30 abr 2014
26 abr 2014
leyenda de los colores
Cuenta una leyenda que, hace muchos años, los colores tomaron conciencia de quienes eran y pudieron verse a sí mismos. El problema que surgió fue que, cada uno, creyó ser el mejor.
–Yo tengo el color del fuego– dijo el rojo.
–Yo el del sol– dijo el amarillo.
–Nosotros el del cielo y el mar– respondieron el azul y el índigo.
–Yo el de las hojas de los árboles– dijo el verde, altanero.
–Yo el de las naranjas maduras.
–Yo el de las flores del jacarandá y de muchos otros árboles– dijo el violeta.
Cada uno estaba orgulloso de sí mismo, pero no podía ver la belleza del otro.
El marrón, desde el suelo, les decía que hacían un hermoso conjunto, pero ninguno quería oírlo.
¿Por qué iban a escuchar a ese color tan triste? Ninguna flor era marrón, ni el agua pura, ni las frutas. Bueno, el coco era marrón, pero estaban de acuerdo en que, por afuera, era bastante feo.
El blanco, que también les decía que era estupendo que estuvieran unidos, era, en la opinión de los colores, el más aburrido.
Cierto día, en el cielo, el sol conversaba con las nubes acerca de lo ridículo de la pelea entre los colores. No se hablaban entre ellos y no querían estar juntos.
–Yo me esfuerzo en mandarles la mejor luz para que cada uno brille apropiadamente, pero nadie mira a los demás– dijo el sol.
–Ya sé lo que podemos hacer– dijo una nube– Vamos a provocar una buena lluvia así no te ven y, quizás, dejen de pelear.
Durante varios días llovió, y los colores en la tierra dejaron de brillar. El mundo estaba gris. Los colores estaban escondidos para no estropear-se. De a poco, se disiparon las nubes y cada uno fue saliendo de su refugio mirando hacia arriba, para ver si iba a seguir lloviendo o había parado.
En ese mismo momento, al alzar sus ojos y dejar de mirarse cada uno a sí mismo, se descubrieron juntos en un hermoso arco que se formó en el cielo. Dejaron, entonces, de pelear y se alegraron de ser tan diferentes y de poder hacer algo todos juntos.
Para reflexionar después del cuento:
Mucho se habla de la diversidad y de aceptar a los demás como son pero, a pesar de eso, se siguen haciendo diferencias. Este relato nos permite pensar en los dones o capacidades que tiene cada uno y en la posibilidad de hacer algo junto al otro.
• ¿Qué fue lo que provocó que los colores cambiaran de actitud?
• Y nosotros ¿cómo podemos convertir el corazón, como lo pide Jesús?
• ¿Somos capaces de descubrir la belleza y los valores que hay en los demás?
• Cada uno comenta alguna experiencia en la cual haya realizado algo en forma comunitaria y como fue el resultado de esa acción. Muchas personas creen que de la forma en que ellas hacen las cosas, nadie puede hacerlas y les resulta difícil delegar o hacer algo con el otro porque consideran que va a salir peor o va a ser más lento.
• ¿Cuál es la experiencia de cada uno? ¿Qué aspectos positivos se pueden extraer de hacer algo en común?
* por María Inés Casalá y Juan Carlos Pisano - La hojita de los niños, San Pablo, 5 de marzo de 2006
por María Inés Casalá
inescasala@gmail.com
El Rincón del Cuento
Septiembre 2011 – Diálogo 203
25 abr 2014
Adoración Eucaristía para niños.
Sugerimos que en la
Santa Misa, antes de la bendición final, se puede realizar un momento de
Adoración Eucarística. También les proponemos que lo puedan realizar en la
semana.
Catequesis previa
Es importante, si es la primera vez que se realiza adoración Eucarística con niños, realizar previamente una catequesis para recordar:
- Jesús se quedó entre nosotros realmente en su Cuerpo y Sangre.
- En ese instante le podemos contar todo lo que queremos a Jesús y escuchar que nos quiere decir.
- Debemos estar tranquilos, en silencio y de rodillas.
- Acompañar el momento de Adoración con cantos y oraciones apropiadas.
- El momento de Adoración debe ser breve y se puede ir extendiendo a medida que pasa el año.
ADORACIÓN EUCARÍSTICA
Animador: La Eucaristía es la presencia real de Jesús entre nosotros. Jesús es nuestro gran tesoro y por eso lo adoramos.
Ahora, nos vamos a arrodillar y en silencio, mirando a Jesús que está en esa hostia, vamos a hablar con Él y sobre todo vamos a tratar de escuchar lo que Él nos quiere decir.
Sacerdote: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Canto: 11 - Sé que estás aquí - CD: Misa Arquidiocesana de Niños 2011 – www.vicarianiños.org.ar
Moniciones: realizar algunas moniciones libres a cargo del sacerdote o animador.
Oraciones:
A cada oración respondemos: JESÚS EUCARISTÍA ESCUCHANOS.
Niño 1: Te damos gracias por renovar nuestro corazón en esta Pascua de Resurrección y por San Juan XXIII y San Juan Pablo II, como modelos de santidad. Oremos…
Niño 2: Que la paz del mundo sea una realidad. Oremos…
Niño 3: Que siempre confiemos en tu Misericordia. Oremos…
Niño 4: Danos fuerza para salir a contagiar tu Amor en el barrio, en el colegio, en nuestras familias. Oremos…
Sacerdote: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Oración Final:
Jesús, que quisiste quedarte en el Pan Consagrado
para alimentarnos y unirte a nosotros,
nos comprometemos a visitarte en el sagrario
para acompañarte y escucharte con nuestro corazón.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Bendición con el Santísimo Sacramento
Canto: 02 –Con Jesús yo voy - CD: Misa Arquidiocesana de Niños 2011 – www.vicarianiños.org.ar
Catequesis previa
Es importante, si es la primera vez que se realiza adoración Eucarística con niños, realizar previamente una catequesis para recordar:
- Jesús se quedó entre nosotros realmente en su Cuerpo y Sangre.
