Argumento:
Parábola del reino
Tema: Semilla de mostaza
Fuente: Mateo 13, 31-32, Génesis 15, 6, Exequiel 17, 23- 31, 6
En el nivel 1, usamos materiales reales, por ejemplo, semillas de mostaza, las perlas, la levadura y la harina para ayudar a la meditación del niño.
-Otras
ideas: Planta
una semilla en una taza y leer acerca de la semilla de mostaza o de la semilla
que crece.
Tema: Semilla de mostaza
Fuente: Mateo 13, 31-32, Génesis 15, 6, Exequiel 17, 23- 31, 6
Edad: A
partir de los 3 años
Tiempo
Orientativo: Orientativo
Materiales: Tarjetas en cartulina blanca 20
x 20 con dibujos alusivos a la parábola, hojas blancas, semillas de mostaza y
cinta adhesiva.
Anuncio del
mensaje: El Reino
de los cielos como misterio de la fuerza de la vida, vida que no viene de mí,
que no está en mí, vida que pasa de menos a más, vida que está en torno a mí y
dentro de mí.
Objetivo
directo: Conocer
el texto de la parábola / Reconocer el contraste de lo pequeño a lo grande en
la acción de Dios / Reconocer el reino de Dios que está adentro y fuera de
nosotros.
Presentación:
El catequista se pone frente a los niños
quienes están sentados en semicírculo y dice: Jesús hablaba a menudo en
parábolas un día hablo del reino de los cielos, ustedes saben lo que es el
reino de los cielos, hay alguien muy poderoso, etc., para ver qué quiso decir
Jesús del reino vamos a escuchar la parábola (se lee la parábola). Esta es
palabra de Dios. Para conocer este secreto tenemos un material que tiene una
semilla de mostaza, se reparte a cada niño una hoja blanca que tiene una semilla
de mostaza pegada con cinta papel, ahora en silencio voy a leer y mientras lo
hago ustedes observan la semilla una vez que se termina de leer el profesor
hace preguntas,
¿Cómo
será este reino? ¿De qué nos hablara Jesús en esta parábola?
¿Qué
nace de esta semillita tan pequeñita?
¿Qué tendrá esta semillita para ser un árbol?,
etc.
Si
Jesús decía esta semilla será semejante al reino, ¿Cómo será el reino?
Luego
de esta reflexión se puede finalizar con una canción o con una oración.
Oración: Los invito a
reflexionar que esta fuerza está dentro de nosotros, que viene de Dios, los
invito a dar gracias por que Dios nos da la fuerza, alguien de ustedes quiere
dar gracias… el catequista puede comenzar.
Trabajos: Trabajar con el
material, dibujar, Pueden observar el libro y trabajar con las láminas, se
pueden plantar semillas, etc.
PARÁBOLA DE LA SEMILLA DE MOSTAZA SEGUNDA PARTE
Argumento: Parábola del reino
Tema: Semilla de mostaza / Mateo 13,
21-22-Fuente: Ezequiel 31,6 Daniel 4; 2-19 .
Edad: 3 años en adelante.
Tiempo
Orientativo: Orientativo, después de la primera presentación.
Materiales: cajita transparente con
semillas de mostaza en su interior, libro azul.
Anuncio del
mensaje: El Reino
de los cielos como misterio de la fuerza de la vida que pasa del menos al más,
vida que está en torno a mí y dentro de mí.
Objetivo
directo: Conocer
el texto de la parábola. Reconocer la vida que se encuentra dentro de semilla y
que la fuerza que la hace crecer viene de Dios. Reconocer el contraste de lo
pequeño a lo grande y reconocer el Reino de Dios está dentro y fuera de
nosotros.
Presentación: El profesor se reúne
con los niños: ¿recuerdan que hace un tiempo hablamos de la parábola de la semilla
de mostaza? Vamos a ver otra parte…
Material: el profesor presenta
el material, muestra a los niños una pequeña cajita transparente con semillas
de mostaza
El
profesor pregunta a los niños: ¿Qué fuerza misteriosa existirá en esta semilla
que la hará crecer? ¿Podemos nosotros de algo pequeño hacer algo grande? ¿Si
nosotros tenemos un perrito como puede crecer? ¿Lo podemos hacer crecer
nosotros?
¿Quién
lo hace crecer? ¿Y nosotros como crecemos? ¿Quién nos hace crecer?
Hay
una fuerza ¿cómo hace esa fuerza para que nosotros crezcamos? ¿Y esa fuerza de
dónde viene?
Nos
damos cuenta que esta fuerza transforma lo pequeño en algo grande.
Meditación: Esta
fuerza está dentro de nosotros, esta fuerza que tenemos dentro viene de Dios la
guía invita a los niños a dar gracias por esta fuerza por su regalo.
Trabajos: trabajo con material,
dibujo libre (¿Cómo se imaginan el reino de Dios?
Dibujo de la semilla, el árbol., trabajo con el libro azul, plantar la
semilla.
NOTA: esta presentación puede presentarse
a los padres de igual manera pero haciendo más preguntas.
“¿Hasta dónde llega esta fuerza?”
“Vida que se transforma por la eternidad,
en plenitud eterna” Parucia.
-Use imágenes del mundo real, y son ricos en significado. Esto los hace
perfectos para los niños más pequeños, que tiene hambre de verdades profundas y
pueden usar su imaginación para penetrar en el misterio de las parábolas. Los
niños pequeños pueden permanecer en estos versos por un largo tiempo lleno de
asombro, alegría y acción de gracias.En el nivel 1, usamos materiales reales, por ejemplo, semillas de mostaza, las perlas, la levadura y la harina para ayudar a la meditación del niño.
Los niños mayores también pueden disfrutar de las parábolas. En el Nivel 2
y Nivel 3 atrio, vamos a sintetizar estas parábolas para buscar similitudes y diferencias.
Cuando las maravillas de niños mayores de esa edad, su respuesta natural es
también una cuestión moral: "¿Qué
debo hacer? ¿Cuál es mi lugar en el reino?
"Sofia
Cavalletti escribe:" La persona que en un momento dado se da cuenta de la
naturaleza dinámica del Reino de Dios, que es como un grano de mostaza, poco a
poco llegarás a ver este dinamismo que llena el universo y potenciar el hombre
y su historia. "(" Potencial Religioso del Niño ", pág. 165).
El niño pequeño nos ha llevado a dos temas: el
crecimiento / transformación y el valor.
Los niños les encanta el contraste
de la semilla de mostaza (lea Mateo 13:31-32), y el árbol que
crece de ella. Ellos son capaces de sentarse en la pregunta desde hace mucho
tiempo sobre la semilla de mostaza, apenas visible en la punta de su dedo. Qué
otro tipo de crecimiento que no saben esto. Una vez fueron tan pequeños y ahora
son tan grandes. Sus propios cuerpos son un signo del reino! Los niños mayores podrán disfrutar de la comparación de
esta parábola a la de la semilla que
crece en Marcos 4:26-29.
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