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15 mar 2018

DOMINGO DE RAMOS PARA NIÑOS






Esquema de reunión sugerida:

1. Juego recreativo.
2. Comenzamos con una oración.
3. Trabajamos el material Domingo de Ramos
4. Misión de Ramos
5. Cierre con una oración
1. Juego recreativo.
Los atados. Este juego requiere de un grupo grande para practicarse. Un elegido se posiciona de espaldas al grupo mientras los demás se toman firmemente de las manos formando una cadena. Entonces los punteros de la cadena deberán moverse entre los eslabones sin soltarse ni interrumpir la cadena, hasta quedar atados o enredados. Entonces el elegido debe voltear e intentar desanudar la cadena sin romperla.
Fuente: http://www.ejemplos.co/10-ejemplos-de-juegos-recreativos/#ixzz57emEO5og
2. Comenzamos con una oración.
• Ir al templo, preparar un rincón con velas y una Biblia.
• Entrar en clima de oración con una pequeña canción
• Leer y compartir el siguiente evangelio...

“Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó. Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo. Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban: «¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!». (Mc 11, 7-10)

• Invitar a los chicos a realizar pedidos o agradecimientos a Jesús.
• Rociar con agua bendita a los chicos como el Domingo de Ramos.

3. Trabajamos el material Domingo de Ramos

¿Qué celebramos el Domingo de Ramos?
·  Charlamos con los chicos y podemos ver unas imágenes
·  En la procesión y misa de Ramos iniciamos la Semana Santa; recibimos como hace 2000 años a Jesús en Jerusalén. Con los ramos de olivos y las palmas cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
·  El sacerdote bendice los olivos y las palmas y dirige la procesión.
·  Luego comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
·  Al terminar la Misa, nos llevamos las palmas benditas a nuestro hogar. Se acostumbra a colocarlas en lugares vivibles de la casa.
·  Cuando vemos los olivos o palmas recordamos que Jesús es nuestro Rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar.

Hacemos con los chicos: Sugerimos preparar con los chicos y sus padres o abuelos unos ramitos de olivos. Además unas tarjetas de invitación para la procesión y misa.
Estos ramitos pueden regalarlos a sus familias, amigos u organizar una misión en la puerta del templo o en un lugar concurrido del barrio.

4. Misión de Ramos

Si realizamos la misión, será bueno preparar una mesita con la imagen de Jesús o de la Virgen María, entregar los ramos y las tarjetas e invitar cordialmente a vivir la Semana Santa.

http://vicarianis.blogspot.com.ar/?m=1
























28 mar 2015

Domingo de Ramos: 29 de Marzo – VI del T. de Cuaresma– Ciclo B
Ramos en la Pasión del Señor (Rojo)
"Tu cruz nos lleva al cielo"
Fuente: José Antonio Pagola - Dibujo: Fano

EL GESTO SUPREMO
Jesús contó con la posibilidad de un final violento. No era un ingenuo. Sabía a qué se exponía si seguía insistiendo en el proyecto del reino de Dios. Era imposible buscar con tanta radicalidad una vida digna para los «pobres» y los «pecadores», sin provocar la reacción de aquellos a los que no interesaba cambio alguno.
Ciertamente, Jesús no es un suicida. No busca la crucifixión. Nunca quiso el sufrimiento ni para los demás ni para él. Toda su vida se había dedicado a combatirlo allí donde lo encontraba: en la enfermedad, en las injusticias, en el pecado o en la desesperanza. Por eso no corre ahora tras la muerte, pero tampoco se echa atrás.
Seguirá acogiendo a pecadores y excluidos aunque su actuación irrite en el templo. Si terminan condenándolo, morirá también él como un delincuente y excluido, pero su muerte confirmará lo que ha sido su vida entera: confianza total en un Dios que no excluye a nadie de su perdón.
Seguirá anunciando el amor de Dios a los últimos, identificándose con los más pobres y despreciados del imperio, por mucho que moleste en los ambientes cercanos al gobernador romano. Si un día lo ejecutan en el suplicio de la cruz, reservado para esclavos, morirá también él como un despreciable esclavo, pero su muerte sellará para siempre su fidelidad al Dios defensor de las víctimas.
Lleno del amor de Dios, seguirá ofreciendo «salvación» a quienes sufren el mal y la enfermedad: dará «acogida» a quienes son excluidos por la sociedad y la religión; regalará el «perdón» gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, incapaces de volver a su amistad. Esta actitud salvadora que inspira su vida entera, inspirará también su muerte.
Por eso a los cristianos nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia él, escuchamos sus últimas palabras... porque en su crucifixión vemos el servicio último de Jesús al proyecto del Padre, y el gesto supremo de Dios entregando a su Hijo por amor a la humanidad entera.