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13 oct 2016

Decálogo del catequista de la misericordia


Tomando las palabras del Papa Francisco en su homilía en la celebración eucarística del Jubileo del Catequista en el Año de la Misericordia podemos encontrar diez propuestas que lo definen en una suerte de Decálogo del catequista de la misericordia:
  1. El catequista anuncia, a ejemplo de san Pablo, lo esencial de la fe, el primer anuncio, que “el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama, ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está a tu lado y te espera todos los días”, y “te ama personalmente”.
  2. El catequista de la misericordia sabe que “a Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral”.
  3. El catequista de la misericordia no es ni mundano ni estrábico, porque no se queda en la apariencia ni es indiferente, a diferencia de quien “mira con deferencia a las personas famosas, de alto nivel, admiradas por el mundo, y aparta la vista de tantos Lázaros de ahora, de los pobres y los que sufren, que son los predilectos del Señor”.
  4. El catequista de la misericordia construye la historia saliendo de sí mismo, porque “a Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino”.
  5. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo “a través del testimonio sencillo y veraz, con la escucha y la acogida, con la alegría que se difunde”, porque “el Señor no es una idea, sino una persona viva”.
  6. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con alegría y con coherencia: “No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo solo bonitos sermones”.
  7. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo en la caridad y con creatividad: “Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio”.
  8. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con humildad y servicialidad, pues “como servidores de la palabra de Jesús, estamos llamados a no hacer alarde de apariencia y a no buscar la gloria”.
  9. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con positivismo y optimismo, pues “no somos profetas de desgracias que se complacen en denunciar peligros o extravíos; no somos personas que se atrincheran en su ambiente, lanzando juicios amargos contra la sociedad, la Iglesia, contra todo y todos, contaminando el mundo de negatividad. El escepticismo quejoso no es propio de quien tiene familiaridad con la Palabra de Dios”.
  10. El catequista de la misericordia anuncia a Cristo con apertura y proximidad, por que “el que proclama la esperanza de Jesús es portador de alegría y sabe ver más lejos, tiene horizontes, no tiene un muro que lo encierra; ve más lejos porque sabe mirar más allá del mal y de los problemas. Al mismo tiempo, ve bien de cerca, pues está atento al prójimo y a sus necesidades”.
Manuel María Bru
Delegado episcopal de Catequesis de Madrid
Artículo originalmente publicado por Alfa y Omega

27 oct 2015

¿ Te estas dejando Misericordiar por Jesus ?


"Déjate misericordiar" "Invita a las personas que se llenan de culpas y escrúpulos a dejarse perdonar y envolver por la ternura del Padre Dios".





No sólo tiene que ver con la misericordia, que en él más que una palabra es un sentimiento, sino que tiene directamente que ver con su lema, [elegido por misericordia]"Miserando atque eligendo",el lema se refiere a la elección que hizo Jesús de Mateo, un cobrador de impuestos, y se traduce como "lo miró con misericordia y lo eligió" o "amándolo lo eligió"..
Vuelvo a recordar  notas y un párrafo de su discurso del 17 de abril. “Dejémonos abrazar por la misericordia de Dios, confiemos en su paciencia que siempre nos da tiempo, tengamos el coraje de regresar a su casa, de vivir en las heridas de su amor , dejándonos amar por El, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos así su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos nosotros también capaces de misericordia, de paciencia, de perdón”.


22 jul 2015

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: MISERICORDIANDO...

