24 abr 2016

Novedad, tribulación, amabilidad P Alejandro de ISCA

Tres pistas para rezar en este V° Domingo de Pascua. Son pensamientos del Papa Francisco, ya en una homilía del año 2013, ya en la última exhortación: la alegría del amor. Tres simples y breves pensamientos para que la Palabra de Dios se haga carne en nosotros en este Domingo que el Señor nos regala!
1. Novedad… En la segunda lectura hemos escuchado la hermosa visión de san Juan: un cielo nuevo y una tierra nueva y después la Ciudad Santa que desciende de Dios. Todo es nuevo, transformado en bien, en belleza, en verdad; no hay ya lamento, luto… Ésta es la acción del Espíritu Santo: nos a trae la novedad de Dios; viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia. El Espíritu nos cambia. Y la visión de san Juan nos recuerda que estamos todos en camino hacia la Jerusalén del cielo, la novedad definitiva para nosotros, y para toda la realidad, el día feliz en el que podremos ver el rostro del Señor, ese rostro maravilloso del Señor Jesús, podremos estar con Él para siempre, en su amor. Ven, la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son provisorias, pasan y siempre se busca algo más. La novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también hoy: Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. Abrámosle la puerta, dejemos que Él nos guíe, dejemos que la acción continua de Dios nos haga hombres y mujeres nuevos, animados por el amor de Dios, que el Espíritu Santo nos da.
2. Tribulación... En la primera lectura Pablo y Bernabé afirman que “hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios” (Hch 14, 22). El camino de la Iglesia, también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, encontramos dificultades, tribulaciones. Seguir al Señor, dejar que su Espíritu transforme nuestras zonas de sombra, nuestros comportamientos que no son según Dios, y lave nuestros pecados, es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, en nuestro corazón. Pero las dificultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz; las encontraremos siempre en la vida. No nos desanimemos: tenemos la fuerza del Espíritu para vencer nuestras tribulaciones.
3. Amabilidad… “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros” (Jn 13) Y así llego al último punto. Es una invitación que nos hace el Señor. Bien concreta, para que nuestras vidas sean expresión de aquello que el mismo Francisco nos exhorta a vivir en AMORIS LAETITIA N° 99-100: 99. Amar también es volverse amable, y allí toma sentido la palabra asjemonéi. Quiere indicar que el amor no obra con rudeza, no actúa de modo descortés, no es duro en el trato. Sus modos, sus palabras, sus gestos, son agradables y no ásperos ni rígidos. Detesta hacer sufrir a los demás. La cortesía «es una escuela de sensibilidad y desinterés», que exige a la persona «cultivar su mente y sus sentidos, aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar»[107]. Ser amable no es un estilo que un cristiano puede elegir o rechazar. Como parte de las exigencias irrenunciables del amor, «todo ser humano está obligado a ser afable con los que lo rodean»[108]. Cada día, «entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto [...] El amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige el respeto de la libertad y la capacidad de esperar que el otro abra la puerta de su corazón»[109]. 100. Para disponerse a un verdadero encuentro con el otro, se requiere una mirada amable puesta en él. Esto no es posible cuando reina un pesimismo que destaca defectos y errores ajenos, quizás para compensar los propios complejos. Una mirada amable permite que no nos detengamos tanto en sus límites, y así podamos tolerarlo y unirnos en un proyecto común, aunque seamos diferentes. El amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de integración, construye una trama social firme. Así se protege a sí mismo, ya que sin sentido de pertenencia no se puede sostener una entrega por los demás, cada uno termina buscando sólo su conveniencia y la convivencia se torna imposible. Una persona antisocial cree que los demás existen para satisfacer sus necesidades, y que cuando lo hacen sólo cumplen con su deber. Por lo tanto, no hay lugar para la amabilidad del amor y su lenguaje. El que ama es capaz de decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan. Veamos, por ejemplo, algunas palabras que decía Jesús a las personas: «¡Ánimo hijo!» (Mt 9,2). «¡Qué grande es tu fe!» (Mt 15,28). «¡Levántate!» (Mc 5,41). «Vete en paz» (Lc 7,50). «No tengáis miedo» (Mt 14,27). No son palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian. En la familia hay que aprender este lenguaje amable de Jesús. (Pbro.Alejandro Puiggari, rector del ISCA) Citas de AL: [107] Octavio Paz, La llama doble, Barcelona 1993, 35. / [108] Tomás de Aquino, Summa Theologiae II-II, q. 114, a. 2, ad 1. / [109] Catequesis (13 mayo 2015):L’Osservatore Romano,ed. semanal en lengua española, 15 de mayo de 2015, p. 9.

