18 sept 2013

EL RINCON DE LA BIBLIA

Argumento: Biblia

Tema: El rincón de la Biblia

Fuente: Juan 8, 12

Edad: A partir de los 3 años

Tiempo Orientativo: Orientativo

Material: Mesa con mantel blanco, atril, Biblias de diferentes tamaños, colores,

lenguajes, portadas etc., flores, apagador, candelabro, vela.

Anuncio del mensaje: La Biblia es el libro de la palabra de Dios, la palabra de Dios es vida.

Objetivo directo: Conocer la Biblia como libro de la palabra de Dios.

Presentación:
El catequista invita a los niños sentarse alrededor de la Biblia en silencio y a tomar una adecuada postura. El profesor anuncia que la Biblia es el libro más importante porque contiene la palabra de Dios, y en ella encontramos muchos secretos  para todos los hombres y mujeres del mundo. A continuación se pregunta ¿Cómo dijimos que se llama este libro? Y a continuación se les muestra diferentes biblias, de distintos tamaños, colores, textura y si es posible de distinto lenguaje, con esto se quiere dar a conocer que en todas ellas tiene el mismo mensaje la misma palabra de Dios. En este momento se les pregunta ¿Qué esta escrito aquí? ¿De quien? ¿Para quién? Ytomando la Biblia se dice: así se mira la Biblia (se ojea las hojas de la Biblia con mucho cuidado), luego de manera delicada entrega una Biblia a cada niño para que la observen de la misma forma. Los niños describen lo que ven (como son), el profesor vuelve a recalcar que aunque son distintas en todas se encuentran los secretos de Dios. Tomando

la Biblia más bonita invita a conocer uno de los secretos de Dios, explicando que van a escuchar su voz, pero es Dios quien habla, y que los secretos de Dios son distintos a los nuestros, porque los secretos de Dios son para contarlos.

Pide a dos niños que sostengan la vela encendida mientras el profesor lee directamente de la Biblia (Juan 8, 12).

Meditación:
 Después de leer el texto se reflexiona a través de las siguientes preguntas:
¿Qué dice Jesús que es él? 
 ¿Cómo creen ustedes que es la luz?
 ¿Para quién es la luz?
¿Qué nos dijo Jesús  este secreto? ¿Para que sirve la luz?
 A continuación el catequista  retoma las ideas de los niños orientando las respuestas y agrega resaltando que en la Biblia  encontramos la luz de Cristo, es por ese motivo que siempre encenderán las velas cuando lean la Biblia y

concluyen invitando a la oración o a cantar “Esta es la luz de cristo”

NOTA: La presentación se puede realizar en dos  partes, manipulación de la Biblia y lectura de Juan 8,12.
C.B.P NIVEL 1.



17 sept 2013

FIESTA DE SAN MATEO 21 DE SEPTIEMBRE

 






MEDITACION PARA DOMINGO 25

Nexo entre las lecturas 

En el fondo de los textos litúrgicos se plantea la pregunta sobre dónde está la verdadera riqueza. No puede coincidir con la ambición y la avaricia en perjuicio de los más pobres y necesitados, nos responde la primera lectura. Tampoco reside en la habilidad para hacerse "amigos" con las riquezas de otros. La verdadera riqueza es la riqueza de la fe, que poseen los hijos de la luz (Evangelio). Esta manera de ver las cosas no nos resulta natural, sino que la conseguimos sólo en el ámbito de la oración (Segunda lectura).


