8 abr 2018

Hey que haces nuevas todas las cosas (musica catolica)



coro:

     Do                        Fa
   Hey, que haces nuevas todas las cosas
                               Do
   que haces nuevas todas las cosas (bis)


       Do
   Es vida que brota en la vida
       Fa
   es fruto que crece en amor
       Do
   es vida que vence a la muerte
       Fa
   es vida que trae el señor .(bis)


   Coro....


       Do
   Dejaste el sepulcro vacío
       Fa
   la muerte no te derrotó
       Do
   la piedra que te detenia
       Fa
   el dia tercero cayó.(bis)


   Coro.....


       Do
   Me ofreces una nueva vida
       Fa
   renuevo en ti el amor
       Do
   me das una nueva esperanza
       Fa
   ya todo lo viejo pasó. (bis)


   Coro.....

NUESTRO SALVADOR HACE NUEVO TODO, ÉL VENCIÓ LA CRUZ.
Y AHORA QUE MAS NO PODRÁ HACER!

1 abr 2018

Homilía del Papa: “En esta Pascua, ¿y yo qué?”

Tras haber celebrado anoche en la Basílica Vaticana la Vigilia Pascual de la Noche Santa, esta mañana a las 10.00 el Papa Francisco presidió en la Plaza de San Pedro la Santa Misa del día de Pascua de Resurrección ante la presencia de miles de fieles y peregrinos llegados de numerosos países para vivir en la Ciudad Eterna la fiesta más grande de la cristiandad, junto a trescientos sacerdotes, ciento cincuenta obispos y veinticinco cardenales

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
Tras la noche “del silencio ante la muerte del Señor”, de la oscuridad envuelta por el frío que la acompaña, un silencio en el que cada uno de nosotros “puede reconocerse, y que cala profundamente en las grietas del corazón del discípulo que ante la cruz permanece sin palabras” – tal como dijo el Papa Bergoglio anoche en su homilía de la Vigilia Pascual – llegamos hoy a la mañana de la Pascua en que contemplamos a Jesús vivo, cual núcleo del mensaje cristiano.
En su homilía  de esta mañana el Papa destacó la sorpresa de las mujeres que querían ungir el cuerpo del Señor. Porque nuestro Dios  – dijo – es el Dios de las sorpresas “y siempre hay una sorpresa detrás de la otra”.

El anuncio hecho sorpresa

 

“Y la sorpresa – añadió – es lo que nos conmueve el corazón”. La sorpresa es “un golpe bajo”, para decirlo con el lenguaje de los jóvenes. El primer anuncio: sorpresa. El segundo: la prisa, las mujeres corren. Las sorpresas de Dios nos ponen en camino inmediatamente, sin esperar.
Y así corren. Para ver. Y Pedro y Juan, corren.
Los pastores, en la noche de Navidad – recordó Francisco – corren para ver lo que habían anunciado los ángeles. Y la samaritana, corre. Esa gente corre, deja lo que está haciendo. También el ama de casa deja las patatas en la olla, y aunque las encuentre quemadas, corre para ver.

El Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa

 

“También hoy sucede en nuestros pueblos, en nuestros barrios – agregó el Obispo de Roma en su homilía pronunciada de modo espontáneo – que se corre para ir a ver. Así se dan las sorpresas, siempre, de prisa”. A la vez que destacó que en el Evangelio hay uno “que no quiere arriesgarse” y “se toma un poco de tiempo”: Tomás. A quien el Señor espera con amor. Es el que decía ‘creeré cuando vea’. Pero “el Señor también tiene paciencia con quienes no van tan de prisa”.
El anuncio: sorpresa. La respuesta: de prisa. Y el tercer punto – dijo el Pontífice –  es una pregunta: “¿Y yo qué? ¿Tengo el corazón abierto a las sorpresas de Dios? ¿Soy capaz de ir de prisa, o siempre con esa cantilena, veré mañana, mañana?... Para decir, igual, mañana… ¿Qué me dice a mí la sorpresa?”
Juan y Pedro fueron corriendo hacia el sepulcro, recordó el Papa. De Juan el Evangelio nos dice que creyó y también Pedro creyó. Su fe “era una fe un poco mezclada con el remordimiento por haber negado al Señor”...
“El anuncio hecho sorpresa – terminó diciendo Francisco en su homilía –.  ¿Y yo hoy en esta Pascua de 2018 qué?”.

