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14 nov 2014

Encuentro de Primera Comunión 2 -


Para empezar...

Vamos a ambientar un salón como si fuera el Cenáculo.

 Una mesa larga baja, almohadones en el piso (o no), todo iluminado con velas. Tenemos que tener preparado un lugar especial para el
Santísimo. Un altar con un mantel, la imagen de la Virgen, una vela.
Armar el lugar de manera que resulte un lugar cálido, lindo, que propicie la oración y el encuentro con Jesús.
Actividad
En un primer momento, los chicos van a estar afuera del salón. Los catequistas pueden explicar que van a vivir un momento muy especial, que hay alguien muy importante que nos está esperando para compartir un rato de oración entre amigos.
Aquí, en la puerta antes de entrar, les leemos Mt 18, 19-20 (“La oración común”). Una vez finalizada la lectura, entramos al salón y nos sentamos con los chicos alrededor de la mesa, mirando al Santísimo.
 Una vez que estamos todos acomodados en el salón leemos Lc 22, 14-20 (“La comida pascual y la institución de la Eucaristía”).
 Podemos señalar la similitud del lugar donde Jesús compartió una cena con sus amigos por última vez y en el que estamos nosotros. ¿Cómo nos hace sentir? ¿Nos dimos cuenta quién nos estaba esperando?
 Habiendo compartido la Palabra, nos disponemos a escuchar el siguiente audio:
https://www.youtube.com/watch?v=OVFIRBurcMA
¿Sentimos que nos habló a cada uno de nosotros? ¿Qué  sentimos cuando Jesús nos habla?

Podemos invitar a los padres que lleguen un ratito antes para que participen en la oración final y la bendición junto con Jesús y todos los chicos.

Sugerencia para los dos encuentros propuestos:
Es importante crear un clima de oración, donde prevalezcan la calidez y la belleza. Podemos poner una
música de fondo o invitar a algún catequista que toque la guitarra para cantar alguna de las canciones
que los chicos conocen mientras ellos desarrollan la actividad.

fuente :Vicaría Episcopal de Pastoral para niños -Arquidiócesis de Buenos Aires
www.vicarianiños.org.ar


Encuentro de Primera Comunión - 1

Vicaría Episcopal para niños


Para empezar...
Podemos comenzar iluminando el encuentro con la lectura Lc 18,35-43 (“Curación de un ciego de Jericó”) Una vez que leemos la Palabra, les proponemos a los chicos la actividad.
Actividad
Le damos a cada uno de los chicos un espejo pequeño (en el caso de no conseguir la cantidad suficiente de espejos para cada uno, se pueden utilizar tapas para bandejas de aluminio que se consiguen fácilmente en las papeleras). Les vamos a pedir que se miren detenidamente y que se dibujen como se ven.
 ¿Pudieron versebien? ¿Descubrieron algo que hasta ese momento no habían visto?

 Luego, les vamos a dar una hoja con la inscripción, “Así lo veo a Jesús…” y, como no lo podemos ver, les vamos a pedir que lo dibujen tal cual se lo imaginan.
 ¿Se parece a nosotros? ¿Todos lo imaginamos igual?

 Una vez que se pudieron ver a sí mismos y pudieron imaginarse y dibujar a Jesús, pensamos:
Alguna vez, ¿pudimos ver a Jesús en un amigo, en algún familiar, en algún vecino o en otra
persona que conozcamos?
¿Pudimos descubrir a Jesús en algún gesto que hayan tenido con nosotros?
Cuando tengan la respuesta, la van a escribir en la misma hojita donde dibujamos a Jesús diciendo: “Yo descubrí a Jesús en otro cuando…”.
La hoja puede estar dividida en dos para los dos momentos de la actividad con las dos frases principales ya escritas.
 Podemos pegar todas las hojas en un afiche o en cartulinas y ofrecerlas el día de la Comunión, o bien exhibirlas para que las familias puedan verlas a medida que vayan llegando a la celebración.
Oración final:
Para finalizar el encuentro, los invitamos a rezar juntos pidiendo por todos los
chicos que muy pronto van a recibir a Jesús en la Eucaristía.

8 nov 2014

Frutos y condiciones de la Eucaristía.