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Reflexion del Evangelio Padre Gustavo Jamut 24 de abril

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Diego Torres - Iguales




IGUALES


Yo no voy avergonzarme de estas lágrimas
ni callar mi corazón
ni rendirme en el perdón
porque es sincero lo que soy
no bajaré mi bandera…

Cada paso y cada huella tuya es única
de la cabeza a los pies, cada uno es como es
por eso déjame vivir
yo eligiré la manera

Pienso seguir
al borde del sol
aunque digan lo que digan
yo soy más fuerte
si me dicen no…

A todos se nos quiebra la voz
en todos hay un poco de Dios
yo soy igual a ti
tú eres igual a mi
y es uno solo el amor

Rescata de tu alma esa flor
y olvidará su sexo y color
yo soy igual a ti
tú eres igual a mi
y es uno solo el amor

Siempre hay más de una visión de la película
otros modos de mirar
muchas formas de escribir
y nadie tiene la verdad
las voces son infinitas…

No voy a cambiar la historia de esta América
suena fuerte mi canción
yo defiendo la razón
y no hay granada ni cañón
que ahuyente a un hombre que grita

Pienso seguir
al borde del sol
aunque digan lo que digan
yo soy más fuerte
si me dicen no…

A todos se nos quiebra la voz 
en todos hay un poco de Dios 
yo soy igual a ti 
tú eres igual a mi 
y es uno solo el amor 

Rescata de tu alma esa flor
y olvidará su sexo y color
yo soy igual a ti
tú eres igual a mi
y es uno solo el amor.

23 abr 2016

REFLEXION PADRE GUSTAVO JAMUT 23 DE ABRIL

Curso Radial de Catequesis- Encuentro: Un pueblo nuevo… que catequiza.


8º Encuentro: Un pueblo nuevo… que catequiza

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Enseñar
22/04/2016 – Seguimos transitando este recorrido de formación radial para Catequistas propuesto por el ISCA (Instituto Superior de Catequesis Argentino). Contamos con la participación de Laura de Lima ( discípula del gran catequeta Franz de Vos, padre de la Catequesis renovada en la Argentina),  el P. Ricardo Montiel y Christian Curia. Además, el P. Alejandro Puiggari (director del Isca), Mariana Nuzzi y Hna Andrea de Vega.
En este octavo encuentro nos centramos en la catequesis y la necesidad de la formación permanente.

Somos Iglesia, anunciadores del evangelio

El Concilio tiene varios documentos, entre ellos hay 4 Constituciones, que son como los documentos medulares para poder entender a todos los demás.
Para el tema de hoy, necesariamente tenemos que recurrir a uno de ellos: que se llama “Constitución Dogmática sobre la Iglesia”. Más conocida como Lumen Gentium o en nuestro idioma: Luz de la Gente… ¿pero quien es esa luz? Y el concilio lo dice claramente: Jesus es luz de las gentes, de los pueblos, de las naciones… algo que estamos celebrando desde la Vigilia Pascual
Algunas ideas que nos dice el Concilio sobre nosotros como miembros de la Iglesia:
– Iglesia Misterio… LG 1. Similar, parecido al misterio de Jesus, el Verbo que se hizo carne.
– Somos Comunidad de fe, pueblo de Dios. LG cap. II.
– Somos Una, porque incluimos a todos los seres humanos. Que incluye a todos los hombres: incluso a los de buena voluntad.
– Somos comunidad Santa, porque somos soñados, pensados, fundados y animados por el mismo Abba/Imma.
– Somos una asamblea Católica porque los somos interlocutores con todos los hombres.
– Somos una experiencia Apostólica porque seguimos a Jesús de quien dieron fe los apóstoles y todos los demás (Cf. Lc. 24, 33.)
– Somos solidarios, porque todos los anhelos y deseos, proyectos y sueños de la humanidad, no son ajenos a nuestra vida y vocación.
– Somos una expresión humana de fe, porque todas las dimensiones de la vida tienen resonancia en nuestro corazón.
– Somos servidores, porque nuestro camino es el hombre, todo ser humano.
– Somos promotores de humanidad y de justicia, porque queremos que todos los hombres sean libres, felices y vivan justamente, realizando en ellos y en nosotros la voluntad de Dios: que es la salvación (Cf. DV. 2)
– Somos profetas, porque anunciamos la Buena Noticia, y denunciamos todas las situaciones que conculcan la dignidad humana, que muchas veces se ven en la misma Iglesia.
– Somos fraternos, porque todos somos hermanos, porque no hay distinciones de dignidad sino de funciones, pero nunca estas últimas son mejores que las primeras.
– Somos luchadores, porque impulsamos la renovación y la liberación de toda la humanidad.
– Somos cálidos, porque acogemos, como lo hace el Padre, a todos las personas
– Somos “Madre y Maestra” como nos lo enseñaba nuestro amado Juan XXIII
– Somos misterio de amor, sacramento universal de salvación, pueblo de Dios, cuerpo de Cristo… Así, nos lo enseña el Concilio Vaticano II.

