27 feb 2016

Vía Crucis de la misericordia by Luis Zazano

Vía Crucis de la misericordia   

by Luis Zazano

Introducción

En este año de la misericordia a la cual el Papa Francisco nos invita a recordar que somos “simple pecadores perdonados” tenemos el compromiso en esta cuaresma de mirar nuestros pecados y entregar al corazón misericordioso de Dios.
Como sabrás, el poder de Dios se muestra más en su misericordia que en su poder creador, pero además, vos podes ser partícipe de este poder en cada obra de misericordia que realices en y junto a tu hermano.
Ser misericordiosos, es nuestra tarea, por ello te invito a que hagamos una obra de misericordia espiritual, que ofrezcamos este vía crucis por alguien que lo necesite, ofrécelo por una persona enferma, o que ya falleció, o si quieres sumar más… por una persona que te cuesta. Te animas?
Entonces a sumar puntitos para el cielo, juntos veamos en cada estación el amor que Dios nos tiene y recordemos que Jesús cayó más de una vez y se levantó, nunca tiró la cruz, ves? Ese es el ejemplo que te quiere dar, entre otras cosas:
  1. que cuando caigas, te levantes.
  2. Nunca tirar la cruz hasta el destino final.
  3. Siempre hay un Simeón que te ayuda a llevar la cruz.
Con estas ideas, iniciemos el camino de la misericordia, que terminará en la Resurrección, a empezar…

Oración preparatoria:

Por la señal † de la Santa Cruz, de nuestros † enemigos líbranos, Señor †, Dios nuestro. En el nombre del Padre † y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Acto de Contrición:

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Después de anunciar la Estación que se va a contemplar se dice:
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Se medita la estación, leyendo el pequeño texto que la acompaña. Al final se reza un Padrenuestro, un Avemaría:
Oración
Señor mío y Dios mío,
Hoy vengo a caminar con mi corazón y con mi mente la vía de la cruz,
el camino que me invitas a recorrer para salvar mi alma y mi historia personal.
Junto a estas estaciones vengo a ofrecerte mi vida, mis caídas, mis golpes y mis dolores para que tú lo redimas con tu preciosísima sangre
María, Madre mía, cúbreme con tu manto para no pecar y ayúdame a que con mi vida siempre a Dios pueda glorificar. Amén.

Primera estación: Condenan a muerte a Jesús:

Mt. 27, 22ss: La lucha política y religiosa termina con la condena de un inocente. Cuando vos luchas por tus propios intereses sin mirar al hermano podes terminar condenando a un inocente. La multitud está agitada, la multitud condena, esos mismos que días atrás cantaban “Hosanna” hoy gritan “crucifícalo” ¿Será porque Jesús no les cumplió los caprichitos? ¿Será que Dios es todo para vos en tus momentos buenos pero cuando las cosas no te salen como querés, sos el primero en condenarlo y sacarlo de tu vida?.
En este año de la misericordia no condenes a nadie, no provoques torturas a personas inocentes que te rodean, no condenes sin saber. Aprende que vos sos un pecador perdonado y no te laves las manos.
Padre nuestro // Ave María// Gloria

Segunda estación: Jesús carga con la cruz.

Mt. 16, 24: A la cruz hay que cargarla, no arrastrarla. Aprendé a valerte de la cruz para fortalecerte y no quejarte de la cruz que lleva a debilitarte.
Estamos en el bicentenario de la patria, camino al congreso Eucarístico y en el año de la misericordia. Todo esto nos lleva a ver la cruz de nuestra historia, cruz nos llevó a crecer como nación, momentos difíciles vividos que nos llevaron a crecer como pueblo. Así como la Iglesia creció fuertemente en aquellos lugares donde hubo tantos mártires. La cruz nos lleva a madurar y a crecer.
Seguramente ya tienes bien identificada tu cruz, sabes que cruz llevas y la sentís, como yo, pero recordá que no estás sólo, la llevamos juntos, porque en la Iglesia nadie está sólo, recemos el uno por el otro y no te olvides que sin cruz, no hay gloria; sin vivir una cruz, no tienes misericordia…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Tercera estación: Jesús cae por primera vez.

