28 may 2013

UNA VISITA A JESUS EUCARISTIA

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Me pongo delante de Jesús que está bajo la apariencia del pan en el Sagrario.

Lo saludo haciendo la señal de la Cruz.

Puedo cantar una canción, o un estribillo que sepa. Por ejemplo: sé que estás aquí, te contemplo Jesús, tu presencia es real y me llena de luz.

Le cuento que vine a estar con El un rato, a escucharlo, a contarle de mí, de los que amo, de mis necesidades, a darle gracias por su amor, a rezar por otros.

Lo miro un ratito en silencio.

Escucho lo que me dice en su Palabra. Puedo rezar con alguno de estos textos.

… Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí y yo en él. ..Juan 6, 51 ss

…El que quiera ser el más importante entre ustedes, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser el primero, que se haga siervo de todos. Así como el Hijo del Hombre no vino para que lo sirvieran, sino para servir y dar su vida como rescate de una muchedumbre… Marcos 10,43b- 45

…Cuando des un almuerzo o una comida, no invites a tus parientes, ni a vecinos ricos, porque ellos también te invitarán a su vez y recibirás de ellos lo mismo que diste. Al contrario, cuando ofrezcas un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos, a los ciegos, y serás feliz porque ellos no tienen con qué pagarte…. Lucas 14, 12- 14

Le hablo a Jesús pidiéndole lo que necesito; le doy gracias por su amor tan grande.

Rezo un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.

Lo saludo con la señal de la Cruz

Nos acercamos al Sagrario,colocamos una imagen de la Virgen, encendemos una vela.

Nos ponemos en la presencia de Jesús, hacemos la señal de la cruz y comenzamos con un canto que sepamos.

Alguien lee un tx. de la palabra:

“Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has dicho”. Después de estas palabras el ángel se retiró”. Lucas 1, 38

Hacemos un rato de silencio para pensar en la respuesta de María. Expresamos nuestras oraciones en voz alta pidiendole a Jesús que nos ayude a decir sí a la voluntad del Padre Dios, a ser generosos en nuestra vida.

A cada oración cantamos el estribillo de una canción conocida.

Escuchamos otro texto de la palabra:

“María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en la condición humilde de su esclava, y en adelante, todos los pueblos me llamarán feliz”. Lucas 1,46 -48

Igual que María alabamos a Dios por sus regalos, por sus dones, por la presencia de Jesús que se hizo uno de nosotros y se queda para siempre en la Eucaristía.

A cada oración respondemos cantando…..

Invitamos a cada uno de los chicos que se acerque al Sagrario y haga un gesto de cariño, de amor a Jesús, lo toque, le tire un beso, se ponga de rodillas, incline su cabeza…

 

Cuando todos han pasado,rezamos juntos un Padrenuestro, un Ave María, un Gloria,hacemos un canto y la señal de la cruz.

 

Sugerencia:

Sería muy lindo que los chicos participen de la procesión de Corpus con toda la comunidad. Pueden caminar acompañando con velas encendidas, llevando pétalos de flores y arrojarlas a medida que avanza el Santísimo. Tener porras o pañuelos para saludar el paso de la Custodia.

 

En los encuentros previos de catequesis pueden preparar tarjetas con frases para regalar a los vecinos, o redactar algunas intenciones o acciones de gracias.

 

También ensayar estribillos o preparar instrumentos musicales para acompañar las canciones durante la marcha.

26 may 2013


¿Qué es Corpus Christi? Explicación para niños.

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre. Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.

DINÁMICA -.Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo

 Objetivo :

Que los niños profundicen en el amor de Jesús, que a través del sacrificio eucarístico de su Cuerpo y de su Sangre, ha querido estar con nosotros hasta el final, hasta su vuelta.

Saludo

Queridos niños: Jesús, en la última Cena no sólo manifestó que quería estar siempre con nosotros sino que, a través del pan y del vino, convertidos en su Cuerpo y su Sangre por el poder de su palabra, ese deseo lo hizo realidad. Jesús está con nosotros y quiere que lo recibamos con mucha frecuencia para que seamos uno con él y con los demás. ¡Gracias, Jesús!

 EVANGELIO - Juan 6, 51-58.

 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: Yo soy el Pan Vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este Pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida" Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede este darnos a comer su carne?" Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es comida verdadera, y mi sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que vive, me envió, y yo vivo por él, así, quien me come a mí tendrá de mí la vida. Este es el pan que ha bajado del cielo, no como el pan que comieron sus antepasados, los cuales murieron. El que coma este pan vivirá para siempre".

Reflexión

-¿Qué, dice Jesús, es verdadera comida y verdadera bebida?

-¿Quién puede darnos a comer su carne y a beber su sangre?

 -¿Quién permanece en Jesús y, Jesús en él?

-¿Quién tendrá la vida de Jesús?

