14 mar 2020

3er Domingo de Cuaresma Ciclo A

Vicaría para Niños
Arzobispado de Buenos Aires



“Jesús, danos de esa agua


PRIMERA LECTURA
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma         5, 1-2. 5-8

     Hermanos:
     Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
     Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
     Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
     En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores.
     Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor.
     Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

     Palabra de Dios.


SALMO               94, 1-2. 6-9

R.
 Cuando escuchen la voz del Señor,
no endurezcan el corazón.


¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor! 
R.

¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano. 
R.

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
«No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron,
aunque habían visto mis obras.» 
R.


VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO     Cf Jn 4, 42. 15

Señor, Tú eres verdaderamente el Salvador del mundo;
dame agua viva para que no tenga más sed.


EVANGELIO
Versión más breve

El manantial que brotará hasta la vida eterna

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   4, 5-15. 19b-26. 39a. 40-42

     Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.
     Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber.»
     Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
     La samaritana le respondió: «¿Cómo? ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
     Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva.»
      «Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?»
     Jesús le respondió: «El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna.»
     «Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla.» «Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar.»
     Jesús le respondió: «Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.»
     La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo.»
     Jesús le respondió: «Soy yo, el que habla contigo.»
      Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él. Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo.»

     Palabra del Señor.

O bien a modo de diálogo

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     4, 5-15. 19b-26. 39a. 40-42

NARRADOR
Lectura del Santo Evangelio según san Juan. En aquel tiempo Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice:

JESÚS
-Dame de beber.

NARRADOR
Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dijo:

SAMARITANA
-¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?

NARRADOR
Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó:

JESÚS
-Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.

SAMARITANA
-«Señor, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?».

JESÚS
-El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna.

SAMARITANA
-Señor, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla. Veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar».

JESÚS
-Créeme, mujer, llega la hora, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre.

NARRADOR
Entonces le dijo la samaritana

SAMARITANA
-Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo.

NARRADOR
Y Jesús se dio a conocer diciendo:

JESÚS
-Soy Yo, el que habla contigo

NARRADOR
Palabra del Señor.



APORTES PARA LA CELEBRACIÓN


“Jesús, danos de esa agua

INTRODUCCIÓN

La Cuaresma es el tiempo litúrgico en el cual se invita a la conversión. La Cuaresma dura 40 días. El color litúrgico de este tiempo es el morado. No se reza el “Gloria”, ni se canta el “Aleluia”.


VIDEO

Ver antes de la Misa o en catequesis: https://www.youtube.com/watch?v=Sf_dGBjk99A

SIGNO

Luego de la homilía (o cuando sea oportuno), se puede invitar a que algunos niños y adultos se acerquen hacia la pila bautismal o una fuente y se hagan la señal de la cruz con el agua. Otra opción es pasar por los bancos bendiciendo con agua a las personas. Mientras tanto se puede cantar: CD: 2007 Semana Santa, Pascua y Pentecostés “ES COMO UN RÍO” N° 10 - www.vicarianiños.org.ar


RECURSO

Opción 1: Dramatización: “LA SAMARITANA”

Opción 2: Explicar el Evangelio


Dramatización: “LA SAMARITANA”


Materiales previos
Una animadora representará a la “Samaritana” y otro animador a “Jesús”. Necesitamos: un aljibe, cántaro con agua y ropa apropiada de época.

Idea
Representar el diálogo del evangelio.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

Diálogo con los chicos: hace un rato realizaron una representación, ¿qué sucedió? Escuchar las respuestas…

Junto con el sacerdote que dialoga con los chicos se reconstruye el Evangelio:
Jesús estaba muy cansado y se sentó junto al pozo de Jacob, en ese momento apareció una mujer samaritana y Jesús le pidió de beber. Recordemos que los judíos no se hablaban con los samaritanos y menos aún con las mujeres. Jesús venció los prejuicios y comenzó el diálogo. Pero Jesús tiene algo más valioso que dar. ¿Recuerdan lo que le dice a la mujer?...
“… pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed…” es “… manantial que brotará hasta la Vida eterna.”