Mt. 11, 30ss: Jesús también se cansa, la cruz es pesada, necesita ayuda… Es momento que vos también aprendas de su caída, porque vos también te caes, vos también tenes muchas veces ganas de dejar todo y escaparte a algún lugar donde nadie te conozca, pero Jesús es valiente y te llama a ser valiente, te llama a que te levantes y sigas.
Jesucristo, Señor de la historia te necesitamos! Porque también nos caemos. Si caíste levántate, levántate porque hay todavía mucho camino, y como sea tenemos que llegar. Hasta el cielo no paramos!
Padre Nuestro //Ave María //Gloria

Cuarta estación: Jesús encuentra a María.

Lc. 2, 32: Después de la caída se encuentra con su Madre, no sé si pudo Ella abrazarlo pero de lo que estoy casi seguro es que se dijeron todo con la mirada, porque cuando alguien ama logra con la mirada decirle todo. En María vemos el mejor consuelo de Jesús, sólo su amor y frescura de Madre le dan ánimo a seguir.
Cuantas veces tu Madre te habrá acariciado y besado cuando estabas enfermo, esa misma Madre es María, que cuando caes en pecado Ella está… María sabe que también tienes miserias, pero Ella como Madre misericordiosa no te pedirá cuentas ni explicaciones de nada, sólo consuelo y ayuda para cambiar.
Si quieres que tu corazón sea misericordioso cómo el de María, no busques explicaciones del otro sino ayúdalo y busca el cambio del otro. Ese otro es tu hermano…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Quinta estación: Simón ayuda a llevar la cruz.

Lc. 19. 9-13: Una vez te sugería que no le pidas a Jesús que te saque la cruz sino que te ponga más Simones para poder llevarla. Hoy seguramente que tenés algún Simón que te está ayudando a cargar tu cruz y vos también tenés que ser un Simón para tu hermano. Parece que Simón no tenía buena suerte, pues si pasaba media hora antes por allí no le iba a tocar todo esto. Pero se encontró con Cristo y la cruz y obligadamente la tuvo que llevar, pero parece que después le cambió la vida para siempre según lo que sabemos por el libro de los hechos y por la tradición Cristiana. Posiblemente hoy vos te hayas chocado con la cruz, hasta en principio parece que llevas la cruz de manera obligada, pero el Señor te mostrará el verdadero sentido, ayúdalo a Jesús a llevar la cruz para que Cristo te ayude a resucitar a la Vida. Hoy hay necesidad de Simones en las calles, necesitamos Cristianos simoneros y callejeros, que den respuesta a esta sociedad que se siente caída, que de ánimo a tantas familias en crisis y caídas. Vos y yo tenemos que caminar al lado de tantos que se sienten sin gansas de seguir y mostrarles que caminar con alguien que va al lado se hace más rápido y corto el camino. Ayudemos a caminar.
Sé un Simón misericordioso, sabiéndote que vos también necesitas que te ayuden, sábete miserable, y que no podes siempre con todo. Hay un Hermano que necesita de un acto de misericordia, Sé misericordioso como el Padre…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria.

Sexta estación: una piadosa mujer limpia el rostro de Jesús.

Is. 53, 2-3: Cuantos rostros hoy están golpeados! Necesitan de una Iglesia que limpie los rostros de Jesús. Tomá la toalla de la misericordia y acércate a tu hermano y límpiale el rostro, sacá esas heridas que tiene en su vida. Mostrale el perdón, que se sienta perdonado, es la mejor limpieza que podes dar; el rencor hiere, mata, golpea fuerte, el rencor es una toalla de lija que raspa y duele en el otro y también te lastima a vos; vos no dejes de usar la toalla de la misericordia, es la única que limpia y alivia.
Padre nuestro// Ave María// Gloria

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.