- En ese instante le podemos contar todo lo que queremos a Jesús y escuchar que nos quiere decir.
- Debemos estar tranquilos, en silencio y de rodillas.
- Acompañar el momento de Adoración con cantos y oraciones apropiadas.
- El momento de Adoración debe ser breve y se puede ir extendiendo a medida que pasa el año.
ADORACIÓN EUCARÍSTICA
Animador: La Eucaristía es la presencia real de Jesús entre nosotros. Jesús es nuestro gran tesoro y por eso lo adoramos.
Ahora, nos vamos a arrodillar y en silencio, mirando a Jesús que está en esa hostia, vamos a hablar con Él y sobre todo vamos a tratar de escuchar lo que Él nos quiere decir.
Sacerdote: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Canto: 11 - Sé que estás aquí - CD: Misa Arquidiocesana de Niños 2011 – www.vicarianiños.org.ar
Moniciones: realizar algunas moniciones libres a cargo del sacerdote o animador.
Oraciones:
A cada oración respondemos: JESÚS EUCARISTÍA ESCUCHANOS.
Niño 1: Te damos gracias por renovar nuestro corazón en esta Pascua de Resurrección y por San Juan XXIII y San Juan Pablo II, como modelos de santidad. Oremos…
Niño 2: Que la paz del mundo sea una realidad. Oremos…
Niño 3: Que siempre confiemos en tu Misericordia. Oremos…
Niño 4: Danos fuerza para salir a contagiar tu Amor en el barrio, en el colegio, en nuestras familias. Oremos…
Sacerdote: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Todos: Sea por siempre bendito y alabado.
Oración Final:
Jesús, que quisiste quedarte en el Pan Consagrado
para alimentarnos y unirte a nosotros,
nos comprometemos a visitarte en el sagrario
para acompañarte y escucharte con nuestro corazón.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Bendición con el Santísimo Sacramento
Canto: 02 –Con Jesús yo voy - CD: Misa Arquidiocesana de Niños 2011 – www.vicarianiños.org.ar
23 abr 2014
APORTES PARA LA CELEBRACIÓN DEL EVANGELIO JN 20, 19-31 2 DOMINGO DE PASCUA
“CON LA PAZ DE JESÚS”
RECURSO
Vamos a tratar de trabajar este tiempo teniendo como eje del
recurso el Antes de la Pascua y el Después de la Pascua. De este modo
trataremos de visualizar la novedad que ofrece la Resurrección de Jesús.
Preparando Pentecostés se puede introducir la presencia del Espíritu.
El Antes de este domingo viene marcado
por la situación que describe el evangelio. La comunidad está encerrada, tiene
miedo. Falta paz en el corazón. La comunidad no está unida, falta
Tomás. Falta paz entre ellos. Tomás no les cree a sus amigos. Le falta
paz a Tomás.
Lo que sucede en el Después
lo encontramos en la primera lectura. Estaban en paz, unidos, sin miedo, compartían todo y frecuentaban el templo.
La comunidad crecía cada día.
Podemos utilizar como recurso la
dramatización de una escena familiar o de un grupo de chicos frente a una
decisión. Cada uno trata de imponer su punto de vista desde lo que quiere o
necesita, sin pensar en los demás y terminan peleados. Analizamos la situación
tratando de descubrir que les faltó, porque no se pusieron de acuerdo.
SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN
+ Recordamos el recurso.
+ Si creemos que Jesús resucitó y está con nosotros, Él nos da su
espíritu para que podamos tener todos un mismo amor, creer todos en la misma
Palabra, buscar todos el mismo bien, compartir todos lo que tenemos, rezar unos
por otros, perdonarnos siempre.
+ Vivir de esa manera, con la Paz de Jesús es trasmitirla y
contagiarla porque muchos van a querer vivir del mismo modo.
+ Hacer lo mismo que hizo Jesús… nos unió para siempre con Dios y
entre nosotros. Nos dio la Paz. En Él podemos estar unidos buscando hacer lo
mismo que Él hizo: dando a todos el don
de la paz.
Tema: Tomás, el que duda -
Objeto: Un
registro similar al escolar o una lista de nombres.
Escritura: Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Así que los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!" (Juan 20:24-25a - NVI).
¿Qué es lo primero que hace la maestra al comenzar el día de clases? No sé de tu maestra, pero lo primero que hacen muchas maestras es cotejar el registro. La maestra abre su registro y comienza a llamar los nombres de sus estudiantes: Juan, Susana, María, Santiago. Al ser llamados, los estudiantes alzan sus manos y dicen: "Presente." Si la maestra llama a Pedro y éste no responde, la maestra marca en su registro que él está ausente. ¿Por qué es importante para la maestra el saber que Pedro está ausente? Es importante porque él necesita saber lo que se perdió cuando estuvo ausente.
Algo similar pasa en nuestra lección bíblica de hoy. Era el domingo después que Jesús fue crucificado y sus discípulos se habían reunido en un cuarto cerrado. Estaban juntos en ese cuarto cerrado porque tenían miedo. Tenían miedo de lo que los enemigos de Jesús pudieran hacer con ellos. La Biblia nos dice que, aunque las puertas estaban cerradas, Jesús vino y se paró en medio de los discípulos. Cuando los discípulos vieron a Jesús, se pusieron muy contentos.
Uno de los discípulos, que se llamaba Tomás, no estaba con los otros en ese cuarto cuando Jesús se les apareció. No sé por qué Tomás no estaba. Tal vez estaba enfermo o quizás decidió quedarse en su casa ese día. Pero la siguiente vez que los discípulos vieron a Tomás, le dijeron lo que se había perdido por haberse ausentado. Dijeron: "Hemos visto a Jesús. ¡Él vive!" Tomás no les creyó. Él dijo: "A menos que ponga mi dedo donde estuvieron los clavos, y ponga mi mano en su costado, no lo creeré."
