¿Qué significa las letras JHS?
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Jesús, Hombre, Salvador
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29 may 2013
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CORPUS CHRISTI
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
Ciclo C Domingo
del Corpus Christi
1. Palabra de Dios
En la fiesta del Corpus que
se celebra en esta jornada se desea resaltar el misterio de la Presencia de
Cristo en la Eucaristía. Se celebra el jueves des-pués del domingo de la Stma
Trinidad. Pero se traslada a domingo siguiente, en donde el jueves no es festivo.
Se aprovecha la jornada para recordar el mensaje de Jesús cuando decía, «Mi
carne es verdadera comida, y mi Sangre verdadera bebida; el que come mi Carne,
y bebe mi Sangre, en Mí mora, y Yo en él.» (Jn. 6, 56-57). Esta promesa se
cumplió cuando en la Ultima Cena insti-tuyó el misterioso y adorable sacramento
del pan y del vino.
Lectura. Lucas 9. 11-17
Lucas nos recuerda la
multiplicación de los panes y de los pe-ces que hizo el Señor para dar de comer
a la multitud que le seguía. Hermoso signo de la Eucaristía que hoy recuerda la
Iglesia, indicando que su cuerpo es alimento y es suficiente para satisfacer a
todos los que escuchas sus palabras y le siguen.
En aquel tiempo los
apóstoles regresaron y le contaron cuanto habían hecho. Y él, tomándolos
consigo, se retiró aparte, hacia una ciudad llamada Betsaida. Pero las gentes
lo supieron, y le siguieron; y él, acogiéndolas, les hablaba acerca del Reino
de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. Pero el día había
comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: "Despide a la
gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y bus-quen alojamiento
y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado." El les dijo:
"Dadles vosotros de comer." Pero ellos respondieron: "No
te-nemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a
comprar alimentos para toda esta gente." Pues había como 5.000 hombres. El
dijo a sus discípulos: "Haced que se acomoden por grupos de unos
cincuenta." Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos. El tomó
entonces los cinco panes y los dos peces y levantando los ojos al cielo,
pronunció sobre ellos la bendición y los partió. Y los iba dando a los
discípulos para que los fueran sir-viendo a la gente. Comieron todos hasta
saciarse. Se recogieron los trozos que les habían so-brado: doce canastos.
Comentario sobre las lecturas
La fiesta del Cuerpo del
Señor se comenzó a celebrar en Lieja en 1246, y se extendió a toda la Iglesia
occidental por el Papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la
fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucarist-ía. El deseo de adorar a
Cristo presente dio origen a un culto paralelo al de la celebración sacrificial
de la Eucaristía, con la exposición solemne del pan sa-grado y con las
procesiones con el Santísimo Sacramento que se extendieron con profusión en
muchos lugares cristianos.
Este es el día de la
devoción a la presencia de Cristo en la Eucaristía en sí misma, ocasión para
creer y adorar, pero también para conocer mejor la rique-za de este misterio a
partir de las oraciones y de los textos bíblicos asignados en los tres ciclos
de las lecturas.
El recuerdo de Melquisedec y
la multiplicación de los panes y de los peces son dos hermosos símbolos de
referencia de los que es la Eucaristía, en esta jornada se venera con
agradecimiento y admiración.
Se nos recuerda el poder
multiplicador que este santísimo Sacramento tiene. Es un sacramento y un
sacrificio de la Nueva Alianza. Es el signo de la amistad entre el hombre, el
que comulga, y el mundo simbolizado en el pan y el vino. Jesús escoge un signo
de alianza y de vida, como hizo Melquisedec cuando daba gracias a Dios por la
victoria de Abraham con el vino y el pan
Y es el signo de la amistad
universal, pues Jesús dio de comer a todos los que iban a escucharle sin
preguntarle si había aceptado su palabra o no habían creí-do sus mensajes.
Simplemente les dio a comer del pan que preparó para todos y de los peces que
también llegaron a la multitud. Así es el la Eucaristía y por eso es el
fundamento de la "alianza nueva y eterna" de Dios con el hombre y del
hombre con Dios. Si llegase a faltar el sacramento y el sacrificio del altar,
habría que inventar otro signo de comunión. Pero Jesús quiso que quedara claro
que era El mismo quien elegía este maravilloso signo de gracia y de amor.
La Iglesia lo ensalza en
esta jornada de plegarias y de procesiones. Recuerdo con esas devociones que
fomenta que los cristiano tiene que sentirse dichosos y alegres por la
salvación que Cristo les ha traído. Por eso consideramos la Eucaristía como la
renovación de la Ultima Cena y la reviviscencia del sacrificio de la Cruz
En este sentido la
Eucaristía se convierte en fuente de alimentación de todos los que siguen a
Jesús. Con su sacrificio todos los que siguen a Jesús se puede alimentar. Es lo
que significa la participación sacrificial que llamamos común unión o comunión.
El sacerdote hace, como mediador de Cristo, el acto reparti-dor del alimento
que se ha ofrecido a Dios. Se cumple con su acto de repartir las palabras de
Jesús: tomad y comed todos. Esto es mi cuerpo.