Homilía del Papa Francisco en la Vigilia Pascual 31/03/2018 -


Esta celebración la hemos comenzado fuera... inmersos en la oscuridad de la noche y en el frío que la acompaña. Sentimos el peso del silencio ante la muerte del Señor, un silencio en el que cada uno de nosotros puede reconocerse y cala hondo en las hendiduras del corazón del discípulo que ante la cruz se queda sin palabras.Son las horas del discípulo enmudecido frente al dolor que genera la muerte de Jesús: ¿Qué decir ante tal situación? El discípulo que se queda sin palabras al tomar conciencia de sus reacciones durante las horas cruciales en la vida del Señor: frente a la injusticia que condenó al Maestro, los discípulos hicieron silencio; frente a las calumnias y al falso testimonio que sufrió el Maestro, los discípulos callaron. Durante las horas difíciles y dolorosas de la Pasión, los discípulos experimentaron de forma dramática su incapacidad de «jugársela» y de hablar en favor del Maestro. Es más, no lo conocían, se escondieron, se escaparon, callaron (cfr. Jn 18,25-27).
Es la noche del silencio del discípulo que se encuentra entumecido y paralizado, sin saber hacia dónde ir frente a tantas situaciones dolorosas que lo agobian y rodean. Es el discípulo de hoy, enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos.
Es el discípulo atolondrado por estar inmerso en una rutina aplastante que le roba la memoria, silencia la esperanza y lo habitúa al «siempre se hizo así». Es el discípulo enmudecido que, abrumado, termina «normalizando» y acostumbrándose a la expresión de Caifás: «¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no perezca la nación entera?» (Jn 11,50).
Y en medio de nuestros silencios, cuando callamos tan contundentemente, entonces las piedras empiezan a gritar (cf. Lc 19,40)[1] y a dejar espacio para el mayor anuncio que jamás la historia haya podido contener en su seno: «No está aquí ha resucitado» (Mt 28,6). La piedra del sepulcro gritó y en su grito anunció para todos un nuevo camino. Fue la creación la primera en hacerse eco del triunfo de la Vida sobre todas las formas que intentaron callar y enmudecer la alegría del evangelio. Fue la piedra del sepulcro la primera en saltar y a su manera entonar un canto de alabanza y admiración, de alegría y de esperanza al que todos somos invitados a tomar parte.
Y si ayer, con las mujeres contemplábamos «al que traspasaron» (Jn 19,36; cf. Za 12,10); hoy con ellas somos invitados a contemplar la tumba vacía y a escuchar las palabras del ángel: «no tengan miedo… ha resucitado» (Mt 28,5-6). Palabras que quieren tocar nuestras convicciones y certezas más hondas, nuestras formas de juzgar y enfrentar los acontecimientos que vivimos a diario; especialmente nuestra manera de relacionarnos con los demás. La tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia. Resucitó de la muerte, resucitó del lugar del que nadie esperaba nada y nos espera —al igual que a las mujeres— para hacernos tomar parte de su obra salvadora. Este es el fundamento y la fuerza que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad. ¡No está aquí…ha resucitado! Es el anuncio que sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad. ¡Cuánto necesitamos dejar que nuestra fragilidad sea ungida por esta experiencia, cuánto necesitamos que nuestra fe sea renovada, cuánto necesitamos que nuestros miopes horizontes se vean cuestionados y renovados por este anuncio! Él resucitó y con él resucita nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos. Celebrar la Pascua, es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros «conformantes» y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza.
La piedra del sepulcro tomó parte, las mujeres del evangelio tomaron parte, ahora la invitación va dirigida una vez más a ustedes y a mí: invitación a romper las rutinas, renovar nuestra vida, nuestras opciones y nuestra existencia. Una invitación que va dirigida allí donde estamos, en lo que hacemos y en lo que somos; con la «cuota de poder» que poseemos. ¿Queremos tomar parte de este anuncio de vida o seguiremos enmudecidos ante los acontecimientos?
¡No está aquí ha resucitado! Y te espera en Galilea, te invita a volver al tiempo y al lugar del primer amor y decirte: No tengas miedo, sígueme.


29 mar 2018

EL CENACULO

jesús anticipa en la Cena Pascual el don total que hará de sí mismo con su Muerte y su Resurrección, diciendo sobre el pan y el vino: «Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre». El pan y el vino son el signo de su donación a todas las personas de todos los lugares y de todos los tiempos.





Actividad para enseñar sobre la Institución de la Eucaristía a niños...http://familiacatolica-org.blogspot.com.ar/



25 mar 2018

RECURSOS PARA SEMANA SANTA







LA CORONA DE PASCUA
Paso 1
Dibuja o imprimir, pintarlo o colorearlo hacer el recorte"
Paso 2
Luego: aparte haces el aro de papel o fomis cualquier material que quieras
Paso 3
pega las imagenes en el aro a darle forma.
Paso 4
Has un liston o lo que tu quieras usar para colgar, pongalo en el centro en la parte de arriba del aro.
Y listo espero q te queden lindo y los niños les guste. Los niños lo pueden colgar en su puerta o cualquier lugar de su hogar..


































22 mar 2018

SER FELIZ


HUEVOS DE PASCUA LLENOS DE AMOR

" QUE NO SE  ENFRÍE El AMOR EN NUESTRAS COMUNIDADES... PASCUA ES UNA BUENA OPORTUNIDAD DE TRANSMITIR LA ALEGRÍA DE SENTIRNOS RESUCITADOS Y COMPARTIRLO ...

¿Qué podemos hacer?" ... Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo. 
Podremos buscar un gesto concreto, teniendo en cuenta las necesidades de cada Parroquia o Institución, o también repartir Mensajes de Amor en huevos que no son de chocolate, mensajes del amor de Dios entre los integrantes de nuestra Comunidad.

!Vamos a hacer algo especial para todos!  Repartir palabras cariñosas, amorosas, amables y agradables Y/O versículos de amor, esperanza, significativos al tiempo que estamos viviendo, dentro de unos huevos decorados, ojo que no se comen! 

            Para ello necesitaremos:
-          caja de huevos de cartón
-          tijeras
-          papeles de colores
-          papel de diario
-          engrudo o adhesivo cola rebajada con agua
-          pinceles y pinturas
Manos a la obra!

1. Recortar cada uno de los espacios individuales del cartón de huevos
2. Escribir en papeles de colores palabras dulces y cariñosas, mensajes de esperanza, citas bíblicas.
3. Doblar los papelitos y colocar en cada una de las mitades de los huevos.
4. Unimos las mitades y con engrudo hecho con harina y agua, o adhesivo cola rebajada en agua.  Untamos trozos de papel de diario y pegamos sobre las mitades para que queden unidas.
5. Una vez secos los huevos, sólo nos queda decorarlos con pinturas.
6. Ya tenemos nuestros huevos sorpresa, llenos de mensajes de amor.
7. Ahora solo  nos queda repartirlos.