La semana siguiente los discípulos estaban en la casa nuevamente y ahora Tomás estaba con ellos. En esa ocasión ocurrió lo mismo. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús vino y se paró en medio de sus discípulos. Se volvió hacia Tomás y dijo: "Mira mis manos, pon tu dedo aquí. Estira tu mano y ponla en mi costado. Deja de dudar y cree".
Tomás no necesitaba tocar las heridas donde los clavos habían estado o poner su mano en su costado. Él cayó de rodilla ante Jesús y dijo: "¡Mi Señor y mi Dios!"
Una de las grandes promesas hechas por Jesús fue cuando dijo: "Cuando dos o tres estén reunidos en mi nombre, ahí estaré con ellos!" Cada semana nos reunimos en el nombre de Jesús para adorarle y alabarle. Así que ¿qué nos perdemos cuando estamos ausentes? Nos perdemos lo mismo que Tomás se perdió al estar ausente: ¡La oportunidad de estar con Jesús!
Padre, hemos venido a esta casa y estamos reunidos en tu nombre porque deseamos estar contigo. Hemos venido a adorar y alabar tu nombre. En el nombre de Jesús oramos. Amén
Escritura: Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Así que los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!" (Juan 20:24-25a - NVI).
¿Qué es lo primero que hace la maestra al comenzar el día de clases? No sé de tu maestra, pero lo primero que hacen muchas maestras es cotejar el registro. La maestra abre su registro y comienza a llamar los nombres de sus estudiantes: Juan, Susana, María, Santiago. Al ser llamados, los estudiantes alzan sus manos y dicen: "Presente." Si la maestra llama a Pedro y éste no responde, la maestra marca en su registro que él está ausente. ¿Por qué es importante para la maestra el saber que Pedro está ausente? Es importante porque él necesita saber lo que se perdió cuando estuvo ausente.
Algo similar pasa en nuestra lección bíblica de hoy. Era el domingo después que Jesús fue crucificado y sus discípulos se habían reunido en un cuarto cerrado. Estaban juntos en ese cuarto cerrado porque tenían miedo. Tenían miedo de lo que los enemigos de Jesús pudieran hacer con ellos. La Biblia nos dice que, aunque las puertas estaban cerradas, Jesús vino y se paró en medio de los discípulos. Cuando los discípulos vieron a Jesús, se pusieron muy contentos.
Uno de los discípulos, que se llamaba Tomás, no estaba con los otros en ese cuarto cuando Jesús se les apareció. No sé por qué Tomás no estaba. Tal vez estaba enfermo o quizás decidió quedarse en su casa ese día. Pero la siguiente vez que los discípulos vieron a Tomás, le dijeron lo que se había perdido por haberse ausentado. Dijeron: "Hemos visto a Jesús. ¡Él vive!" Tomás no les creyó. Él dijo: "A menos que ponga mi dedo donde estuvieron los clavos, y ponga mi mano en su costado, no lo creeré."
La semana siguiente los discípulos estaban en la casa nuevamente y ahora Tomás estaba con ellos. En esa ocasión ocurrió lo mismo. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús vino y se paró en medio de sus discípulos. Se volvió hacia Tomás y dijo: "Mira mis manos, pon tu dedo aquí. Estira tu mano y ponla en mi costado. Deja de dudar y cree".
Tomás no necesitaba tocar las heridas donde los clavos habían estado o poner su mano en su costado. Él cayó de rodilla ante Jesús y dijo: "¡Mi Señor y mi Dios!"
Una de las grandes promesas hechas por Jesús fue cuando dijo: "Cuando dos o tres estén reunidos en mi nombre, ahí estaré con ellos!" Cada semana nos reunimos en el nombre de Jesús para adorarle y alabarle. Así que ¿qué nos perdemos cuando estamos ausentes? Nos perdemos lo mismo que Tomás se perdió al estar ausente: ¡La oportunidad de estar con Jesús!
Padre, hemos venido a esta casa y estamos reunidos en tu nombre porque deseamos estar contigo. Hemos venido a adorar y alabar tu nombre. En el nombre de Jesús oramos. Amén
AFICHE DE UN CLAVO: Opción 1: Déle
a cada niño un clavo grande (como el de poner herraduras o el de clavar en
cemento, etc), para pegar en su afiche hecho de papel grueso. Deje que los
niños escriban diferentes frases en su afiche relacionadas a la historia de
hoy. Éstas pueden ser: "No dudes y cree”; “Jesús fue clavado en la cruz
pero ahora VIVE”; “Tomás no creyó”; “Juan 20:24-25”, etc.
Opción 2: TARJETA CON UN CLAVO: Déle a cada niño una tarjeta de 3”x5” y meta el clavo por la parte superior de la tarjeta y permita que la punta salga por la parte de abajo de la misma. Escriban JESÚS VIVE en la tarjeta y permítale que se la lleven a su hogar. Si desea, póngale cinta adhesiva en la parte de atrás de la tarjeta para que el clavo no se salga.
Opción 2: TARJETA CON UN CLAVO: Déle a cada niño una tarjeta de 3”x5” y meta el clavo por la parte superior de la tarjeta y permita que la punta salga por la parte de abajo de la misma. Escriban JESÚS VIVE en la tarjeta y permítale que se la lleven a su hogar. Si desea, póngale cinta adhesiva en la parte de atrás de la tarjeta para que el clavo no se salga.
COLLAR DE CLAVO(S): Amarre lana
alrededor de un clavo grande, o hágale una perforación a un dibujo de un clavo
hecho en un pedazo de papel duro que los niños puedan colorear. En ambos casos,
asegúrese de amarrar la lana bien, para que puedan ponérselo en su cuello y les
ayude a recordar la historia de Tomás, el incrédulo y cómo Jesús murió en la
cruz por nuestros pecados.
