6 ago 2016

Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Edith Stein.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Edith Stein (1891-1942)


Mujer alemana, judía, filósofa, escritora, convertida al catolicismo, vivió nueve años en el Carmelo y murió mártir en las cámaras de gas en Auschwitz. La búsqueda apasionada de la verdad la llevó al encuentro pleno con Jesucristo y a entregar la vida en holocausto por su pueblo. La Luz que en Cristo Jesús encontró iluminó los grandes interrogantes que la herían por dentro: la estructura del ser humano, el destino de la historia, y la sed de felicidad y paz que anhelan todo hombre y toda mujer.
http://cipecar.org/es/c/?iddoc=3238

Itinerario orante de Edith Stein:
'Sin prejuicios'. Abiertos, desnudos ante la verdad desconocida.
La oración es un Don, regalo. El Don de su Amor.
La liturgia: oración de la Iglesia.
La oración silenciosa: el Carmelo Teresiano.
Esposa del Crucificado. Oración de abandono y aceptación del morir como entrega.



Donde esta tu tesoro alli esta tu corazon...

En el Evangelio de este domingo Jesús nos dice que dónde está nuestro corazón está nuestro tesoro. El padre José Miguel nos explica esta frase de Cristo. Te invitamos a compartir el vídeo con tus amigos y compañeros.


https://youtu.be/QSrqrKcd500

http://www.amigosnet.net/mx/evangelio/1601046600/evangelio/1/
EVANGELIO
Ustedes también estén preparados

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     12, 32-48

     Jesús dijo a sus discípulos:
     «No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.
     Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla. Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
     Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
     ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
     ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
     Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
     Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada».
     Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?»
     El Señor le dijo: «¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
     El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquél que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente.
     Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más».

      Palabra del Señor.


O bien más breve:

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     12, 35-40

     Jesús dijo a sus discípulos:
      Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
     ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
     ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
     Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
     Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada.

      Palabra del Señor.



APORTES PARA LA CELEBRACIÓN


¡JESÚS, MULTIPLICA NUESTRO TESORO!

Recurso

Opción 1: Presentación “la tarjeta de crédito y el resumen”

Opción 2: Explicar el Evangelio

Materiales previos
Una tarjeta de crédito y el resumen mensual (sería bueno que tenga un tamaño grande para que se vea bien). Adaptar el recurso según la realidad o costumbre de la comunidad.
Un animador encargado de contar con preocupación todos los gastos que ha realizado en el mes. Telefonista que comunica lista de gastos (puede escucharse una voz, sin necesidad de ver al personaje).

Presentación: “la tarjeta de crédito y el resumen”

- ¡Uy ¡!!! llegó el resumen de la tarjeta de crédito!

- A ver, a ver, (abre el sobre) ¡No, No lo puedo creer! Total a pagar 8.500 pesos…

- La tarjeta se equivocó… yo no puedo haber gastar 8.500 pesos…

- Voy a llamar para quejarme por sobre facturación…

- Ya me van a escuchar…

- A ver ¿Dónde está el número de teléfono?, sí, (toma el teléfono y marca) 4399 m m m m …..

- Siempre la misma canción… todos los operadores están ocupados, lo atenderemos a la brevedad… ya me van a escuchar…

- Hola, soy Fernando Compratodo…

- Yo no gasté todo lo que me cobran…

- Yo recuerdo todo lo que compré, sí…

La telefonista le va a ir nombrando y detallando todas las compras que realizó y Fernando va ir diciendo que eso efectivamente lo compró…

- Sí una cafetera compré, sí un teléfono celular compré, 10 veces fui a cenar, sí claro me compré 3 jeans, y…., 4 remeras también me compré, etc.

- Perdón señorita, efectivamente todas estas compras las realicé… (Cuelga el teléfono)

- Este mes se me fue la mano, gasté de más con la tarjeta, tengo que aprender a ser más cuidadoso, a no pensar solamente en tener cosas a veces innecesarias  y gastar menos, como dice el Papa Francisco…


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

Junto con el sacerdote que dialoga con los chicos se reconstruye el Evangelio.

+ En el evangelio Jesús mira a sus discípulos con ternura y cariño, y les dice: “No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino”. El grupo de los discípulos era reducido y todos de condición humilde, Jesús tiene un gesto de delicadeza y les regala este consuelo espiritual.

+ Jesús recuerda que todos podemos ser tentados y querer apegarnos a las cosas materiales de manera desmedida. Por eso los invita a compartir los bienes, porque el verdadero tesoro está en el cielo.

+ Recordemos el relato: “la tarjeta de crédito y el resumen”,
¿Qué vimos recién? ¿Qué le ocurrió a Fernando?