Lc. 23, 25-31: Las flaquezas que uno tiene no lo lleva a caer una vez, lo lleva a caer varias veces, fíjate en tu pecado dominante, fíjate en aquello que caes repetidamente y no te permite estar en paz; pero desde allí también tenes que mirar ese camino de humildad y recordar que siempre hay caídas en la vida. No te creas el superado, el que no tiene necesidades. Las caídas son de cansancio, las caídas son por esa falta de fuerza, por ver lejos el destino y sentir los limites. Seguramente que te pasa muchas veces esto, el sentirte lejos de tus objetivos, donde lo único que logras es llorar, lloras porque no podes, porque sentís que todo está perdido o porque no logras ese sueño que tuviste toda tu vida. No apuntales con el dedo a nadie, vos sos el primero en que podes caer, nadie está limpio en este mundo, podes mentirme a mí y a cualquiera pero a Dios No!!!.         
Aprendé a trabajar desde la sinceridad, si querés pedir misericordia a Dios, primero date cuenta que sos pecador y necesitado de Dios, la misericordia se inicia en tu sinceridad para mostrarte como tal. En todas tus caídas te ayudará Jesús, siempre que tengas un corazón sincero y sabiéndote miserable. El amor de Dios todo lo puede, todo lo soporta y todo lo espera.
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Octava estación: Jesús consuela a las mujeres.

Lc. 23, 28: cuantas personas lloran hoy por la inocencia de muchos, ponete a pensar que Dios no se cansa de perdonarnos pero también no se cansa de sufrir. Sin embargo vemos que hay mujeres que lloran, inocentes que lloran: ¿a cuantas personas hiciste llorar en tu vida? ¿Cuántas personas hoy lloran por tu error? ¿Cuántas personas están dolidas en la vida por tu error y mi error? Y hoy Jesús viene a consolar a esas personas, renace la vida y el corazón en ese consuelo que viene de Él. Hoy reza por las personas que hiciste llorar, por esas personas que hiciste doler porque debemos entregar a Jesús ese consuelo, a Él le corresponde, no te corresponde a vos, deja que Dios sane aquellas heridas que vos abriste con el cuchillo de tus actos.
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Novena estación: Jesús cae por tercera vez.

Gal 2, 20: “Me amó y se entregó por mi” san Pablo nos enseña que cuando alguien ama no hay límites; los limites lo ponen nuestro orgullo y nuestra soberbia, el sentirnos que podemos con todo. Cuantas veces llenas tu agenda de tantas cosas que descuidas lo importante por lo urgente; cuantas veces te crees que podes con todo que luego terminas explotado. Hoy te muestra Jesús que todos tenemos límites y caídas, que caemos varias veces, nos tropezamos con la misma piedra millones de veces y no aprendemos. Dios clama por vos en tu misma angustia, te extiende su mano para que no caigas, te invita a que seas de Él. Vine a liberarte y a darte el tiempo que necesitas, viene a ofrecerte una vida suave. No temas al futuro, da la mano al que esté cerca de ti y recordá que no estas sólo. No tengas miedo, el miedo paraliza. Jesús cae muy cerquita de la cruz, ya no aguanta pero está casi cumplido su objetivo. Tu vida no pasa por sólo voluntades, pasa por esa confianza en Dios más tu entrega, entrégate a Dios para que Él sane todo de ti.
Padre Nuestro/ Ave María/ Gloria.

Decima estación: despojan a Jesús de sus vestiduras.

Mt. 27, 34: Jesús está desnudo, está la vergüenza y la humillación. Vos te bancarias estar desnudo ante personas que se te burlan, que no te aman? Jesús está allí para después abrazarte y cubrirte con el manto de su misericordia como el Padre misericordioso de la parábola del Hijo pródigo. Hoy hay muchos que están desnudo en la sociedad y están desnudas porque vos la desnudaste, cuantas personas desnudaste y humillaste con tu actitud egoísta; sin embargo Dios hoy te mira y quiere darte la oportunidad que vuelvas a vestir con la dignidad a esas personas que desnudaste: capaz que desnudaste a tu marido cuando lo insultaste frente a tus hijos; capaz que desnudaste a tu mujer cuando la trataste de tonta o loca frente a tus amigos o a tu familia; capaz cuando desnudaste a la Iglesia cuando criticabas a los curas y a las monjas cuando ni si quiera vas a misas. En fin, cuantas personas hoy vos dejaste desnuda. Pidamos en esta estación saber ser cristianos que vistan a las personas haciéndolas sentir valoradas, haciéndoles la vida más agradable. Todos podemos lograr que los otros tengan un mejor vestido, el vestido de la dignidad y de la libertad.
Jesús, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Undécima estación: Jesús es clavado en la cruz