La Iglesia y la medicina de la misericordia

Juan XXIII; al iniciar el Concilio en 1962 dijo: que: “En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad”… Si si ya en ese año hablando de Misericordia.
Justamente, el Papa Francisco, quiso que el año de la Misericordia comenzara el 8 de diciembre del año pasado, porque ese día se festejaba los 50 años de la Clausura del Concilio Vaticano II… Quizás, sin expresarlo públicamente, el papa Francisco nos invita este año a volver la mirada y el corazón al espíritu del Concilio Vaticano II… Y a asociar Iglesia – Reforma – Misericordia… O que la Misericordia reforme a la Iglesia… a cada uno de nosotros
Esto Francisco lo afirma en la Bula con la que convocó al Año de la Misericordia, (Misericoridiae Vultus) 4:
“He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre.”

¿Qué entendemos por catequesis?

Para ello retomamos algunas ideas de los Documentos que hablan sobre ella:
Evangelii Nuntiandi: la catequesis es una etapa de la Evangelización de la Iglesia.
Catechesi Tradendae:  “poner en comunión con Cristo”,
Es Cristocéntrica: Cristo es el Centro
Todo lo que se comparte tiene que ayudar a profundizar el misterio de Cristo
  •  es un deber y un derecho de todos los miembros del Pueblo de Dios,
  • es tarea primordial de la Iglesia,
Es una tarea que necesita continuamente una renovación equilibrada
Es una tarea común a todos los miembros de la Iglesia pero diferenciada según el ministerio que ejerzamos en ella
Junto para una evangelización permanente: 50 – 51
La Catequesis es: un camino de crecimiento y maduración de la fe, en un contexto comunitario – eclesial, que da sentido a la vida. En efecto, por medio de la catequesis todos los hombres pueden captar el plan de Dios Padre –centrado en la Persona de Jesucristo– en su propia vida cotidiana. Además pueden descubrir el significado último de la existencia y de la historia.
Así entendido, el concepto de catequesis se enriquece. Porque la Iglesia siente la necesidad pastoral de acompañar al hombre en su proceso de maduración de la fe.  Este acompañamiento catequístico se ha de hacer durante toda la vida del hombre, a lo largo de las diversas etapas y situaciones de la persona. Esta es la propuesta para nuestro tiempo que nos ha dado el Magisterio de la Iglesia y que llamamos ITINERARIO CATEQUÍSTICO PERMANENTE.

¿Cómo es la metodología de Jesús?

Metodología de Jesús en los Evangelios: Emaús, Samaritana, la vida de Pedro, etc.
+ Tiene en cuenta la vida
+ Proclama una Buena Noticia: la del Reino
+ Suscita una respuesta
Jesús evangeliza de esa manera, porque tiene un objetivo claro: QUE TODOS LOS HOMBRES SE SALVEN Y ENCUENTREN EL CAMINO HACIA EL REINO DE DIOS.

Método y contenido de la catequesis

Entonces, según el objetivo que nos proponemos de la Evangelización y de la Catequesis, será la forma de nuestra catequesis. En los documentos de la Iglesia, la catequesis no es para recibir un sacramento, sino para encontrarle sentido a la vida. Y los sacramentos van acompañando el itinerario de la vida del creyente. Porque sabemos que ellos, no son fines en sí mismos, sino que son “signos” medios, sensibles y eficaces de la Gracia de Dios.
El fin de la catequesis, es que el ser humano desde Cristo y desde una comunidad, encuentre el sentido a su vida y pueda compartirla.
Esta es la metodología que utiliza Dios, en su Revelación, su pedagogía. Es la pedagogía que nos ha trasmitido el P Frans, pero También Hna. Beatriz Cassiello, El equipo del Instituto Pastoral de la Adolescencia, Héctor Pancaldo y muchos otros…
Porque es la pedagogía del Evangelio, no es propiedad de ninguno de ellos, cada uno la enriquece con su enfoque pero todos son fieles al evangelio, No hace falta conocer a ninguno de ellos para conocerla hay que leer el evangelio y tomar conciencia de lo que Dios ha hecho con cada uno de nosotros.

Tarea para catequistas

Hoy les proponemos una reflexión profundamente catequística:
1º pensar una situación humana propia de nuestro tiempo
2º buscar un texto bíblico que ayude a encontrar sentido a esa situación.
Una experiencia humana: nacer, tener hijos, morir, tener miedo, buscar trabajo, crecer, buscar pareja, tener que hacer un gran cambio, prometedor pero difícil…
Y buscar un texto que nos oriente para vivirla. No tiene que decirnos qué hacer, tiene que ayudarnos a descubrir cuál es el sentido de esta experiencia en el plan de salvación para saber elegir nosotros: Los seres humanos somos creados para amar y ser amados, porque somos creados a imagen y semejanza de Dios que es amor. Entonces el otro (amigo, novio, familia, compañeros, humanidad…) son quienes hacen posible mi realización plena en el amor (Efesios 1, 3.ss)
Por favor, LA CATEQUESIS, COMO TODA ACCIÓN DE LA IGLESIA, TIENE COMO OBJETIVO ANUNCIAR EL EVANGELIO, NO corregir a los demás, superen la inclinación natural a decir algo que ven mal en la sociedad y buscar un texto donde diga lo que hay que hacer para corregirla. 
Encontrá el resto de los encuentro de este taller radial haciendo clic aquí

Ana Torroja - Colores En El Viento