Introducción:
Nos hemos reunido en torno a Ti Jesús, para
recordar nuestra llamada. Para renovar nuestra Alianza de Amor Eterno, que por
pura gratuidad hemos tenido una vez en nuestra vida.
Quédate Señor con nosotros, porque necesitamos
verte presente para no olvidarte, pues ya sabes con cuánta frecuencia te
abandonamos… no sólo en nuestros pensamientos y palabras, sino también en
nuestros gestos y actitudes…
Canto: Yo quiero ser un vaso nuevo
Lectura: Jer. 18, 2-6: “Bajé a la alfarería, y
he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que
estaba haciendo con barro se estropeó en manos del alfarero, y este volvió a
empezar, transformándolo en otro objeto diferente, como mejor le pareció al
alfarero...”
En manos del alfarero la arcilla responde a la
mas mínima presión y no se resiste a las forma que está recibiendo. Nosotros no
somos así, discutimos con Dios y resistimos a sus designios. Is. 45, 9- 11:
“Litiga con el que la ha moldeado la vasija
entre las vasijas de barro? Dice la arcilla al que la modela: ¿Qué haces tú?, y
tu obra no está hecha con destreza?! ¡Ay del que dice a su padre: ¿Qué has
engendrado? Y a su madre ¿Qué has dado a luz? Así dice el Señor, el Santo de
Israel y su modelador: Van a interrogarme ustedes a mi acerca de mis hijos y a
darme órdenes acerca de la obra de mis manos?”
Muchas veces nos sentimos insatisfechos con la
forma que Dios nos ha dado, aunque somos “una pieza de artesanía” amorosamente
modelada por sus manos. Rom. 9, 20-21: ¡Oh hombre! ¿Quién eres tú para pedirle
cuentas a Dios? Acaso la pieza de barro le dirá a quien la modeló: ¿porque me
hiciste así´? o, es que el alfarero no es dueño de hacer de una misma masa unas
vasijas para usos nobles y otras para usos ordinarios?”
Is. 29, 16: “¡Qué error el de ustedes! como
barro que se considerase alfarero; como obra que dijera del que la hizo: ´No me
ha hecho´; como cacharro que dijera del alfarero: “No entiende”.
Escribir y hablar de estas cosas es fácil. Lo
difícil es vivirlas. Cada uno de nosotros es “una pieza de artesanía de Dios”.
A cada uno de nosotros nos dice personalmente: “Porque tú eres precioso a mis
ojos, yo te estimo, te amo mucho” Is. 43, 4.
Reflexión personal:
1. ¿Dónde encontró Dios “la arcilla viva” con
que te formó?
(Recuerda las personas, circunstancias,
experiencias que han tenido una incidencia en tu vida)
2. ¿Puedes recordar algunas “impurezas” o
“burbujas de aire” que ya han sido purificadas o estrujadas en tu vida?
(experiencias de conversión)
3. ¿Cómo muestras tu deseo de volver a comenzar?
¿Cómo va tu PROYECTO DE VIDA –
Viviré como venga... porque es lo que todos
hacen? Tendré un sentido de la vida como misión?
En ORACION
podes hacer el “objeto” que quisieras ser en manos de Dios (utilizando
plastilina, o algún otro tipo de masa, o dibujando en un papel)
NO OLVIDES NUNCA. Dios te dice:
“TU ERES PRECIOSO A MIS OJOS, YO TE ESTIMO, TE
AMO MUCHO” (Is. 43, 4)
Podemos repartirnos nuestras artesanías con el
compromiso de rezar unas por otras.
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