8 “Misericordiando”. por Jorge Milia


No hace siquiera dos meses, en Santa Marta, en un salón austero, mientras yo me reponía del shock del encuentro con el amigo, él me tomaba bel pelo bromeando sobre estas repetidas crónicas sobre sus neologismos:
- ¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que el más revoltoso de mis alumnos iba a escribir en “L’Osservatore Romano”? De haberlo sabido, en una de esas, no te mandaba a rendir examen…
Él será el Papa pero me habría mirado extrañado si no le replicara, así que le dije:
- ¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que iba a ser recibido por un Papa “Neologista”, que reinventa el latín, el español, el italiano…
Lo bueno del encuentro es reírse juntos. Yo sabía que el tiempo, aunque fuera una hora, sería corto y posiblemente no alcanzaría ni para la décima parte de lo que pretendía preguntarle, pero no estaba dispuesto a irme sin cosechar algunos “bergoglismos” para agregar a esta serie escrita para el blog Terre d’America y publicada en el  periódico vaticano “L’Osservatore Romano”.
Hay uno, posiblemente el más querido para él, “misericordiando”, que escapa al lunfardo porteño porque es de su autoría y no sólo tiene que ver con la misericordia, que en él más que una palabra es un sentimiento, y también está en relación a su lema: “miserando atque eligendo”.
Yo había guardado dos párrafos de él en relación al tema: “El mensaje de Jesús es ese: la misericordia. Para mi, y lo digo humildemente, es el mensaje más fuerte del Señor: la miericordia”, algo que había dicho pocos días después de su elección en la parroquia de Sant’Anna.
Una explicación sobre misericordiando ya la había dado al P. Antonio Spadaro S.I., director de “La Civiltà Cattolica” en el extenso reportaje que publicara unos días antes, pero uno siempre intenta encontrar algo más y a veces es útil seguir haciendo preguntas…
- ¿Por qué misericordiando? La gente no lo entiende mucho, pero le gusta.
- El gerundio latino miserando es intraducible en italiano y en español. A mí se me ocurrió traducirlo con otro gerundio que no existe: Misericordiando.
- Un buen invento. Mejor dicho, un neologismo papal. También porque en italiano y español el “miserando” suena más a miseria que a misericordia… que nada tienen que ver, que son opuestas.
- Puede ser.
- Además vos siempre anduviste enredado con la misericordia.
- Soy un pecador en el que el Señor ha puesto los ojos.- Me contestó con gran humildad, así como hiciera frente a los Cardenales.
- “Miserando atque eligendo”. Algo así me explicaste de tu lema cuando te hicieron Cardenal. Elegido por misericordia…
- Eso mismo. Lo creo, lo vivo.
Vuelvo a recordar mis notas y un párrafo de su discurso del 17 de abril. “Dejémonos abrazar por la misericordia de Dios, confiemos en su paciencia que siempre nos da tiempo, tengamos el coraje de regresar a su casa, de vivir en las heridas de su amor , dejándonos amar por El, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos así su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos nosotros también capaces de misericordia, de paciencia, de perdón”.
Se ha hecho un silencio entre nosotros. Lo miro serio y le pregunto como si lo hiciera sobre un tema complejo:
- ¿Cuánto tiempo crees que pasará antes de que “misericordiando” sea incorporada a las palabras cruzadas? Catorce horizontal, neologismo papal, quince letras…

6 jul 2015

musica- bienvenida tu misericordia -pablo martinez



                                                https://youtu.be/iGnT9mz23UM

EL SECRETO DEL PAPA FRANCISCO


10 abr 2015

Aportes para la fiesta de la divina misericordia para niños

LA DIVINA MISERICORDIA

La “Divina Misericordia” es una devoción basada en la misericordia y en el poder de Dios. Establece que la fe absoluta y la confianza en Dios son suficientes para que los pecados sean perdonados, y asegura que Jesús no es juez sino Salvador.

Nuestro Señor Jesucristo se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). y le ordenó: "Pinta una imagen de Mí, según la visión que de Mí tienes, con la inscripción: ¡JESÚS, YO CONFIO EN TI!"

Explicación del Cuadro: "Los rayos del cuadro representan la Sangre y el Agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma. Estos rayos protegen al alma de la Ira de MI Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, porque la mano de la justicia de Dios nunca le alcanzará". Palabras de Nuestro Señor a Sor María Faustina.

El Salvador pide que los hombres recurran a Su Misericordia y la invoquen antes que les alcance la justicia. "Escribe -dice el Señor a sor María Faustina-: Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia". Muchas veces, durante sus apariciones el Señor dio a conocer a Sor María Faustina los enormes pecados de la Humanidad. Asustada, ella le preguntaba al Señor cómo podía tolerar tan terribles ofensas. El Señor le contestó: "Para castigar, tengo Yo la eternidad; ahora Yo prolongo a los hombres el tiempo de Mi Misericordia; pero ¡ay! de ellos sí no conocen esta gracia... Tú, Mediatriz de Mi Misericordia, tienes la obligación, no solamente de escribirla y predicarla, sino que debes también implorar esta gracia para los hombres, para que glorifiquen Mi Misericordia".