GRÁFICA DE DUDA Y AUSENCIA: Dígale a los
niños que escriban o tracen las palabras DUDA y AUSENCIA en una gráfica para
que puedan indicar cuándo se han ausentado de la iglesia o cuándo han comenzado
a dudar, como lo hizo Tomás. Por la parte de atrás harán una gráfica que
CREENCIA y ASISTENCIA para indicar cuándo han ido a la iglesia o cuándo han
estado seguros de creer. Para marcar la gráfica pueden usar caritas tristes o
la mano con el dedo pulgar hacia abajo en el lado de DUDA y AUSENCIA y caritas
alegres o la mano con el dedo pulgar hacia arriba en el de CREENCIA y
ASISTENCIA.
JUEGO DE LAS DUDAS: La maestra
escribirá en diversos papeles varias oraciones que pueden o no ser ciertas y
los pondrá dentro de una bolsa pequeña. Los niños escogerán uno de los pedazos
de papel de la bolsita. Los niños leerán o le pedirá a alguien que lea el
papelito para que los demás lo oigan. Luego el niño dirá ¡LO DUDO! o ¡LO CREO!
Cuando termine la actividad pueden tener una discusión sobre Tomás y lo que
dijo cuando vio a Jesús y creyó.
LISTA DE DUDAS: Deje que los niños le ayuden a hacer una lista de las
cosas que ellos dudan diariamente en la pizarra. Después que la lista sea
completada, comiencen a compartir lo que hace que uno dude que lo escrito sea
verdad. Pregúnteles, ¿cómo podríamos cambiar eso para que sea creíble, para que
no dudemos? Usando tizas de colores, pídale a los niños que escriban: MI DIOS Y
MI SEÑOR…¡CREO!
CREYENDO CON “CHERRIOS”: Déle a cada
niño una taza pequeña del cereal CHERRIOS (pueden usar cualquier otro cereal
similar a éste o pasta en forma de coditos) y un papel de construcción con la
palabra CREO delineada suavemente en letras grandes para que los niños peguen
los Cherrios en las líneas formando así la palabra. Cuando terminen se les
puede dar CHERRIOS como merienda seca o traiga hecho “Cherrios Muddy Buddies”
(Puppy Chow para personas) - la receta se encuentra en el Internet.
AFICHE DE ADORACIÓN: Déle a los
niños materiales para crear su afiche de adoración y llevarlo a su casa,
colgándolo en su cuarto para recordarle el adorar a Jesús. El afiche puede
contener las palabras HEMOS LLEGADO A ESTA CASA Y NOS CONGREGAMOS EN TU NOMBRE
A ADORARTE Y A ALABAR TU NOMBRE o algo similar que el niño desee escribir.
Decoren el afiche con colores brillantes, etiquetas engomadas, pega con brillo,
etc. Pueden escribir como título FORMAS DE ADORAR y hacer las letras en varios
colores.
MARCADORES DE LIBROS-NO DUDES: Provéale a los
niños papel de construcción, marcadores, etiquetas engomadas y brillito para
hacer un marcador de libro doblado. Doble el papel por el lado más largo para
que quede aproximadamente de 4.25” x 11”. . En un lado del doblez del papel
permítale a los niños hacer dibujos de la historia de hoy o escribir JESÚS
VIVE. En el otro lado del doblez, los niños pueden escribir o trazar ¡NO DUDES!
Los niños pueden hacerlo con sus marcadores de colores y luego añadir una cinta
en la parte superior. Pueden usar este marcador para ponerlo en sus Biblias.
(Los niños mayores puede ser que deseen hacer el mensaje con letras que puedan
pegarse al papel de construcción.)
IMPRESIÓN DE MANO QUE CREEN: Deje que los niños doblen un papel a color para que en cada mitad los
niños puedan trazar una de sus manos. Dibuje un punto en las palmas de las
manos representando los huecos hechos por los clavos en las manos de Jesús. En
cada uno de los dedos de una de las manos escriba lo siguiente: Meñique - CREO;
dedo anular - QUE; dedo del medio - JESÚS; índice - ESTÁ; pulgar - VIVO. En los
dedos de la otra mano escriban lo siguiente: Pulgar - NO; índice - DUDES; dedo
del medio - QUE; dedo anular - JESÚS; dedo meñique - VIVE.
20 abr 2014
FELIZ PASCUA!!!!
Homilía del Papa Francisco en la Vigilia Pascual 2014:
El Evangelio de la resurrección de Jesucristo comienza con el ir de las mujeres hacia el sepulcro,
temprano en la mañana del día después del sábado. Se dirigen a la tumba, para honrar el cuerpo
del Señor, pero la encuentran abierta y vacía. Un ángel poderoso les dice: «Vosotras no temáis» (Mt 28,5),
y les manda llevar la noticia a los discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de
vosotros a Galilea» (v. 7).
Las mujeres se marcharon a toda prisa y, durante el camino, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «No
temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán» (v. 10).
Después de la muerte del Maestro, los discípulos se habían dispersado; su f e se deshizo, todo parecía que
había terminado, derrumbadas las certezas, muertas las esperanzas. Pero entonces, aquel anuncio de las
mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad. La noticia se dif undió: Jesús
ha resucitado, como había dicho… Y también el mandato de ir a Galilea; las mujeres lo habían oído por dos
veces, primero del ángel, después de Jesús mismo: «Que vayan a Galilea; allí me verán».
Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera
llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó,
y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf . Mt 4,18-22). Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la
cruz y de la victoria. Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las
def ecciones, hasta la traición; releer todo a partir del f inal, que es un nuevo comienzo, de este acto
supremo de amor.
También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea»
tiene un signif icado bonito, signif ica para nosotros redescubrir nuestro bautismo como f uente viva, sacar
energías nuevas de la raíz de nuestra f e y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea signif ica sobre
todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino.
Con esta chispa puedo encender el f uego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y
hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no of ende el dolor y la
desesperación, una alegría buena y serena.
En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también una «Galilea» más existencial: la experiencia del
encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido,
volver a Galilea signif ica custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por
mi camino, me miró con misericordia, me pidió de seguirlo; recuperar la memoria de aquel momento en el
que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.
Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi
Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar.
Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por
tu misericordia.