+ Muchas veces descubrimos que nos envuelve una ansiedad por tener cosas, o que todos me quieran o tener muchos amigos o por ser feliz… y no conseguimos todo lo que queremos y nos ponemos mal.

+ La verdadera alegría y felicidad está en dejarnos amar por Jesús y recibir su amor infinito. El secreto para vivir sin sed material es responderle al amor que nos tiene con fe, creyéndole, abriéndole el corazón para que me trasforme y viva en mí.

+ Pensemos de nuevo en Jesús y la Samaritana, que desproporción entre lo que pide Jesús, agua del pozo, y lo que nos puede dar “el agua viva”…

+ Es la misma desproporción que vivimos cuando nos bautizamos. El día de nuestro bautismo Dios viene con todo su amor a nuestras vidas, nos regala su presencia para siempre en nuestros corazones. Desde ese día somos personas nuevas iluminadas por Dios.

+ En el bautismo, como dice San Pablo: “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” para que seamos distintos.

Vamos a pedirle hoy al Señor, en este tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión interior, que nos dispongamos a recibir el Agua Viva que Jesús nos ofrece, como lo hizo con la samaritana, sin reparar en su vida anterior.

+ Le decimos: “Jesús, danos de esa agua”
·         Para contagiar tu paz…
·         Para ser solidarios…
·         Para decir la verdad…
·         Para renovar nuestro bautismo…
·         Para ser felices de verdad…
·         Para cuidar la naturaleza…
·         Agregar otros…


ACTO PENITENCIAL

 

Luego de cada monición se puede cantar: “Hoy te pedimos perdón” o “Papá del cielo”: www.vicarianiños.org.ar

* Jesús, que nos das el agua de la Vida. Te cantamos… o bien Señor, ten piedad.

* Jesús, que nos das el agua que nos renueva. Te cantamos… o bien Cristo, ten piedad.

* Jesús, que nos das el agua que nos hace hombres nuevos. Te cantamos… o bien Señor, ten piedad.


ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención respondemos: DANOS SEÑOR, EL AGUA VIVA…

1. Te pedimos el agua que nos renueve interiormente para anunciar a todos el mensaje de la salvación. Oremos

2. Te pedimos la alegría, la paz y la fortaleza, para todas las personas que están pasando momentos difíciles. Oremos

3. Te pedimos defender la vida inocente desde la concepción. Oremos

4. Te pedimos por todos nosotros, para que en esta Cuaresma cambiemos nuestro corazón, por un corazón solidario, manso y tierno. Oremos


ORACIÓN COLECTA

Padre del cielo,
te pedimos en esta Cuaresma,
ser fieles a tus enseñanzas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios y Padre bueno
junto con el pan y el vino,
ofrecemos nuestras vidas,
para que sean gratos a tus ojos
y nos alcancen la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te damos gracias Padre bueno,
porque por medio de tu Hijo Jesús,
nos regalas el agua viva,
que colma nuestro espíritu con tu amor.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.


PREFACIO
La Samaritana

V. El Señor esté con ustedesR. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor Nuestro.

Él mismo, cuando pedía a la Samaritana
que le diera de beber,
ya había infundido en ella el don de la fe;
y si quiso tener sed de la fe de esa mujer
fue para encender en ella el fuego de su amor divino.

Por eso, te damos gracias
y proclamamos tu grandeza
cantando con los ángeles:

Santo, Santo, Santo…


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Misa Dgo III de Cuaresma - Ciclo A (opción 1)


Vicaría para Niños
Arzobispado de Buenos Aires


“JESÚS CALMA NUESTRA SED Y NOS MUESTRA
LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE”