-¿De qué pan se alimentaron los antepasados de los judíos?

-¿Quién, dice Jesús, vivirá para siempre?

 Comer y beber a Jesús es hacerse uno con él. Comida y bebida de salvación es ese pan, cuerpo de Jesús y ese vino, sangre de Jesús. Es el misterio del amor más grande, lo que escandalizó a muchos judíos que seguían a Jesús para oírlo, pero que no abrieron el corazón al contenido de su mensaje. Jesús ha venido para que tengamos vida y una vida plena, por eso, se hace alimento y al mismo tiempo, ideal y meta de nuestra vida, guía y maestro, amigo y hermano, fuerza y unidad con los demás, lo es todo para quien lo acepta de verdad.

Si pensamos que recibir a Jesús en la eucaristía se refiere solo al momento de la comunión no hemos entendido las palabras de Jesús. él desea transformarnos del todo, día a día, momento a momento. Vivir para siempre es pertenecerle a Jesús. Muchos pueden pensar que es difícil pero no lo es: si amamos de verdad, buscamos hacer el bien, tratamos de llevar nuestra alegría a otros y nos alejamos de lo malo, ya estamos haciendo vida la comunión con Jesús. Un niño misionero que ha sentido la invitación de Jesús a colaborar con él, vive la comunión con Jesús y con los demás. Sabemos que somos débiles y que nos podemos desanimar pero que Jesús está siempre ahí para darnos fortaleza. La comunión con Jesús nos une a toda la Iglesia y nos hermana con los más pobres y necesitados, como se hermanó Jesús con los pobres de su tiempo. Comulgando a Jesús: "Miramos a todos los hombres con ojos de hermano".

 Iluminación

La Eucaristía renueva el sacrificio de Jesús en la cruz, su entrega y salvación por todos. Es una realidad constante, que no pasa, que nos llena de Dios porque Jesús viene a nosotros y nos hace fuertes, animosos y alegres, sembradores de paz y de misericordia. La actitud que debemos tener ante este misterio, no puede ser la misma de aquellos que solamente oían y que en el momento de hacer la opción se alejaron, sino la actitud humilde de quien pide perdón porque peca muchas veces y comparte con los demás al Jesús que lleva en su corazón.

Celebración

El catequista invita a los niños a sentarse en el suelo formando un círculo. Les explicará lo que se va a hacer: elaborar una historia sobre el tema: El mundo cambia cuando los cristianos compartimos la Eucaristía . A cualquier niño, le entregará una hoja grande de papel en blanco, para que comience la historia sobre el tema asignado. Después de exponer su idea el primer niño pasará la hoja y el lápiz al compañero de la derecha para que continúe el relato y así hasta que todos escriban. Cada uno piensa en algo para escribir pero, al leer lo que los otros han escrito, tratará de hacer concordar las ideas. Al finalizar el cuento, el catequista lo leerá en voz alta. Se harán comentarios sobre: cómo se sintieron, que quisieron decir y lo que cambiaron, qué enseñanzas nos da la historia, cómo nos podemos ayudar, etc. Para finalizar se hace una oración de acción de gracias.

 Oración

Querido Jesús: sabemos que nos amas infinitamente y por eso has querido quedarte en la eucaristía. Te pedimos que la humanidad abra los ojos a ese misterio en el que te haces alimento de salvación, "Pan Vivo que ha bajado del cielo" Ayúdanos a comprender cada vez más, ese amor tuyo, que es una realidad que nos llena de alegría y de esperanza. Gracias, Jesús, eres incomparable. Amén.

 Compromiso

-Tratar de participar más en la Misa, estar atento, contestar las oraciones en voz alta, poner mucha atención a las lecturas, cantar.

 - Preguntar al párroco si podemos ayudar como monaguillos, hacer las lecturas, etc. en la Misa.

 -Prepararnos mejor para recibir a Jesús cada vez que comulgamos.

REFLEJOS DEL AMOR DE DIOS TRINITARIO












23 may 2013

Santísima Trinidad Piedra libre para Dios

 Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20
Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.

Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.»Palabra del Señor.

 Pistas para la predicación:

(Este domingo resulta particularmente difícil  en la predicación no caer en el riesgo de tematizar la celebración y caer en explicaciones acerca del misterio de la Santísima Trinidad que serían más apropiadas para un encuentro de catequesis. Si los chicos han seguido el proceso del tiempo Pascual desembocando en Pentecostés sería importante que la predicación reafirmara que todo lo vivido se sustenta en el amor de Dios y provocar en ellos en este día la alabanza al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo). 

