17 feb 2015

confiar y confiar y confiar mas !

 “¿Por qué no confías en mí, tu Creador? ¿Por qué te apoyas en ti? ¿No soy fiel y leal contigo? Redimido y restaurado en la gracia en virtud de la sangre de mi Hijo único, el hombre puede decir entonces que ha experimentado mi fidelidad. Sin embargo dudas todavía.
¿Te parece que yo no sea lo bastante poderoso como para socorrerte, suficientemente fuerte para ayudarte y defenterte contra tus enemigos, suficientemente sabio como para iluminar tu inteligencia o que tenga suficiente clemencia como para poder darte lo que es necesario y lo que te hace falta para vivir en plenitud hoy?.  Pareces creer que yo no soy lo suficientemente rico como para salvarte en tus necesidades ni lo suficientemente bello para devolverte la belleza que perdiste por el pecado. Se dería que temes encontrarte conmigo para que nutra de vestidos y pueda cubrirte en tu indigencia". Santa Catalina de Siena

Lo único que nos pide Dios es que confiemos. Nos lo explica en el texto del evangelio: "Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?" . (Mt. 6,26).


"Tu amigo que nunca falla"

«Evita las preocupaciones que te afligen y los pensamientos negativos sobre lo que puede suceder más adelante. No estropees mis planes queriendo imponerme tus ideas. Déjame ser Dios y actuar como sé hacerlo. Abandónate en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente "Jesús confío en ti". Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y el querer resolver las cosas a tu manera.

Cuando me dices “Jesús yo confío en ti”, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos. No tengas, miedo, Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús, yo confío en ti".

Necesito las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones inútiles.Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en mí, abandónate en mí. Yo obro en proporción del abandono y la confianza que tienen en mí. Deposita en mí tus angustias, tus problemas y dificultades y duerme tranquilo.
Dime siempre: Jesús confío en ti, y verás cómo se va llenando tu alma de paz, de tranquilidad, de amor y de sosiego. Te lo prometo y te lo cumplo porque te amo. Tu amigo que nunca falla. Jesús».

(Palabras de Jesús a Santa Faustina).

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