por Emmanuel Sicre sj
quienes no temen ser pobres
y comparten su hambre
con quienes están aún peor,
porque saborean la lógica del Reino.
Felices quienes por la inflación ya no pueden pagar medicamentos
y encuentran en la fe compartida
la medicina para tanta desesperación,
porque sus lágrimas serán fecundas.
Felices quienes sufren sin vergüenza el bullying por hacer el bien,
por no querer hablar mal de los demás
y rechazan las invitaciones
a descargarse violentamente contra la masa,
porque sus actitudes sanarán corazones heridos.
Felices quienes padecen adicciones y buscan la salida,
aunque caigan,
quienes los acompañan con amor a pesar de todo
y no juzgan livianamente el dolor del otro,
porque se sentarán a la mesa de quienes luchan y vencen.
Pero, ¡ay de quienes idolatran su riqueza y se olvidan
de quienes están desahuciados
por los sistemas deshumanizadores,
porque su egoísmo se convertirá en soledad!
¡Ay de quienes la superficialidad los entretiene mágicamente
y los ciega ante quienes sufren,
porque se perderán del sentido de la vida!
¡Ay de quienes viven de la mirada de los demás
y no quieren descubrir su propia verdad,
porque no podrán mirarse al espejo con amor!
¡Ay de quienes son responsables del Bien de todos en los cargos públicos
y acceden a la corrupción, la coima y la avaricia,
porque los visitará su conciencia y les reprochará tanto dolor!