En la ofrenda previa y en la
consagración, que son los actos litúrgicos que todas las liturgias cuidan con
esmero y ensalzan con sentido de misterio, se repite la invitación a comer para
que haya vida y todos tengan la comunión con el que está en ese alimento. Por
eso el acto sacrificial de la Eucaristía tiene un valor y un significado
espiritual en cuanto misterio; pero también tiene una di-mensión social de
fraternidad, de solidaridad, en cuanto gesto de cercanía y de amistad. El pan y
el vino se convierten en la eucaristía en símbolo de todo lo que lleva la
asamblea eucarística, por sí misma, en ofrenda a Dios y que ofrece en espíritu
a Dios: el amor a los hermanos, el recuerdo de la salvación, la renova-ción del
misterio de la presencia de Jesús.
Todos los que participan con
fe en la Eucaristía saben que asisten a un es-pectáculo misterioso que está más
allá de los que entra por los sentidos.
Las luces y las flores, los
cantos y los gestos, las palabras de la plegaria están recordando que más allá
de los que entra por los ojos hay un misterio salvador, eterno y cautivador que
acontece en el altar.,
La recepción de Jesucristo
sacramentado bajo las especies de pan y vino en la sagrada Comunión y en el
contexto de una celebración recordatoria de la Ultima Cena es lo esencial en el
sacrificio. Pero la conservación del pan consa-grado para los enfermos, los
prisioneros o los caminantes se inició en los prime-ros tiempos cristianos y
luego se transformó en un culto intenso a ese santo sacramento de permanencia.
La comunión o participación
del pan de la celebración significa y verifica el alimento espiritual del alma.
Y así, en cuanto que en ella se da la gracia invisible bajo especies visibles,
hace de sacramento o singo sensible de la gracia que Dios otorga por su medio. Jesús
al instituir la Eucaristía dio a sus seguidores un paz de ángeles, un signo de
ayuda y de presencia, un motivo de fe, un regalo singular y maravilloso. A
través de é nos transmite su gracia, su presencia viva, su amor y su motivo de
fraternidad entre los que le siguen y le declaran como Señor
Al referirnos a la
Eucaristía como Comunión, estamos proclamando nuestra unión entre todos los
cristianos y nuestra adhesión a la Iglesia con Jesús. Por ello, la Eucaristía
es un sacramento de unidad de la Iglesia, y su celebración sólo es posible
donde hay una comunidad de creyentes.
La misma noche que Jesús
instituyó la Eucaristía, instituyó el mandamiento del amor. Por lo tanto, la
Eucaristía y el amor a los demás tienen que ir siempre juntos. Jesús instituye
la Eucaristía como prueba de su inmenso amor por noso-tros y pide a los que
vamos a participar en ella, que nos amemos como El nos amó. Y, en este sentido,
la Eucaristía tiene que estar necesariamente atendido por el Sacramento de la
Reconciliación pues el recibir el "alimento de vida eter-na" exige
una reconciliación constante con los hermanos y con Dios Padre.
La festividad del “Cuerpo de
Cristo” es la jornada que, nacida de la piedad popular a este misterio, cobró
cierta importancia en la Iglesia y en los ambientes católicos, como reacción
contra la negación de la presencia divina en el pan por parte de los
reformadores del siglos XVI. La Iglesia anuncia con alegría esa cer-canía
divina e invita a dar gracia a Dios por tan singular regalo .
3. Esquema sintético de una
catequesis
Experiencia: cantico
Eucaristico
* Canta lengua, el
misterio del cuerpo glorioso y de la sangre preciosa que el Rey de las
naciones, fruto de un vientre generoso, derramó como rescate del mundo.
* Nos fue dado, nos nació
de una Virgen sin mancilla; y después de pasar su vida en el mundo, una vez
esparcida la semilla de su palabra, terminó el tiempo de su destierro dando una
admirable disposición.
* En la noche de la
última cena, recostado a la mesa con los hermanos, des-pués de observar
plenamente la ley sobre la comida legal, se da con sus pro-pias manos como
alimento para los Doce.
* El Verbo hecho carne
convierte con su palabra el pan verdadero con su carne, y el vino puro se
convierte en la sangre de Cristo. Y aunque fallan los sentidos, basta la sola
fe para confirmar al corazón recto en esa verdad.
* Veneremos, pues,
inclinados tan gran Sacramento; y la antigua figura ce-da el puesto al nuevo
rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos
* Al Engendrado del Padre
y al engendrador, sea dada la alabanza y el júbi-lo, el honor, las gracias y el
honor, Sean dada la bendición también al que Procede de ambos. Amen
Participación
Se puede luego diseñar una
celebración de una misa de acción de gracias, al terminar de explicar y de
concursar con la procesión preparada. También por grupos los catequizandos o
los escolares preparan los diversos pasos de la Eucaristía: a) Ambientación, b)
Lecturas, c) Ofertorio con sus gestos y peticio-nes, d) motivación del Padre
nuestro y la paz, e) Comunión y f) Despedida. Seis grupos o seis responsabilidades.
Interiorización
El ideal sería tener una
Eucaristía de grupo de clase siguiendo el itinerario preparado y dando el mayor
protagonismo a los mismos que lo han prepara-do.
4. Ejercicios que se pueden
hacer
Para pequeños.
