6 ago 2014

Presentación de la vida de san Cayetano



Leemos en la página www.paulinas.org.ar la historia de san Cayetano. Investigamos acerca de la devoción al santo en nuestro país y el culto que se le rinde para pedirle por el pan y el trabajo.

Reflexión sobre el valor del trabajo
En el diccionario, se define la palabra trabajo de esta manera: ‘Acción y efecto de trabajar. Ocupación. Obra, resultado de la actividad humana. Esfuerzo humano aplicado a la producción y a los bienes’.
Dios crea al hombre y le da un trabajo: ¡ocuparse de la creación y de su propia subsistencia! A lo largo de toda la historia, vemos cómo el hombre y la mujer han desarrollado su capacidad de trabajar para su subsistencia y para la conservación de la especie: aprendió a cazar y a pescar, a tallar piedras, a prender el fuego, a fabricar sus armas, a confeccionar sus vestimentas, a construir sus viviendas…
Con el tiempo, el trabajo humano se especializó en diferentes oficios o profesiones que marchan al compás de las civilizaciones y que se siguen desarrollando hasta el día de hoy.
El trabajo realizado por el hombre en sociedad construye el bien común, todas las actividades de las personas tienen que estar orientadas a este bien. Cualquier trabajo donde la persona persiguiera su propio interés olvidándose del bien común daña el tejido social.
Todos los seres humanos tienen el derecho de tener un trabajo, de realizarlo en condiciones dignas y de recibir una remuneración justa que les permita vivir con dignidad. La falta de trabajo y la desocupación es un atentado contra la dignidad de las personas.
Todo lo que nos rodea es el resultado del trabajo de muchas personas: el lugar donde vivimos, la comida, la ropa, la salud, nuestra educación, el transporte, la tecnología, nuestras diversiones… en todo lo que nos rodea, hay un grupo de personas que trabajan para prestarnos ese servicio. Y sobre todo, el trabajo de nuestros padres, que con tanto amor y esfuerzo se ocupan de que tengamos lo que necesitamos para crecer y para desarrollarnos hasta que también nosotros podamos insertarnos en el mundo del trabajo. Trabajan fuera de casa, para ganar el dinero que necesitan para la familia; y trabajan dentro de casa para cuidarnos y para mantener el orden de su hogar.
El trabajo nos dignifica, nos hace bien, nos ayuda a conocer nuestras capacidades y a ponerlas al servicio de los otros; nos desafía y nos enseña a ser mejores personas. ¡Todo en la vida implica una tarea o trabajo! Las personas deben encontrarle un sentido a su trabajo, para poder realizarlo con alegría, aunque resulte pesado; de otra manera el mismo trabajo se volverá una carga emocional –mal humor, amargura– que se sumará a la tarea en sí.
La virtud del trabajo está en relación con otras virtudes, por ejemplo:
La responsabilidad, que nos hace «responder» de manera adecuada a lo que se espera de nosotros o a las tareas que nos son encomendadas.
La perseverancia, que nos hace actuar con constancia y con firmeza, para obtener los resultados que nos propusimos. Nos ayuda a resistir con paciencia los esfuerzos, a no perder de vista la meta a la que queremos llegar, a no dejar a un lado nuestros compromisos ante las dificultades.
La humildad, que nos permite aprender de otros, dejarnos enseñar y corregir, y pedir ayuda cuando lo necesitamos.
Para crecer en la virtud del trabajo y para encontrar su sentido en la vida de las personas y en la cultura, debemos ejercitarnos en los siguientes aspectos:
– Considerar cuál es el fin del trabajo que realizamos y sus beneficios.
– Cumplir responsablemente las tareas que nos asignan.
– Poner atención, cuidado y dedicación en lo que hacemos.
– Hacer esfuerzos disciplinados y ordenados.
– Aprender a usar las herramientas y medios para la tarea propuesta.
– Dejarnos enseñar y pedir ayuda cuando la necesitemos.
– Agradecer a diario que tenemos trabajo y orar para que todos lo tengan.


MPEC
1. ¿Cuáles son mis trabajos o tareas cotidianas? ¿Cómo las realizo? ¿Me gusta trabajar en lo que trabajo?
2. ¿Cuáles son las tareas o trabajos que los otros me encomiendan (mis padres, mis maestros, mis amigos)? ¿Cómo las realizo?
3. De todas mis ocupaciones que cumplo en el trabajo, ¿cuál es la que más me gusta? ¿Cuál es la que me sale mejor, la que menos me cuesta? ¿La que realizo con más alegría? ¿Cuál es la que menos me gusta o la que más me cuesta? ¿Por qué? Las enumero del 1 al 5, según el orden de conformidad.
4. ¿Qué sentido le encuentro a mi trabajo? ¿Para qué lo hago? ¿De qué manera el trabajo que realizo (ya sea en la escuela o en alguna otra ocupación) construye el bien común?
5. Miro las tres virtudes para ejercitar en el trabajo: responsabilidad, perseverancia y humildad. ¿Me considero responsable, perseverante, humilde? Sí - No ¿Por qué?
6. ¿Qué necesito para crecer en responsabilidad, perseverancia o humildad? ¿Qué debo hacer?
7. Miro todas mis ocupaciones cotidianas, dentro y fuera del hogar: ¿En cuál de ellas necesito poner más atención y esfuerzo?
8. ¿Qué podemos hacer, como familia, para que el trabajo de todos construya nuestro bien común? ¿En qué tiene que trabajar cada uno para que crezca el bien entre nosotros?

