" del mismo mundo.

Nos decía Don Giorgio:

“nosotras estamos llamadas a cooperar en la reconsagración del mundo, es decir a “Recapitular en Cristo todas las cosas” Es un compromiso que tiene que ser meditado profundamente porque es uno de las razones principales de nuestra consagración en el mundo.

         I.            ¿Por qué tenemos que consagrar el mundo?

El fundamento de la re-consagración del mundo está fundado en las palabras de San Pablo: “Todo es vuestro, ustedes son de Cristo- Cristo es de Dios”

1) Tenemos que consagrar el mundo porque todo es de Dios; por eso la consagración del mundo es obra de justicia

Consecuencia: Nada es profano, si todo es de Dios; todo puede servir al bien (canción- TV- cuerpo...) Nada lleva directamente al mal.

2)-Nosotros le pertenecemos a Cristo. Si todos somos llamados a llevar el mundo a Cristo, tanto más una misionera laica. En efecto, ¿Por qué Cristo vino a la tierra? Lo dice el martirologio: “Queriendo con su venida, consagrar el mundo, nació….” 

Cristo consagró el mundo de  estas maneras:

a)       Todo el universo, de alguna manera, participó en la formación del Cuerpo de Cristo; por eso Cristo elevó todo el mundo.

b)       Porque Cristo vino y se quedó en este mundo; trabajó como nosotros, pisó la tierra que pisamos nosotros….

c)       Consagró el mundo con su Palabra.

d)       Consagró el mundo con los Sacramentos que son el momento culminante de la consagración

3) Nosotros somos la prolongación de Cristo, debemos, por lo tanto continuar haciendo lo que El hizo

Hay en la Iglesia una parte de consagración que le corresponde a la Jerarquía, pero hay también una gran parte del mundo que tiene que ser consagrada por nosotros. Y nosotros tenemos el derecho y el deber de obrar esa consagración porque  somos Iglesia. No somos parte pasiva, y, como Ia Iglesia jerárquica tiene que consagrar algunas cosas, también nosotros tenemos que consagrar algunas otras: Por ej. . El trabajo, la actividad sindical, la política, las diversiones, la moda…

4) Nuestro lugar en la Iglesia es el mismo que tenemos en la vida: Oficina, escuela, casa, fábrica, campo…En nuestro ambiente tenemos que llevar la voz de la Iglesia, la luz de la iglesia

 Donde yo estoy, ahí está la Iglesia. Estar en el mundo, no significa solamente vivir en el mundo, sino de tratar de reconsagrarlo. En un mundo impuro, yo no tengo solamente que ser pura, sino que tengo que llevar  pureza alrededor mío. No tenemos que huir del mundo, sino quedar en el  mundo para reconsagrarlo.

5) Nuestra vocación es de “Consagradas en el mundo” Sería más cómodo vivir en un convento. Estamos en el mundo como luz, como levadura sagrada, para reconsagrar los valores humanos: La belleza, la alegría, el trabajo, la casa, la amistad, la moda… somos personas sagradas: todo lo que tocamos, todo a lo que nos acercamos, se transforma en algo sagrado.

En el ambiente en que vivimos,  a las personas que tratamos tenemos que darle algo que los eleve, algo sagrado y divino. ¡Cuánta apertura de mente, cuanto esplendor de testimonio, cuánta riqueza de interioridad, de unión con Dios se necesita para irradiar adonde quiera lo divino, la gracia, la alegría

        II.             ¿Qué hay que consagrar?

a) Tu cuerpo, porque es la parte del mundo que más te pertenece. ¿Qué significa? Tienes que considerar tu cuerpo como templo de Dios. Tu cuerpo no sea de tropiezo, sino de ayuda que te eleva hacia Dios.  Profana su cuerpo el que lo venera demasiado, condena el alma, lo profana con la pereza, la impuridad, la falta de dignidad y de delicadeza. Sé pura, modesta, delicada. Tu cuerpo es doblemente sagrado  porque eres miembro de Cristo y por el voto que lo volvió una hostia inmolada como Jesús Victima.

b) Tu tiempo Porque  es lo que, después del cuerpo, te pertenece más directamente. Se consagra el tiempo, no perdiendo tiempo.  Se aprovecha el tiempo viviéndolo en gracia, porque todo el tiempo  vivido en gracia vine computado para la vida eterna…el tiempo pasado en estado de pecado mortal es tiempo profanado.

c) Tu ambiente de trabajo.  Es importante.  Si en tu ambiente de trabajo se respira aire material, tú tienes que llevar aire espiritual…tienes que hablar, por lo menos con el ejemplo de vida, del Reino de los cielos.  Si hay codicia, lleva desapego, si hay egoísmo lleva caridad, si hay barro, llevas luz, si hay impureza lleva pureza.

d) La vida social. Intégrate a la vida social para llevar la voz de la Iglesia.

e) Tu casa, los grupos a los cuales estas perteneciendo.  Tienes que formarlos  como “Cenáculos”, que produzcan almas generosas que deseen consagrar el mundo, ardiendo de amor hacia Dios y los hermanos

f) Tu trabajo. Trabaja en unión con Cristo, por Dios, con Dios. Tanto más  en nuestros días en que el trabajo volvió a ser confirmado como verdadera oración, servicio, amor y por tanto apostolado.

g) Tu Apostolado o Evangelización.  Pon a Dios en tu misión y saca todo lo demás. No hagas nada  para ti mismo, sino hacelo todo para Dios, de manera que tu apostolado sea el Suyo.

