4. “Hagan lío”, porque la Buena Noticia no es silenciosa…
di Jorge Milia
“Hacer lío” es una expresión común en boca de los argentinos. “Hacen lío” los niños cuando gritan, los hinchas cuando celebran un triunfo, los adolescentes lo hacen de buena gana en sus dormitorios ignorando los auriculares. “Hacen lío” los estudiantes cuando festejan que se recibieron, pero también “hacen lío” las manifestaciones que convierten en un infierno la ciudad de Buenos Aires, bloqueando las calles para protestar; o los que quieren hacerse escuchar a toda costa, a veces con el típico bombo que el mismo Papa hizo entrar a la audiencia con los jugadores de fútbol argentinos, provocando no poco revuelo en el protocolo vaticano. “Hacer lío”, entonces, es un término corriente, que el Papa utilizó en su diálogo con los jóvenes en Río de Janeiro. Pero lo hizo de una manera peculiar. “Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. (…) quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle (…)”.
Quiere que haya lío, alboroto, ruido, movimiento, que los jóvenes reclamen espacio en la sociedad, y por qué no, también en la Iglesia. Las iglesias están apagadas –parece decir el Papa argentino- cuando los cristianos no “hacen lío” , cuando los sacerdotes no salen al encuentro de las “ovejas” que le han sido confiadas. Y la existencia misma no tiene la sal de la buena masa de evangélica memoria.
La idea de que la Casa de Dios debe abrir sus puertas no es nueva. Es tan vieja como el cristianismo. El “hagan lío” de Francisco es para que las puertas de las iglesias estén siempre abiertas de par en par y puedan dar refugio a la humanidad dolorida del pueblo de Dios en camino por el mundo. Pero también para que desde adentro del lugar de culto se pueda salir para llevar al mundo, a todos, el tesoro que custodia.
“Hagan lío”, no se queden callados, repitió cuando volvió a Roma, ya dentro de los muros vaticanos. La Buena Noticia no es silenciosa. Nos está pidiendo que no nos quedemos callados. No lo estuvo Jesús cuando echó a los mercaderes del templo o cuando querían lapidar a la adúltera. “Háganse escuchar”, es otra forma de referirse a lo mismo. Un protagonismo, un hacerse ver, pero con algo positivo adentro. Y que no involucra solamente a la Iglesia.
En un clima de enfrentamiento político que se creía superado desde hace décadas en la sociedad argentina, donde incluso familias, amigos y colegan han dejado de hablarse o frecuentarse solamente por diferencias de opinión política, donde empezando por los políticos hay muchos que quieren sacarse una foto con “Francisco” y hasta los enemigos de un tiempo hoy son –realmente es el caso de decirlo-, “más papistas que el Papa”, se ha empezado a escuchar, después de la Jornada Mundial de la Juventud, que es necesario “hacer lío”, pero en un sentido nuevo, así como lo entiende el Papa.
Lo que asombra es que todos, absolutamente todos, más allá de la inevitable instrumentalización política, están seguros de haber comprendido, precisamente por la fuerza y la expresividad de la frase, qué significa ese “positivo”. “Lo dijo el Papa”, agregan. Y por lo tanto está claro.
Por eso la expresión está cambiando de sentido. Es más, ya lo hizo. Más que cambiar, podemos decir que el Papa Francisco la ha “transfigurado”. Es evidente que no se trata solo de un tema para filólogos o semiólogos. No. Como cualquier transfiguración que sigue ocurriendo, hace ver bajo una nueva luz, ha re-creado, lo que ya estaba. Y lo ha vuelto a poner en marcha.
– © TERRE D’AMERICA
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