Se inicia este momento pidiendo a los chicos que cierren los ojos y piensen en Dios (cuando decimos Dios, los chicos asocian directamente a Dios Padre) y  las cosas que conocemos de Dios.  Lo mismos hacemos con Jesús y con el Espíritu Santo.  Luego hacemos el juego del creo, creo. (Se les pide a los chicos que respondan a las consignas similares a las del juego veo, veo con lo que pensaron)

1.- Celebrante: Creo, creo

Chicos: ¿en qué creés?

Celebrante: Creo en Dios

Chicos: ¿en qué Dios? 

Celebrante: en un Dios que es Padre y… (Que los chicos digan en voz alta lo que pensaron)

El sacerdote recapitula todo invitando a la acción de gracias y se puede concluir este primer momento cantando: Saber que soy tu hijo o la primera parte del gloria breve (Gloria A Dios Padre creador, canten santos y ángeles del cielo gloria a nuestro Dios).


2.- Celebrante: Creo, creo

Chicos: ¿en qué creés?

Celebrante: Creo en Dios

Chicos: ¿en qué Dios? 

Celebrante: en un Dios que es Hijo y…

Se continúa del modo anterior y se puede concluir cantando: El Señor de Galilea o la segunda parte del gloria breve (A Jesús nuestro salvador, canten santos y ángeles del cielo gloria a nuestro Dios).


3.- Celebrante: Creo, creo

Chicos: ¿en qué creés?

Celebrante: Creo en Dios

Chicos: ¿en qué Dios? 

Celebrante: en un Dios que es Espíritu Santo y…

Se continúa del modo anterior y se puede concluir cantando: Ya llegó el Espíritu Santo o la tercera parte del gloria breve (Al Espíritu Santo del amor, canten santos y ángeles del cielo gloria a nuestro Dios). 

  • Dios nos muestra quien es. Lo podemos conocer a través de todo lo que ha hecho, lo podemos conocer a través de lo que sentimos en nuestro corazón y lo podemos conocer sobre todo por lo que nos ha mostrado y dicho Jesucristo.
  • En Cristo Dios se nos ha revelado como Amor hacia los hombres a los que hizo a su imagen y semejanza.
  • La Historia de la Salvación es un itinerario de amor de Dios a los hombres que nos muestra como amar a nuestros hermanos. A la vez, este amor a los hermanos es el modo para amara a Dios.
  • Este amor tiene un nombre. Es el Espíritu Santo que vive en nuestros corazones por el que podemos llamar: a  Dios “Abba” es decir “papito”; y a todos los hombres “hermanos”.
  • Esta fiesta nos invita a recordar que somos hermanos de Jesús, hijos de un mismo Padre, animados y vivificados por un mismo Espíritu, comprometidos en una única misión de anunciar a todos el amor grande de Dios.

P.N.S.J.

¿QUIÉN ES DIOS?  Y el misterio de la santisima Trinidad

Objetivo: Definición sencilla de Dios.

Ideas de ayuda: Credo.  

 En primer lugar se pregunta a los niños. Se les pregunta acerca de Dios, investigamos sobre qué piensan de Dios, quién creen ellos que es Dios, cuántos dioses hay,... Cuando observamos que ya están despistados, llevan un ratillo hablando ellos, comenzamos nosotros con la exposición.

 Encendemos tres velas, y las unimos de forma que formen una sola luz, les hacemos observar lo que ocurre y les explicamos el símil con Dios (Trinidad), que aunque son tres (como las velas), en realidad es uno solo, uno mismo (una misma llama).

Después vamos desglosando cada una de las personas, empezando por el Padre, siguiendo por el Hijo para acabar con el Espíritu Santo.

 *Dios Padre. Les decimos que digan cualidades de los padres y así directamente van conociendo las cualidades de Dios Padre. Podemos ayudarnos de la Parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15, 11-32) para decir que Dios es bueno y misericordioso, que nos quiere tanto, nos ama tanto, que nos perdona siempre y se siente feliz cuando nosotros también lo queremos, y nos quiere también cuando somos malos y nos portamos mal. Dios es padre porque tiene un hijo, ese es Jesucristo, también lo dice en la Biblia en 1 Juan 3, 1 (“mirad qué amor tan grande nos ha regalado el Padre: ¡que nos llamemos hijos de Dios! Y, de verdad, ¡lo somos!”)

 Es Padre de todos los hombres porque nos ha creado y dado la vida; nos ama y cuida con cariño; y quiere que todos entremos en comunión de vida y amor con Él, como hijos suyos. Además lo decimos en el Credo y en la oración del Padre Nuestro (Mateo 6, 9-13)

Además es todopoderoso, porque no existe ningún otro poder que sea capaz de oponerse a Él como un rival. Solamente Dios gobierna de verdad el universo y la Historia de los Hombres.

 Dios es único, santo y justo.

 *Jesucristo. Jesús es el Mesías y el Señor y el Hijo único de Dios, hecho hombre que murió en la cruz por nuestros pecados; y a quien Dios, su Padre, resucitó de entre los muertos para nuestra salvación.