Trazar un plano para realizar
una procesión eucarística, disponiendo una parada en sitios estratégicos, en
casa de un enfermo, en la escuela, en la pa-rroquia donde alguno ha hecho la
primera comunión, etc… El itinerario supone que cada uno explica por que Jesús
en la Eucaristía se para y que se le puede decir, pedir, escuchar en silencio o
rezar en el corazón
Con niños medianos
Preparar y explicar un
vocabulario eucarístico: cáliz, patena, altar, custodia, sagrario, cirio,
especies, pan, vino, fracción del pan, misa, consagración, ben-dición,
celebración, sacerdote, etc. (Algunos habrá que dejarlos para los teólo-gos,
transubstanciación, epiclesis, anamnesis, transfinalización, etc) Los términos
pueden estar mejor adaptados a la edad. Pero conviene que sean cla-ros y se les
enseñe de cara a que un día los entienden, si en el presente no se comprenden
del todo. Buen medio es que lean un texto escrito, el catecismo o el libro de
clase, y que ellos seleccionen. El catequista o el profesor pueden tener
preparados los suyos. Con unos doce o quince, puede resultar suficiente para
niños medianos. Lo importante no es el vocabulario, sino el significado. Se
puede aprovechar para explicar término y conceptos y sobre todo para invi-tar a
desarrollar la fe en lo que hay detrás de todo ello.
Al final se puede hacer un
esquema, un mapa conceptual o un gráfico en donde se coloquen todos estos
términos.
El ideal es alguna
Eucaristía de cuando en cuando, sobre todo desde que los niños han hecho la
primera comunión. Es decisivo el renovar las actitudes de los primeros
comulgantes y convertirlas en un hábito normalizado, domini-cal sobre todo.
Cada Eucaristía se presta a
una catequesis hermosa sobre un aspecto del inagotable misterio de la presencia
de Cristo y del Memorial de la Utima Cena renovada cuantas veces hacemos lo que
el mismo Jesús mando repetir .
Para mayores y
preadolescentes
Hacer un debate sobre lo que
la gente piensa de la Eucaristía, de la misa, de la presencia de Cristo en las
especies de pan y vino, de la misa dominical, de las procesiones… Cada uno
puede preparar cinco o seis cuestiones y se lanza a recoger opiniones de diez o
doce personas. Se ponen las respuestas en común y el educador aprovecha para ir
clarificando conceptos. Expone la enseñanza de la iglesia. Y aconseja a los catequizandos
que hay que ser respetuoso con las opiniones de los demás, aunque cada uno debe
saber lo que enseña la Iglesia
Vocabulario
básico. Corpus Christi, Eucaristía, Transubstanciación
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IMAGENES PARA CORPUS CHRISTI Y MANUALIDADES
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FRASES PARA UNA ADORACION...
“Yo quisiera, Señor,
recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra
Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los Santos”.
“Jesucristo, Hijo de Dios vivo, luz del mundo; yo te adoro,
para ti vivo y para ti muero”.
“Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante
al vuestro”.
“Te adoramos Jesucristo, y te bendecimos, porque con tu cruz
redimiste al mundo”.
“Corazón eucarístico de Jesús, aumentad en nosotros la fe, la
esperanza y la caridad”.
“AMADO JESUS, TU ERES UN SOL GIGANTE DE AMOR
INFINITO, Y NOSOTROS SOMOS MUY PEQUEÑITOS, PERO TU ERES UN DIOS PODEROSO Y
PUEDES HACERTE PEQUEÑO COMO NOSOTROS, PARA VENIR A HABITAR EN NUESTROS CORAZONES.”
“En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado, el
corazón amoroso de Jesús Sacramentado”.
“Sea eternamente alabado y adorado el Santísimo Sacramento”.
“Dios mío, yo creo, te adoro, espero y te amo. Y te pido perdón por los que
no creen, no adoran, no esperan y no te aman”.
ADORAR ES AMARTE A TI , POR SER QUIEN ERES Y NO
POR LO QUE DAS. TU ERES UN DIOS DE AMOR INFINITO, UN OCEANO DE AMOR.
ADORAR ES RECONOCERNOA PEQUEÑOS, DELANTE DE TI,
COMO SI FUERAMOS UN GRANITO DE ARENA, COMPARADO CON EL SOL.
QUEREMOS AMARTE
CON TODO NUESTRO CORAZON, ADORAR SIGNIFICA QUE SOMOS PEQUEÑOS ANTE TI, Y
QUEREMOS ADORTE PORQUE TU ERES INFINITAMENTE SANTO.
“QUERIDO JESUS EUCARISTIA, QUE HERMOSO ES ESTAR
CERCA DE TI…VOS ME DAS LA FUERZA QUE NECESISTO, VOS ME DAS AMOR, ALEGRIA,
MUCHAS GRACIAS!
“AMADO JESUS, TU ERES UN SOL GIGANTE DE AMOR
INFINITO, Y NOSOTROS SOMOS MUY PEQUEÑITOS, PERO TU ERES UN DIOS PODEROSO Y
PUEDES HACERTE PEQUEÑO COMO NOSOTROS, PARA VENIR A HABITAR EN NUESTROS
CORAZONES.”
ADORAR ES AMARTE A TI , POR SER QUIEN ERES Y NO
POR LO QUE DAS. TU ERES UN DIOS DE AMOR INFINITO, UN OCEANO DE AMOR.
ADORAR ES RECONOCERNOA PEQUEÑOS, DELANTE DE TI,
COMO SI FUERAMOS UN GRANITO DE ARENA, COMPARADO CON EL SOL.
QUEREMOS AMARTE
CON TODO NUESTRO CORAZON, ADORAR SIGNIFICA QUE SOMOS PEQUEÑOS ANTE TI, Y
QUEREMOS ADORTE PORQUE TU ERES INFINITAMENTE SANTO.
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LA FE ES LA LLAVE
Tema: La fe es la llave que abre o desata el poder
de Dios. Propio 4 (09), Año C
Objeto: Un llavero con varias llaves
Escritura: Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: -Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo. (Lucas 7:9-10-).
