22 jul 2015

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: EL CHAMUYO

9. El “chamuyo” de Dios.

El 23 de septiembre, después de las cinco de la tarde, no hacía tanto calor en Roma y en Santa Marta me hallaba cómodo. Era consciente que poder encontrarme con Francisco – o con mi amigo Jorge Mario – significaba un privilegio singular. Ambos estábamos contentos de vernos y poder charlar sin el orden temático normalmente prescripto en las audiencias. Así, los temas aparecían, se mezclaban con recuerdos o proyectos que daban lugar a otros, como en cualquier charla entre amigos. Por allí me dijo:
- Me acordaba los otros días de tus artículos sobre mis acotaciones lunfardas y había una que quizá te gustaría: “El chamuyo de Dios”…
- Ja! Suena bien… Pero no sé si será fácil explicarlo.
- Eso es problema tuyo. Lo que hay que tener como punto de partida es que Dios tiene su plan para nosotros, no nos lo cuenta, apenas lo deja entrever. Dios nos chamuya, trata de convencernos, de seducirnos. Falta nuestra confianza, nuestra entrega. La podemos dar o no, Dios respeta nuestra libertad pero siempre nos habla bajo, sin gritar, nos chamuya, nos invita a aceptar el plan que tiene, o al menos lo hace para que sepamos que siempre está ahí, que no nos deja solos aunque no aceptemos su propuesta…
No conozco bien los mecanismos de la memoria. A veces temo confundirme. Lejos de mí hacerle decir algo diferente a lo que ha expresado. Suficiente con hacerme cargo de mis palabras. Las frases vuelven dos meses después como exigiendo que las escriba. Pero cómo explicarle a los italianos y al resto del mundo – esto suena demasiado pretencioso – lo que es un “chamuyo”… y nada menos que el de Dios?
En el lenguaje de Buenos Aires, que excede al lunfardo, el chamuyo era inicialmente una parla amorosa. El galán “chamuyaba” a aquella que quería enamorar… o viceversa. Luego la palabra creció por sí sola y se aplicó al arte de convencer a los demás, en especial a los cercanos. Se puede “chamuyar” con el amigo, con la novia, el padre o el hijo. Se puede “chamuyar” a la “vieja” o a quien uno quiera, pero para hacerlo hay que tener, hay que lograr, cierta intimidad. Supongo, entonces, según Francisco, que Dios nos puede “chamuyar”, es más, que lo hace habitualmente… pero no siempre lo escuchamos.
Me acordaba de sus palabras, casi un mes después, rumbo a Santiago de Compostela, caminando desde Portugal…
“Dios no grita, Jorge, nos chamuya. Y para hacerlo tiene que estar a nuestro lado”.
La soledad del bosque que cruzaba – aunque dicen que en el Camino de Santiago nadie camina solo – me hizo recordar también algo que él mismo dijera casi medio siglo antes, presentándonos en su clase de literatura a Antonio Machado: “Converso con el hombre / que siempre va conmigo. /Quien habla solo espera/ hablar a Dios un día”.
Me pregunté entonces si Quien me hablaba era “el hombre que siempre va conmigo” o si ese susurro del terco viento del Norte y la lluvia en el bosque gallego no eran viento ni lluvia sino el “chamuyo de Dios”, si el cálido peso de mi mochila no era el del brazo de un amigo que caminaba a mi lado y sólo me comentaba que me seguía acompañando, sólo por cuidarme como ha hecho siempre
Es difícil definir el “chamuyo de Dios” del que me habló Francisco. Quizá es más difícil definirlo que escucharlo. Quien pretenda conocerlo deberá saber que es necesario alejarse de las estridencias, del ruido, de la estupidez cacofónica de la modernidad y buscar la tranquilidad de un espacio interior, espiritual.
Logrado eso sólo resta esperar.
No hay que apurarse ni desesperar, no es que tarde mucho en llegar, es que a veces nos hemos vuelto muy sordos y necesitamos, como decía Benedicto XVI (1), un nuevo “effatá” que nos permita volver a escuchar a Dios.
(1)”Cuando le presentaron a un sordomudo para que lo curara Jesús le tocó los oídos y la lengua y mirando hacia el cielo dijo: “effatá” , que significa “ábrete”; inmediatamente el hombre empezó a oir y a hablar. Este es entonces el significado histórico y literal de esta palabrita que resume todo el mensaje y toda la obra de Cristo: el sordomudo, gracias a la iniciativa de Jesús, “se abrió”; antes estaba encerrado en sí mismo, aislado, le era muy difícil comunicarse con los demás, el haber sido curado significó para él una apertura que, a partir de los órganos del oído y del habla, implicaba toda su persona y toda su vida. Por fin podía comunicarse y relacionarse con una modalidad nueva”. Benedicto XVI. Introducción al Angelus del 10 de setiembre de 2012

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: QUE ME BANQUE- BANCAME -BANCAR-

10. ¡Qué Dios me banque! Si Él me puso aquí, que Él se haga cargo.