Jesucristo, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre débil y mortal, igual en todo a nosotros, excepto en el pecado.

Fue concebido sin intervención de varón en las entrañas de la Virgen María, por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios Padre lo entregó a la muerte por amor a los hombres con Él y establecer con ellos la Nueva y Eterna Alianza.

 *Espíritu Santo. Es el espíritu de Dios. Es Dios mismo. En el Credo decimos “procede del Padre y del Hijo, con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria”.

            En toda la vida de Jesús éste tiene muy presente al Espíritu, empezando por la Anunciación (Mateo 1,18), en su Bautismo (Mateo 3, 16), en la Última Cena antes de despedirse de sus Discípulos (Juan 16, 13: “cuando venga Él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad completa”).

            El Espíritu Santo habita como en su templo, en la Iglesia y en el corazón del hombre justo. El cristiano entra y se mantiene en comunión con Dios y sus hermanos en la Iglesia gracias a la acción del Espíritu Santo que nos une a Jesucristo, el Hijo de Dios.

¡Santísima Trinidad, Os adoro profundamente.!

P. Virgílio Antunes, Rector - Editorial del periódico "Voz da Fátima", de 13 de febrero de 2011

Las apariciones del Ángel de la Paz, en primavera, verano y otoño de 1916, constituyen el acontecimiento de la historia de Fátima que está en el origen del tema escogido para este año pastoral: Santísima Trinidad, Os adoro profundamente.

Se trata de una frase de contenido muy vasto. En primer lugar, la afirmación de Dios, Santísima Trinidad, un misterio revelado por medio de Jesucristo, aunque muy difícil de comprender en su significado y alcance. Entretanto, es el misterio central de la fe cristiana y expresa el modo de ser del Dios en quien creemos: un solo Dios, en la comunión de las tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En segundo lugar, la afirmación de nuestra disponibilidad para adorar a Dios, profundamente, o sea, de la forma más sincera y noble que esté a nuestro alcance. De hecho, el objetivo pastoral de este año consiste en proporcionar a los peregrinos de Fátima la posibilidad de desenvolver en su vida y en su espiritualidad la actitud de adoración.

Al principio del siglo pasado, cuando se dieron las apariciones del Ángel en Loca do Cabeço y en Pozo do Arneiro, estábamos viviendo, en Portugal y en Europa, un periodo muy crítico en lo que respecta a la propaganda contra la fe cristiana. Era un tiempo de gran ebullición de los materialismos ateos, que conquistaban terreno en las sociedades más progresistas y sembraban la duda y la inseguridad en grandes sectores creyentes y cristianos, de cara a las pretensiones de los adversarios de la fe. En Portugal, había estallado la República, resultado de movimientos laicistas, anticlericales y anti-cristianos feroces, a punto de lanzar la confusión e incluso la persecución religiosa en nombre de la libertad.

Hablar de un Ángel que aparece a tres niños humildes e incultos, en un lugar distante y desconocido, y los invita a adorar a Dios, Santísima Trinidad, era una realidad contraria a la corriente oficialmente dominante. Podía incluso parecer una provocación, lo que acabó sucediendo. Y esta se volvió una provocación demasiado grande para el pequeño mundo que era Portugal en aquel momento. Después, acabó por volverse una provocación para el mundo más vasto que era Europa en brazos de la guerra, las revoluciones, el materialismo, el ateísmo galopante, sistemático y constituido en ideología camino del poder. Peor de lo que era el ateísmo teórico era ahora el práctico, que entraba silencioso en la vida de las personas y las transformaba sin que se dieran cuenta de eso. Y eso se extendía a escala universal.

En este contexto, las apariciones del Ángel de la Paz son un fuerte grito de Dios que irrumpe en el medio de un silencio creciente. Dios respeta la libertad, las opciones y los caminos escogidos por los hombres, pero cuando se aproxima el momento último, porque es Dios y no un hombre, no puede dejar de hablar para hacer oír sus definitivas llamadas del Padre, rico de gracias y de misericordia. Ese grito misericordioso de Dios, que se hizo oír por medio de Su Mensajero, continua haciendo eco por el mundo, que acogió el Mensaje de Fátima. Pasada la larga noche de la fe, que fue siglo XX, e iniciado el nuevo milenio bajo el signo de la esperanza, es urgente continuar oyendo la voz del Mensajero, que nos enseña a decir, como enseñó a los Pastorcitos: Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo; Santísima Trinidad, Os adoro profundamente.

La adoración a Dios es la actitud que mejor sintetiza la orientación más profunda de nuestra vida, pues manifiesta nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor; es la actitud que mejor exprime nuestro respeto por Dios, el Absoluto, el Creador, el Señor de todas las cosas; es su actitud la que mejor revela nuestra consideración por el hombre, muy amado por Dios en su condición de criatura; y es la actitud que mejor muestra la condición relativa de las cosas de este mundo de cara a la realidades eternas.