Hay llaves de todos tamaños y formas. Tengo muchas llaves en mi llavero. Hay una llave para mi casa y para el candado del portón que va a mi patio. Tengo una llave para mi carro, mi oficina en el trabajo y otra para abrir el gabinete donde mantengo mis papeles importantes. Tengo una llave para mi apartado postal y otra para mi caja de seguridad del banco.
Muchos de nosotros usamos las llaves todos los días, pero hoy vamos a hablar acerca de una llave en la que tal vez nunca hemos pensado. Es la llave llamada FE. La fe no es una llave que sea hecha de metal como estas llaves que están en mi llavero, pero puede ser la llave más importante que tengamos, pues es la llave que libera el poder de Dios. Nuestra lección de hoy nos habla sobre un hombre que utilizó su fe para sanar a una persona que él quería mucho.
Un día Jesús estaba en un pueblo llamado Capernaum. Se encontraba allí un centurión, un oficial del ejército romano, que tenía un sirviente que estaba muy enfermo y a punto de morir. El centurión escuchó acerca de Jesús y envió a algunos hombres a pedirle a Jesús que viniera a sanar a su siervo. Los hombres llegaron a donde Jesús estaba y le rogaron que sanara al sirviente del centurión, así que Jesús fue con ellos a la casa.
antes de que Jesús llegara a la casa, el oficial envió a otros hombres a decirle a Jesús: "No te tomes el trabajo de venir hasta mi casa. No soy digno de tal honor. Sólo di la palabra y mi siervo será sanado".
Cuando Jesús escuchó esto, estaba maravillado. Miró a la multitud que estaba siguiéndole y dijo: "¡No he visto una fe como esta en todo Israel!" Los amigos del oficial regresaron a la casa del centurión. Al llegar encontraron al siervo completamente sano.
Como la fe de ese centurión en esta historia, nuestra fe puede liberar el poder de Dios en nuestras vidas. Hay una canción que dice:
Mi Dios es tan grande,tan fuerte y poderoso,no hay nada que Él no pueda hacer (por ti)
Padre celestial, ayúdanos a recordar que no importa los obstáculos que enfrentemos, nuestra fe en ti es la llave que abre tu poderoso poder. En el nombre de Jesús oramos. Amén
Objeto: Un llavero con varias llaves
Escritura: Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: -Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande. Al regresar a casa, los enviados encontraron sano al siervo. (Lucas 7:9-10-).
Hay llaves de todos tamaños y formas. Tengo muchas llaves en mi llavero. Hay una llave para mi casa y para el candado del portón que va a mi patio. Tengo una llave para mi carro, mi oficina en el trabajo y otra para abrir el gabinete donde mantengo mis papeles importantes. Tengo una llave para mi apartado postal y otra para mi caja de seguridad del banco.
Muchos de nosotros usamos las llaves todos los días, pero hoy vamos a hablar acerca de una llave en la que tal vez nunca hemos pensado. Es la llave llamada FE. La fe no es una llave que sea hecha de metal como estas llaves que están en mi llavero, pero puede ser la llave más importante que tengamos, pues es la llave que libera el poder de Dios. Nuestra lección de hoy nos habla sobre un hombre que utilizó su fe para sanar a una persona que él quería mucho.
Un día Jesús estaba en un pueblo llamado Capernaum. Se encontraba allí un centurión, un oficial del ejército romano, que tenía un sirviente que estaba muy enfermo y a punto de morir. El centurión escuchó acerca de Jesús y envió a algunos hombres a pedirle a Jesús que viniera a sanar a su siervo. Los hombres llegaron a donde Jesús estaba y le rogaron que sanara al sirviente del centurión, así que Jesús fue con ellos a la casa.
antes de que Jesús llegara a la casa, el oficial envió a otros hombres a decirle a Jesús: "No te tomes el trabajo de venir hasta mi casa. No soy digno de tal honor. Sólo di la palabra y mi siervo será sanado".
Cuando Jesús escuchó esto, estaba maravillado. Miró a la multitud que estaba siguiéndole y dijo: "¡No he visto una fe como esta en todo Israel!" Los amigos del oficial regresaron a la casa del centurión. Al llegar encontraron al siervo completamente sano.
Como la fe de ese centurión en esta historia, nuestra fe puede liberar el poder de Dios en nuestras vidas. Hay una canción que dice:
Mi Dios es tan grande,tan fuerte y poderoso,no hay nada que Él no pueda hacer (por ti)
Padre celestial, ayúdanos a recordar que no importa los obstáculos que enfrentemos, nuestra fe en ti es la llave que abre tu poderoso poder. En el nombre de Jesús oramos. Amén
. "La fe es la llave"
Escritura: Lucas 7:1-10
RELEVO DE
FE: Divida a los niños en equipos. Hágale una serie de preguntas y después de
contestar la pregunta permítales hacer un relevo. (1) Pregúntele a los niños -
¿Tienen FE de que su equipo pueda empujar esta papa (patata) hasta llegar a la
meta? (Hagan el relevo). (2) Pregunte - ¿Tienen FE de que su equipo explotarán
todos los globos antes que el otro equipo? Dele a cada jugador de los equipos
un globo para que lo exploten y hagan su relevo. (3) Pregunte - ¿Tienen FE de
pueden saltar en un pie y llegar hasta la meta y regresar? Continúe
permitiéndoles hacer el relevo y demostrar FE en lo que pueden hacer, según
tenga tiempo.
