19 abr 2013

ACTIVIDADES PREVIAS AL TRABAJO CON EL RELATO BÍBLICO. Adolfo Sillóniz González


En estas líneas voy a desarrollar algunos principios metodológicos acerca del tratamiento de un relato bíblico .

1. Es conveniente que la estructura de las unidades didácticas tenga un patrón continuo, una estructura constante, que ayude a los alumnos a situarse y percibir el sentido y la coherencia del trabajo. Han de comenzarse con actividades iniciales, con las que los alumnos sean conscientes de las experiencias previas que poseen, relacionadas con los contenidos que se van a desarrollar, y que las expresen. Después se ha de abordar algún o algunos relatos bíblicos, y posteriormente actividades de desarrollo (sobre los contenidos del relato, festivas, de relación con el entorno, de refuerzo y ampliación, de síntesis,...)

2. El relato bíblico ha de ser el eje vertebrador de cada unidad en Primaria. Lo que se trabaja antes del relato bíblico está encaminado a él, y lo que se trabaja después es un desarrollo de los contenidos del mismo.

3. El relato bíblico ha de presentarse y trabajarse mediante procedimientos variados. La importancia que ha de tener en el proceso didáctico requiere cultivar toda su fuerza, entre otras maneras diversificando el modo en el que lo presentemos a los alumnos. A continuación enumeramos algunas posibilidades:

1. Lectura del / la catequista .

2. Lectura poniendo voces distintas según los personajes.

3. Lectura con personajes repartidos entre los alumnos.

4. La clase repite como coro, intercalada varias veces en el texto, alguna frase sobre la que se quiere insistir

5. Audición (casete, CD,...)

6. Representación.

7. Cómic

8. Vídeo

9. Marionetas

10. Mimo

11. Sombras chinescas, ext.

 El trabajo con el relato bíblico ha de tener un antes, un durante y un después, con actividades apropiadas.

 En este artículo desarrollaremos algunas posibilidades de trabajo previas a la presentación del relato bíblico propiamente dicho (el “antes”). Todo relato bíblico necesita preparación, motivación, contextualización. Es preciso dedicar algún tiempo a preparar la imaginación, la motivación, el corazón de los alumnos para una adecuada recepción.

Señalamos algunos recursos:

1. Una introducción. Ha de ser breve, ha de activar el interés de los niños.

Nunca ha de anticipar lo que va a ocurrir, y menos aún el desenlace. Ha de mostrar por qué este relato es importante y merece la pena conocerlo, suscitar algo de intriga, hacer ver que se va a abordar algo interesante. Algunas Biblias infantiles incluyen breves introducciones, como “Biblia, historias de Dios” de PPC.

2. La máquina del tiempo. Para motivar el salto en el tiempo, e ir a un tiempo fascinante, como es el de los relatos bíblicos. Para los pequeños, se puede diseñar, o inventar algún protocolo previo de viaje.

3. Ilustraciones, imágenes, dibujos. Para imaginar el lugar y los detalles. Antes de que el relato entre por los oídos de los alumnos, poblad su imaginación con imágenes. Del libro de texto, de una Biblia infantil, de algún cómic, vídeo,... Unas imágenes comentadas, para que se ubique su imaginación. Un tesoro encontrado... primero poblemos el bosque.

4. Juegos iniciales. Sobre el título del relato (anagramas a resolver, acróstico, el ahorcado) Sobre los personajes (lo mismo). Para predisponer afectivamente al relato.

5. Otros sentidos. Los adultos damos excesiva importancia a los aspectosracionales. Los sentidos son otros caminos de conocimiento. Y también, excelentes vehículos para que los alumnos se preparen adecuadamente para el relato que hayamos elegido. Por ejemplo, el oído ¿Qué sonidos habría en el relato? Sonidos cercanos y sonidos más lejanos. Poblemos el escenario de sonidos. Y también de olores.

Imaginemos... ¿A qué olería en el escenario bíblico? Por ejemplo, cuando Jesús está contando la parábola. ¿Y el tacto? ¿Qué tacto tendrían los objetos que intervienen en la narración? No os extrañéis. El camino más corto al corazón de los alumnos pasa por la imaginación. Y el camino más corto a ésta pasa por los sentidos ¿O no?

6. Preguntas sobre la experiencia: ¿Quién se ha encontrado algo alguna vez por la calle?¿Qué es lo más valioso para ti que alguna vez has encontrado? ¿Qué es lo que más te alegraría encontrar paseando en el campo? ¿Y qué es lo que más les alegraría encontrar a tus padres? Recuerda la vez que más contento /a te has sentido...

Imagina que encuentras un tesoro y tienes que dejar 5 cosas importantes tuyas, para quedártelo ¿Qué cosas serían? ¿Alguna vez para conseguir algo bueno has tenido que renunciar a otras cosas? ¿Qué cosas ponen muy contentas a las personas?, ...

7. Qué ocurrió antes, qué ocurrió después. Pequeñas referencias temporales, que ubiquen el relato en un antes (otros relatos, otros personajes que ocurrieron antes) y un después (otras referencias posteriores). No hace falta que sean referencias inmediatas, sino genéricas, que ayuden sucesivamente a los alumnos a ubicarse temporalmente.

8. Practicar y recuperar el aspecto narrativo. Contar historias es un arte. Narrar relatos bíblicos también. Exige predisposición y algo de entrenamiento, preparación. Una cierta experiencia gozosa con el contenido y pasión por la educación son los ingredientes necesarios. Y un espejo, quizás para ensayar ¿No habíamos dicho que los relatos bíblicos son importantes? ¿No ensayan los actores? Los detalles, la entonación, las pausas, las miradas, el gesto... todo es poco para un arte imprescindible.

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