El sacramento de la Eucaristía, como todo sacramento, es eficaz. Al recibirlo hay cambios reales en la persona que lo recibe y en toda la Iglesia aunque los cambios no se puedan palpar:
Acrecienta nuestra unión con Jesucristo.
Al comulgar recibimos a Jesucristo de una manera real y substancial. Es una unión real, no es un buen deseo o un símbolo. El sacramento de la Eucaristía es una unión íntima con Dios que nos llena de su Gracia.
"Quien come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él" (Jn, 6,56).
Nos perdona los pecados veniales.
Para recibir a Jesús, es indispensable estar en estado de gracia y al recibirlo, la presencia de Dios dentro de nosotros hace que se borren las pequeñas faltas que hayamos tenido contra Él y recibimos la gracia para alejarnos del pecado mortal.
Fortalece la caridad, que en la vida diaria tiende a debilitarse.
El pecado debilita la caridad y puede hacernos creer que vivir el amor como Jesús nos lo pide es muy difícil, casi inalcanzable.
Sin embargo, Jesús ya sabía que nos costaría trabajo y que nos sentiríamos sin fuerzas para lograrlo, por eso quiso quedarse con nosotros en la Eucaristía para alimentarnos y ayudarnos fortaleciendo nuestra caridad.
La Eucaristía, siendo el mayor ejemplo de amor que podemos tener, transforma el corazón llenándolo de amor, de tal manera que quien la recibe es capaz de vivir la caridad en cada momento de su vida.
"Que nunca os falte, queridos jóvenes, el Pan eucarístico en las mesas de vuestra existencia. ¡De este pan podréis sacar fuerza para dar testimonio de vuestra fe!"
(Juan Pablo II. Queridísimos jóvenes)
Nos preserva de futuros pecados mortales.
Una persona que vive de acuerdo a la caridad, difícilmente cometerá faltas graves de amor a Dios.
Da unidad al Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia.
Cada persona que recibe a Jesús en la Eucaristía se une íntimamente a Él, que es la cabeza de su Cuerpo Místico del que todos los cristianos formamos parte.
De esta manera, el cristiano que se une a Cristo en la Eucaristía, se une al mismo tiempo al resto de los cristianos miembros de su Cuerpo Místico. Por ésta razón, a la recepción de la hostia consagrada se le llama comunión, que significa común-unión o unión de toda la comunidad.
"Te pido que todos sean uno. Padre, lo mismo que tú estás en mí y yo en ti, que también ellos estén unidos a nosotros; de este modo, el mundo podrá creer que tú me has enviado. Yo les he dado a ellos la gloria que tú me diste a mí, de tal manera que puedan ser uno, como lo somos nosotros".(Juan 17, 21-22.)
Fortalece a toda la Iglesia.
Por la misma unidad de los cristianos en el Cuerpo Místico de Cristo sucede que al fortalecerse uno de sus miembros con las gracias de la Eucaristía, se fortalece la Iglesia entera.
Entraña un compromiso en favor de los demás.
Al estar más unido al Cuerpo Místico de Cristo, aquél que recibe la Eucaristía, se hará más consciente de las necesidades de los otros miembros. Se identificará con los intereses de Cristo, sentirá el compromiso de ser apóstol, de llevar a Cristo a todos los hombres sin distinción y de ayudar en sus necesidades espirituales y materiales a los pobres, los enfermos y todos los que sufren.
Características de la participación en la Eucaristía

Cuando vamos a participar en la Eucaristía debemos prepararnos adecuadamente para poder participar con las debidas características y disposiciones. Estas deben ser:
 
·        Externas: para el sacerdote consistirán en el perfecto cumplimiento de las rúbricas y ceremonias que la Iglesia señala. Para los fieles respeto, modestia y atención para participar activamente.
·        Internas: Identificarse con Cristo. Ofrecerle al Padre y ofrecerse a sí mismo en Él, con Él y por Él.
·        Profunda: entrega total.
·        Vital - Existencial: no de palabras solamente, sino de todos y cada uno de mis actos de mi vida.
·        Confianza ilimitada: tener confianza en la Bondad y Misericordia de Dios.
·        Hambre y sed de comulgar: Esta es la que más afecta a la eficacia santificadora de la gracia, ensancha nuestra capacidad del alma y la dispone a recibir la gracia sacramental en proporciones enormes. La cantidad de agua que se coge de la fuente depende del tamaño de la vasija.
Para recibir a Jesús
Cuántas veces nos acercamos a comulgar, sin siquiera habernos preparado!, o lo que es peor ¡sin poner atención!

 FUENTE : http://www.es.catholic.net/.