DRAMITA
SOBRE LA FE: La maestra contará la historia de hoy mientras los niños se
sientan en un círculo. Luego escoja a varios niños para dramatizar cada una de
las partes: el Centurión, el siervo, Jesús, un oficial y la gente. Recuente la
historia mientras los niños la dramatizan.
CARTELÓN DE
LA CANCIÓN: Escriba la letra de la canción MI DIOS ES TAN GRANDE y dele una
copia a cada niño. Pídale a los niños que peguen la hoja a una cartulina y
luego que le pasen pega sobre la hoja creando un decoupage . Deje que se seque
y añádale un gancho por detrás para que los niños lo cuelguen en sus hogares.
LLAVES DE
FE: Los niños pueden trazar y recortar patrones de llaves en colores
brillantes. Anime a los niños a decorar sus llaves con brillito alrededor del
borde. Añada palabras de FE de nuestra historia o ideas que los niños puedan
tener acerca de la FE y creencia en Dios.
CARTEL DE
LLAVE DE FE: La maestra puede hacer un cartelón grande con un dibujo de una
llave enorme que tenga la palabra FE escrita en ella. Los niños se acercarán al
cartelón y escribirán palabras que hayan aprendido durante la lección de hoy
que tengan que ver con FE, la liberación del poder de Dios - palabras como
fuerte, poderoso, sobrepasar los obstáculos, poder maravilloso, sanado, Dios es
maravilloso, etc.
PODER
FUERTE: Provéale papel de construcción y marcadores a los niños para que hagan
un dibujo del brazo musculoso de su compañero (un brazo con una protuberancia
musculosa en la parte de arriba del mismo).Anime a los niños a escribir la
palabra PODER FUERTE en el brazo y luego pídales que peguen las letras F-E en
el músculo. Esas letras deben ser de las que tienen pega en la parte de atrás y
se usan para hacer los álbumes de fotos o recuerdos. Cuelgue los dibujos
alrededor del salón.
BANDERINES
DE FE: Deje que los niños tracen la figura de otro en un papel largo y blanco.
Todos los niños harán la figura de otro. Luego cogerán el dibujo de SU cuerpo y
lo colorearán. Cuando terminen, harán con papel de construcción, unos
banderines con la palabra FE escrita en ellos y lo pegarán a su figura. Pegue
todas las figuras alrededor del salón. Todas las semanas del mes, si así lo
desean, los niños escribirán algo relacionado con la FE que hayan aprendido
durante esa semana en círculos de colores y con marcadores de colores
brillantes. Luego compartirán lo escrito con los demás y podrán añadirlo a la
pared.
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jesus y los discipulos
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
ORAD CONMIGO, EL ANGEL DE LA PAZ NOS INVITA....
Objetivos:
1. Acoger la invitación del Ángel, como mensaje para hoy.
2. Conducir el encuentro de modo que los niños comprendan el valor de la oración.
3. Aceptar a Jesús, amarlo y adorarlo como Nuestro Señor.
A - Contenido
catequético
1. Invitación a la
oración
Todos sabemos lo
que es una invitación. Invitamos y somos invitados para fiestas, paseos, cines, comidas,… Los amigos
quieren estar juntos, por eso, se invitan mutuamente. Su presencia es siempre
una alegría, una fiesta. Así, las invitaciones se vuelven muy importantes para
todas las personas. Pero hay otras
invitaciones mucho más especiales que vienen de Alguien para otro alguien. Orad
conmigo es una invitación o una propuesta de Alguien muy especial. Vamos a ver
de dónde viene y a quién se destina.Fátima, Cova de Iria, Aljustrel, Valinhos y Loca do
Cabeço son localidades muy conocidas por los portugueses y por personas de
muchos otros países. ¿Qué es lo que hizo que estos lugares se convirtieran en
tan importantes? – podemos preguntarnos. Todo comenzó por
una invitación que sonó en los cielos de estas pequeñas localidades de
Portugal.Era al final de la tarde. Tres niños –Lucía, Francisco y
Jacinta- jugaban alegremente, en un pequeño monte llamado Loca do Cabeço.
Mientras jugaban, fueron sorprendidos por un Ángel de una enorme belleza y
lleno de luz - ¡No temáis! Soy el Ángel de la Paz. Orad conmigo –dijo. Y
arrodillándose hasta el suelo, rezó así: Dios mío, yo creo, adoro, espero y os
amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.
Después se levantó y dijo: -Orad así. Los corazones de Jesús y María están
atentos a vuestras oraciones. Y desapareció.
El Ángel hizo una
invitación a los tres pastorcitos y ellos aceptaron inmediatamente. Cambiaron
el juego por la oración. Sintieron dentro de ellos como un impulso que los
llevó a imitar al Ángel, rezando con él y como él. Esta invitación llegada del
Cielo alteró los planes de estos tres niños, que tenían decidido jugar al juego
de las piedrecitas en aquel final de la tarde. Mientras tanto, estaban felices,
muy felices, con todo lo que había sucedido.
Orad conmigo y
orad así, fueron las primeras de muchas otras invitaciones que se siguieron en
la vida de estos niños. Invitaciones diferentes de nuestras invitaciones, es
cierto, pero invitaciones muy especiales, porque vienen del Cielo.