A este respecto, el 27 de febrero de 1948, la Radio Papal del Vaticano anunció en un programa especial, una noticia relativa a Sor María Faustina como "Apóstol de la Misericordia Divina", concluyendo con las palabras: "Cristo exhorta al mundo, que se encuentra al borde del abismo, que la única salvación la encontrará en echarse en los brazos de la Divina Misericordia, que dará a toda la Humanidad felicidad verdadera, orden y paz permanentes".

CONSAGRACIÓN

En el momento de la consagración, se pueden repetir las palabras de Tomás reconociendo que Jesús es Dios: « ¡Señor mío y Dios mío! »


DESAFÍO BÍBLICO

Proponer a los chicos que busquen una frase en la Biblia y que para el próximo domingo digan cuál es el libro, capítulo y versículo. Quien cumple el desafío ganará un aplauso o una golosina.

* Desafío de la semana anterior: María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada” Jn. 20, 19

* Desafío propuesto para esta semana: ¡La paz esté con ustedes!” Jn. 20, 21

RECURSO

Opción 1: Dramatización: “EL VENDEDOR DESCONFIADO”

Opción 2: Explicar el Evangelio


Opción 1: Dramatización: “EL VENDEDOR DESCONFIADO”

Materiales y Personajes

Dos o tres animadores para la dramatización.
La representación transcurre en un negocio de venta de artículos deportivos.
Para que la ambientación ayude sugerimos como elementos necesarios (grandes para que sean vistosos): unas cajas de zapatillas, una tarjeta de crédito, un documento de identidad, una máquina para pasar la tarjeta de crédito, una caja registradora…

Idea

Tomar un hecho de la vida real y reflexionar sobre la actitud de Tomás.


DRAMATIZACIÓN

Comprador: ¡Buenos días!
Vendedora: ¡Buenos días! ¿Qué desea?

Comprador: Quisiera un par de zapatillas
Vendedora: Bueno tiene este modelo, este  con abrojo, este de color azul… (la vendedora le muestra varios modelos)

Comprador: Me gustan mucho estas con las rayas verdes flúo.
Vendedora: Son muy lindas, sí.

Comprador: Las voy a pagar con tarjeta de crédito
Vendedora: ¿Cuál es la tarjeta?

Comprador: Es “CIELO CARD”
Vendedora: ¿Me permite su documento por favor?

Comprador: Pero, usted me conoce, soy su vecino, todos los días nos saludamos, ¿para qué quiere mi documento?
Vendedora: Debo verificar su identidad.

El comprador le da su documento y termina la dramatización.


Diálogo del animador con los chicos:
¿Les pasó alguna vez a ustedes tener que mostrar el documento de identidad para demostrar quiénes eran? ¿Vieron una situación parecida en algún lugar, le sucedió a algún pariente de ustedes, lo ven cuando hacen las compras con su familia?

En muchas ocasiones, en situaciones sencillas, cotidianas, en nuestra vida de todos los días no alcanza con presentarnos y decir soy fulanito de tal….sino que tenemos que demostrar nuestra identidad, verificar quiénes somos por medio de un documento cuando vamos a viajar, de un carnet para entrar al club o para usar la pileta, cuando vamos a la biblioteca si somos socios etc.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

+ Jesús resucitado, se apareció a sus discípulos. Uno de los apóstoles, Tomás, no estaba con ellos. Cuando los discípulos le dijeron a Tomás que habían visto a Jesús y que estaba vivo, Tomás dijo: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré.» 

+ Una semana después, Jesús se vuele a parecer y allí estaba Tomás. Jesús le dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe.»…Tomas dijo: «¡Señor mío y Dios mío!» 

