5 ago 2014


 Esta fábula nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestra espiritualidad:
El padre contrariado: podríamos decir que representa al hombre que encarna los puntos de la vista de la racionalidad pura, incapacitado para entender los matices del arte.
El camino hacia mi tesoro pasa también por el dialogo con los perros furiosos, es decir, el dialogo con mis pasiones, mis problemas, miedos y heridas, con todo lo que ladra dentro de mí y amenaza con tragarse mis energías.
Muchas veces huimos de nosotros mismos nos da pánico mirarnos al interior por miedo de ver allí a un furioso perro.
Los furiosos perros ladradores están llenos de vitalidad, si los encerramos quedamos privados de su energía, necesaria para llegar a dios y al encuentro con nosotros mismos.
La torre, un símbolo de la maduración humana; hunde sus cimientos en la tierra y se eleva al cielo, es redonda, símbolo de totalidad.
El tesoro puede ser un nuevo impulso de la vida, un nuevo estilo de autenticidad personal, la nueva manera de ser yo mismo hasta completar la imagen que dios ha formado en mí.

Esta fuerza transformadora no se encuentra en las superficies en que vivimos sino en las profundidades. El camino hacia esas profundidades pasa por la confianza y decisión, por el desprendimiento y receptividad a escuchar la llamada a la vida y  descubrir una fuente  la vida  allí en lo profundo, como un manantial de vida que nunca se agota.

1 ago 2014

HALLELUJAH - Aleluya - Haendel

Nos conocemos un poco más 

Objetivo:
- Profundizar las relaciones entre los miembros del grupo.
- Reflexionar acerca de cómo Jesús nos ayuda a vivir en comunidad

Desarrollo del encuentro

Primer momento:
Cada niño toma una hoja de carpeta y la dobla en cuatro. Luego dibuja la silueta de una persona y la recorta de manera que obtiene cuatro. Dentro de cada silueta, debe colocar actitudes que se dan en el grupo. Las positivas, las escribe en verde. Las negativas en rojo y las dudosas en azul. Actitudes que unen y o que desunen al grupo; que favorecen el clima de trabajo; que brindan alegría, que los hacen enojar...

Segundo momento:
Se forman grupos evitando que se reúnan los más amigos.
En los grupos, cada niño pone en común sus siluetas. Entre todos, deben elegir tres acti-tudes que unan y tres que desunan al grupo. Si hay siluetas dudosas, se entregan al catequista. El resultado se escribe en siluetas más grandes, del tamaño de media hoja de carpeta.

Tercer momento:
El catequista pega un papel afiche en algún lugar visible del salón en donde pueda permanecer pegado un buen tiempo. Un representante de cada grupo pasa con las siluetas y entre ellos se ponen de acuerdo en la forma en que las van a pegar en el papel. Mientras, cada niño pega las siluetas que él escribió en su carpeta.
Una vez que los representantes de los grupos terminaron de pegar las siluetas, se les pregunta qué criterio utilizaron. Quizás pusieron lo que une de un lado y lo que desune del otro o mezcladas. ¿Cómo se dan estas actitudes? En lo cotidiano aparecen mezcladas, nadie tiene siempre actitudes que desunen o que unen. Tampoco es algo fijo, como quedó en la cartulina, sino que vamos cambiando.  ¿Cuál de ellas se da más y cuál menos en el grupo?
Luego de conversar esto, agrega las siluetas verdes y comentan por qué son dudosas.

Lectura de la Palabra de Dios:
Proponer a los niños que tomen La Nueva Alianza y busquen en los primeros capítulos de cada evangelio cómo fue llamando Jesús a sus discípulos. ¿eran todos de la misma familia, tenían el mismo trabajo, eran amigos?
Tenían algo en común todos aceptaron la invitación de Jesús a navegar mar adentro y ser pescadores de hombres. (Marcos 4, 19). También los unía el amor de Jesús y reconocerlo como maestro.

Respuesta
• ¿Qué objetivos tenemos en común?
• ¿Qué es lo que nos une como grupo?
• ¿Qué podemos hacer para crecer en integración?

Oración

El catequista invita a contemplar el papel afiche y pide que cada uno piense qué puede hacer para mejorar su relación en el grupo.