El evangelio de Pascua es claro: es necesario volver allí, para ver a Jesús resucitado, y convertirse en
testigos de su resurrección. No es un volver atrás, no es una nostalgia. Es volver al primer amor, para
recibir el f uego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos, a todos los extremos de la tierra.
«Galilea de los gentiles» (Mt 4,15; Is 8,23): horizonte del Resucitado, horizonte de la Iglesia; deseo intenso
de encuentro… ¡Pongámonos en camino!
GD Star
El Evangelio de la resurrección de Jesucristo comienza con el ir de las mujeres hacia el sepulcro,
temprano en la mañana del día después del sábado. Se dirigen a la tumba, para honrar el cuerpo
del Señor, pero la encuentran abierta y vacía. Un ángel poderoso les dice: «Vosotras no temáis» (Mt 28,5),
y les manda llevar la noticia a los discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de
vosotros a Galilea» (v. 7).
Las mujeres se marcharon a toda prisa y, durante el camino, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «No
temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán» (v. 10).
Después de la muerte del Maestro, los discípulos se habían dispersado; su f e se deshizo, todo parecía que
había terminado, derrumbadas las certezas, muertas las esperanzas. Pero entonces, aquel anuncio de las
mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad. La noticia se dif undió: Jesús
ha resucitado, como había dicho… Y también el mandato de ir a Galilea; las mujeres lo habían oído por dos
veces, primero del ángel, después de Jesús mismo: «Que vayan a Galilea; allí me verán».
Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera
llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó,
y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf . Mt 4,18-22). Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la
cruz y de la victoria. Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las
def ecciones, hasta la traición; releer todo a partir del f inal, que es un nuevo comienzo, de este acto
supremo de amor.
También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea»
tiene un signif icado bonito, signif ica para nosotros redescubrir nuestro bautismo como f uente viva, sacar
energías nuevas de la raíz de nuestra f e y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea signif ica sobre
todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino.
Con esta chispa puedo encender el f uego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y
hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no of ende el dolor y la
desesperación, una alegría buena y serena.
En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también una «Galilea» más existencial: la experiencia del
encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido,
volver a Galilea signif ica custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por
mi camino, me miró con misericordia, me pidió de seguirlo; recuperar la memoria de aquel momento en el
que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.
Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi
Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar.
Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por
tu misericordia.
El evangelio de Pascua es claro: es necesario volver allí, para ver a Jesús resucitado, y convertirse en
testigos de su resurrección. No es un volver atrás, no es una nostalgia. Es volver al primer amor, para
recibir el f uego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos, a todos los extremos de la tierra.
«Galilea de los gentiles» (Mt 4,15; Is 8,23): horizonte del Resucitado, horizonte de la Iglesia; deseo intenso
de encuentro… ¡Pongámonos en camino!
GD Star
15 abr 2014
Tema:
|
La resurrección de Jesús. Pascua.
|
Objeto:
|
Una novela de misterio que puede
conseguir en la biblioteca
|
Escritura:
|
“María Magdalena fue a darles la
noticia a los discípulos. ‘¡He visto al Señor!’, exclamaba, y les contaba lo
que él le había dicho” (Juan 20:18 – NVI).
|
¿Les gustan las historias de
misterio? Cuando era un chico me encantaba leer libros de misterio. Mis
favoritos eran los Hardy Boys y Nancy Drew. Especialmente me gustaban “El
Caso De La Momia” y “El secreto del viejo reloj”. Los chicos de hoy puede ser
que prefieran algunos de los libros de misterio de Mary-Kate y Ashley Olsen
tales como “Buscando siempre: Las aventuras de un Optimista incurable” y
“Vigilantes”.
Hoy van a escuchar la historia de
misterio más excitante que jamás se haya contado. La llamo “El caso de la
tumba vacía”.
La historia comienza muy temprano en
la mañana del primer día de la semana. Jesús había sido crucificado y
enterrado. María Magdalena, una de las seguidoras de Jesús, fue a la tumba
donde Jesús había sido enterrado. Cuando llegó, vio la piedra, que había
estado en la entrada, removida. Corrió y al encontrarse con Pedro y Juan les
dijo: “Se han llevado el cuerpo del Señor de la tumba y no sé dónde lo han
puesto”.
Pedro y Juan corrieron hacia la
tumba. Juan llegó primero. Miró hacia dentro de la tumba y vio las vendas con
las cuales habían cubierto a Jesús. Cuando Pedro llegó, entró a la tumba.
También vio las vendas. Mientras miraba a su alrededor vio también el
sudario, con el cual habían cubierto la cabeza de Jesús, doblado y puesto a
un lado, separado de las vendas. Después de Pedro estar cotejando todo por
unos minutos, Juan entró a la tumba. Cuando se aseguraron de que la tumba
estaba vacía, salieron y se fueron a su casa.
María se había quedado afuera de la tumba
llarando. Mientras lo hacía, miró dentro de la tumba y vio a dos ángeles
sentados allí. Uno de ellos estaba sentado a la cabeza y otro a los pies
donde el cuerpo de Jesús había estado. “¿Por qué lloras?”, le preguntaron los
ángeles.
“Porque se han llevado a mi Señor y
no sé dónde lo han puesto”, respondió.
María dio la vuelta y estaba lista
para irse cuando vio alguien parado allí. Era Jesús, pero ella no lo
reconoció. “Mujer, ¿por qué lloras?”, Jesús le preguntó.
María, pensando que era el que cuidaba
el huerto donde estaba la tumba, le dijo: “Señor, si sabes dónde se han
llevado a mi Señor, dímelo para que pueda ir a él”.
“¡María!”, dijo Jesús.
Cuando Jesús dijo su nombre, María se
percató de quién era. Se viró hacia él y gritó: “¡Maestro!”
“No me toques, porque todavía no he
ido al Padre. Ve y dile a mis hermanos: ‘Vuelvo a mi Padre, que es Padre de
ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes’".
María encontró a los discípulos y les
dijo: ”He visto al Señor”. Entonces les dio el mensaje que Jesús les había
enviado.