El Ángel vino a provocar un enorme deseo de Dios. Vino a
despertar en ellos la voluntad de conocerlo y de amarlo más y mejor. Vino a
enseñarles que, sin dejar de saltar, correr, jugar, bailar,… podían vivir la
vida de otra manera que los ayudaría a ser mucho más felices. Les recordó que,
en la vida, podemos descubrir cosas muy importantes y bellas. Y rezar es una de
esas cosas lindas, porque ¡Dios nos da a conocer cosas maravillosas que jamás
nadie enseñará! Rezar hace bien; nos da paz. Nos ayuda a ser buenos y a vivir
la vida de acuerdo con el deseo de Dios. A Él le gusta que recemos. Y rezar es
hablar con Dios como hablamos con nuestros amigos. Más que hablar es escuchar.
Escuchar a Dios es estar atento a sus deseos y percibir lo que Él quiere de
nosotros. Él nos hace invitaciones, muchas invitaciones.
Si estuviéramos
quietos, con los ojos cerrados, pensando en Dios, podemos sentir que Él nos
sonríe, nos abraza y, tal vez, quién sabe, nos hace alguna invitación: ¡Reza!
¡Escucha! ¡Sigue! ¡Sé amigo!
2. Invitación a la
adoración
Dios mío, yo creo,
adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman.
Esta oración enseñada por el Ángel a los Pastorcitos y
rezada por ellos con mucha fe y mucho amor, los ayudó a encontrarse con Dios y
a comprender su gran amor. La rezaron muchas veces y con el rostro por tierra.
Habían aceptado la invitación del Ángel y prometieron nunca olvidarlo. Poco a
poco, la vida de ellos se fue transformando y Dios pasó a ser, para ellos, el
Alguien más importante, lo único importante.
¡Dios mío, yo
creo… rezaron ellos muchas veces! Es como si dijeran:
Dios mío, yo creo en Ti. Sé que existes, que estás vivo,
me conoces, me amas y cuidas de mí. Sé que me creaste, por eso, confío en Ti.
Tú eres mi Señor, mi único Señor. Sin Ti mi vida no vale nada. Tú eres todo
para mí. Te amo mucho. Me arrodillo, me postro delante de Ti… ¡Como eres de
grande, Señor! Te adoro. Tantas veces rezaron así, que el Ángel, en la tercera
aparición, les trajo una maravillosa sorpresa.
Fue en Loca do
Cabeço. Estaban con el rostro por tierra rezando la oración del Ángel cuando él
apareció. Traía en la manos un cáliz y sobre él una hostia de la cual caían
algunas gotas de sangre. El Ángel dejó el cáliz y la hostia suspendidos en el
aire y se postró por tierra para adorar a Jesucristo, con esta oración:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os
adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la Tierra, en reparación de los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los
méritos infinitos de Su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os
pido la conversión de los pobres pecadores.
Los pastorcitos,
espantados con lo que estaba sucediendo, imitaron al Ángel y rezaron con él y
como él. A continuación, el Ángel les dio la comunión diciendo: -Tomad y comed
el Cuerpo y Sangre de Cristo. ¡Consolad a vuestro Dios!De nuevo se arrodilló y,
postrado en tierra, rezó tres veces más la misma oración. Los pastorcitos se
postraron también, para adorar a Jesús, consolarlo, presente, ahora, en sus
corazones. Fue un momento único, maravilloso e inolvidable para ellos. Se
sintieron totalmente envueltos por Jesús. Estaban tan unidos a él que hasta se
olvidaron unos de los otros. Jesús les hizo sentir Su presencia y Su amor, que
ellos permanecieron en oración durante largo tiempo.
A partir de esa experiencia que tuvieron con Jesús
Eucaristía, su vida cambió para mejor. Decidieron amar y adorar a Jesús de tal
manera que hasta dejaban sus juegos, para rezar y hacer compañía a Jesús
escondido.
Quien cree en Dios vivo y verdadero, quien lo escucha,
quien lo ama, lo adora profundamente. Y adorar a Dios es consolarlo, es
reconocer que Él es todo para nosotros y que nosotros existimos en Él y gracias
a Él. Adorar a Dios es amarlo con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma,
con todas nuestras fuerzas. Adorar a Dios es no consentir en amar a nadie más
que a Dios, pues solo Él debe ocupar el primer lugar en nuestro corazó
En nuestra vida hay cosas bellas, lindas, magníficas que
nos gustan mucho. Mientras esas cosas tan bellas solo valen en cuanto nos
ayudan a ser felices pues, un día, todas esas maravillas de la tierra se
acabarán. Solo Dios, la mayor de todas las maravillas, permanece para siempre.
Por eso, debemos amarlo y adorarlo, por encima de todas las personas y de todas
las cosas.
Los pastorcitos
comprendieron esto muy bien. Dios, para ellos, fue el único y el más importante
de sus vidas. Dieron a Dios todo el amor de sus corazones y solo tenían un
deseo: darle alegría, escuchar su palabra, sus recados y hacer su voluntad. Y
la voluntad de Dios para cada uno de ellos y para cada uno de nosotros es que
lo amemos en serio y con mucha verdad, cumpliendo todos nuestros deberes para
con Dios y para con todas las personas.
3. Invitación a la
reparación
Estamos
percibiendo que el Ángel transmitió a los Pastorcitos varias invitaciones de
Dios: los invitó a la oración, a la adoración y a la reparación. Reparar es
amar mucho; es estar con… es consolar a quién está triste, sufre o es ofendido.
