30 dic 2013

PARTES DE LA MISA



LAS MELLI

Signos para una enseñanza bíblica

Para una Celebración penitencial de niños …
Material: Dos corazones del mismo tamaño, uno normal (rojo o incluso blanco) e otro negro. Idea
El corazón rojo está completo y debajo del negro. El negro está dividido en muchos trozos que se pegan a modo de puzzle sobre el corazón negro. Una vez que cada persona termina de confesarse se acerca el corazón y quita una de las piezas de corazón negro. De esta forma, según se van confesando todos va desapareciendo el corazón negro y va apareciendo el corazón blando.
Cajas de cartón
Cuatro cajas grandes son suficientes para realizar este símbolo, a partir del cual se intentará explicar la diferencia entre construirse por dentro y por fuera. Y, sobre todo, la idea de que construirse por fuera, es decir, cuidar la imagen, critica, presumir, creerse el centro... acaba por hacer de nosotros personas frágiles.
Los materiales. cada caja, tIENE una idea de lo que es construirse por fuera. Las palabras que puse fueron: hipocresía, imagen, presumir, tener. Naturalmente se pueden poner otras.
El desarrollo es el siguiente: se explica que no es lo mismo construirse por fuera que por dentro. Y para explicar eso que puede ser un poco raro, sobre todo para los más pequeños, recurrimos a una cajas. Vamos a construir por fuera, así que ponemos una caja con la palabra "imagen" y hacemos un pequeño teatrillo sobre lo que es cuidar la imagen y la preocupación, a veces excesiva, por cuidarla... Así hacemos con cada caja. La imagen que está en la foto podría tener sobre los tres metros de altura y la hice en una misa de niños.
Una vez se coloca la última caja se les explica que todo esto tiene un problema. Dicho esto empujamos "con un sólo dedo" (esto es importante resaltarlo) el conjunto de las cajas. El resultado es que caen con una gran facilidad, sobre todo si empujamos a sobre la tercera caja. El estruendo llama la atención y es el momento para decir que el problema ese es el problema de las personas que solo se preocupan por el exterior... que son frágiles... Con nada se derrumban.Dicho esto podemos acabar recurriendo al ejemplo de los árboles. Por más que intentenmos tumbarlos, no lo conseguimos, porque tienen unas grandes raices... Ellos se construyeron por dentro para poder estar en pie. Seria bueno acabar con ejemplos sobre lo que es construirse por dentro.
Palos de diferente diámetro
Estos dos símbolos pueden utilizarse para tratar el tema del crecimiento y la maduración personal. La forma de presentarlo depende de cada uno. Una posibilidad es la siguiente:
Se da a un chico un palo pequeño y se le pide que lo parta, cosa bastante fácil. Después se le dice que lo intente con un palo lo suficientemente grueso como para que sea imposible partirlo.
¿Como llega un tronco pequeño a ser grande? No es cuestión de minutos, o de horas, o de días.. Sino de años. Pero eso sólo es posible si el árbol se alimenta de los nutrientes de la tierra.
De igual forma, nosotros, cuando nacemos, somos como el tronco pequeño: muy frágiles en todos los sentidos, incluso a nivel personal y religioso. Pero para crecer en esos dos sentidos es necesario saber nutrirse bien. El ábol de los nutrientes de la tierra. Nosotros: educadores, padres, la Palabra de Dios, el ejemplo de buenas personas, cuidar los valores en nuestra vida...
De nosotros depende querer ser grandes árboles... o acabar siendo "bonsais"... pequeños y muy frágiles.
Huevo: Muchas cáscara y poca sustancia

La finalidad de este símbolo es mostrar que muchas veces tras una apariencia normal se puede esconder una persona vacía. Puede servir como final de una reflexión sobre nuestra vida cristiana y, bien realizado, puede tiene un fuerte impacto.
El material que vas a necesitar es un huevo al que le vas a quitar toda el interior. Es muy fácil. Sólo tienes que hacer un pequeñito agujero en un lado. A ser posible no en los extremos del huevo, sino en la parte en la que siempre queda apoyado el huevo. De esa forma, si lo deja apoyado en el suelo, nadie se dará cuenta de que está con un agujero.
Para sacar el interior basta con una aguja e remover poco a poco el interior. Verás que al final va saliendo todo. Es muy fácil. Seguramente con una jeringa también funcione, pero no lo he probado.
La forma de presentar el símbolo puede depender de cada persona. En mi caso dejé el huevo, desde el comienzo de la charla, sobre un plato, teniendo cuidado que el agujero quedase hacia abajo, para que nadie se diese cuenta. Una vez acabé la charla me acerqué al huevo, que estaba en medio del grupo, y lo cogí con el pulgar y el índice. Uno de esos dos dedos estaba tapando el agujero. Entonces, mostrando el huevo digo algo así como lo siguiente: "Desde el principio estuvo el huevo en medio de la sala y tal vez algunos se preguntaron qué hacia este huevo aquí. Está aquí porque todos cuando vemos el huevo en seguida, aunque no lo veamos, sabemos que dentro está la yema. ¿Es verdad o no?".
Aquí hago una pequeña pausa para esperar las respuestas y que la gente asimile inconscientemente que dentro de ese huevo está la yema. La pausa tiene que ser muy breve: 3 segundos. Durante esta pausa miro las caras de todo el grupo... Luego miro al huevo y hago una pausa de 1-2 segundo, como mirándolo fijamente y lo aplasto con la mano dejando caer los pedazos al suelo.