Sugerido para niños y niñas mayores de 9 años
por Inés Casalá
PERIODICO DÍALOGO

31 jul 2014

multiplicacion de los panes y los peces

"Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron" 



¿A cuántos de ustedes les gusta ir de pasadía? ¡A mí me gusta también! Bueno, hoy traje la canasta que uso cuando voy de pasadía. Vamos a usar nuestra imaginación y a pensar en las cosas que pondríamos dentro si fuéramos a un pasadía. Veamos: habría emparedados (sandwiches), papitas, galletas, y algún refresco o jugo. ¿Pueden pensar en algo más que nos gusta comer y que se me haya olvidado? (Dele tiempo a los niños para que le digan lo que desean comer en el pasadía.)

Creo que tenemos bastante comida en nuestra canasta para gozar de un buen pasadía, ¿no creen? Si tuviéramos todas las cosas que hemos mencionado, ¿creen que habría suficiente comida para nuestro grupo de niños? ¿Qué pasaría si toda la iglesia viniera al pasadía? Si todas las personas del pueblo vinieran a nuestro pasadía, ¿habría comida para todos? ¡De ninguna manera! No podríamos alimentar a todo el pueblo con sólo esta canasta de alimentos.

En una ocasión Jesús y sus discípulos deseaban tener un ratito de relajación. Se montaron en un bote y se fueron a un lugar tranquilo a descansar. Cuando llegaron habían personas que estaban esperando a Jesús para que les enseñara y sanara a los enfermos. Jesús habría deseado descansar, pero cuando vio la gente se olvidó de cuán cansado estaba, porque les amaba mucho. Sanó enfermos y les enseñó acerca del reino del reino celestial.

Al poco tiempo se hizo la hora de comer. Los discípulos fueron a Jesús y le pidieron que despidiera a las personas para que pudieran comer. "No tienen que irse," dijo Jesús, "dénles de comer ustedes."

"Todo lo que tenemos es cinco panes y dos pescados" dijeron los discípulos.

Jesús les pidió a los discípulos que le trajeran los panes y pescados y que les dijeran a las personas que se sentaran en la grama. Jesús tomó los panes y pescados, miró al cielo y dio gracias. Entonces le entregó los alimentos a los discípulos para que los repartieran. Todo el mundo comió hasta que estar satisfecho. Entonces los discípulos recojieron lo que había sobrado, ¡y llenaron doce canastas! La Biblia nos dice que allí habían cinco mil hombres que fueron alimentados además de las mujeres y niños.

¿Puedes imaginarte alimentando a toda la gente de un pueblo con los alimentos que quepan en una canastita de ir de pasadía? Con Jesús, ¡todo es posible!

Querido Jesús, ayúdanos a recordar que cuando te damos aún lo poquito que tenemos, eso es suficiente. En su nombre oramos. Amén.