En esta oración:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen,
no adoran, no esperan y no os aman; los tres pastorcitos fueron invitados por
el Ángel a rezar y a pedir perdón a Dios por los pecados de los otros, o sea,
por todos los que no creen en Él, no lo adoran, no confían en él y no lo aman.
Dios está muy ofendido y disgustado por los pecados de aquellos que viven lejos
de Él, por los que los ignoran y desprecian, por los que hacen el mal.
En la 3ª
aparición, el Ángel, al darles la comunión, pidió: ¡Consolad a vuestro Dios!
Esto significa que Dios está muy ofendido. Hay mucho odio en el mundo, mucha
guerra, mucha venganza, muchos pecados. Consolar a Dios es pues reparar, darle
alegría en vez de los que lo entristecen, no solo en oración/adoración, sino
también en nuestra propia vida vivida con mucho amor y responsabilidad
Los pastorcitos llevaron muy en serio esta petición del
Ángel. Quedaron muy impresionados, cuando supieron que Dios estaba así, tan
triste. Después de las apariciones, Francisco solo pensaba en dar alegría a
Jesús. Por eso, siempre que podía, iba a la Iglesia de su parroquia, a estar en
la compañía de Jesús escondido. Quedaba horas seguidas consolando, escuchando,
hablando con su gran Amigo, Jesús Eucaristía. Él no lo veía –igual que no veía
al viento, ni al aire- pero sabía que Él estaba allá a la espera. Estar allí,
en su compañía, hacía sentir su corazón feliz, muy feliz. Y el tenía, también,
la certeza de que a Jesús le gustaba mucho su oración, su compañía, su
presencia a veces decía a sus compañeras: -¡Me gusta tanto Dios! ¡Pero Él está
tan triste, por causa de tantos pecados! Nosotros nunca haremos ninguno. Dar
alegría a Dios fue una preocupación constante en la vida de Francisco: hasta
podemos decir que él fue un gran consolador de Jesús escondido. Los pastorcitos
aceptaron con mucho amor todas las invitaciones llegadas del Cielo. Por eso,
decidieron ser diferentes en sus comportamientos, en sus actitudes y, sobre todo,
en su oración. La vida de ellos fue una oferta total a Dios, ayudando a todas
las personas. Dar alegría a Dios exige, como sabemos, muchos sacrificios; ¡pero
ellos nunca tuvieron miedo! Se dejaron conducir por Jesús, por Nuestra Señora,
y deprisa comenzaron a tener
comportamientos, actitudes y gestos lindos que agradaban a Dios y sorprendían a
todos.
Comenzaron a rezar
más y mejor, a ser más obedientes; a respetar y a pensar en los otros; a
compartir lo que tenían con los más pobres; a hacer bien sus trabajos y muchos
otros sacrificios que ellos inventaban para ofrecer a Dios por la conversión de
los pecadores.
¿Las invitaciones
de Dios a través del Ángel, en el año 1916, no serán, también para nosotros,
hoy? Fueron entregados a tres niños. La mayor, antes de morir, con 92 años, la
Hermana Lucía, dio a conocer todas estas invitaciones, diciendo que también
eran para todos nosotros, para todas las personas del mundo entero. Somos
libres en aceptarlos o no, pues Dios respeta nuestra libertad. Mientras, Él espera siempre que le digamos
sí, porque desea nuestro amor, nuestra generosidad.
Si abrimos nuestro
corazón a Dios y le damos la atención que Él se merece, entonces estamos
aceptando las invitaciones: ¡Orad conmigo y orad así! ¡Consolad a Vuestro Dios!
B - Indicaciones
pedagógicas
1. Para el
desarrollo de la catequesis a nivel temático, se presentan tres opciones:
1ª Opción
a) Dar la catequesis en su totalidad, en un único
momento.
b) Para la adoración eucarística, se sugiere otro momento
específico.
2ª Opción
a) Presentar la catequesis durante una mañana o una tarde
y culminar con la adoración eucarística.
3ª Opción
b) Presentar la catequesis de forma más prolongada o sea,
en tres momentos: un encuentro para la invitación a la oración; otro para la
invitación a la adoración y otro para la invitación a la reparación.
c) Se sugiere un momento específico para la adoración
eucarística.
(Los cánticos para la adoración eucarística podrán ser
aprendidos por los niños a lo largo de la catequesis, para quien quiera escoger
la 2ª o la 3ª opción.)
2. Actividades
A.) En un
rectángulo de cartulina, escribir: Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo…
Después, rezarla en grupo en el lugar de la catequesis o delante del sagrario.
Se puede, también, dar a los niños hojas con la oración del Ángel.
B.) Aprender y
cantar el siguiente cántico: Cristo Jesús, Tu me llamaste (H. Faria)
Cristo Jesús, Tu me llamaste
Yo Te respondo: aquí estoy.
Tú me llamaste por mi nombre,
Yo Te respondo: aquí estoy. (bis)
3. Frases que
pueden ser presentadas durante la catequesis
¡Orad comigo!
¡Orad conmigo y orad así!
Santísima Trinidad, Os adoro profundamente…
Consolad a vuestro Dios.
C - Tiempo de
adoración eucarística
tema: Santísima Trinidad, Os adoro profundamente
Se sugiere que
esta frase sea utilizada en la adoración y colocada en lugar bien visible, por
ejemplo: delante del altar, de manera que sea leída por todos los niños.