A los lectores de Voz da Fátima, a los organizadores de peregrinaciones y a todos los peregrinos, invitamos a hacer de este año una gran escuela de adoración a Dios, Santísima Trinidad.



22 may 2013

Lanzamiento del libro ELEGIDOS de PATRICIA LÓPEZ de ALMOÑO
Entre el pensamiento lógico y el pensamiento concreto, entre lo substancial y lo imaginativo puro, entre la operatoria y las etapas perceptivas puras...hay un estadío (ESPACIO, FASE) imperceptible a las personas. Ese es el que estos pequeños desarrollan con todos sus sentidos, ese es el que les abre las puertas a captar lo que sus mentes aún no pueden.
Estamos todos de acuerdo en lo que los grandes pedagogos y psicólogos y hoy neurólogos han estudiado Y RECONOCIDO, pero...nadie los vió sentir y percibir concretamente lo abstracto???...PUES YO SÍ!
Hay una puerta que se abre en el interior de cada uno y pueden lo que aún no pueden, abren un espacio y se crea una mini fase, aparece un nuevo proceso íntimo y tan abstracto para nosotros como Dios para ellos...esa puerta tiene nombre y apellido...pero es imperceptible, no sé si todas las mentes podrán captarla...sí sé que la captan los corazones, los nuestros y los de ellos...se llama...ESPÍRITU SANTO.
ES UNA FUERTE CORRIENTE ENERGÉTICA (para algunos), es una puerta para sensorial (para otros), es la FUERZA DEL AMOR DE DIOS, PARA MI.
EL ABRE espacios, DEJA traspasar los sentidos, SABE a "se puede"...no se ve pero se siente...ellos la sienten, y es allí mismo, cuando la sienten o lo sienten que la nueva fase dentro del proceso madurativo se muestra, se esboza, se perfila, se delinea.

Nosotros sólo debemos ser los puentes, los estímulos,las posibilidades para que ese AMOR recorra los sentidos y las percepciones.

Los nombres adecuados?. Cuando puedan, mientras tanto lo viven. Ojalá muchos adultos podamos "vivirlo" sin palabras ni nombres, pero con todos los sentidos!

21 may 2013

La Santísima Trinidad: Dios, Uno y Trino

En un breve esquema, lo que veremos será:

1) Introducción.
2) Personas Trinitarias.
3) Procesiones Divinas.
4) Relaciones en Dios.
5) Misiones Trinitarias.
6) Apropiaciones o Atribuciones en Dios.
7) Conclusión: La Trinidad en nuestra vida.


1. INTRODUCCIÓN.

Está en el Catecismo de la Iglesia Católica, entre los números 232 a 267. En el 234 dice que es el MISTERIO CENTRAL de la vida del cristiano. Es la primera y más importante afirmación de fe.

Esto nos remite a que hay una Jerarquía en las verdades de fe, y da razón al denodado esfuerzo de Juan Pablo II, del que es partícipe todo cristiano, por el ecumenismo, es decir, la reunión en una sola Iglesia de todos los que creemos en Jesús, en la Santísima Trinidad, tenemos un solo bautismo y la misma revelación en la Biblia.

En el 235 trata del esquema de exposición: cómo se revela el Misterio de la Santísima Trinidad (I) (Nº. 237-241.243.244), la doctrina de la Iglesia sobre ella (II) (242.245-248) y la Misiones Divinas (III).

En el 236 llama Teología a las misiones de Dios dentro de Sí Mismo, y Oikonomia las que realiza fuera de Sí. La primera se refiera a Dios en Sí Mismo, y la segunda a su Plan de Salvar.

El Nº. 25l trata sobre algunos términos filosóficos que nos ayudan a comprender este Misterio.


2. PERSONAS DIVINAS.

Son 3 Personas Distintas en una Sola Naturaleza Divina.

En el Catecismo, esto está explícitamente en los números 232.233 y 252.253.254. Se distinguen por su origen. El Padre es tal porque de nadie procede y engendra al Hijo, desde toda la eternidad. Del Padre y del Hijo, por vía de amor, procede el Espíritu Santo.

Los tres se inhabitan. Donde está el Padre están los otros Dos, y así con cada uno. A esto se lo llama “pericóresis” o “circumincesión”: Los Unos están en el Otro y viceversa con cada Uno.

239: El Padre es origen, autor. Se puede expresar también mediante la imagen de la maternidad.

242: El Hijo es engendrado por el Padre desde toda la eternidad por vía de generación intelectual. Se conoce y admira en Él.

243-245: El Espíritu Santo.

246.247: Procede del Padre “y” del Hijo (Filioque).