PAN Y PESCADO: Deje que los niños vayan pasándose una libra de pan (o un pan para hacer emparedados) y tomando un pedazo poniéndolo en una bolsita plástica para emparedados que hayan decorado con etiquetas engomadas. Luego permítales coger unas cuantas galletitas en forma de pescado y hablen de la lección.
ARTE ROCOSO: Deje que cada niño escoja una roca lisa y la pinte. Con un color que contraste escribirán ¡LO POCO ES MUCHO SI ESTÁ DIOS!
JUGANDO CON BURBUJAS: Déle a cada niño una botella de líquido con jabón para hacer burbujas y dígales que estén pendientes de cuántas burbujas pueden salir de esa botella. Indíquele a los niños que esas burbujas pueden representar todas las cosas que Dios puede hacer cuando le permitimos a Él estar en nuestra vida.
MERIENDAS QUE CRECEN: Despliegue en una mesa una variedad de alimentos como pasas, galletitas en forma de peces, M&M’s, galletitas pequeñas, fruta seca, etc. y entréguele a los niños una bolsa pequeña de papel o de plástico (para emparedados) que tenga una etiqueta que diga ¡LO POCO ES MUCHO SI ESTÁ DIOS! Pídales que decoren la bolsita con otras etiquetas engomadas. Deje que los niños vean como sus meriendas crecen al echar un poco de cada alimento habido en la mesa.
LLENANDO LA CANASTA: Tenga disponible juguetes pequeños y livianos que puedan utilizarse en este proyecto. Enséñele a los niños a hacer unas canastas pequeñas con papel de construcción doblando los lados y añadiéndole un asa. Deje que los niños echen en sus canastas algunas de las cositas luego de decirles que lo que cojan podrá ser compartido, mientras le cuentan la historia, con otros. (Puede poner un límite de cosas para que todos los niños tengan igual cantidad).
CAMISETAS TEÑIDAS: Traiga al salón camisetas, que no cuesten, mucho teñidas en la forma tie-dye (pintadas en varios colores utilizando tinte/s mientras parte de la camiseta está amarrada con bandas elásticas.) Tenga disponible cartones para que los niños puedan ponerlos dentro de la camiseta. Pídales, que utilizando los marcadores especiales para escribir en tela, escriban ¡LO POCO ES MUCHO SI ESTÁ DIOS! (Pueden practicar primero escribiéndolo con lápiz en un papel.)
DIBUJANDO PANES Y PECES: Escriban en un papel ¡LO POCO ES MUCHO SI ESTÁ DIOS! con marcadores. Luego pídale a los niños para que dibujen un pedazo grande de pan y algunos peces. Dentro del pan escribirán o pegarán el versículo de hoy (“Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron” (Mateo 14:20 – NVI).
ARTE EN LA VISERA: Usando viseras que no cuesten mucho, las cuales pueden conseguirse en tiendas de manualidades, permítale a los niños escribir en ellas ¡LO POCO ES MUCHO SI ESTÁ DIOS! Dígale que cuando las estén usando, le cuenten la historia de hoy a otros.

HELADOS QUE CRECEN: Déle a cada niño un envase pequeño para que eche cucharitas de helado o mantecado y vea cómo crece su “montaña de mantecado”. Si tiene varios tipos de sirope, permítales echarle un poco. Pueden añadirle cualquier otra decoración que deseen. ¡Esta será una actividad de verano muy divertida y fresca para los niños. (Tenga en consideración los niños que tienen dietas especiales.)

multiplicación de los panes y los peces.

nos compadecemos, confiamos y compartimos

RECURSO

A través de la pregunta: ¿Qué hacemos cuando…?, invitamos a los chicos a entrar en la reflexión.

¿Qué hacemos cuando en casa están todos cansados, o aburridos?
¿Qué hacemos cuando alguien que queremos está triste?
¿Qué hacemos cuando un compañero en el cole no entiende algo?
Otras preguntas…

Tratamos de que los chicos se metan dentro de las situaciones y descubran los sentimientos de los otros, sus necesidades y qué podemos hacer para colaborar y transformar la situación.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

+ Dialogar con los chicos sobre las situaciones que se han presentado previamente.

+ ¿Qué descubrimos en el Evangelio de hoy? Lo reconstruimos con los chicos y tratamos de ubicarnos en lo que sentía la gente y lo que hizo Jesús.

+ Jesús se compadeció de los que lo seguían. Sintió lo mismo que sentían ellos y buscó como ayudarlos. Curó a muchos enfermos y les dio de comer porque no los podía dejar así. El hambre no puede esperar.

+ El hambre como la sed no pasan si no son satisfechas. El hambre no pasa si no comemos, la sed no se acaba si no bebemos. Tanto la comida como la bebida son indispensables para la vida. El hambre es el termómetro que nos muestra la necesidad de alimento que tiene nuestro cuerpo. El alimento se hace entonces imprescindible para seguir viviendo.

+ Jesús multiplica los panes y los peces pero no lo hace sin la colaboración de sus discípulos que confiando en Él, se atreven a compartir. En este signo Jesús nos muestra lo que quiere que vivan todos los que lo siguen: compadecerse, confiar y compartir.

+ También hoy Jesús siente compasión por todos los que padecen todo tipo de necesidad. Y también hoy Jesús quiere seguir saciando todas esas hambres, pero lo quiere hacer a través de sus nuevos discípulos.

+ También hoy Jesús multiplicará el pan a través de los que sienten su misma compasión por las necesidades de los demás.

+ Creer en Jesús es entrar en su corazón, sentir su compasión y con la confianza puesta en Él atrevernos a compartir; es Él quien multiplicará nuestra pequeña generosidad.


milagro de la multiplicación de los panes y peces