21 ago 2015

CUENTO : Y DIOS CREO A LOS CATEQUISTAS...



PARA QUE EL CORAZÓN SE ENSANCHE Y EL ALMA SONRÍA!

Cuando Dios creó el mundo, un día antes de darlo por terminado, Dios encomendó a sus ángeles la tarea de recorrer de nuevo el mundo y ver si faltaba algo por hacer. Un ángel llamado Juan, le contestó: “Señor, mil veces nos has enviado a ver si faltaba algo, ya te hemos dicho que todo quedó muy bien.” Y Dios se fue a dormir.
A la mañana siguiente, Dios madrugó más de lo normal, y aún en pijama se asomó a la ventana y vio que el hombre estaba talando bosques, matando focas, robando a sus empleados, e inventando armas para pelear por el petróleo, antes aún de descubrirlo. Dios mandó a sus ángeles bajar a la tierra a indagar que había hecho mal para poder corregirlo.
Muchos días después, los ángeles subieron a Su presencia.
“Señor, te tenemos que dar una mal noticia. Toda tu obra ha quedado perfecta salvo una cosa: el corazón del hombre se rasga con cada palabra que pronuncian otros hombres, y en cada grieta se cuelan unos sentimientos extraños que Tú no creaste y que el hombre mismo les ha puesto nombre: odio, celos, rencores, ambición...”
“Nosotros hemos cerrado sus heridas con Tus palabras y con Tus sentimientos, pero no basta con cerrarlas una vez; se vuelven a abrir continuamente, el corazón del hombre te ha quedado algo olvidadizo y frágil. Habría que estar todo el día a su lado.”
Fue entonces cuando un ángel propuso: “Sólo cabe una solución, podrías destruirlo y volverlo a crear de nuevo, mejorando su corazón; el de los elefantes te quedó muy bien, podrías copiárselo.”
Dios contestó: “No sería mala idea si ya no les hubiese tomado tanto cariño, y hasta tengo escogido de entre ellos algunos para grandes misiones. Creo que es mejor solución la que dijiste antes:
Que haya ángeles en medio de los hombres, constantemente cerca, para cerrar sus heridas y sanarles el corazón y para hablarles de mi y de nuestro proyecto común, a todas horas, en toda ocasión, a tiempo y a destiempo”
.
Y ASÍ FUE COMO DIOS CREO A LOS CATEQUISTAS...




No hay comentarios :

Publicar un comentario