+ (Recordar la dramatización) Al comprador le exigen demostrar su identidad, y por lo tanto le piden su documento aunque era su vecino. También hoy algunos dudan y no creen que Jesús resucitó de la tumba, porque no lo han visto con sus propios ojos. Ellos desean ver su documento de identidad, comprobar que murió y resucitó, antes de creer.

+ Jesús muestra sus manos, sus llagas, su costado del que brotó sangre y agua. Jesús muestra que se entregó con todo su amor, que dio su vida, no se guardó nada. Esa es la señal más importante: vive porque amó mucho y el Padre Dios lo resucitó.

+ Jesús nos dice en su palabra: “¡Felices los que creen sin haber visto!”. Nosotros debemos ser creyentes. El Señor ha resucitado, nosotros no lo hemos visto, pero creemos que es así y le pedimos hoy que nos ayude a creer, que nos ayude siempre a vivir con FE.

+ Podemos asumir como compromiso vivir amando, tener gestos de amor concretos para que muchos crean en el amor de Dios, viendo nuestras buenas obras y así tengan vida en Jesús.

+ Pidamos al Señor el don de la fe, creer sin ver. Pidamos creer que Jesús está Vivo y Resucitado. Repetir con los chicos: “Señor mío y Dios mío”.

DIVINA MISERICORDIA






Divina Misericordia
Nuestro Señor se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). Faustina escribía en su diario todo lo que escuchaba y veía.
El 22 de febrero de 1931 escribió en su diario:
“Me encontraba en mi habitación por la tarde y me di cuenta que Jesús estaba ante mí, vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir, y la otra descansaba sobre su pecho. Del pecho, por la abertura de la túnica, salían dos grandes rayos de luz, uno rojo y el otro pálido. Contemplé a Jesús con fervor y en silencio; mi alma se llenó de temor, pero también de un gozo que no se puede describir”.
Después de un rato, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según la imagen que ves y escribe debajo: “Jesús en Ti confío”. Deseo que esta imagen sea venerada, primero en vuestra capilla y después en el mundo entero”.
“Los rayos del cuadro representan la Sangre y el agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma… Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia.”
La imagen fue venerada públicamente por primera vez el 26 de abril de 1935. En la actualidad es venerada en la Iglesia del Espíritu Santo en Vilnius, Lituania.
Durante el pontificado de Juan Pablo II, el 30 de Abril del 2000, al canonizar a santa Faustina, se proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de Pascua.

28 mar 2015

Bienaventurados los misericordiosos...blogoslawieni milosierni...

Himno Cracovia 2016

Alzo mis ojos a las montañas
de donde vendrá la ayuda...
viene de nuestro Señor, 
un Dios Misericordioso.
Si nos perdemos, el nos busca
y nos carga entre sus brazos
con su sangre cura  nuestras heridas
y una nueva vida nos da.
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE ELLOS OBTENDRÁN MISERICORDIA.
Señor, si tienes encuenta las culpas
¿quien podría subsistir?
Dios nos perdona, perdonemos nosotros 
también como El.
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE ELLOS OBTENDRÁN MISERICORDIA.
La sangre de Cristo nos Redimió
y El ha resucitado
¡Jesús es El Señor!
¡que lo sepa todo el mundo!
Deja de lado el miedo y ten fe 
pon tu carga a sus pies, 
El ha Resucitado
¡Vive Jesús , nuestro Dios!


17 feb 2015

Himno de la JMJ - Cracovia 2016 - Subtitulado (LYRICS): ES - EN - PT - R...

confiar y confiar y confiar mas !

 “¿Por qué no confías en mí, tu Creador? ¿Por qué te apoyas en ti? ¿No soy fiel y leal contigo? Redimido y restaurado en la gracia en virtud de la sangre de mi Hijo único, el hombre puede decir entonces que ha experimentado mi fidelidad. Sin embargo dudas todavía.
¿Te parece que yo no sea lo bastante poderoso como para socorrerte, suficientemente fuerte para ayudarte y defenterte contra tus enemigos, suficientemente sabio como para iluminar tu inteligencia o que tenga suficiente clemencia como para poder darte lo que es necesario y lo que te hace falta para vivir en plenitud hoy?.  Pareces creer que yo no soy lo suficientemente rico como para salvarte en tus necesidades ni lo suficientemente bello para devolverte la belleza que perdiste por el pecado. Se dería que temes encontrarte conmigo para que nutra de vestidos y pueda cubrirte en tu indigencia". Santa Catalina de Siena

Lo único que nos pide Dios es que confiemos. Nos lo explica en el texto del evangelio: "Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?" . (Mt. 6,26).