PRIMERA LECTURA
Danos agua para beber

Lectura del libro del Éxodo          17, 1-7

     Toda la comunidad de los israelitas partió del desierto de Sin y siguió avanzando por etapas, conforme a la orden del Señor. Cuando acamparon en Refidim, el pueblo no tenía agua para beber. Entonces acusaron a Moisés y le dijeron:
     «Danos agua para que podamos beber».
     Moisés les respondió:
     «¡Por qué me acusan? ¡Por qué provocan al Señor?»
     El pueblo, torturado por la sed, protestó contra Moisés diciendo: «¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Sólo para hacernos morir de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?»
     Moisés pidió auxilio al Señor, diciendo: «¿Cómo tengo que comportarme con este pueblo, si falta poco para que me maten a pedradas?»
     El Señor respondió a Moisés: «Pasa delante del pueblo, acompañado de algunos ancianos de Israel, y lleva en tu mano el bastón con que golpeaste las aguas del Nilo. Ve, porque yo estaré delante de ti, allá sobre la roca, en Horeb. Tú golpearás la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo.»
     Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel.
     Aquel lugar recibió el nombre de Masá -que significa «Provocación»- y de Meribá -que significa «Querella»- a causa de la acusación de los israelitas, y porque ellos provocaron al Señor, diciendo: «¿El Señor está realmente entre nosotros, o no?»

     Palabra de Dios.


SALMO               94, 1-2. 6-9

R.
 Cuando escuchen la voz del Señor,
no endurezcan el corazón.


¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor! 
R.

¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano. 
R.

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
«No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron,
aunque habían visto mis obras.» 
R.


VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO     Cf Jn 4, 42. 15

Señor, Tú eres verdaderamente el Salvador del mundo;
dame agua viva para que no tenga más sed.


EVANGELIO
Versión más breve

El manantial que brotará hasta la vida eterna

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   4, 5-15. 19b-26. 39a. 40-42

     Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía.
     Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber.»
     Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.
     La samaritana le respondió: «¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos.
     Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva.»
      «Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?»
     Jesús le respondió: «El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna.»
     «Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla.» «Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar.»
     Jesús le respondió: «Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.»
     La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo.»
     Jesús le respondió: «Soy yo, el que habla contigo.»
      Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él. Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo.»

     Palabra del Señor.



APORTES PARA LA CELEBRACIÓN

“JESÚS CALMA NUESTRA SED Y NOS MUESTRA
LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE”

INTRODUCCIÓN

La Cuaresma es el tiempo litúrgico en el cual se invita a la conversión. La Cuaresma dura 40 días. El color litúrgico de este tiempo es el morado. No se reza el “Gloria”, ni se canta el “Aleluia”.

EL EJE DE ESTE CICLO

Durante los domingos de cuaresma, vamos a proponer trabajar siguiendo como eje una frase que puede estar desde el comienzo anotada en la cartelera

“Caminamos hacia la Pascua apoyados en Dios, que nos invita a escuchar a Jesús, para que reconociendo lo verdaderamente importante, podamos ver como vence la muerte”.

En el transcurso de los domingos se va a ir desglosando la frase y explicando los distintos aspectos que incluye.

Domingos de Cuaresma:

1.- Tentación – DesiertoCaminamos hacia la pascua -Nos apoyamos en Dios-

2.- TransfiguraciónDios nos dice que escuchemos a Jesús - Jesús nos invita a seguirlo-

3.- SamaritanaNecesitamos a Jesús - Nos muestra lo verdaderamente importante. Jesús calma nuestra sed-

4.- Ciego de nacimientoNos abre los ojos y el corazón para que veamos de verdad-

5.- LázaroJesús vence la muerte-


CARTELERA

Podemos colocar en la cartelera: “… PARA QUE RECONOZCAMOS LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE…”


RECURSO

A modo de propaganda alguien puede promocionar distintas aguas saborizadas que calman distintas clases de sed, una de las botellas es muy especial y no tiene etiqueta porque sacia todo tipo de sed.
Un catequista o animador le pide al vendedor que se retire haciéndole notar que se equivocó de lugar. El vendedor le dirá que vino porque le dijeron que en este lugar buscaban  “el Agua Viva” que calma toda sed. Entonces lo invitan a sentarse y escuchar.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

+ En este verano que hizo tanto calor, ¿cómo se sintieron, qué hicieron…?

+ Posibles respuestas: Nos sentíamos agobiados, desganados, no queríamos hacer nada, sólo teníamos ganas de estar en una pileta y beber mucha agua.