Bancar, para un porteño, significa varias cosas. Sucede que las palabras crecen o se transmutan en el habla diaria, y hasta son susceptibles de hacer suyos los cambios generacionales. Bancar era una palabra del lunfardo, que como casi todas las del mismo origen no estaba admitida en el lenguaje culto, aunque fuera cotidiano. Bancar venía del juego, que como todo juego que se preciara de tal en la Argentina, era clandestino. En el juego clandestino siempre había alguien que hacía de “banca” y los otros de puntos. De allí varias ideas. Una es que la “banca” siempre gana y los puntos pierden. Pero también existía otra extraña idea de que la “banca”, que era la que tenía el dinero, podía tener raptos de generosidad y llegar a “bancarnos”, a darnos un respaldo en metálico, a pagar los gastos, a dejarnos seguir jugando. Esta expresión sobre la banca se fue haciendo de uso corriente, y el concepto mismo de bancar fue cambiando. Si antes significaba “sostener a alguien” , por extensión empezó a significar también soportar, ya fuera una persona o una situación dificil o complicada: “A mi amigo yo lo banco”, o “me  banco la lluvia, el frío o lo que sea”.
De hecho, lo concreto es que quien nos “banca”, siempre, invariablemente, es un amigo, alguien que nos conoce.
Ese lunes en Santa Marta mis preguntas no sabían de límites humanos ni geográficos, pero con los años he aprendido a cambiar la cantidad por la calidad. Así que en más de una ocasión podíamos hacer una pausa para algún relato jocoso, lejano o cercano en el tiempo. Una de mis preocupaciones desde aquel “habemus Papam” del 13 de marzo, fue su seguridad. Su llegada a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud aceleró mi corazón. Temía cualquier cosa en aquella caravana titubeante que había errado el camino y parecía perdida, como preguntando a la gente por dónde debía ir. Algo casi increíble para un dispositivo de seguridad, pero también desconcertante para quien quisiera organizar algún atentado, porque no sabría dónde. Cuando le hablé de mi preocupación por su exposición continua me dijo: “la gente me hace bien, y además la gente necesita una palabra, un apretón de manos… Me siento seguro con la gente”. Todos mis argumentos se desmoronaron.
Siempre me resultó difícil discutir algo con él.
-“Lo importante es trabajar, y si uno tiene que trabajar no puede estar mirando por sobre el hombro sólo por su seguridad. Yo hago lo que puedo, lo que los tiempos me permiten. El Papa también depende del reloj” – y al decirlo miró el suyo – “¡Y el tiempo pasa rápido! Dentro de un rato tengo una reunión con el secretario de Estado”.
- Y vos ¿Cómo te sentís como Papa? – le disparé la pregunta así, sin eufemismos.
- Mirá, Jorge, yo tengo mucha paz. Cuando se dio todo esto fue como entrar en un vértigo extraño, porque yo no tenía previsto nada, me parecía increíble. Pero luego lo tomé con mucha paz. No quise aventurar que fuera lo que Dios quería sino al menos que no lo había impedido… Y me dije: Si Dios me puso aquí, ¡que Dios me banque!
Me reí, no sé si por la expresión en sí o pensando en el momento en que lo escribiría para Terre d’America. Lo anoté y él sacudió la cabeza. “Otra para tu cosecha de ‘il gergo di Francesco’, ¡no te perdés una!”. Me hacía gracia que su humildad le hiciera decir: “No quise aventurar que fuera lo que Dios quería, sino al menos que no lo había impedido…” Pero sobre todo ese “¡Que Dios me banque!”, que vendría a ser como la vieja solicitud – ¡Que Dios me salve! – traducida al argentino básico.
Luego, también lo recordaría en el Camino de Santiago, pensando en un Dios ¡que me ha bancado tanto! Porque tengamos en cuenta que sólo nos banca el que es amigo.
A mí, en cierto modo, también me banca Francisco, que soporta estoicamente este asedio a sus palabras para traerlas aquí, a este espacio. Pero creo que lo importante es reconocer que sólo podemos decir: ¡Que Dios me banque! cuando aceptamos los desafíos que presenta Su plan para cada uno de nosotros.

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: EMPACHADO

Qué pena una juventud empachada y triste!