"Tu amigo que nunca falla"

«Evita las preocupaciones que te afligen y los pensamientos negativos sobre lo que puede suceder más adelante. No estropees mis planes queriendo imponerme tus ideas. Déjame ser Dios y actuar como sé hacerlo. Abandónate en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente "Jesús confío en ti". Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y el querer resolver las cosas a tu manera.

Cuando me dices “Jesús yo confío en ti”, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos. No tengas, miedo, Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús, yo confío en ti".

Necesito las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones inútiles.Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en mí, abandónate en mí. Yo obro en proporción del abandono y la confianza que tienen en mí. Deposita en mí tus angustias, tus problemas y dificultades y duerme tranquilo.
Dime siempre: Jesús confío en ti, y verás cómo se va llenando tu alma de paz, de tranquilidad, de amor y de sosiego. Te lo prometo y te lo cumplo porque te amo. Tu amigo que nunca falla. Jesús».

(Palabras de Jesús a Santa Faustina).

2 abr 2013

Novena a la Divina Misericordia


Novena de la Misericordia. (Inicia Viernes Santo) fuente:  www.Homeschooling Católico.org... de silviadelvalle5

"Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y la sumergirás en este mar de Mi Misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la Casa de Mi Padre. Lo harás en esta vida y en la vida futura. Y no rehusaré nada a ningún alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia. Cada día pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga Pasión".


Contesté: Jesús, no sé cómo hacer esta Novena y qué almas

Introducir primero en Tu muy Misericordioso Corazón. Y Jesús me contestó que me diría, día por día, qué almas debía introducir en Su Corazón.

DÍA PRIMERO
Por todo el género humano, especialmente por los pecadores.

Misericordiosísimo Jesús, cuya prerrogativa es tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu Piadosísimo Corazón y no permitas que salgamos jamás de él. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, vuelve Tu compasiva mirada hacia todo el género humano y en especial hacia los pecadores, todos unidos en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Por los méritos de Su Pasión, muéstranos Tu misericordia, para que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia, por los siglos de los siglos. Amen.

Terminar con la corona de la divina misericordia.

CORONA DE LA DIVINA MISERICORDIA

- Comenzar con un Padrenuestro, Ave María y Credo, y luego, con la ayuda de las cuentas de un rosario:

- Al inicio de cada decena decir:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero."

- En cada cuenta pequeña de las decenas decir:

"Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

- Al terminar las cinco decenas, repetir tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero".

Jaculatoria final: "Oh sangre y agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Vos confío".

Se puede concluir la corona con el rezo de la Salve.






 

DÍA SEGUNDO
Por las almas de los sacerdotes y religiosos.

Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que la vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido de Tu viña (hacia las almas de sacerdotes y religiosos); dótalos con la fortaleza de Tus bendiciones. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están unidos, impárteles Tu poder y Tu luz, para que guíen a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA TERCERO
Por todas las almas devotas y fieles.

Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas fieles, pues que guardan el legado de Tu Hijo. Por los méritos y dolores de Su Pasión, concédeles Tu bendición y tenlos siempre bajo Tu tutela. Que nunca claudiquen su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa fe, sino que, con todos los Ángeles y Santos, glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA CUARTO
Por los que no creen y todavía no conocen la Divina Misericordia.

Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo, y a las de aquellos que todavía no te conocen, pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA QUINTO

 

Por las almas de nuestros hermanos separados.

Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de Tu Corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalos, con la ayuda de Tu luz, a la unidad de la Iglesia, y no los dejes marchar del cobijo de Tu Compasivo Corazón, todo amor; haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de tu misericordia.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado Tus bendiciones y abusado de Tus gracias, manteniéndose obstinadamente en el error. También a ellos da cobijo el Corazón misericordioso de Jesús; no mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y los dolores de la Pasión que sufrió y que aceptó por su bien. Haz que glorifiquen Tu gran Misericordia por los siglos de los siglos. Amen.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA SEXTO

 

Por las almas mansas y humildes y las de los niños pequeños.