248: La tradición oriental: El Espíritu Santo procede del Padre “por” el Hijo.


3. PROCESIONES DIVINAS.

Pertenece a lo llamado en el número 236 “Theología” (palabra griega), es decir, al conocimiento de Dios en Sí Mismo.

Partamos de que en Dios hay Inteligencia y Voluntad, Conocimiento y Amor. También podríamos agregar según San Juan de la Cruz: Memoria y Vida.

Hay dos procesiones en el Seno de la Santísima Trinidad:

• El Hijo procede del Padre por el camino de la generación intelectual, por medio del conocer de Dios (vía intelectiva).
• El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por el camino de la generación por el Amor, que es el camino volitivo, de la Voluntad Amorosa del Padre y del Hijo, y ese Amor se transforma en la tercera Persona Divina.

Estas relaciones se descubren en el catecismo entre los números 238-248, en especial el 242 y el 246.


4. RELACIONES EN DIOS.

También pertenece a la “Teología”, al Dios en Sí Mismo. Hay 4 relaciones en Dios, que se dan mediante la oposición relativa de las Personas, lo que no rompe su Unidad de naturaleza, ni se destruye la pericóresis o circumincesión, por la que donde está Una de Ellas están también las otras Dos.

• La Paternidad. Del Padre con referencia al Hijo. Es la primera relación.
• La Filialidad. Del Hijo con referencia al Padre, de Quien procede desde toda la eternidad por vía de conocimiento intelectual.
• La Espiración Activa. El Padre y el Hijo se aman de tal manera que generan una Nueva Persona, el Espíritu Santo, por vía volitiva, “espiran activamente” el Amor.
• La Espiración Pasiva. Es el Amor espirado por el Padre y el Hijo contemplado desde el Espíritu Santo. Desde Él, que recibe y es generado, la espiración del Padre y del Hijo es recibida, por lo tanto es una “espiración pasiva”.

Esto también se descubre en el Catecismo, principalmente al final del número 252, y en los números 254 y 255.


5. MISIONES TRINITARIAS.

Las Misiones pertenecen a lo que el número 236 denomina “Oikonomia”, del griego, que significa “Economía de Salvación”, al Plan que Dios tiene para salvar. Por lo tanto, éstas suceden hacia fuera del Seno Trinitario, apuntan al Plan de Salvación y presuponen un Envío.

Hay 2 Misiones “hacia fuera”:

• La del Hijo enviado por el Padre. Es la encarnación redentora.
• La del Espíritu Santo, enviado por el Padre y el Hijo, para dar testimonio de Jesús Resucitado, recrear la Iglesia y santificar a los hombres.

El Padre no es enviado, pero viene al alma en gracia, tal como leemos en Jn. 14,23 y Ap. 3,20. En el Catecismo, esto lo descubrimos principalmente en los números 257 y 258 al final. (De todas maneras, las operaciones divinas son comunes a las Tres Divinas Personas, por el misterio ya visto de la circumincesión o pericóresis).


6. APROPIACIONES O ATRIBUCIONES DIVINAS.

Tal como decíamos al fin del bloque anterior, las operaciones divinas son comunes a las Tres Divinas Personas, porque donde está Una de Ellas están también inhabitándose las Otras Dos. Están “como Una metida dentro de las Otras” (la pericóresis o circumincesión). La Trinidad tiene “una sola y misma operación”. Por lo tanto, crean las Tres, redimen las Tres y santifican las Tres. Pero, por Apropiación o Atribución, se adjudica a alguna de Ellas determinada Obra: Por ejemplo, la Creación se “atribuye” al Padre. La Redención, al Hijo. La Santificación, al Espíritu Santo.

En el Catecismo, encontramos este tema en los números 257, 258 y 259.


7. CONCLUSIÓN: LA TRINIDAD EN NUESTRA VIDA.

En el número 3 de la exposición dijimos que Dios es Inteligencia y Voluntad según Santo Tomás de Aquino. San Juan de la Cruz le agrega Memoria también, la cual Santo Tomás la hace surgir de la Inteligencia y la Voluntad.

Para esta aplicación espiritual tomaremos la división de San Juan de la Cruz, que nos facilitará las cosas.

Arrancamos de los números 259 y 260 del Catecismo, donde dice que toda la vida cristiana es “comunión con las Tres Divinas Personas”, y que el fin último de toda la Economía Divina (del Plan de Salvación)”es la entrada de las criaturas en la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad”, citando para ello a Jn. 17, 21-23. Nosotros, que somos imagen y semejanza de Dios, también tenemos inteligencia, voluntad y memoria, que son las facultades superiores del hombre y hacen que nos distingamos por ellas de los animales y que nos podamos unir a Dios.