+ Cuando hace calor ¿cómo reacciona nuestro cuerpo? Nos cansamos más, transpiramos, tenemos necesidad de hidratarnos, recuperar líquido. El cuerpo nos avisa que nos falta líquido ¿Cómo? A través de la sed. Esa es la marca en rojo del tanque de nuestro cuerpo cuando necesita líquido.

+ ¿Solamente tenemos sed cuando nos falta líquido? No porque muchas veces cuando necesitamos otras cosas también decimos que tenemos sed. Seguramente hemos escuchado la frase “sed de justicia”... ¿Qué querrá decir?

+ Decir que tenemos sed significa muchas veces que queremos algo que nos hace falta. Así como hay distintas clases de “sed”, hay distintas aguas para calmarlas.

+ La sed de nuestro corazón no se calma nunca, siempre tenemos ganas de un poco más, un poco más de cariño, un poco más de perdón, un poco más de sabiduría, un poco más de comprensión, un poco más de generosidad, etc.  La sed de nuestro corazón no se calma porque todo eso que necesitamos es parte de la sed más grande y que sólo puede colmarla y saciarla el Amor de Dios.

+ Jesús vino al calmar nuestra sed, Él es el Agua Viva que le da a nuestra vida lo verdaderamente importante, lo que verdaderamente necesitamos.

+ Así le pasó a la mujer de Samaría, siempre buscaba agua para calmar la sed, pero su corazón tenía otra sed, que sólo se calmó cuando encontró a Jesús.


ORACIÓN COLECTA

Padre Dios, en esta Cuaresma
te pedimos calmar la sed
de nuestro corazón
con el agua Viva que nos regalas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Junto con el pan y el vino
queremos ofrecerte Señor
la sed de nuestro corazón
para que la calmes con todo tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre bueno, te damos gracias
porque siempre nos cuidas
y nos das a tu Hijo Jesús,
el agua verdadera que calma nuestra sed.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.


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DINAMICA EL LÁPIZ GRUPAL

El lápiz ó Pilot grupal: objetivo:Que el grupo logre escribir los dones ó frutos del Espíritu Santo.

*Disposición: grupos de 4 personas

*Material: cada equipo dispondrá de un Lápiz ó pilot(Marcador) con " amarras y una hoja en la cual escribir

*Tiempo: Entre 10 y 20 minutos

*Cada grupo tendrá un lapiz ó pilot(Marcador) con 4 cuerdas de los cuales cada participante toma uno de los extremos los jóvenes deberán coordinarse y trabajar en conjunto para que entre los 4 logren escribir bien el fruto ó el don del Espíritu Santo en la hoja, el equipo que se demore menos tiempo y se entienda la palabra será el ganador.

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DIBUJOS EN EQUIPOS : 
MATERIALES      Un lápiz o marcador por equipo.5 o más pliegos de papel por equipo.
DESARROLLO: El catequista forma equipos según el número de jovenes y el material que se disponga
(se recomienda no más de 6 por equipo). Estos equipos se forman en fila, un equipo junto al otro, dónde el primero de cada fila tiene un marcador o lápiz. Frente a cada equipo, a unos 7-10 metros se coloca un pliego de papel u hoja grande. El juego comienza cuando el catequista nombra un tema, por ejemplo "Pentecostés", luego el primero de cada fila corre hacia el papel de su equipo con un marcador en la mano y comienza a dibujar sobre el tema nombrado, en este caso "Pentecostés",
luego de 10 segundos el catequista grita "ya" y los que estaban dibujando corren a entregar el marcador al segundo de su fila que rápidamente corre a continuar el dibujo de su equipo.
El juego termina cuando el catequista lo estime y se le otorgan puntos al equipo que mejor dibujó sobre el tema nombrado.
Ej: Un joven corre y dibuja una paloma, otro joven corre y dibuja los apóstoles, otro joven corre y dibuja las lenguas de fuego... otro la habitación, otro a la virgen María así hasta que todos hayan ayudado a formar juntos el dibujo del tema Pentecostés.
Otros temas con los que se puede jugar son:
*La Iglesia
*Pentecostés
*La Familia
*Semana Santa
*Un pasaje bíblico