Escuchamos las respuestas de los chicos…
El personaje estaba sorprendido, asombrado por lo que había gastado. Al principio negaba los gastos y luego los aceptó.

+ Jesús nos dice  “… allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón”

+ El corazón es símbolo del amor.  Cuando algo o alguien nos importa y mucho, le damos el corazón, le dedicamos nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestras energías, nuestra creatividad.

+ Si pensamos en el personaje de la representación, ¿dónde estaría su corazón cuando hacía los gastos, las compras? Seguramente su corazón estaba en las cosas materiales…, en el tener, en el poseer, en el pasarla bien…

+ El mayor tesoro que podemos acumular es el cariño, el amor, el servicio, la vida compartida, el afecto de la familia, los amigos, este tesoro nadie nos lo puede robar, ni las polillas lo pueden destruir…

+ Jesús nos invita a multiplicar nuestro tesoro cada día. Cada vez que compartimos su don, Jesús hace crecer en nuestro corazón la capacidad de amar…

+ ¿Cómo multiplicar nuestro tesoro?:

-Visitando a los enfermos…
-Dando alimento al que tiene hambre…
-Alegrándonos con el que está alegre y acompañando al que está triste…
-Rezando los unos por los otros…
-Siendo amigable con alguien que se siente solo…
-Perdonando a los que nos han herido o dañado…
-Pidiendo perdón cuando lastimamos u ofendemos a otra persona…


+ Manos a la obra y digamos: ¡Jesús, multiplicá nuestro tesoro! 

4 ago 2016

Parábola del padre misericordioso

video : el buen samaritano

fuente:el rincon de las melli - el buen samaritano

ALAS MISTERIOSAS

Parábola : El buen samaritano...

Se levantó un legista y dijo, para ponerle a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo: `Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.' ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo. Palabra de Dios.

 3) Reflexión

• El evangelio de hoy nos presenta la parábola del Buen Samaritano. Meditar una parábola es lo mismo que profundizar en la vida, para descubrir en ella los llamados de Dios. Al descubrir el largo viaje de Jesús hacia Jerusalén (Lc 9,51 a 19,28), Lucas ayuda a las comunidades a comprender mejor en qué consiste la Buena Nueva del Reino. Lo hace presentando a personas que vienen a hablar con Jesús y le plantean preguntas. Eran preguntas reales de la gente al tiempo de Jesús y eran también preguntas reales de las comunidades del tiempo de Lucas. Así, en el evangelio de hoy, un doctor de la ley pregunta: "¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" La respuesta, tanto del doctor como de Jesús, ayuda a comprender mejor el objetivo de la Ley de Dios.

• Lucas 10,25-26: "¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" Un doctor, conocedor de la ley, quiere provocar la pregunta: "¿Qué he de hacer para tener en heredad vida eterna?" El doctor piensa que tiene que hacer algo para poder heredar. El quiere garantizarse la herencia por su propio esfuerzo. Pero una herencia no se merece. La herencia la recibimos simplemente por ser hijo o hija. ”Así, pues, ya no eres esclavo, sino hijo, y tuya es la herencia por gracia de Dios”. (Gal 4,7). Como hijos y hijas no podemos hacer nada para merecer la herencia. ¡Podemos perderla!

• Lucas 10,27-28: La respuesta del doctor. Jesús responde con una nueva pregunta: “¿Qué está escrito en la Ley?" El doctor responde correctamente. Juntando dos frases de la Ley, él dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo." La frase viene del Deuteronomio (Dt 6,5) y del Levítico (Lev 19,18). Jesús aprueba la respuesta y dice: "¡Haz esto y vivirás!" Lo importante, lo principal, ¡es amar a Dios! Pero Dios viene hasta mí, en el prójimo. El prójimo es la revelación de Dios para conmigo. Por esto, he de amar también a mi prójimo con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi fuerza y con todo mi entendimiento.

• Lucas 10,29: "¿Y quién es mi prójimo?" Queriendo justificarse, el doctor pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?" El quiere saber para él:"¿En qué prójimo Dios viene hasta mi?" Es decir, ¿cuál es la persona humana prójima a mí que es revelación de Dios para mi? Para los judíos, la expresión prójimo iba ligada al clan. Aquel que no pertenecía al clan, no era prójimo. Según el Deuteronomio, podían explotar al “extranjero”, pero no al “prójimo” (Dt 15,1-3). La proximidad se basaba en lazos de raza y de sangre. Jesús tiene otra forma de ver, que expresa en la parábola del Buen Samaritano.