Lc. 23, 34: Aparece aquí el buen ladrón, están los que lo insultan, no están los que lo abandonan, está María su madre. Siempre en la cruz nos encontramos con distintos tipos de personas; personas que nos acompañan, personas que nos alientan, personas que sufren por nuestra vida, personas que se van y nos dejan solos. Cuantas personas pasaron por tu vida….
El estár clavado te hace sentir estático, sin dinámica, vos podes estar atado en esta vida. Cuantos hopy se sienten atados en la vida, no pueden moverse. El error y la miseria no los deja moverse. La misericordia de Dios te libera y te moviliza, pero también vos tenes que perdonarte. Aflojate y date cuenta que vos podes dar un gran paso, no tengas miedo y anímate, a seguir que con la misericordia de Dios contamos siempre, con vos, a veces…
Padre Nuestro, Ave María, Gloria

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz

Jn 19, 19: vos también podes sentir la soledad en la cruz, vos también podes sentí que “Dios te ha abandonado” es el momento de crisis que todos pasamos en la vida, hasta los grandes santos la vivieron, ese momento en que parece que tu cansancio y tu entrega no sirvieron de nada; parece que Dios se ha olvidado y no se vendrá el gran milagro. Ya lo que se espera está desechado. La oración no convence; tu vida tarde o temprano pasará por crisis, acompañado de crisis de fe, esa fe que se prende fuego, se te queman los papeles de la vida y no encontras nada de nada. Todos miran tu muerte, tu caída pero nadie te ayuda, aparece la Señora Impotencia….
Es allí, en el silencio de la vida donde entra la espera y en donde se espera la respuesta al por qué seguir viviendo. En esta estación pensá si te sentís abandonado por Dios y por qué
Padre Nuestro// Ave María // Gloria

Decimotercera estación: desclavan a Jesús y lo entregan a su madre.

Jn 19, 39: María tiene el corazón destrozado, fue la primera quien lo abrazó con vida ahora es la primera quien lo abraza muerto. Cuanto dolor tiene una madre? Cuantos dolores puede llegar a tener una mamá en su corazón? Las tinieblas llegan, como cuando Dios muere en tu vida y no lo dejas pasar, se te aparece la tiniebla. María busca la paz, esa paz que tuvo cuando dijo “hágase”.
Cuantas cosas pasan por la cabeza de María? Se preguntará si valió la pena? ¿Vale la pena dar la vida por vos? ¿vale tanto esto para que vos muestres un cachito de cambio? Hay momentos en que parece que no… pero creo que si miras a la Virgen y a Ella con lágrimas en su rostro creo que tenes que hacer un mea culpa y pagar la deuda, devolverle a su Hijo es lo único que la tranquilizará, devolver a Jesús implica rezar el rosario, devolver a Jesús es ser personas sencillas y caritativas, devolver a Jesús es ser dócil a su Palabra. CONVERSION ES = A RESURRECCIÓN
En este año del Congreso Eucaristico te propongo que hagas una visita al Santisimo y le digas a Jesús, “perdón Jesús por mis pecados”
Padre Nuestro// Ave María // Gloria

Decimocuarta estación: Ponen el cuerpo de Jesús en el sepulcro

Mt. 27, 60: ya todo ha pasado, ya somos hijos de Dios, Dios nos mostró el mayor acto de amor que se puede hacer, dar la vida por quien se ama. No es un telenovela ni unas frases lindas y poeticas, es la realidad: Dios se entregó por vos y está a la espera de lo que vos vas a hacer ahora. Ya Dios hizo todo lo que tenía que hacer ahora vos ya sabes lo que tenes que hacer.
Te está esperando en esta cuaresma como el padre misericordioso, todos los días mira la ventana del cielo para que vuelvas, mira para ver si llegas sano y salvo porque quiere hacer una fiesta cuando llegues al cielo.
Ni siquiera dimensionamos todo lo que Dios quiere hacer con vos cuando hayas llegado a la Vida, a esa vida libre y limpia de pecado, Dios ya firmó el cheque, y un cheque en blanco, ahora estamos esperando que vas a hacer vos, desde el cielo todos te están mirando: Actua!!!!
Oración Final
Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.
Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi dolor redentor que en las manos de Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.
 Deo omnis gloria

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