Divina Misericordia
Nuestro Señor se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). Faustina escribía en su diario todo lo que escuchaba y veía.
El 22 de febrero de 1931 escribió en su diario:
“Me encontraba en mi habitación por la tarde y me di cuenta que Jesús estaba ante mí, vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir, y la otra descansaba sobre su pecho. Del pecho, por la abertura de la túnica, salían dos grandes rayos de luz, uno rojo y el otro pálido. Contemplé a Jesús con fervor y en silencio; mi alma se llenó de temor, pero también de un gozo que no se puede describir”.
“Me encontraba en mi habitación por la tarde y me di cuenta que Jesús estaba ante mí, vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir, y la otra descansaba sobre su pecho. Del pecho, por la abertura de la túnica, salían dos grandes rayos de luz, uno rojo y el otro pálido. Contemplé a Jesús con fervor y en silencio; mi alma se llenó de temor, pero también de un gozo que no se puede describir”.
Después de un rato, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según la imagen que ves y escribe debajo: “Jesús en Ti confío”. Deseo que esta imagen sea venerada, primero en vuestra capilla y después en el mundo entero”.
“Los rayos del cuadro representan la Sangre y el agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma… Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia.”
La imagen fue venerada públicamente por primera vez el 26 de abril de 1935. En la actualidad es venerada en la Iglesia del Espíritu Santo en Vilnius, Lituania.
Durante el pontificado de Juan Pablo II, el 30 de Abril del 2000, al canonizar a santa Faustina, se proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de Pascua.