• Lucas 10,30-36: La parábola:

a) Lucas 10,30: El asalto por el camino de Jerusalén hacia Jericó. Entre Jerusalén y Jericó se encuentra el desierto de Judá, refugio de revoltosos, marginados y asaltantes. Jesús cuenta un caso real, que debe haber ocurrido muchas veces. “Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto.”

b) Lucas 10,31-32: Pasa un sacerdote, pasa un levita. Casualmente, pasa un sacerdote y, acto seguido, un levita. Son funcionarios del Templo, de la religión oficial. Los dos vieron al hombre asaltado, pero pasaron adelante. ¿Por qué no hicieron nada? Jesús no lo dice. Deja que nosotros supongamos o nos identifiquemos. Tiene que haber ocurrido varias veces, tanto en tiempo de Jesús, como en tiempo de Lucas. Hoy también acontece: una persona de Iglesia pasa cerca de un hombre sin darle ayuda. Puede que el sacerdote y el levita tengan una justificación: "¡No es mi prójimo!" o: "El es impuro y si lo toco, ¡yo también quedo impuro!" Y hoy: "¡Si ayudo, pierdo la misa del domingo, y peco mortalmente!"

c) Lucas 10,33-35: Pasa un samaritano. Enseguida, llega un samaritano que estaba de viaje. Ve, es movido a compasión, se acerca, cuida las llagas, le monta sobre su cabalgadura, le lleva a la hospedería, da al dueño de la hospedería dos denarios, el sueldo de dos días, diciendo: "Cuida de él y si gastas algo más te lo pagaré cuando vuelva." Es la acción concreta y eficaz. Es la acción progresiva: llevar, ver, moverse a compasión, acercarse y salir para la acción. La parábola dice "un samaritano que estaba de viaje". Jesús también iba de viaje hacia Jerusalén. Jesús es el buen samaritano. Las comunidades deben ser el buen samaritano.

• Lucas 10,36-37: ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?” Él dijo: “El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.” Al comienzo el doctor había preguntado: “¿Quién es mi prójimo?” Por detrás de la pregunta estaba la preocupación consigo mismo. El quería saber: "¿A quién Dios me manda amar, para que yo pueda tener paz en mi conciencia y decir: Hizo todo lo que Dios me pide: "¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?" La condición del prójimo no depende de la raza, del parentesco, de la simpatía, de la cercanía o de la religión. La humanidad no está dividida en prójimo y no prójimo. Para que tu sepas quién es tu prójimo, esto depende de que tu llegues, veas, te muevas a compasión y te acerques. Si tu te aproxima, te acercas, el otro será tu prójimo! Depende de ti y no del otro! Jesús invierte todo y quita la seguridad que la observancia de la ley podría dar al doctor.

• Los Samaritanos. La palabra samaritano viene de Samaría, capital del reino de Israel en el Norte. Después de la muerte de Salomón, en el 931 antes de Cristo, las diez tribus del Norte se separaron del reino de Judá en el Sur y formaron un reino independiente (1 Re 12,1-33). El Reino del Norte sobrevivió durante unos 200 años. En el 722, su territorio fue invadido por Asiria. Gran parte de su población fue deportada (2 Re 17,5-6) y gente de otros pueblos fue traída hacia Samaria (2 Rs 17,24). Hubo mezcla de raza y de religión (2 Re 17,25-33). De esta mezcla nacieron los samaritanos. Los judíos del Sur despreciaban a los samaritanos considerándolos infieles y adoradores de falsos dioses (2 Re 17,34-41). Había muchas ideas preconcebidas contra los samaritanos. Eran mal vistos. De ellos se decía que tenían una doctrina equivocada y que no formaban parte del pueblo de Dios. Algunos llegaban hasta el punto de decir que ser samaritano era cosa del diablo (Jn 8,48). Muy probablemente, la causa de este odio no era sólo la raza y la religión. Era también un problema político y económico, enlazado con la posesión de la tierra. Esta rivalidad perduró hasta el tiempo de Jesús. Sin embargo Jesús los pone como modelo para los demás.


4) Para la reflexión personal

• El samaritano de la parábola no pertenecía al pueblo judío, pero hacía lo que Jesús pedía. ¿Hoy acontece lo mismo? ¿Conoces a gente que no va a la Iglesia pero que vive lo que el evangelio pide? ¿Quién es hoy el sacerdote, el levita y el samaritano?

• El doctor pregunta: “¿Quién es mi prójimo?” Jesús pregunta: “¿Quién fue prójimo del hombre asaltado?” Son dos perspectivas diferentes: el doctor pregunta desde sí. Jesús pregunta desde las necesidades del otro. Mi perspectiva ¿cuál es?