En uno de los pasos mas intensos Papa Bergoglio ha exclamado: “es muy triste ver una juventud empachada pero débil”. La traducción de “empachado” tuvo que ser puesta entre comillas y traducida con términos que describen algo parecido a la indigestión, “llenos” se tradujo en italiano.
Pero lo que en realidad cuenta no es tanto la descripción del malestar físico sino la actitud hacia la comida: consumir mas de lo necesario, el pecado de gula.
El párrafo completo dice: “Hoy nos hará bien a todos que nos preguntemos sinceramente, que cada uno piense en su corazón: ¿En quién ponemos nuestra fe? ¿En nosotros mismos, en las cosas o en Jesús? Todos tenemos muchas veces la tentación de ponernos en el centro, de creernos el eje del universo, de creer que nosotros solos costruímos nuestra vida, o pensar que el tener, el dinero, el poder es lo que da la felicidad. Pero todos sabemos que no es así. El tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez, la ilusión de ser felices, pero, al final, nos dominan y nos llevan a querer tener cada vez más, a no estar nunca satisfechos. Y terminamos empachados pero no alimentados, y es muy triste ver una juventud empachada pero débil. La juventud tiene que ser fuerte, alimentarse de su fe y no empacharse de otras cosas”.
¿Qué es lo que nos satisface veramente? Todo lo que consumimos (y no se refiere solamente a lo que algunos llaman comida-chatarra, sino al consumismo en sí) engorda pero no refuerza, da pesadez y quita la energia para vivir. Y nos vuelve cada vez más insatisfechos  ya que “nada es suficiente para el ánimo humano”. Del mismo modo se describen los síntomas del empachado, del que ha consumido exageradamente más de lo que su cuerpo nesecita: pesado y sin energía.

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: PESCANDOLA...

6 El Pescador quel lama a “pescar” una mirada nueva hacia la sociedad y la Iglesia...

En su visita oficial al Papa Francisco del 18 de marzo la presidente de la República Argentina Cristina Fernández de Kirchner recibió de manos de su ilustre compatriota un ejemplar del Documento Conclusivo del V Congreso Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) reunido en mayo de 2007 en Aparecida, Brasil. Mientras le entregaba el texto a la señora Kirchner, Papa Francisco pronunció una frase que llamó poderosamente la atención a todos los hispanohablantes: “Para que vaya pescando lo que piensan los obispos”. Entre lineas: tendremos otras oportunidades para hablarlo. O sea: para que, de los 554 puntos del documento pueda ir extrayendo o “pescando” los pensamientos de los obispos de su propio país. Entre lineas: así llegado el momento podrá hablarlo con conocimiento de causa.
Los argentinos, especialemente los porteños de Buenos Aires, han comprendido inmediatamente qué le estaba dicidiendo el Papa. Como siempre, papa Bergoglio hacía suya una expresión jergal “pescar en”, “pescar de”, “pescar entre” y la transfigurava.
La imagen de “pescar” en el lunfardo de Buenos Aires se usa con un sentido mucho más amplio que la acción que describe simplemente este verbo. Expresa la idea de haber comprendido cabalmente un concepto: ¿La pescaste?, quiere decir ¿Lo ves? ¿Te ha quedado claro? ¿Has entendido lo que significa? Pescándola, la idea sale a la luz, sube a la superficie, se hace visible y evidente.
Las palabras del cardenal Bergoglio fueron siempre claras, nunca hostiles, expresiones de un doloroso realismo. Como cuando ha indicado la pobreza en aumento partiendo de la simple constatación de la realidad de las parroquias de los barrios pobres a las que recurren cotidianamente cada vez más personas necesitadas, o como cuando se ha referido a la constante emarginación de sectores de la sociedad que viven de subsidios.
De este modo, la frase que pronunció el Papa en ocasión de la visita oficial de la presidente Cristina encierra todo un tratado de diplomacia de alto nivel y de absoluta simpatía. Una expresión de las más comunes se transformó en una invitación y una admonición cordial, síntesis perfecta de forma y significados que con el tiempo se fueron estratificando en el pueblo.
Otro aspecto interesante es que no ha dicho solamente “para que pesque”, sino “para que vaya…pescando”. Es decir: para que nos vayamos conociendo y empecemos a comprendernos; la experiencia de la Iglesia tiene cosas para decir que merecen ser escuchadas.
Lo que el Papa Francisco ha depositado en las manos de la presidente, describiéndolo humildemente como “lo que piensan los obispos” es mucho más que eso. Es un proyecto de Iglesia (válido también para los Estados) muy concreto que, ahora que le toca a él gobernar el barco de Pedro, esta aplicando frente a todo el mundo. Un proyecto que los gobernantes, no solo los latinoamericanos, también deberian aprender a “pescar” por el bien de sus propios pueblos.