18 ene 2014

LAS INTENCIONES PARA LA PRIMERA COMUNION


CADA MIEMBRO DE LA FAMILIA-ABUELOS -HERMANOS-PADRINOS-TIOS-PAPAS-ESCRIBEN EN UN PAPELITO LAS INTENCIONES O DESEOS O PETICIONES QUE LE HACEN A JESUS PARA TU RIMERA COMUNION Y QUEDAN EN EL SOBRE CORAZON QUE LLEVARAS EN TU PRIMERA COMUNION.


FUENTE: ESCUELA DE CATEQUESIS .

16 jul 2013

Encuentro de catequesis para niños que se preparan para recibir la primera Comunión...

 DIOS ALFARERO

 Introducción:

 Nos hemos reunido en torno a Ti Jesús, para recordar nuestra llamada. Para renovar nuestra Alianza de Amor Eterno, que por pura gratuidad hemos tenido una vez en nuestra vida.

 Quédate Señor con nosotros, porque necesitamos verte presente para no olvidarte, pues ya sabes con cuánta frecuencia te abandonamos… no sólo en nuestros pensamientos y palabras, sino también en nuestros gestos y actitudes…

 Canto: Yo quiero ser un vaso nuevo

 Lectura: Jer. 18, 2-6: “Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo con barro se estropeó en manos del alfarero, y este volvió a empezar, transformándolo en otro objeto diferente, como mejor le pareció al alfarero...”

 En manos del alfarero la arcilla responde a la mas mínima presión y no se resiste a las forma que está recibiendo. Nosotros no somos así, discutimos con Dios y resistimos a sus designios. Is. 45, 9- 11:

 “Litiga con el que la ha moldeado la vasija entre las vasijas de barro? Dice la arcilla al que la modela: ¿Qué haces tú?, y tu obra no está hecha con destreza?! ¡Ay del que dice a su padre: ¿Qué has engendrado? Y a su madre ¿Qué has dado a luz? Así dice el Señor, el Santo de Israel y su modelador: Van a interrogarme ustedes a mi acerca de mis hijos y a darme órdenes acerca de la obra de mis manos?”

 Muchas veces nos sentimos insatisfechos con la forma que Dios nos ha dado, aunque somos “una pieza de artesanía” amorosamente modelada por sus manos. Rom. 9, 20-21: ¡Oh hombre! ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? Acaso la pieza de barro le dirá a quien la modeló: ¿porque me hiciste así´? o, es que el alfarero no es dueño de hacer de una misma masa unas vasijas para usos nobles y otras para usos ordinarios?”

 Is. 29, 16: “¡Qué error el de ustedes! como barro que se considerase alfarero; como obra que dijera del que la hizo: ´No me ha hecho´; como cacharro que dijera del alfarero: “No entiende”.

 Escribir y hablar de estas cosas es fácil. Lo difícil es vivirlas. Cada uno de nosotros es “una pieza de artesanía de Dios”. A cada uno de nosotros nos dice personalmente: “Porque tú eres precioso a mis ojos, yo te estimo, te amo mucho” Is. 43, 4.

 Reflexión personal:

 1. ¿Dónde encontró Dios “la arcilla viva” con que te formó?

 (Recuerda las personas, circunstancias, experiencias que han tenido una incidencia en tu vida)

 2. ¿Puedes recordar algunas “impurezas” o “burbujas de aire” que ya han sido purificadas o estrujadas en tu vida? (experiencias de conversión)

 3. ¿Cómo muestras tu deseo de volver a comenzar? ¿Cómo va tu PROYECTO DE VIDA –

 Viviré como venga... porque es lo que todos hacen? Tendré un sentido de la vida como misión?


En ORACION podes hacer el “objeto” que quisieras ser en manos de Dios (utilizando plastilina, o algún otro tipo de masa, o dibujando en un papel)

 NO OLVIDES NUNCA. Dios te dice:

 “TU ERES PRECIOSO A MIS OJOS, YO TE ESTIMO, TE  AMO MUCHO” (Is. 43, 4)


 Podemos repartirnos nuestras artesanías con el compromiso de rezar unas por otras.

17 may 2011

Corazón eucarístico de Jesús. El Sagrario: El alcance del "Aleluya"


www.corazoneseucaristicos.com
Corazón eucarístico de Jesús. El Sagrario: El alcance del "Aleluya": "Aleluya es una exclamación hebrea que se compone de dos palabras: “Hallelu” que quiere decir “alabad” y 'Yah” que es abreviación de Yahvé, e..."