Mensaje doctrinal

1. ¿Qué pasa con los hijos de la luz?. La expresión "hijos de la luz" parece referirse a los primeros cristianos, que habían sido iluminados por Cristo resucitado y glorioso mediante el bautismo. A esa expresión se contrapone la de "hijos de este mundo", con la que se quiere señalar a todos aquellos cuya vida está regida por una mentalidad mundana, "económica", más que religiosa. La sentencia evangélica impresiona fuertemente y hasta nos pone la carne de gallina: "Los hijos de este mundo son más sagaces, más hábiles con su propia gente que los hijos de la luz". ¿Por qué este fenómeno que no es únicamente de un ayer lejano, sino que tiene visos de ser de una tremenda actualidad? ¿Qué es lo que pasa con los hijos de la luz? Los hijos de este mundo saben hacer uso extraordinario de sus habilidades y de su ambición para manipular injustamente las balanzas y para engañar manifiestamente a los pobres, para incluso reducir a otros hombres a esclavitud por falta de solvencia económica (Primera lectura). Los hijos de este mundo, en circunstancias adversas, ponen inmediatamente en juego todas sus capacidades para salir de la situación en forma ventajosa (Evangelio). A los hijos de la luz Jesús les recrimina que no tengan la sana ambición de recurrir a todos los medios lícitos para difundir la luz de la fe; que no pongan todas sus capacidades para inventar modos de vencer las adversidades, de superar los obstáculos, y sobre todo de llevar la luz a otros muchos hombres. El Dios Jesucristo y el "dios dinero" no pueden dividirse el dominio. El Dios Jesucristo tiene todo el derecho de prevalecer sobre el "dios dinero", que al fin y al cabo no es más que un ídolo. La misión de hacer prevalecer al verdadero Dios, al Supremo Bien y Riqueza del hombre, sobre el ídolo de la riqueza, es propia de los hijos de la luz. Si en la sociedad el ídolo del dinero y del consumismo tiene cada vez más adoradores, ¿no hemos de preguntarnos sobre qué está pasando con los hijos de la luz?

2. La oración, lugar de la verdadera autocomprensión. La luz y la fuerza para trabajar por la Verdadera Riqueza del hombre se le ofrece al cristiano de la mano de la oración. El cristiano ora por todos, por los reyes y por los que detentan el poder. El hecho mismo de orar por todos implica subordinarlos al poder del Dios vivo, a la Riqueza que no se destruye ni se acaba. En la oración comprendemos que Dios juzgará la prepotencia del rico, cuyos abusos gritan justicia al Dios del cielo (Primera lectura). En la oración es más fácil entender que la riqueza del hombre consiste en la riqueza de su fe. Es efectivamente en el horno de la oración donde se cuece diariamente el pan de la fe y de la solidaridad fraterna. El orador que alza al cielo manos puras, sin ira y sin rivalidades, descubre la riqueza de la salvación y de la gracia, que Jesucristo Mediador nos regala, relativizando con mayor facilidad cualquier otra riqueza de este mundo. Es iluminado para entender que todos los bienes terrenos vienen de Dios, que el hombre es únicamente su administrador, y que debe administrarlos bien. ¿Podrá acaso el hombre orador, dador de toda riqueza, estafar a Dios, mostrarse prepotente con los que carecen de bienes y riquezas? En la escuela de la oración llegamos a percatarnos de que las riquezas y bienes mundanos son sólo un medio para poder servir mejor a los demás; un medio para que, cuando dejemos la administración de este mundo y nos presentemos ante el juicio de Dios, seamos bien acogidos en las moradas eternas.


Sugerencias pastorales

1. La seducción del dios dinero. En una sociedad, en gran parte consumista y materialista, como lo es la nuestra, el dios dinero intenta encandilar incluso a los mejores cristianos. Si vamos hasta el fondo de las cosas, ¿no es el culto al dios dinero la causa principal de la persistencia en la producción de la droga?, ¿no es el culto al dólar el motor más determinante de la producción y venta de armamentos a países que deberían utilizar esos fondos para la creación de infraestructuras, y para el desarrollo social y cultural de la población?, ¿acaso no es el dios dinero el incentivo más poderoso de algunas de las guerras étnicas en varios países de África?, ¿cómo explicar la corrupción en no pocos gobernantes, sino porque han levantado un altar a este dios insaciable? El dinero seduce, obceca, provoca divisiones fratricidas, despierta instintos de ambición, hace sucumbir hasta los principios más sacrosantos y nobles, endurece el corazón, deshumaniza y hasta hace olvidarse de Dios. Como creyentes hemos de tener ante nuestros ojos esta realidad y esta tentación, no fácil de vencer. Con espíritu vigilante y con la asiduidad en la oración, hemos de ejercitarnos en relativizar el dinero, en ponerlo en el lugar que le corresponde en los planes de Dios, en servirnos de él como medio para vivir dignamente, para hacer el bien a los necesitados, para ponerlo al servicio de la fe y del Reino de Cristo. No tengamos miedo a esta seducción. Plantémosle cara. Vivamos nuestra vida diaria procurando valorar más y más la riqueza de la fe, la Riqueza que es Dios. ¿Por qué no contrarrestamos la seducción del dinero con la seducción de Dios? ¿O es que Dios es tan solo un objeto de fe que ya no nos seduce? El Dios vivo y personal es el mejor antídoto contra todos los ídolos que puedan llamar a la puerta de nuestro corazón.