• Nuestra inteligencia se une al Conocer de Dios en Jesús, que es el conocimiento del Padre. La inteligencia, conociendo, busca la Verdad. Y la Verdad es Jesucristo. Y lo hace por medio de la virtud teologal de la Fe. (Las virtudes teologales son aquellas que nos unen directamente con Dios, que alcanzan directamente a Dios).-Cf. Rom. 5, 2ª. Por lo tanto, nuestra inteligencia se une a Jesús, Hijo del Dios Vivo, por medio de la Fe.

• Lo propio de la voluntad es amar, el amor. El Amor en Dios es el Espíritu Santo. -Cf. Rom. 5,5-. Por lo que nuestra voluntad se une a Dios Espíritu Santo por medio de la virtud teologal de la caridad, amando a Dios sobre todas las cosas, que es el primero y el principal de los mandamientos.

• En la memoria recreamos la vida. Pero para unirnos a Dios tenemos que dejarlo todo y seguirlo. Por lo tanto, tenemos que dejar entrar en ella la Vida de Dios, el Padre, que viene del futuro, y no tener las imágenes y situaciones de nuestra historia enfermiza. Más allá de las cosas y de las personas, está la Vida de Dios. Ésta es ya Vida Eterna, y nos sana, nos cura, nos reconcilia y nos libera. Por lo tanto, nuestra memoria, haciendo el “vacío” de todo lo creado, se une al Padre por medio de la virtud teologal de la Esperanza, que nos hace penetrar en la Vida Eterna de Dios y hace que ella penetre en nosotros ya desde ahora.

¿Cómo lograr todo esto? Sin duda, el camino es la oración, sin descartar todo lo demás. Tiempo y tiempo ante Dios Sólo y solos ante Dios. Lo demás, resultará muy fácil. Serás santo y podrás realizar la misión que Dios quiere de ti en esta vida. Pero si no estás unido a Dios, podrás hacer muchas cosas, pero serán como golpes en el vacío, y llenas de vanidad y de nada.

escrito por Gustavo Daniel D´Apice
Profesor Universitario y Bachiller en Teología (UCA)
(fuente: http://blogs.catholic.net/gustavodaniel/)

SANTISIMA TRINIDAD CICLO C








SANTISIMA TRINIDAD



El domingo después de Pentecostés se dedica a la Santísima Trinidad. Es el lugar más apropiado del año litúrgico para esta celebración. Por el Espíritu Santo llegamos a creer y a reconocer la trinidad de personas en el único Dios. Habiendo celebrado todos los misterios de Cristo, la Iglesia echa una mirada de agradecimiento a la obra completa de la redención.
Desde la contemplación de las obras maravillosas de Dios nos volvemos a considerar la vida interna de la Divinidad.


HISTORIA DE LA FIESTA

Esta fiesta comenzó a celebrarse hacia el año 1000, tal vez un poco antes. Parece ser que fueron los monjes los que asignaron el domingo después de pentecostés para su celebración. Anteriormente existía una misa votiva y oficio en honor de la Trinidad pero no día de su fiesta como tal.

Las iglesias diocesanas comenzaron a seguir el ejemplo de los monjes benedictinos y los cistercienses y, en los dos siglos siguientes, la celebración se extendió por toda Europa.

En 1334 el papa Juan XXII la introdujo como fiesta de la Iglesia universal.

El domingo de la Santísima Trinidad es de institución relativamente tardía pero fue precedido por siglos de devoción al misterio que celebra. Tal devoción arranca del mismo Nuevo Testamento pero lo que le dio especial impulso fue la lucha de la Iglesia contra las herejías de los siglos IV y V.

El arrianismo negaba la divinidad de Cristo. En 325, el concilio de Nicea afirmó que Cristo es coeterno y consustancial con el Padre, y así condenó el arrianismo. Esto fue reafirmado en el concilio de Constantinopla en 381( credo niceno-constantinopolitano,) que declaró además que el Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo pero consustancial, igual y coeterno con ellos.


SIGNIFICADO DE LA FIESTA
El objeto de la fiesta no es una realidad abstracta. Lo que adoramos es el Dios vivo en que vivimos, nos vemos y existimos.
Las personas divinas de la Trinidad no son extrañas. Por el
bautismo participamos en la vida de Dios, entramos en relación personal con el Dios uno y trino.
La gracia bautismal nos incorpora a Cristo, nos llena con su Espíritu, nos hace
hijos de Dios.
En una meditación sobre la Trinidad, santo Tomas de Aquino afirma que
por la gracia no sólo el Hijo sino también el Padre y el Espíritu Santo vienen a morar en la mente y el corazón.
El
Padre viene fortaleciéndonos con su poder, el Hijo, iluminándonos con su sabiduría y el Espíritu Santo, con su bondad, llena de amor nuestros corazones.