Y así se soluciona “El misterio de la
tumba vacia”. ¡La tumba estaba vacía porque Jesús no está muerto, él vive!
¡Ha resucitado tal como dijo que haría!
Padre celestial, la tumba vacía no es
un misterio para nosotros ¡Él ha resucitado! Nos regocijamos en su nombre.
Amén.
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BÚSQUEDA DEL TESORO: Deje que los niños busquen diferentes objetos que tengan alguna relación con la historia de hoy y la resurrección de Jesús, tales como una piedra, telas, cuadro de una tumba vacía, etc. Después que los niños hayan encontrado todos los objetos que la maestra le dé a buscar, deje que los niños retengan su objeto mientras se repite la historia de la resurrección. Cuando mencionen el objeto, el niño lo presentará alzando su mano.
TUMBA DE BARRO: Dele a cada niño alguna plasticina y dígale que la moldee en una tumba grande y vacía. Hágale preguntas a los niños acerca de la tumba vacía mientras los niños la moldean.
PINTURA DE LA TUMBA: Deje que los niños pinten una tumba grande en un papel de construcción, y que la adornen con hierba, nubes, etc. alrededor de la tumba. Pídales que escriban con la pintura ÉL VIVE en la parte de arriba de su arte.
VERSICULO BÍBLICO DE LA TUMBA: Dele a los niños materiales para que dibujen y recorten un dibujo de una tumba grande y que luego la peguen en un papel de construcción. Escriba partes de la lección de hoy, o del versículo bíblico, sobre la parte superior de la tumba y cuélguela del techo pegando el arte a un gancho de ropa.
MARCADORES DE LIBROS EN FORMA DE CRUZ: Con materiales de dibujo, los niños crearán una cruz que luego recortarán y decorarán con etiquetas engomadas ("stickers"), marcadores y un dibujito pequeño de una tumba vacía. Deberán escribir HE VISTO AL SEÑOR o JESÚS VIVE, etc. Provéale un pedazo de cinta para que la pasen por una perforación pequeña que harán en la parte superior de la cruz.
JUGANDO A ACTUAR: Los niños actuarán la historia teniendo en cuenta los siguientes personajes: ángeles, María, discípulos, Pedro, Juan, el jardinero, etc. Ponga una sábana o colcha de cama sobre una mesa para hacer la tumba vacía (la parte debajo de la mesa) en la cual los niños podrán entrar. Deje que los niños, digan partes de la historia mientra que otros actúan dramatizando la historia con sus diferentes personajes. Una cámara de video hará esta actividad especial para los niños.
MERIENDAS MISTERIOSAS: Dele a cada niño un rollo vacío de papel higiénico para llenarlo con dulces y escribir y decorar una tarjetita con etiquetas engomadas y palabras de la lección de hoy. Cubra el tubo con papel de envolver regalos. Luego ponga la tarjetita y los dulces dentro del rollo de papel higiénico y cúbralo con papel tisú. Ciérrelo con cinta en ambos lados. Anime a los niños a compartir su meriendas con otra persona que no esté en la clase. ¡La maestra entonces sorprenderá a los niños con una "merienda misteriosa" que ella ha preparado para cada uno de ellos!
Y LA PIEDRA FUE CORRIDA!
La resurrección de Cristo
(Domingo de Resurrección)
Objeto: Un baúl grandeEscritura: "Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres:-No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron" (Mateo 28:1-6-NVI).
Como pueden ver, tengo un baúl grande conmigo. ¿A cuántos de ustedes les gustaría ver lo que hay dentro? Bien, acérquense y lo abriré y para que puedan ver lo que hay dentro. ¡Ah, mira esto! ¡El baúl está vacío!
Cuando era niño, a veces teníamos asambleas o programas especiales en la escuela. Una de las presentaciones que más me gustaba era cuando venía un mago y hacía su espectáculo. Como sabes, un mago siempre tiene un o una asistente que le ayuda en sus trucos. Uno de mis trucos favoritos es cuando el mago pone a su asistente en un baúl como este, lo cierra y lo ata con cuerdas o sogas. Mientras esperábamos con gran anticipación, él tocaba con su vara el baúl, soltaba las cuerdas y abría el baúl. Para sorpresa nuestra, cuando él abría el baúl, el mismo estaba vacío.
En el domingo que siguió la crucifixión de Jesús, dos mujeres llamadas María fueron a visitar la tumba en la cual se encontraba Jesús. Cuando llegaron, hubo un terremoto y un ángel vino y quitó la piedra que estaba cubriendo la entrada de la tumba de Jesús. El ángel estaba sentado sobre la piedra y le dijo a las dos mujeres: "No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron." ¿Sabes?, la roca no fue removida para que Jesús saliera de la tumba; fue removida para que sus seguidores pudieran entrar y ver que la tumba estaba vacía.
Siempre supe que el desaparecer a un/a asistente de un baúl cerrado era sólo un truco, pero la tumba vacía de Jesús no fue un truco. ¡Jesús había resucitado tal como lo había dicho! Hoy celebramos el hecho de que la piedra fue removida, no para que Jesús saliera sino para que podamos ver que ha resucitado y porque debido a su victoria sobre la muerte, podemos gozar vida eterna con él.
Padre celestial, estamos agradecidos de que la piedra haya sido removida y porque la tumba está vacía, podemos participar de la vida eterna contigo. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
JUEGO DE LA TUMBA: Use el viejo concepto de una tienda de campaña, poniendo sábanas o frisas sobre una mesa para formar una “tumba”. Los niños pueden ir a la “tumba” individualmente o en grupos pequeños. Pídale a los niños que entren en la tumba y vean lo que hay en ella pero que no se lo dignan a los demás sino que lo mantengan en secreto mientras todos entran a la tumba y salen. Siéntense en un círculo y discuta lo que encontraron en la tumba. Los niños podrán dar la contestación de que LA TUMBA ESTABA VACÍA. Si el tiempo les da, pueden dramatizar la historia de hoy, mientras los niños van a la tumba de Jesús representando los demás personajes de la historia.