13 mar 2020

La catequesis como puente hacia la liturgia. Por el Padre Daniel Díaz

Imaginemos que un día encendemos nuestro televisor y nos encontramos con una película que nos resulta atrayente. Pero a los pocos segundos, al comenzar un diálogo entre los personajes, no reconocemos ni una sola palabra y ni siquiera identificamos su idioma. Esperamos ansiosos los subtítulos que traduzcan lo que se dice, pero estos nunca aparecen. Mientras la incomprensible conversación continúa avanzando, hacemos el intento de entender algo, pero pese a nuestro esfuerzo no logramos nada. Sólo vemos personas que pronuncian palabras desconocidas. Todo parece tener sentido para ellos: ríen o lloran, se enojan o entristecen. Sin embargo, para nosotros, todo resulta distante e inaccesible. ¿Cuánto tardaríamos en cambiar de canal? Seguramente muy poco.
No es ningún secreto si afirmamos que en nuestra sociedad, la Liturgia de la Iglesia es un lenguaje que pocos hablan. La gran mayoría de los católicos no sabe por qué la gente se para, se sienta o se arrodilla. Desconocen el significado de palabras que se repiten constantemente como “gloria”, “aleluya”, “gracia” y mil otras. Se ven sometidos a silencios que les resultan sólo espacios vacíos y en los cuales no saben qué hacer. Y todo esto, sólo por poner algunos ejemplos. Hoy es indispensable una catequesis que introduzca gradualmente a quienes aún no lo conocen, a este modo nuevo de escuchar a Dios y de expresarnos ante Él y los hermanos, tal como la Liturgia requiere.
¿Cómo podemos enojarnos cuando alguien entra al Templo como si nada, si nunca lo ayudamos a comprender que este era un lugar distinto, un espacio sagrado? Y no bastará con explicárselo sólo intelectualmente. Habrá que ayudarlo a hacer experiencia de lo que eso significa. No como algo instantáneo, sino sabiendo que requerirá de paciencia y dedicación, de un acompañamiento afectuoso y comprensivo que no le demande ir más allá de lo que él puede en esta etapa. Y siempre deberemos esforzarnos para que perciba nuestra enseñanza como una invitación a participar de una Buena Noticia.
¡Cuántas veces nos damos vuelta con cara de pocos amigos porque alguien habla en la Misa! Pero ¿quién se ha tomado la molestia de explicar a esa persona el valor del silencio como espacio de interioridad y diálogo con Dios? ¿Quién ha ayudado a los que no lo saben, a entender que en las palabras que dice el sacerdote habla por nosotros a Dios o nos habla en nombre del Señor? Nosotros no nos privaríamos de hablarle a un familiar que está sentado frente a la tele, si están pasando un cortometraje en japonés y sabemos que él no habla ese idioma.
Estas situaciones nos plantean una doble necesidad. En primer lugar hemos de asumir la tarea catequística de enseñar a celebrar la vida y la fe. No hacerlo es un modo de marginar a quienes no entienden su lenguaje. En segundo término, hemos de asumir la tarea de traducir a un lenguaje más accesible todas las palabras y gestos de la Liturgia (y si no pueden traducirse porque responden a normas fijas, al menos le podremos poner subtítulos que sirvan de ayuda a muchos).
En sus orígenes, en tiempos del imperio de Roma, la Iglesia asumió el latín como lengua propia, para que la mayoría del mundo conocido pudiera comprender lo que celebraba. Siglos después, lo abandonó por la lengua de cada lugar, con el mismo sentido. Tenemos que preguntarnos hoy, qué cosas debemos asumir y cuáles tenemos que dejar para que todos puedan seguir celebrando a Jesucristo como Él lo merece, como nosotros lo necesitamos. Mientras lo hacemos, la catequesis deberá prestar especial atención a esta problemática y hacerse puente que acerque a aquellos que no conocen el lenguaje litúrgico, a la participación de un encuentro con Dios que sea verdadera fiesta.