2. Oración por los ricos. La fe es una riqueza que Dios otorga a todos. La Iglesia es una comunidad creyente, en la que hay espacio para todos. Es verdad que hay en la Iglesia una cierta preferencia por los pobres, y está más que justificada. Pero la Iglesia es de todos y para todos. Por eso os invito a hacer una oración por los ricos.

Dios omnipotente y eterno, mira a tus hijos los ricos con corazón de Padre, infúndeles un espíritu filial para contigo y un corazón fraterno para con todos los hombres, especialmente para con los más necesitados de ayuda. Dios y Señor del universo, que has destinado los bienes del mundo para beneficio de todos, concede a quienes abundan en riquezas la gracia de servirse de ellas con un corazón libre y desprendido.

Señor Jesucristo, que siendo rico te hiciste pobre, para enriquecernos con tu pobreza, sé para todos los ricos de este mundo un modelo de libertad y de opción por los bienes que no perecen.

Espíritu Santificador, ilumina a los magnates de las finanzas con la luz de la fe indefectible, de la infatigable caridad y de la esperanza que no defrauda, para que sus decisiones en favor de los individuos y de los pueblos estén guiadas por la justicia y la solidaridad. Amén

LUCAS 16,1-13...El administrador deshonesto

 Tema: Honestidad.  Propio...DOMINGO 25 . Año C 

Objeto: Una bolsa para el dinero como la utilizada por los negocios para llevar los depósitos al banco. 

Escritura: "El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho" (Lucas 16:10 I). 

Un día la mamá de Susy la envió a la tienda a comprar una libra de pan. Ella le dio a Susy dos dólares y le dijo que podía quedarse con el cambio. Cuando Susie pagó el pan, la cajera le dio, sin querer, más cambio del que debía. Susy supo de inmediato que era mucho dinero. ¿Qué debía hacer? ¿Debería decirle a la cajera que había cometido un error, o se debía quedar callada? ¿Qué hubieras hecho tú?

Santiago estaba en la fila de la cafetería de la escuela y miró hacia abajo y vió un billete de un dólar en el piso. No había manera de saber quien había perdido el dinero, y nadie habría de saber que él lo había cogido y metido en su bolsillo. ¿Qué debía hacer? ¿Qué harías tú? 

Héctor se encontró una bolsa como esta con $120.00 encima de la máquina de Coca Cola en su escuela. ¡Vaya! ¡Eso sí que es mucho dinero! ¡Piensa en todas las cosas que podrías hacer con $120.00! ¿Qué debió hacer Héctor? ¿Qué harías tú?

Todos los días nos enfrentamos a decisiones que ponen a prueba nuestra honestidad. Puede ser una pequeña cantidad de cambio erróneo, un dólar encontrado en el piso o una cantidad grande de dinero como el que se encontró Héctor en la escuela. La cantidad de dinero no es lo importante, sino hacer lo que es correcto.

Un día Jesús contó una parábola acerca de un hombre rico que acusó a su administrador de gastar su dinero. Él lo llamó y le dijo que le dijera la forma en que había estado manejando su dinero. En realidad, el administrador había estado tomando parte del dinero para sí, robándole a su jefe. 


Como el administrador sabía que iba a ser despedido, se le ocurrió un plan que podía ayudarle a hacer muchos amigos. Llamó a las personas que le debían dinero a su jefe y les pidió que le dijeran cuánto le debían. Cuando le dijeron, el administrador le dijo que pagaran una cantidad menor. Como puedes imaginar, las personas estaban contentas porque sólo tenían que pagar parte de lo que debían. De esta manera el administrador consiguió tener muchos amigos que pudieran ayudarle cuando no tuviera trabajo.

Jesús contó esta historia para demostrar que "El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho". Si tú y yo nos aseguramos de ser honestos en las pequeñas cosas, entonces estaremos seguros de que seremos honestos en las cosas grandes. Si la gente sabe que puede confiar en nosotros en cosas pequeñas, sabrán también que pueden confiar en nosotros en las cosas grandes también. 