TUMBA HECHA DE PLATOS DE PAPEL: (Opción 1) Déle a cada niño un plato de papel y una taza de poliestireno. Pídales que tracen un círculo cerca de la orilla del plato, usando la taza como molde, y que recorten el círculo lo mejor posible. En la parte superior del plato escribirán: JESÚS NO ESTÁ AQUÍ. ¡HA RESUCITADO¡ Peguen el círculo recortado sobre el hueco con cinta adhesiva ya que ésta será la roca que cubrirá la tumba. Peguen el vaso por detrás del plato y del hueco hecho por el círculo. Esa será la TUMBA VACÍA. Deberán colorear todo para que luzca como una tumba (asegurándose que se puede leer el mensaje) con pintura de témpera. (Si usan crayones, les será más fácil si lo colorean después de haber escrito el mensaje y antes de pegar “la tumba” y la “roca” la cual deberá ser pintada también.)
(Opción 2): Los niños cogerán uno de dos platos de papel pequeños y harán un corte, simulando la entrada de la tumba. Luego unirán los dos platos de papel con la parte superior mirándose uno al otro para que quede un espacio entre ellos, y los engraparán. Los niños dibujarán o pegarán una figura de Jesús al lado del exterior del hueco o entrada. Pueden colorear los platos para que luzcan como la tumba de la cual Jesús salió.
ROMPECABEZAS DE LA TUMBA: Déle a cada niño un dibujo de una tumba y un sobre en el cual le escribirá su nombre. Cada niño, después de recortar su dibujo, le pasará las piezas recortadas y puestas en el sobre, al niño del lado para que haga el rompecabezas. Tan pronto todos los niños hayan hecho el primer rompecabezas dirán LA TUMBA ESTÁ VACÍA. Luego pondrán las piezas en el sobre y podrán pasar los rompecabezas al siguiente niño. Al final le entregarán el rompecabezas al dueño el cual lo hará para asegurarse de que tiene todas las piezas. Los niños podrán llevarse el rompecabezas a su hogar.
PINTURA DE RESURRECCIÓN: Ponga un papel largo de estraza en una pared o en la mesa. Luego provéale pintura témpera de diferentes colores a los niños para que ellos escojan uno de los colores. La maestra les dirá luego que parte de la pintura que pintarán. Por ejemplo: el niño que decida usar el color verde pintará la grama, el que escoja el amarillo pintará el sol y algunas flores, el que escoja el negro pintará la tumba, los que escojan rojo, rosa o violeta pintarán flores junto con el amarillo, azul será para el cielo, marrón para el camino, etc. (Esto posiblemente será más fácil si por lo menos está dibujada la silueta de dos de las partes: el sol y la tumba). Si consigue las figuras del ángel, de las mujeres y de Jesús, las pueden pegar cuando se seque el dibujo.
CRUCES EN EL CAMINO: Provéale a los niños con diversos materiales para hacer cruces. Éstos pueden ser palitos de manualidades, dibujos recortados en forma de cruz, papel de tisú para pegar en forma de cruz, crayones, témpera, figuras de poliestireno o espuma (foam), pedazos de tela, cartón duro, cintas, lentejuelas. pega de brillito, pedazos finos de corteza de árboles, etc. Cada cruz será completamente diferente. Cuando terminen, le enseñarán sus cruces a la clase y luego harán una exhibición de las mismas en una mesa especial que denominarán LA MESA DE RESURRECCIÓN. Ésta puede ser preparada para que los que pasen por allí se animen viendo las cruces vacías de resurrección y el talento dado a los niños por Dios.
La resurrección de Cristo
(Domingo de Resurrección)
Objeto: Un baúl grande
Escritura: "Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres:-No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron" (Mateo 28:1-6-NVI).
Como pueden ver, tengo un baúl grande conmigo. ¿A cuántos de ustedes les gustaría ver lo que hay dentro? Bien, acérquense y lo abriré y para que puedan ver lo que hay dentro. ¡Ah, mira esto! ¡El baúl está vacío!
Cuando era niño, a veces teníamos asambleas o programas especiales en la escuela. Una de las presentaciones que más me gustaba era cuando venía un mago y hacía su espectáculo. Como sabes, un mago siempre tiene un o una asistente que le ayuda en sus trucos. Uno de mis trucos favoritos es cuando el mago pone a su asistente en un baúl como este, lo cierra y lo ata con cuerdas o sogas. Mientras esperábamos con gran anticipación, él tocaba con su vara el baúl, soltaba las cuerdas y abría el baúl. Para sorpresa nuestra, cuando él abría el baúl, el mismo estaba vacío.
En el domingo que siguió la crucifixión de Jesús, dos mujeres llamadas María fueron a visitar la tumba en la cual se encontraba Jesús. Cuando llegaron, hubo un terremoto y un ángel vino y quitó la piedra que estaba cubriendo la entrada de la tumba de Jesús. El ángel estaba sentado sobre la piedra y le dijo a las dos mujeres: "No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron." ¿Sabes?, la roca no fue removida para que Jesús saliera de la tumba; fue removida para que sus seguidores pudieran entrar y ver que la tumba estaba vacía.
Siempre supe que el desaparecer a un/a asistente de un baúl cerrado era sólo un truco, pero la tumba vacía de Jesús no fue un truco. ¡Jesús había resucitado tal como lo había dicho! Hoy celebramos el hecho de que la piedra fue removida, no para que Jesús saliera sino para que podamos ver que ha resucitado y porque debido a su victoria sobre la muerte, podemos gozar vida eterna con él.