MEDITATIO

a) Clave de lectura:

Nos encontramos en el capítulo 10 del evangelio según lo cuenta Lucas. Estamos en la sección central del relato lucano, que toma forma de viaje de Jesús hacia Jerusalén: “Mientras se estaban cumpliendo los días en los que sería arrebatado del mundo, se dirigió decididamente hacia Jerusalén” (Lc 9,51). Sabemos que para Lucas, Jerusalén es la ciudad donde se realiza la salvación y el viaje de Jesús hacia Jerusalén es un tema central. El relato de Lucas comienza en la ciudad santa (Lc 1,5) y termina en la misma ciudad (Lc 24,52). En esta sección central, Lucas repetirá con insistencia el hecho de que Jesús se dirige a Jerusalén (por ejemplo en Lc 13,22; 17,11). En este texto que narra la parábola del Buen Samaritano en el contexto de la discusión con un doctor de la ley sobre el gran mandamiento, encontramos de nuevo el tema de un viaje, esta vez de Jerusalén hacia Jericó (Lc 10,30). La parábola forma parte de esta sección central del evangelio, que comienza con Jesús peregrino hacia Jerusalén con sus discípulos. Mandándoles delante de Él para preparar alojamiento en una aldea de Samaria, encuentran solamente hostilidad precisamente porque se dirigían hacia Jerusalén (Lc 9, 51-53). Los Samaritanos impedían a los peregrinos que se dirigiesen a Jerusalén y mostraban hostilidad para con ellos. Después de este hecho envía setenta y dos discípulos “ a cada ciudad y lugar donde Él debía de venir” (Lc 10,1). Setenta y dos es el número tradicional de las naciones paganas.

Los Padres de la Iglesia (Ambrosio, Agustín, Jerónimo y otros) teniendo en cuenta todo el simbolismo de Jerusalén, la ciudad santa de la salvación, interpretan de modo particular esta parábola. En el hombre que desciende de Jerusalén a Jericó ven la figura de Adán que representa a toda la humanidad expulsada del Edén, el paraíso, la Jerusalén Celestial, por causa del pecado. En los ladrones, los Padres de la Iglesia ven al tentador que se despoja de la amistad con Dios y hiere con sus asechanzas y tiene en la esclavitud a la humanidad herida por el pecado. En la figura del sacerdote y del levita ven la insuficiencia de la ley antigua para nuestra salvación que será llevada a cumplimiento por el buen samaritano, Jesucristo nuestro Señor y Salvador, que saliendo también Él de la Jerusalén celeste viene al encuentro de nuestra condición de pecadores y nos cura con el aceite de la gracia y el vino del Espíritu. En la posada los Padres ven la imagen de la Iglesia y en la figura del posadero, entrevén a los pastores en manos de los cuales Jesús confía el cuidado de su pueblo. La partida del samaritano de la posada, los Padres la interpretan como la resurrección y ascensión de Jesús a la derecha del Padre, pero que promete volver para dar a cada uno su merecido. A la Iglesia deja para nuestra salvación los dos denarios de la Sagrada Escritura y de los Sacramentos que nos ayudan en el camino hacia la santidad.

Esta interpretación alegórica y mística del texto nos ayuda a centrarnos bien en el mensaje de esta parábola. El texto de la parábola se abre con un diálogo entre un doctor de la ley que se levanta para poner a prueba al Señor diciendo: “Maestro, ¿ qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Jesús no responde, sino que le hace otra pregunta: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? (Lc 10, 26). Debemos considerar este diálogo como una confrontación entre dos maestros, muy común en aquella época, como sistema para clarificar y profundizar algunos puntos de la ley. Aunque aquí, prevalece el tono de polémica, no como encontramos en el texto traído por Marcos, donde la pregunta viene dada por un escriba que “los había visto discutir (Jesús y los saduceos), y visto como (Jesús) les había bien respondido” (Mc 12,28), se acerca para preguntar. Este escriba se muestra bien dispuesto para escuchar a Jesús, de modo que el Señor termina el diálogo: “No estás lejos del reino de Dios” (Mc 12,34). Sin embargo Mateo coloca esta pregunta en el contexto de una discusión entre Jesús y los saduceos en la que estaban presentes algunos fariseos, que “ habiendo oído que Él había cerrado la boca a los saduceos, se reunieron juntos y un doctor de la ley, lo interrogó para ponerle a prueba...” (Mt 22,34-35). Jesús responde enseguida citando el mandamiento del amor, que se encuentra en los libros del Deuteronomio y del Levítico Sólo en el texto de Lucas la pregunta no se hace sobre cuál sea el mandamiento más grande, sino cómo heredar la vida eterna, una pregunta que los sinópticos la ponen de nuevo en la boca de un joven rico (Mt 19,16; Mc 10,17; Lc 18,18). Como en Marcos, también aquí Jesús alaba al doctor de la ley : “Has respondido bien; haz esto y vivirás” (Lc 10,28). Pero el doctor no está todavía contento con la respuesta de Jesús y “queriendo justificarse” (Lc 10, 29) por haber hecho la pregunta, le pide quién es el prójimo. Esta segunda pregunta hace de introducción y enlaza la siguiente parábola con el diálogo entre Jesús y el doctor de la ley. Podemos ver una inclusión entre el versículo 28 que cierra la disputa y nos prepara a la narración de la parábola y el versículo 37 que cierra definitivamente el diálogo y la parábola En este versículo, Jesús repite al doctor de la ley que había definido al prójimo como aquel “que ha tenido compasión”: “Ve y haz tú lo mismo”. Esta frase de Jesús nos recuerda las palabras pronunciadas en la última cena, como nos la cuenta Juan, cuando, después de lavar los pies Jesús invita a los discípulos a obrar según su ejemplo. (Jn 13,12-15).

