En el Evangelio de este domingo Jesús nos dice que dónde está nuestro corazón está nuestro tesoro. El padre José Miguel nos explica esta frase de Cristo. Te invitamos a compartir el vídeo con tus amigos y compañeros.
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EVANGELIO
Ustedes también estén
preparados
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 12, 32-48
Jesús dijo a sus
discípulos:
«No temas, pequeño
Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.
Vendan sus bienes y
denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro
inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla.
Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados,
ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el
regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a
la puerta.
¡Felices los servidores
a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo
recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
¡Felices ellos, si el
señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
Entiéndanlo bien: si el
dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las
paredes de su casa.
Ustedes también estén
preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada».
Pedro preguntó
entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?»
El Señor le dijo:
«¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente
de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este
servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear
a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a
emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y
le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que,
conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró
conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquél
que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente.
Al que se le dio mucho,
se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más».
Palabra del Señor.
O bien más breve:
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 12, 35-40
Jesús dijo a sus
discípulos:
Estén preparados,
ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el
regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a
la puerta.
¡Felices los servidores
a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo
recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
¡Felices ellos, si el
señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
Entiéndanlo bien: si el
dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las
paredes de su casa.
Ustedes también estén
preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada.
Palabra del Señor.
APORTES PARA LA CELEBRACIÓN
¡JESÚS, MULTIPLICA NUESTRO TESORO!
Recurso
Opción 1: Presentación “la tarjeta de
crédito y el resumen”
Opción 2: Explicar el Evangelio
Materiales previos
Una tarjeta
de crédito y el resumen mensual (sería
bueno que tenga un tamaño grande para que
se vea bien). Adaptar el recurso según la realidad o costumbre de la comunidad.
Un animador
encargado de contar con preocupación todos los gastos que ha realizado en el
mes. Telefonista que comunica lista de gastos (puede escucharse una voz, sin necesidad de ver al personaje).
Presentación: “la tarjeta de crédito y
el resumen”
- ¡Uy ¡!!!
llegó el resumen de la tarjeta de crédito!
- A ver, a
ver, (abre el sobre) ¡No, No lo puedo
creer! Total a pagar 8.500 pesos…
- La tarjeta
se equivocó… yo no puedo haber gastar 8.500 pesos…
- Voy a llamar
para quejarme por sobre facturación…
- Ya me van a
escuchar…
- A ver
¿Dónde está el número de teléfono?, sí, (toma
el teléfono y marca) 4399 m m m m …..
- Siempre la
misma canción… todos los operadores están ocupados, lo atenderemos a la
brevedad… ya me van a escuchar…
- Hola, soy
Fernando Compratodo…
- Yo no gasté
todo lo que me cobran…
- Yo recuerdo
todo lo que compré, sí…
La telefonista le va a ir
nombrando y detallando todas las compras que realizó y Fernando va ir diciendo
que eso efectivamente lo compró…
- Sí una
cafetera compré, sí un teléfono celular compré, 10 veces fui a cenar, sí claro
me compré 3 jeans, y…., 4 remeras también me compré, etc.
- Perdón
señorita, efectivamente todas estas compras las realicé… (Cuelga el teléfono)
- Este mes se
me fue la mano, gasté de más con la tarjeta, tengo que aprender a ser más
cuidadoso, a no pensar solamente en tener cosas a veces innecesarias y gastar menos, como dice el Papa Francisco…
SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN
Junto con el sacerdote que dialoga
con los chicos se reconstruye el Evangelio.
+ En el evangelio Jesús mira a sus discípulos con ternura y
cariño, y les dice: “No temas, pequeño
Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino”. El grupo de
los discípulos era reducido y todos de condición humilde, Jesús tiene un gesto
de delicadeza y les regala este consuelo espiritual.
+ Jesús recuerda que todos podemos ser tentados y querer apegarnos
a las cosas materiales de manera desmedida. Por eso los invita a compartir los
bienes, porque el verdadero tesoro está en el cielo.
+ Recordemos el relato: “la tarjeta de crédito y el resumen”,
¿Qué vimos recién? ¿Qué le ocurrió a Fernando?
Escuchamos las respuestas de los chicos…
El personaje estaba sorprendido, asombrado por lo que había
gastado. Al principio negaba los gastos y luego los aceptó.
+ Jesús nos dice “… allí donde tengan su tesoro, tendrán
también su corazón”
+ El corazón es símbolo del amor.
Cuando algo o alguien nos importa y mucho, le damos el corazón, le
dedicamos nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestras energías, nuestra
creatividad.
+ Si pensamos en el personaje de la
representación, ¿dónde estaría su corazón cuando hacía los gastos, las compras?
Seguramente su corazón estaba en las cosas materiales…, en el tener, en el
poseer, en el pasarla bien…
+ El mayor tesoro que podemos acumular es el cariño, el amor, el
servicio, la vida compartida, el afecto de la familia, los amigos, este tesoro
nadie nos lo puede robar, ni las polillas lo pueden destruir…
+ Jesús nos invita a multiplicar nuestro tesoro cada día. Cada vez
que compartimos su don, Jesús hace crecer en nuestro corazón la capacidad de
amar…
+ ¿Cómo
multiplicar nuestro tesoro?:
-Visitando a los
enfermos…
-Dando alimento al
que tiene hambre…
-Alegrándonos con el
que está alegre y acompañando al que está triste…
-Rezando los unos por
los otros…
-Siendo amigable con
alguien que se siente solo…
-Perdonando a los que
nos han herido o dañado…
-Pidiendo perdón
cuando lastimamos u ofendemos a otra persona…
+ Manos a la obra y digamos: ¡Jesús, multiplicá nuestro tesoro!