Se propone un
momento de adoración eucarística delante del Santísimo Sacramento expuesto. En
este momento de oración debe ser debidamente preparado por el orientador, así
como los niños deben ser motivados y bien preparados para la adoración. Se
puede, también, hacer este momento de oración al lado del sagrario. En este
caso, el orientador hará adaptaciones necesarias al esquema presentado.
1. Acogimiento
Orientador: Estamos, hoy aquí, porque conocemos algunas
invitaciones que Dios hizo a los Pastorcitos, a través del Ángel de Portugal:
- Invitación a la oración… (Rezad y rezad mucho).
- Invitación a la reparación… (Consolad a vuestro Dios).
- Invitación a la adoración… (Dios mío, yo creo, adoro…).
Conocemos estas invitaciones y como son los Pastorcitos,
queremos aceptarlos, porque ellos son también para nosotros, para todas las
personas. Por eso, vinimos para estar un momento con Jesús Eucaristía. Vamos a
escucharlo y a hablar con Él. Vamos a alabarlo, consolarlo y adorarlo.
El silencio ayuda a preparar nuestro corazón para este
momento tan importante.
(Silencio). Vamos a sentirlo dentro de nosotros… Pensemos
en Jesús… Él está a nuestra espera, para escuchar nuestra oración… (Silencio)
2. Inicio de la oración
Entran en dos filas, en silencio o con fondo musical.
Después de que todos se sitúen en sus lugares, se canta el cántico:
Cristo Jesús, Tú me llamaste,Yo Te respondo: aquí estoy.
Tú me llamaste por mi nombre,Yo Te respondo: aquí estoy. (bis)
Orientador: Estamos, aquí, porque Jesús nos llamó; Él nos
hizo una invitación para estar en Su compañía y vernos. Vamos a mostrarle que
lo queremos seguir y amar con mucha verdad.
3. Exposición del Santísimo De rodillas
Oración silenciosa
Orientador: Estamos delante de Jesús Eucaristía. Jesús
Resucitado está presente en esta hostia santa que está sobre el altar. En
silencio de nuestro corazón, digamos en voz baja: Jesús, yo estoy aquí…; Te amo
mucho…; quiero ser tu amigo…(silencio)
4. Invocaciones
De rodillas. Todos repiten cada invocación:
Jesús, yo creo en Ti.Tú eres mi Señor.Te adoro, Jesús.Yo
te amo.Yo te alabo.
5. Cántico
Tan cerca de mí,Tan cerca de mí Que hasta te puedo tocar Jesús está aquí (bis)
6. Momento de reflexión Sentados
El orientador hará una breve reflexión sobre la frase:
Santísima Trinidad, os adoro profundamente…
Apelar para la lectura de la frase… Esta frase forma
parte de la oración que el Ángel enseñó a los Pastorcitos, en la tercera
aparición. Vamos a pensar en la palabra “adorar”.
Todos repetimos muchas veces esta palabra: decimos que
adoramos un grupo musical, un deporte, un alimento… Cuando utilizamos esta
palabra, queremos decir que nos gusta mucho alguna cosa. Pero el verdadero
sentido de esta palabra está dirigido a Dios: adorar, significa prestar culto,
homenajear a Dios. Adoramos únicamente a Dios. Ni siquiera adoramos a Nuestra
Señora y a los Santos, pues no son dioses.
Adorar a Dios, como vimos en la catequesis, es amarlo con
todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas. Adorar
a Dios es consolarlo, es reconocer que Él es todo para nosotros y que nosotros
existimos en Él gracias a Él. Sin Dios nuestra vida no vale nada. Adorar a Dios
es dejarlo ocupar el primer lugar de nuestro corazón.
Los pastorcitos comprendieron esto muy bien. Dios, para
ellos, fue el único y el más importante de sus vidas. Dieron a Dios todo el
amor de sus corazones y solo tenían un deseo: darle alegría, escuchar su
palabra, sus recados y hacer su voluntad.
En la tercera aparición, el Ángel después de dar la
comunión a los Pastorcitos, les hizo una invitación muy importante: ¡Consolad a
vuestro Dios! Consolarlo porque Él está muy ofendido, esto es, muy decepcionado
y triste con el odio en el mundo, la guerra, la venganza, los pecados. Consolar
a Dios es pues, darle alegría para compensar por todos los que lo entristecen.
En este momento, nosotros estamos, también, dando alegría
a Dios; estamos consolándolo. Y consolamos a Dios, no solo cuando rezamos, sino
también con nuestra propia vida vivida con mucho amor y responsabilidad.
En silencio y con los ojos cerrados para no distraernos,
vamos a pensar: Quiero amar a Dios muy en serio cumpliendo con mis
deberes para con Dios y todas las personas? (Silencio) ¿Quiero consolarlo
rezando más y mejor? (Silencio) ¿Quiero darle el primer lugar en mi corazón?
(Silencio)
7. Cántico
Jesús, yo te amo (4 x) Tú eres mi Señor (4 x) Jesús, yo creo en Ti (4 x)
8. Oración de adoración
Recemos la oración que el ángel enseñó a los Pastorcitos.
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no
esperan y no os aman.
9. PadrenuestroOrientador: Ahora, con los brazos levantados, exprimiendo nuestra alabanza y nuestra alegría, vamos a rezar con mucho amor, unidos a Jesús aquí presente, la oración que Él nos enseñó:
Padrenuestro que estás en el cielo…
10. Bendición Eucarística
Si estuviera un sacerdote, se canta un cántico
eucarístico y él da la bendición con el Santísimo Sacramento.
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CORPUS CHRISTI
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
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