En esta última cena Jesús deja a los suyos el mandamiento del amor, entendido como la disponibilidad a “dar la vida” para amarnos mutuamente como el Señor nos ha amado (Jn 15,12-14).

Este mandamiento va más allá de la observancia de la ley. El sacerdote y el levita han observado la ley, no acercándose al pobrete herido y dejado medio muerto, para no volverse impuros (Lev 21,1) Jesús va más allá de la ley y quiere que sus discípulos obren como Él. “Por esto sabrán que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros” (Jn 13,35). Para el discípulo de Jesús, la mera filantropía no es suficiente, el cristiano está llamado a algo más que le hace semejante a su maestro, como dice el apóstol Pablo: “Ahora, nosotros tenemos el pensamiento de Cristo” (1 Cor 2,16) “Porque el amor de Cristo nos urge, persuadidos como estamos de que uno murió por todos” (2 Cor 5,14).

b) Preguntas para orientar la meditación y la actualización:

* ¿Qué te ha golpeado más en la parábola?
* ¿Con quién te identificas en el relato?
* ¿Has pensado alguna vez en Jesús como el Buen Samaritano?
* En tu vida ¿sientes la necesidad de la salvación?
* ¿Puedes decir con el apóstol Pablo que tienes el pensamiento de Cristo?
* ¿Qué cosa te constriñe al ofrecer amor al prójimo? ¿La necesidad de amar y ser amado o la compasión y el amor de Cristo?
* ¿Quién es tu prójimo?

3. ORATIO

Cántico – 1Pt 2, 21-24

Cristo sufrió por vosotros, dejándoos un modelo para que sigáis sus huellas. El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia; el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados.Erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras almas.

4. CONTEMPLATIO

La contemplación es el saber unir nuestro corazón y nuestra mente al Señor que con su Palabra nos transforma en nuevas personas que cumplen siempre su voluntad. “Sabiendo estas cosas, seréis dichosos si la ponéis en práctica” (Jn 13,17).

Fuente: WWW.ocarm.org




DISCIPULOS DEL CAMINO:Curso Radial para Catequistas

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02/08/2016 – EL ISCA (Instituto Superior de Catequesis Argentino) y Radio María Argentina ofrecen a todos los catequistas del país un camino de formación para catequistas y agentes de pastoral a cargo del Padre Fabián Esparafita y Constanza Levaggi . El curso cuenta con el auspicio de la Junta Nacional de Catequesis.

Todos los jueves de agosto y septiembre de 20,30 a 22 hs. Por RADIO MARIA, organizado por el ISCA: DISCIPULOS DEL CAMINO.

Es un nuevo espacio de formación para que todos podamos renovar nuestra fe haciendo realidad una Iglesia discipular misionera que contagia la alegría del Evangelio. 
Desde el Isca, creemos que la formación de catequistas es catequesis y tiene que partir y apoyarse en el crecimiento en la fe del catequista. Por lo tanto el curso radial “Discípulos del Camino” nos ayudará a replantearnos la fe que creemos, vivimos, celebramos y anunciamos
Porque el catequista anuncia lo que primero resonó en su corazón, 
habla de lo que ha escuchado al Señor, 
es un creyente que comparte su fe…
Y nuestra fe es apostólica,
se transmite de creyente a creyente.

Inscripción online: http://radiomaria.org.ar/institucional/category/novedades/