Amado Padre, ayúdanos a recordar lo que Jesús nos enseñó sobre la honestidad, y ayúdanos a ser honestos en cada situación, sea grande o pequeña. En el nombre de Jesús oramos. Amén. 

Lucas 16:1-13 

BOLSA DE DINERO: Provéale a los niños un pedazo de fieltro circular para que lo cosan por alrededor con agujas de plástico y lana. Dele lana suficiente a ambos lados (comienzo y final) para que puedan cerrarla con un lacito al halar la lana. Provéales además monedas de juguete para poner en la bolsa mientras los niños cuentan el número de monedas dadas según sean indicadas por la maestra (3-5 monedas). Recuérdele a los niños ser honestos. Puede darle un papelito con el versículo bíblico para ponerlo en la bolsa. 

COLGADOR DE HONESTIDAD PARA LA PUERTA: Dele a los niños un colgador para la puerta para que lo decoren con etiquetas engomadas y escriban, con marcadores permanentes, la palabra HONESTIDAD. Escribirán también el versículo bíblico de hoy en el colgador. 

LLAVERO DE HONESTIDAD: Dele a cada niño un limpiador de pipas o un llaverito barato para colgar "círculos de honestidad" para recordarle a los niños las "llaves de la honestidad". Dele a los niños círculos hechos en cartulina o "llaves de cartulina" para decorarlas y escribir palabras que les recuerde de ser honestos. Por ejemplo pueden escribir: en la escuela, con amigos, con la familia, con los maestros. Hágale un rotito a los círculos o a las llaves y pónganlas en la cadena del llavero.
 

REGUERO DE LAS PALABRAS DE HONESTIDAD: Ponga las letras de palabras utilizadas en la historia como HONESTIDAD, DÓLAR, CONFIANZA, ALTERNATIVAS, AMOR, DINERO, LO CORRECTO, etc. revueltas para que puedan ponerlas en orden. Puede hacerlo en la pizarra o en forma individual, poniendo las letras de cada palabra en un sobre para que ellos lo resuelvan.
 

RELOJ DE LA HONESTIDAD: Haga que los niños dibujen un reloj grande y los número 12, 3, 6 y 9. Escriban en el centro: Lucas 16:10. Haga un círculo alrededor de Lucas 16:10. Divida el reloj en cuatro áreas y dibujen o escriban los momentos, en esas cuatro horas, situaciones en las que hayan sido tentados o tenido la oportunidad de hacer lo correcto. Por ejemplo: 12:00 del mediodia - compartir su almuerzo con otra persona o agradecer a uno de sus maestro por algo; 3:00 pm - ser honesto al hacer sus tareas, haber sido bondadoso con alguien en el autobus o por haber limpiado en su casa cuando llegaron; 6:00 - ayudar en la preparación de los alimentos, poner la mesa o limpiar después de comer; 9:00 - leer la Biblia, orar antes de acostarse, etc.

ACRÓSTICO DE HONESTIDAD: Cada niño dibujará signos de $ (o el símbolo de dinero de su país) alrededor de su papel. Escribirá las letras de HONESTIDAD en el lado izquierdo de su papel y en forma descendente para que puedan hacer el acróstico. Pueden escribir Lucas 16:10 en la parte de abajo de su papel. 

PLATO DE PAPEL DE HONESTIDAD: Dele a cada niño un plato de papel. Pídales que hagan un círculo en el medio con la palabra HONESTIDAD. Divida el plato en diferentes áreas para que escriban sus intenciones de ser honestos durante esta próxima semana (cada una en el espacio dividido). Decoren o coloreen el plato suavemente para que puedan leerse sus intenciones. Indíquele a los niños que deberán ponerlo en la pared de su cuarto para recordarles que Dios desea que sean honestos y confiables y que también les permita hacer buenas acciones diariamente.
 

DOBLANDO EL DÓLAR (o billete de su país): Cada niño se le dará una fotocopia de un billete de su país o dinero de juguete para ver quién puede doblarlo más. Si utiliza dinero real, cuando terminen la actividad pueden donarlo en la ofrenda de la Escuela Dominical o puede regalárselo al niño.
 

MERIENDA: Provéale galletas a los niños. Indíqueles que pueden coger hasta un máximo de tres. Recuérdeles que deben ser honestos al tomar el número de galletas.

 

PARABOLA DEL ADMINISTRADOR INFIEL