Lo normal es que se oiga un suspiro entre la gente porque esperaban que el huevo tuviese yema. Ese asombro es el que se utiliza para coronar la reflexión. Podemos decir algo parecido a lo siguiente: "Muchas veces a las personas nos ocurre como a este huevo. Parecíamos llenos, pero sólo era la cáscara. Tal vez nosotros deberíamos pararnos a pensar si nos estará ocurriendo lo mismo con nuestra vida cristiana. Y, quien sabe, puede ser que nos sorprendamos de nosotros mismos, igual que quedamos sorprendidos por lo que le ocurrió a este huevo".
En fin, las palabras finales cada uno las puede hacer como quiera. Pero el efecto, bien llevado, provoca bastante impacto.
Laberinto: en busca de algo...

El laberinto puede ser un símbolo sobre lo que es la búsqueda de la felicidad. Buscamos la salida y andamos buscando y buscando. A veces pensamos que se encuentra al doblar una esquina, pero sin querer, lo que hacemos es perdernos más y más... Pero también ocurre que también podemos acertar.
Una cosa es clara... Sólo andando se encuentra la salida...
La rueda
Este símbolo se puede utilizar para cualquier tema que tenga que ver con la importancia de Jesus en nuestra vida. En Portugal lo he utilizado para una homilía sobre la profesión de fe.
La homilía se desarrolla a partir del símbolo de la rueda de bicicleta
Una rueda tiene tres partes: la parte del neumático, los radios y el eje. Por experiencia, cuando una rueda pierde un radio no ocurre nada. Pero si pierde varios, la zona del neumático corre el peligro de deformarse.
Si trasladados esta imagen a la vida cristiana, el eje sería Cristo, los radios nuestra unión con él y la zona del neumático seríamos todos nosotros. En la medida en que estemos unidos a Cristo, nuestra vida irá bien. Pero si empezamos a descuidar nuestra unión con él (dejando la eucaristía, la oración, una vida acorde con el evangelio...), entonces corremos el peligro de deformar nuestra vida.
Si se quiere explotar todavía más este símbolo, entonces se puede pedir a los niños o jóvenes que pongan nombre a cada uno de los radios.
El semáforo
Alrededor del año 95 hubo un atentado terrorista en Madrid. Hubo muchos nuestros... Una auténtica masacre... En medio de los testigos preguntaron a un conductor de autobús que salvó la vida por poco. Él dijo lo siguiente: "El semáforo me salvó la vida. Se puso en rojo y paré. Si hubiese estado en verde, ahora mismo estaría muerto".
La idea del semáforo en rojo, que lo podemos llevar pintado y recortado en cartulina, puede servir para transmitir que no podemos vivir la vida con el semáforo en verde todo el día. Que a veces es bueno parar (semáforo en rojo) y que, quien sabe, a lo mejor esas paradas "pueden salvarnos la vida":
Termómetro
Este no es propiamente un símbolo, sino una "herramienta" que nos puede ser vir para que un grupo de catequesis se manifieste sobre un determinado aspecto. Por ejemplo, si queremos evaluar la generosidad de un grupo y queremos ver la temperatura de un grupo determinado a nivel de generosidad, podemos pedir a cada uno que se evalúa de 0 a 10 e que marque eso en el termómetro.
En el ejemplo que está en la foto se utilizó para que el grupo se evaluase a nivel de varios aspectos como inquietud, fe... Cada uno de los papeles que hay a la izquierda del termómetro tenían el nombre de cada una de las personas del grupo. Cuando se evaluaba un aspecto, ellos colocaban en donde se habían evaluado personalmente. Este recurso visual da pie para poder hablar después de cada aspecto teniendo como fondo el termómetro.
Volante de coche
El coche simboliza nuestra vida y el volante la dirección que damos a nuestra vida. Existen muchos caminos; nuestra vida puede caminar por diferentes lugares... pero somos nosotros que tenemos que tomar la decisión.
La idea del volante, como lugar a donde dirigir nuestra vida permite introducir el tema de la perseverancia. Igual que cuando vamos de vacaciones a un lugar estamos dirigiendo continuamente el coche a ese destino (girando en la primera curva no llegamos ya a nuestro lugar de vacaciones), en la vida, una cosa es llevar el coche, otra no cambiar de dirección y otra llegar a nuestro destino después de un tiempo de perseverancia.
El volante lo utilicé para hablar del seguimiento de Jesús en una misa en la que los niños profesaban la fé. Pero también puede ser introducida en temas vocacionales, de maduración personal o de preocupación por la propia vida.
Tal vez no sea fácil encontrar un volante para hacer esta dinámica. Si estas con dificultad puedes utilizar un coche de juguete, o hacer un volante con cartulina. En mi caso utilicé un volante de juguete que curiosamente incluía las marchas, lo que también me permitió introducir otros temas.
Espero que te sirva...
IDEAS DE SIGNOS :PEDRO MUÑOZ.

Fuente-:agustinos-es.org


24 dic 2013