Misericordiosísimo Jesús que dijiste: "aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón", acoge en Tu Corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes, y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente. Son como un ramillete de florecillas que despidieran su perfume ante el trono de Dios. El mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo en Tu Piadosísimo Corazón, oh Jesús y entonan incesantemente himnos de amor y de gloria.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada llena de misericordia hacía estas almas mansas, hacia estas almas humildes y hacia los niños pequeños acurrucados en el seno del corazón desbordante de piedad de Jesús. Estas almas se asemejan más a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar Tu Trono, Señor. Padre de misericordia y bondad suma, Te suplico, por el amor que Te inspiran estas almas y el gozo que Te proporcionan: bendice a todo el género humano, para que todas las almas a la par entonen las alabanzas que a Tu misericordia se deben por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA SÉPTIMO

 

Por las almas que veneran especialmente la Misericordia Divina.

Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el Amor mismo, recibe en Tu Corazón piadosísimo las almas de aquellos que de una manera especial alaban y honran la grandeza de Tu misericordia. Son poderosas con el poder de Dios mismo. En medio de las dificultades y aflicciones siguen adelante, confiadas en Tu misericordia; y unidas a Ti, oh Jesús, portan sobre sus hombros a todo el género humano; por ello no serán juzgadas con severidad, sino que Tu misericordia las acogerá cuando llegue el momento de partir de esta vida.

Padre Eterno, vuelve Tu mirada sobre las almas que alaban y honran Tu Atributo Supremo, Tu misericordia infinita, guarecidas en el Piadosísimo Corazón de Jesús. Estas almas viven el Evangelio con sus manos rebosantes de obras de misericordia, y su corazón, desbordante de alegría, entona cánticos de alabanza a Ti, Altísimo Señor, exaltando Tu misericordia. Te lo suplico Señor: muéstrales Tu misericordia, de acuerdo con la esperanza y confianza en Ti depositada. Que se cumpla en ellos la promesa hecha por Jesús, al expresarles que durante su vida, pero sobre todo a la hora de la muerte, aquellas almas que veneraron Su infinita misericordia, serían asistidas por El, pues ellas son su gloria. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA OCTAVO

 

Por las almas que estén en el purgatorio.

Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de Tu Corazón desbordante de misericordia las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante, han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua que brotó de Tu Corazón apague las llamas purificadoras para que, también allí, el poder de Tu misericordia, sea glorificado.

Padre eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el purgatorio y que Jesús acoge en Su Corazón, desbordante de piedad. Te suplico, por la dolorosa Pasión que sufrió Tu Hijo, y por toda la amargura que anegó Su sacratísima alma: muéstrate misericordioso con las almas que se hallan bajo Tu justiciera mirada. No los mires de otro modo, sino sólo a través de las heridas de Jesús, Tu Hijo bien amado; porque creemos firmemente que Tu bondad y compasión son infinitas. Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.






 

DÍA NOVENO

 

Por las almas tibias.

Piadosísimo Jesús, que eres la Piedad misma. Traigo hoy al seno de Tu Compasivo Corazón a las almas enfermas de tibieza. Que el puro amor que Te inflama encienda en ellas, de nuevo, la llama de tu amor, y no vuelva el peso muerto de su indiferencia a abrumante con su carga. ¡Oh, Jesús!, todo compasión, ejerce la omnipotencia de Tu Misericordia, y atráelas a Ti, que eres llama de amor viva y haz que ardan con santo fervor, porque Tú todo lo puedes.

Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que, a pesar de todo, Jesús cobija en el seno de su Corazón lleno de piedad. Padre de Misericordia, te ruego, por los sufrimientos que Tu Hijo padeció, y por sus tres largas horas de agonía en la Cruz, que ellas también glorifiquen en el mar sin fondo de Tu misericordia, Amén.

Terminar con la corona de la divina misericordia.