Tu alma, desde el Bautismo y después por la Confirmación  y la Eucaristía, ha sido consagrada. Un nuevo sello de consagración ha sido imprimido por los Santos Votos de tu vocación.  Ahora le perteneces totalmente a Dios, solamente a Él, y para siempre, como “Esposa de Cristo”.  Por eso  todo lo que haces se vuelve sagrado,  de alguna manera es un acto de Religión, un culto de alabanza a Dios.  Entonces: Que no quede nada material, profano o indecoroso; nada de búsqueda de ti misma.

Tu grito de toda mañana, sea un grito de victoria y de alegría, pero también un compromiso, sea este: ..¡¡Soy  Consagrada,   soy Misionera, le pertenezco a Cristo, voy a ser portadora de Cristo a todos, en todo lugar, siempre!!!

 

Art. 50 - La M. D., en cuanto secular consagrada, está en el mundo y al servicio del mundo, pero no es del mundo; es pues, consciente de que deberá realizar renuncias y experimentar limitaciones y que irá contra cualquier corriente de mundanización.
Pero esto deberá vivirse como exigencia del mismo Evangelio, del espíritu de las Bienaventuranzas, mediante una vida comprometida integralmente a caminar con Cristo hacia el Padre.
Sólo de esta forma será fermento, sal y luz del mundo, y su consagración no será debilitada y no correrá riesgos

 

Del decreto APOSTOLICAM ACTUOSITATEM  sobre el apostolado de los laicos

“5. La obra de la redención de Cristo, que de suyo tiende a salvar a los hombres, comprende también la restauración incluso de todo el orden temporal. Por tanto, la misión de la Iglesia no es sólo anunciar el mensaje de Cristo y su gracia a los hombres, sino también el impregnar y perfeccionar todo el orden temporal con el espíritu evangélico. Por consiguiente, los laicos, siguiendo esta misión, ejercitan su apostolado tanto en el mundo como en la Iglesia, lo mismo en el orden espiritual que en el temporal: órdenes que, por más que sean distintos, se compenetran de tal forma en el único designio de Dios, que el mismo Dios tiende a reasumir, en Cristo, todo el mundo en la nueva creación, incoativamente en la tierra, plenamente en el último día. El laico, que es a un tiempo fiel y ciudadano, debe comportarse siempre en ambos órdenes con una conciencia cristiana."

 

Llamadas a continuar la encarnación:

“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6). Él es el verdadero camino hacia el Padre, quien tanto amó al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna (cf. Jn3,16) Esta es la vida eterna: “Que te conozcan a ti el único Dios verdadero

 

La vida que Jesús anuncia (y que nosotras como consagradas seculares debemos continuar anunciando) es respuesta a males que actualmente aquejan a la persona y a la sociedad de hoy, así:

 

Ante una vida sin sentido
Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria. Es tal el amor de Dios, que hace del hombre , peregrino en este mundo, su morada: “Vendremos a él y viviremos en él” Un 14,23)
DA109
Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de la existencia
Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos (cf. 1Co 15,28) (DA109)
Ante la idolatría de los bienes terrenales
Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo: “¿De qué le sirve a uno ganar el mundo si pierde su vida?” (Mc 8,36) (DA 109)
Ante el subjetivismo hedonista
Jesús propone entregar la vida para ganarla, porque “quien aprecie su vida terrena, la perderá” (Jn 12, 25). Es propio del discípulo de Cristo gastar su vida como sal de la tierra y luz del mundo (DA 110)
Ante el individualismo
Jesús convoca a vivir y caminar juntos. La vida cristiano sólo se profundiza y se desarrolla en la comunión fraterna. Jesús nos dice “uno es su maestro, y todos ustedes son hermanos”(Mt 23, 8). (DA110)
Ante la despersonalización
Jesús ayuda a construir identidades integradas (DA110)
Ante la exclusión
Jesús defiende los derechos de los débiles y la vida digna de todo ser humano (DA 112)
Ante las estructuras de muerte
Jesús hace presente la vida plena. “Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud” (Jn 10,10). Por ello, sana a los enfermos, expulsa los demonios y compromete a los discípulos en la promoción de la dignidad humana y de relaciones sociales fundadas en la justicia (DA112)
Ante la naturaleza amenazada
Jesús, que conocía el cuidado del Padre por las criaturas que Él alimenta y embellece (cf. Lc 12, 28), nos convoca a cuidad la tierra para que brinde abrigo y sustento a todos los hombres (cfr. Jn 1, 29; 2, 15). (DA113)