Padre celestial, estamos agradecidos de que la piedra haya sido removida y porque la tumba está vacía, podemos participar de la vida eterna contigo. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
JUEGO DE LA TUMBA: Use el viejo concepto de una tienda de
campaña, poniendo sábanas o frisas sobre una mesa para formar una “tumba”. Los
niños pueden ir a la “tumba” individualmente o en grupos pequeños. Pídale a los
niños que entren en la tumba y vean lo que hay en ella pero que no se lo dignan
a los demás sino que lo mantengan en secreto mientras todos entran a la tumba y
salen. Siéntense en un círculo y discuta lo que encontraron en la tumba. Los
niños podrán dar la contestación de que LA TUMBA ESTABA VACÍA. Si el tiempo les
da, pueden dramatizar la historia de hoy, mientras los niños van a la tumba de
Jesús representando los demás personajes de la historia.Objeto: Un baúl grande
Escritura: "Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres:-No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron" (Mateo 28:1-6-NVI).
Como pueden ver, tengo un baúl grande conmigo. ¿A cuántos de ustedes les gustaría ver lo que hay dentro? Bien, acérquense y lo abriré y para que puedan ver lo que hay dentro. ¡Ah, mira esto! ¡El baúl está vacío!
Cuando era niño, a veces teníamos asambleas o programas especiales en la escuela. Una de las presentaciones que más me gustaba era cuando venía un mago y hacía su espectáculo. Como sabes, un mago siempre tiene un o una asistente que le ayuda en sus trucos. Uno de mis trucos favoritos es cuando el mago pone a su asistente en un baúl como este, lo cierra y lo ata con cuerdas o sogas. Mientras esperábamos con gran anticipación, él tocaba con su vara el baúl, soltaba las cuerdas y abría el baúl. Para sorpresa nuestra, cuando él abría el baúl, el mismo estaba vacío.
En el domingo que siguió la crucifixión de Jesús, dos mujeres llamadas María fueron a visitar la tumba en la cual se encontraba Jesús. Cuando llegaron, hubo un terremoto y un ángel vino y quitó la piedra que estaba cubriendo la entrada de la tumba de Jesús. El ángel estaba sentado sobre la piedra y le dijo a las dos mujeres: "No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron." ¿Sabes?, la roca no fue removida para que Jesús saliera de la tumba; fue removida para que sus seguidores pudieran entrar y ver que la tumba estaba vacía.
Siempre supe que el desaparecer a un/a asistente de un baúl cerrado era sólo un truco, pero la tumba vacía de Jesús no fue un truco. ¡Jesús había resucitado tal como lo había dicho! Hoy celebramos el hecho de que la piedra fue removida, no para que Jesús saliera sino para que podamos ver que ha resucitado y porque debido a su victoria sobre la muerte, podemos gozar vida eterna con él.
Padre celestial, estamos agradecidos de que la piedra haya sido removida y porque la tumba está vacía, podemos participar de la vida eterna contigo. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
TUMBA HECHA DE PLATOS DE PAPEL: (Opción 1) Déle a cada niño un plato de papel y una taza de poliestireno. Pídales que tracen un círculo cerca de la orilla del plato, usando la taza como molde, y que recorten el círculo lo mejor posible. En la parte superior del plato escribirán: JESÚS NO ESTÁ AQUÍ. ¡HA RESUCITADO¡ Peguen el círculo recortado sobre el hueco con cinta adhesiva ya que ésta será la roca que cubrirá la tumba. Peguen el vaso por detrás del plato y del hueco hecho por el círculo. Esa será la TUMBA VACÍA. Deberán colorear todo para que luzca como una tumba (asegurándose que se puede leer el mensaje) con pintura de témpera. (Si usan crayones, les será más fácil si lo colorean después de haber escrito el mensaje y antes de pegar “la tumba” y la “roca” la cual deberá ser pintada también.)
(Opción 2): Los niños cogerán uno de dos platos de papel pequeños y harán un corte, simulando la entrada de la tumba. Luego unirán los dos platos de papel con la parte superior mirándose uno al otro para que quede un espacio entre ellos, y los engraparán. Los niños dibujarán o pegarán una figura de Jesús al lado del exterior del hueco o entrada. Pueden colorear los platos para que luzcan como la tumba de la cual Jesús salió.
ROMPECABEZAS DE LA TUMBA: Déle a cada niño un dibujo de una tumba y un sobre en el cual le escribirá su nombre. Cada niño, después de recortar su dibujo, le pasará las piezas recortadas y puestas en el sobre, al niño del lado para que haga el rompecabezas. Tan pronto todos los niños hayan hecho el primer rompecabezas dirán LA TUMBA ESTÁ VACÍA. Luego pondrán las piezas en el sobre y podrán pasar los rompecabezas al siguiente niño. Al final le entregarán el rompecabezas al dueño el cual lo hará para asegurarse de que tiene todas las piezas. Los niños podrán llevarse el rompecabezas a su hogar.
PINTURA DE RESURRECCIÓN: Ponga un papel largo de estraza en una pared o en la mesa. Luego provéale pintura témpera de diferentes colores a los niños para que ellos escojan uno de los colores. La maestra les dirá luego que parte de la pintura que pintarán. Por ejemplo: el niño que decida usar el color verde pintará la grama, el que escoja el amarillo pintará el sol y algunas flores, el que escoja el negro pintará la tumba, los que escojan rojo, rosa o violeta pintarán flores junto con el amarillo, azul será para el cielo, marrón para el camino, etc. (Esto posiblemente será más fácil si por lo menos está dibujada la silueta de dos de las partes: el sol y la tumba). Si consigue las figuras del ángel, de las mujeres y de Jesús, las pueden pegar cuando se seque el dibujo.
CRUCES EN EL CAMINO: Provéale a los niños con diversos materiales para hacer cruces. Éstos pueden ser palitos de manualidades, dibujos recortados en forma de cruz, papel de tisú para pegar en forma de cruz, crayones, témpera, figuras de poliestireno o espuma (foam), pedazos de tela, cartón duro, cintas, lentejuelas. pega de brillito, pedazos finos de corteza de árboles, etc. Cada cruz será completamente diferente. Cuando terminen, le enseñarán sus cruces a la clase y luego harán una exhibición de las mismas en una mesa especial que denominarán LA MESA DE RESURRECCIÓN. Ésta puede ser preparada para que los que pasen por allí se animen viendo las cruces vacías de resurrección y el talento dado a los niños por Dios.