Sugerencias para hacer en familia
Compartimos en familia el MPEC trabajado en forma personal. Cada uno comparte los cinco trabajos que más le gusta hacer; en qué virtudes tiene que crecer y por qué y en qué trabajo tiene que poner mayor atención.
Los padres pueden aprovechar para conversar con sus hijos acerca de sus trabajos y para planear un día para que el hijo los acompañe y los «vea» en su lugar de trabajo. Conversamos acerca de las tareas que cada miembro de la familia hace y pensamos juntos en qué debemos crecer para que reine el orden y la comunión gracias al trabajo de cada uno.
Los padres podrían hablar con los hijos acerca de la situación de las personas que están sin trabajo, de los índices de desocupación en nuestro país, y de cómo nuestro pequeño aporte contribuye a la construcción del bien común.
Reflexionamos juntos:
– ¿Hay algunos trabajos que no están en relación con el bien común? ¿Cuáles? ¿Por qué?
– ¿Hay algunos trabajos o actividades que no sean dignos o que atenten contra la dignidad de las personas? ¿Cuáles?
– ¿Qué pasa cuando el trabajo de los hombres no es remunerado dignamente? ¿Por qué existen tantas diferencias en la remuneración de los diferentes trabajos? ¿Estas diferencias son justas? ¿En qué casos?
– ¿Qué es mejor darles a las personas que están necesitadas: pan o trabajo? ¿Por qué?
Podemos también buscar y comentar algún cuento, mito, fábula o poesía que nos hable acerca del valor del trabajo.
Todas las noches, agradecemos a Dios por el trabajo, rezamos por el trabajo de todas las personas y pedimos especialmente por aquellas que están desocupadas o no tienen trabajo.
El trabajo nos dignifica, nos hace bien, nos ayuda a conocer nuestras capacidades y a ponerlas al servicio de los otros; nos desafía y nos enseña a ser mejores personas. ¡Todo en la vida implica una tarea o trabajo! Las personas deben encontrarle un sentido a su trabajo, para poder realizarlo con alegría, aunque resulte pesado; de otra manera el mismo trabajo se volverá una carga emocional –mal humor, amargura– que se sumará a la tarea en sí.
MPEC
1. ¿Cuáles son mis trabajos o tareas cotidianas? ¿Cómo las realizo? ¿Me gusta trabajar en lo que trabajo?
2. ¿Cuáles son las tareas o trabajos que los otros me encomiendan (mis padres, mis maestros, mis amigos)? ¿Cómo las realizo?
3. De todas mis ocupaciones que cumplo en el trabajo, ¿cuál es la que más me gusta? ¿Cuál es la que me sale mejor, la que menos me cuesta? ¿La que realizo con más alegría? ¿Cuál es la que menos me gusta o la que más me cuesta? ¿Por qué? Las enumero del 1 al 5, según el orden de conformidad.
4. ¿Qué sentido le encuentro a mi trabajo? ¿Para qué lo hago? ¿De qué manera el trabajo que realizo (ya sea en la escuela o en alguna otra ocupación) construye el bien común?
5. Miro las tres virtudes para ejercitar en el trabajo: responsabilidad, perseverancia y humildad. ¿Me considero responsable, perseverante, humilde? Sí - No ¿Por qué?
6. ¿Qué necesito para crecer en responsabilidad, perseverancia o humildad? ¿Qué debo hacer?
7. Miro todas mis ocupaciones cotidianas, dentro y fuera del hogar: ¿En cuál de ellas necesito poner más atención y esfuerzo?
8. ¿Qué podemos hacer, como familia, para que el trabajo de todos construya nuestro bien común? ¿En qué tiene que trabajar cada uno para que crezca el bien entre nosotros?

Sugerencias para hacer en familia

Compartimos en familia el MPEC trabajado en forma personal. Cada uno comparte los cinco trabajos que más le gusta hacer; en qué virtudes tiene que crecer y por qué y en qué trabajo tiene que poner mayor atención.
FUENTE . ESCUELA DE CATEQUESIS CUADERNILLO 

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