 

Verdaderamente para que en nosotros comunidad Instituto sea vida lo que reflexionábamos:  Entonces, la vida de comunión “se vuelve signo para el mundo y una fuerza atractiva que conduce a creer en Cristo… De tal manera la comunión  se abre a la misión, se vuelve ella misma  misión, de tal manera, la comunión genera comunión y se configura esencialmente como comunión  misionera”,  es cada vez más necesario continuar creciendo en este camino que estamos recorriendo juntas, de diálogo y madurez:

 

 

 

 

B)      Un recorrido de crecimiento en los miembros de Instituto de

 

Dialogo y madurez,  segunda parte

 

Continuamos con textos de Spiritualità di comunione. De Juan Bautista Cappellaro

En nuestra reflexión anterior hemos trabajado : Dialogo e maturità,  primera parte

Hemos visto:

1. Madurez de la persona

2. Madurez de la comunidad

3. Dialogo y madurez

Ahora iniciamos la segunda parte de diálogo y madurez:

 

Tensiones y madurez de un grupo

 

Las tensiones en un grupo constituyen un hecho intrínseco al dinamismo dialéctico propio de toda relación de diálogo: identidad-diversidad; plenitud- pobreza; consenso-lucha.   Un grupo que no tuviera tensiones resultaría un grupo muerto o agonizante, la gente ya se habría resignado a dejar de participar para evitar conflictos, y entonces no habría “Grupo”, aun cuando estuvieran juntos. Sería entonces un grupo de autómatas. Si se quisiera justificar el hecho de no tener tensiones, a partir del Evangelio, como a veces acontece,  se negaría con esto la naturaleza misma de las relaciones y por tanto la posibilidad de amarse. Tal actitud constituye una forma de espiritualismo alienante, que da lugar a dominados pero no personas. Por el contrario, si Jesús ha centrado el Evangelio en el amor recíproco, es precisamente en las relaciones que las personas son puestas en problema: la necesidad del amor recíproco lleva a las tensiones, inevitables, de la relación dialogal

 

Pero es necesario distingir las tensiones positivas, que edifican al grupo, de aquellas negativas que lo cierran.

Tensiones positivas sono aquellas oposiciones y aquella confrontación de ideas a través de las cuales se produce el crecimiento del grupo.

Tensiones negativas son aquellas que indican un estado de insatisfacción latente, vivido-experimentado por los miembros del grupo como algo penoso, aún antes de ser definido claramente, y que cierra al grupo en su crecimiento hacia el objetivo, o que explota en una crisis negativa.

 

 

Las tensiones negativas pueden ser de varios tipos:

a) Tensiones debidas a la ansiedad con que el grupo vive su presente. El sentido de inseguridad que está detrás de estas tensiones se puede manifestar como:

- inhibiciónes;

- silencio pesando;

- tendencia a huir del problema.

 

b) Tensines debidas al conflicto, latente o abierto, entre los miembros del grupo:

- en la lucha por el poder;

- en la oposición subyacente en el grupo

 

c)       Tensiones debidas la la opsición oculta (tacita) al lider del grupo, o porque se lo considera demasiado autoritario, o porque por el contrario, se lo ve demasiado permisivo.

 

d) Tensiones debidas a la insatisfacción o frustraciones reprimidas que se expresan en el descontento o irritación latentes.

 

Como se descargan las tensiones

 

     Las tensiones se pueden descargar a través de soluciones momentaneas o falsas:

- carcajada general (descarga de sentimientos y emotividad);

- adhesión de todos a una solución de escape (fuga) (soluciones a la impotencia frente a las tensiones);

- búsqueda de un “chivo expiatorio” (justificaciones de sí mismo para evitar la propia responsabilidad y el sentirse en su lugar);

- explosiones de cólera imprevista a causa de un punto secundario (explosienes de agresividad reprimida y de la incapacidad de afrontar el verdaderto problema)

 

La verdadera solución

 

La verdadera solución a las tensiones va, por el contrario, en la dirección de la toma de conciencia de la causa.

 

Estas pueden ser:

 

a) Causas en el interior del grupo: oposiciones debidas a la diversidad de los caracteres, de la formación, de las motivaciones, impresiciones o no claridad en los objetivos; organización informal de la estructura y, por tanto, roles no claros y acaparamiento por parte de alguien de las responsabilidades (monopolio de las responsabilidades).

b) Causas externas al grupo: pueden ser múltiples y tales que no permiten una clasificacióno.

 

Identificada con claridad la causa de las tensiones debe definir un método para afrontarla. La casuística puede ser infinita por lo que no se puede sugerir un método determinado. Pero, ciertamente, en cada crisis gestionada y resuelta positivamente, maduran las personas y el grupo.