La
Santísima Trinidad es ciertamente un misterio pero un misterio en el cual nosotros estamos inmersos. Es un océano que no podemos esperar abarcar en esta vida. Incluso en la eternidad será insuficiente para agotar sus riquezas. A la luz de la gloria veremos a Dios cara a cara, pero no será una visión estática sino una exploración sin fin.
¿De qué manera hemos de aproximarnos a este misterio? ¿Comenzamos por la unidad de naturaleza o por la trinidad de personas? Probablemente nos inclinaremos a comenzar por lo primero.
Durante siglos la enseñanza de la Iglesia ha acentuado la
unidad del ser. Así se hacía también en la catequesis popular. Una oración popular irlandesa traducida por Tomás Kinsella, ilustra esta idea:

Tres pliegues en una sola tela,

pero no hay más que una tela.

Tres falanges en un dedo,

pero no hay más que un dedo.

Tres hojas en un trébol,

pero no hay más que un trébol.

Escarcha, nieve, hielo..., los tres son agua.

Tres personas en Dios son asimismo un solo Dios. 

En contraste con esta idea podemos considerar el famoso icono ruso de la Trinidad pintado por Rublev. Representa la escena descrita en Gn 18,1-18 en la que Yavé se aparece a Abrahán bajo la forma de tres ángeles. Es éste un hermoso retrato místico de la Trinidad, en el que la distinción de las personas y sus relaciones mutuas se transmiten utilizando gran delicadeza de colores y formas.
El padre Cipriano Vagaggini en su gran obra Las dimensiones teológicas de la liturgia nos expone una fórmula para expresar la forma en que el Dios uno y trino actúa fuera de sí mismo:
Todo bien nos viene del Padre, por mediación de su Hijo encarnado, Jesucristo, por medio de la presencia del Espíritu Santo en nosotros y, del mismo modo, por la presencia en nosotros del Espíritu Santo, a través de la mediación del Hijo de Dios encarnado, Jesucristo, todo retorna al Padre.
Este modo de considerar la Trinidad puede decirse más dinámico. Es como un proceso de vida y movimiento. La Trinidad no es una realidad remota y abstracta, algo que está "ahí afuera". Está mucho más aquí, abrazando y penetrando mi vida.
Para san Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento, la vida cristiana y moral es profundamente trinitaria hasta la médula. Todo cuanto tenemos lo recibimos del Padre, que es la fuente de nuestro ser, pero lo recibimos por Jesucristo, nuestro mediador. El Espíritu Santo es quien nos une a Cristo, y, sin él, no podemos acercarnos al Padre ni volver a él como a nuestro fin último.

TEXTOS DE LA MISA

Los textos de la misa declaran no lo que Dios ha ocultado al ser humano, sino lo que le ha revelado.

A través de las Escrituras aprendemos quién es Dios. Es un Dios de Amor.

En la lectura del Antiguo Testamento para el ciclo A tenemos la maravillosa revelación a Moisés en el monte Sinaí: "Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad".

En el evangelio de san Juan Jesús dice a Nicodemo: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perexca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna"

La vida de la comunidad cristiana debería ser un reflejo de la comunidad de vida de la Santísima Trinidad. En la segunda lectura san Pablo exhorta a los corintios: "Tened un mismo sentir y vivid en paz y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros".

Se da testimonio de Dios y se le reconoce en las comunidades donde hay unidad de mente y corazón y se practica la tolerancia. San Pablo cierra su exhoratación con una bendición hermosa: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros".

También se encuentra en la misa el tema de la Revelación.

La oración colecta nos indica que por Jesucristo y por su Espíritu se nos da la capacidad de conocer los misterios de la vida de Dios.

El prefacio, que es la fórmula más antigua de esta misa (del siglo V o del VI), declara: "Lo que creemos de tu gloria, por Tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo y también del Espíritu Santo"

Creemos en un Dios pero nuestro Dios no es solitario ni aislado. Es un Dios que desea compartir su vida, es pura bondad y lo propio de la bondad es comunicarse.

Él creó el universo e hizo al hombre a su imagen y semejanza. Entró en diálogo con sus criaturas, eligió a Israel y estableció con él una alianza. Por eso Moisés pregunta en la lectura del Deuteronomio (ciclo B): "¿Hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo...? ¿Algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras?"

No, no es un Dios remoto.

En la lectura del libro de los Proverbios (ciclo C), la sabiduría personificada grita: "Yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia, jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres". Dios está tan cerca de nosotros, por su Espíritu, que bien podemos gritar: "Abba, Padre" (lectura segunda, ciclo B), su amor ha sido derramado en nuestros corazones por ese mismo Espíritu (lectura de la carta a los Romanos, ciclo C)
Vicent Ryan en el libro "Pascua y fiestas del Señor" Ediciones Paulinas, Madrid,