Objeto: Una tabla de surfear o una camiseta de "Hang Ten".
Escritura: "Entonces se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo: Joven, ¡te ordeno que te levantes! El muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre" (Lucas 7:14-15 )
En esta mañana les traigo una tabla de surfear (o un dibujo o foto). ¿Tienes una de éstas? ¿Has ido alguna vez a surfear? Hoy te voy a contar la historia maravillosa de Bethany Hamilton. Bethany comenzó a surfear bien temprano en su vida. De hecho, participó de su primera competencia en este deporte cuando tenía ocho años. Increíblemente ganó tanto en la división de tablas cortas como en la de tablas largas en esa competencia. No había duda de que ella tendría un brillante futuro en el deporte de tablas.
Al cumplir los trece años, Bethany fue a surfear en las costas de la isla de Kauai en Hawaii cuando fue atacada por un tiburón tigre de 14 pies. Debido a este ataque, Bethany perdió un brazo. También perdió el 60% de su sangre y tuvo que ser operada en varias ocasiones. La mayoría de las personas asumieron que su sueño de ser una surfista profesional había terminado, pero no fue así. Bethany tenía una confianza grande en Dios y eso hacía que tuviera una actitud positiva ante la vida. Milagrosamente, justo un mes después del ataque, Bethany retornó al agua y continuó prosigiendo a la meta de ser una surfista profesional. En el 2007, Bethany logró su meta: era una profesional en el deporte y dos años más tarde llegó a tener el segundo lugar en el Campeonato Juvenil Mundial. ¡Eso es dar un giro milagroso!
Nuestra lección bíblica habla sobre un cambio más milagroso todavía. Un día, Jesús y sus discípulos estaban caminando hacia un pueblo llamado Naín. Mientras se acercaban a la puerta del pueblo, un difunto estaba siendo llevado a enterrar a las afueras del pueblo. El era hijo único de una viuda, la cual estaba muy triste porque ya no tenía a nadie que la cuidara. Cuando Jesús vió esto, le dijo a la viuda, "No llores."
Luego fue hasta el ataúd y lo tocó. "Joven, a tí te digo, levántate." El muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús le entregó a la viuda su hijo y los dos dieron vuelta de regreso a su casa. ¡Esto es lo que yo llamo un cambio milagroso!
Jesús quiere que tú y yo experimentemos un cambio milagroso también en nuestras vidas. Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. Todo aquel que cree en Mí, aunque muera, vivirá; y todo aquel que vive y cree en Mí, nunca morirá." ¡Ese es el cambio milagroso que Jesús quiere para nosotros!
Padre, gracias por darnos a Jesús, tu único Hijo, para darnos la victoria. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
LETRERO EMPAREDADO: Los niños o la maestra cortará un pedazo de cartulina por la mitad (o en cuatro partes para los nenes pequeños). Una los dos pedazos con una cuerda o cinta de forma tal que puedan ponérselo por la cabeza, quedando una mitad sobre el pecho y la otra en la espalda. Asegúrese de darle espacio con la cuerda o cinta para que no quede levantado el letrero. Los niños escribirán EL GIRO MILAGROSO: ¡HAY VICTORIA EN JESÚS!
DRAMITA DEL JOVEN FALLECIDO: Después de la lección de hoy, pídale a los niños que dramaticen la historia mientras la maestra la hace nuevamente. Al final de la historia todos los niños pueden decir juntos: "¡Qué giro milagroso - hay victoria en Jesús!" Puede hacerse un mini drama para presentarlo en el Servicio de Adoración como una manera de servir a Jesús. Pueden aprovechar y cantar "Victoria en Cristo"
CUADRO O FOTO DE VICTORIA: Si la maestra tiene una foto de cada niño, les pedirá que peguen la foto en un papel de construcción el cual formará el marco de la forto. Le pondrán de título "Tengo la victoria en Jesús, es un giro milagroso". Si no tiene una foto, cada niño puede hacer un dibujo de sí mismo y pegarlo en el papel de construcción y ponerle el mismo título.
MARCADOR DE LIBROS DE VICTORIA: Tenga marcadores y cintas para que el niño lo forme. Dígale que le escriban las siguientes palabras "¡EL QUE CREE EN JESÚS VIVIRÁ
POR SIEMPRE!" (o la maestra puede escribir el mensaje para que el niño lo recorte y lo pegue al marcador). Pueden decorar el marcador con etiquetas o sellitos engomadas.
VICTORIA REFLEJADA: La maestra puede tener espejitos pequeños o algo similar que refleje al niño cuando se mire en él. La maestra le dirá a los niños: "Mírense en este espejito y contéstenme, ¿quién tiene victoria en Jesús?" En la parte de atras del espejo los niños pueden pegar un papelito ya preparado por la maestra que diga "HE ALCANZADO LA VICTORIA EN JESÚS. ¡HE DADO UN GIRO MILAGROSO!"
ENCONTRANDO EL VERSÍCULO BÍBLICO: "Entonces Jesús le dijo: 'Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?" (Juan 11:25-26). Divida el versículo en varias partes y péguelas alrededor del salón y pídales a los niños que las busquen y las lleven a una cartulina que estará en la mesa y que tiene el título GIRO MILAGROSO. Los niños pueden pegar el versículo, que se memorizarán, en orden. Si son niños pequeños, el versículo puede hacerse más corto.
CHARLA DE MILAGROS ALREDEDOR DE UN CÍRCULO: Anime a los niños a sentarse en un círculo y participar del juego ES IMPOSIBLE. Un niño dirá: "Es imposible _______________", completando la frase y tocará al niño del lado para que éste diga "Es imposible ___________ (completando su frase). Si el segundo niño se tarda más del tiempo establecido por la maestra (15 segundos u otra cantidad de tiempo), el segundo niño tendrá que dejar el círculo. La idea es que se compartan rápidamente ideas que consideran imposibles de lograr, para luego compartir el milagro de la historia de hoy.
ARTE MILAGROSO CON TIZA: Dele a cada niño un pedazo de papel de construcción, un pincel de esponja y algo de suero de leche (buttermilk) para esparcirla sobre todo el papel de construcción. Entonces los niños podrán dibujar algo que refleje la lección de hoy con tizas en colores. Deberán dejar secar su obra de arte. El suero de leche mantendrá la tiza en su lugar y no se borrará ni manchará el papel.
PANTOMIMA DEL MILAGRO: Divida los niños en equipos. Cada equipo escojerá un milagro de la Biblia para hacer una pantomima. Los otros niños tratarán de adivinar qué historia milagrosa es la que se está haciendo. Cuando la adivinen, todos los niños gritarán: "¡Es un milagro!"
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