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: NINGUNEAR

5 Esa anulación que elimina al Otro. No se dejen ningunear...

El tiempo nos confunde. ¿Cuándo dijo en realidad que no tenemos que dejarnos ningunear? ¿En Roma, en Brasil, o en un aula del Colegio de la Inmaculada, allá en Santa Fe, cuando él ni siquiera estaba ordenado y nosotros éramos adolescenten que vivían una edad feliz con pocas responsabilidades? No lo sé, no lo recuerdo, pero no quiero depender de los buscadores de Internet… que también mienten. Por otro lado, aunque uno quisiera, es difícil acordarse de todo. “No se dejen ningunear”. Lo único que tengo en claro es que lo dijo y no una sino varias veces. Y también que lo volverá a decir… ¿Por qué? Porque el hombre es paciente y en ciertas cosas, reiterativo. Tiene ese estoicismo de la gota que porque no se cansa horada la piedra, la paciencia de la Fe, la Esperanza del sembrador y la Caridad de quien se multiplica dandose.
Quizá lo bueno de las palabras es su posibilidad de expresar lo que la gente siente, aunque sea su desvarío o su locura. Desde la lógica no se entiende que alguien pueda ponerse a conjugar como verbo una palabra como “ninguno” que es adjetivo y pronombre indefinido. Pero alguien lo hizo. Si lo hubiera hecho yo en aquellas viejas aulas no creo que el Profesor Bergoglio lo hubiese aprobado. O sí. Si algo nunca le faltó fue la capacidad de adaptarse a lo nuevo, a lo inesperado.
Ningunear tiene un sentido que remite a la ofensa, es menospreciar, no dar valor a alguien o no prestarle atención, es ignorarlo. Es hacer como que el otro no existe, com si su opinión no tuviera ninguna importancia, como si la persona misma non contara para nada.
No, no hace tanto tiempo. Seguramente ya sería Cardenal Primado de la República Argentina y los medios recogían sus palabras, no diferentes a las de ahora. Y entonces la radio, la televisión o los diarios informaban… dijo Bergoglio: “no se dejen ningunear, vivan la Fe”. Y todo, como siempre, remitiendo al testimonio de los cristianos, a dar pruebas de quienes somos sin avergonzarnos de hacerlo.
Quizá se lo escuché más de una vez. “No se dejen ningunear como cristianos, den testimonio”. Pero también: “No ninguneen al que sufre, al que no consigue trabajo o no tiene dinero”. Siempre con el mensaje a flor de piel.
Me confunde el tiempo. Me siento de nuevo adolescente, hablando, discutiendo a veces con esa vehemencia juvenil que suponía poder con todo, frente al maestrillo jesuita que rompía nuestra solemnidad juvenil con un chiste, una historia, o un comentario de futbol y “nos la dejaba picando”.
“No te dejes ningunear” y el consejo era más de hermano que de padre, de uno que sabe lo que está diciendo y te levanta la alicaída autoestima.
En aquellos días de colegio no importaba si esa recomendación apuntaba a otro profesor, a algunos compañeros que se suponían mejores que los demás, o a un desesperado amor juvenil que dándonos calabazas nos había hundido en la desesperanza.
Es que a la hora de predicar todo sirve. Para los soldados de Loyola cualquier cosa podía ser un arma en la propagación de la Fe. Y la palabra es la principal, no importa su pureza idiomática o que tenga origen en periferias ciudadanas sino que esté cargada de sentido y pueda hacer llegar al otro el mensaje de Cristo.

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO:FALSEADO-PASADO DE ROSCA

3 . Una civilización que está “falseada” tiene urgente necesidad de la esperanza cristiana.


“¡Esta civilización mundial se pasó de rosca!”, les dijo el Papa Francisco a los jóvenes en Río de Janeiro. El Papa volvía a lanzar uno de esos argentinismos que adquirió en sus años de acción pastoral como simple cura.
En mecánica, cuando una tuerca se ajusta más de lo debido, se rompe y empieza a girar en falso, ya no puede “agarrar” la materia, o sea, la realidad. Entonces queda “falseada”. No es difícil comprender de dónde viene esta expresión que forma parte de la manera de hablar de los argentinos y del Papa Francisco en particular: los talleres mecánicos de barrio.
Estar “pasado de rosca” también significa que alguien ha pasado el límite, que le ha dado tantas vueltas a las cosas que ya no razona, que ya no piensa con claridad y supone que la vida es ese girar sin sentido. Poco importa que la expresión se use para hablar de la droga o del alcohol, que no es demasiado diferente de abusar del poder, del dinero o de las influencias. El resultado es el mismo: ya no ve la realidad, ya no la “agarra” tal como es, la distorsiona exagerándola o la envilece mortificándola.
En Brasil el Papa Francisco estuvo centrado en el objetivo de las jornadas desde el momento mismo en que pisó el suelo de esa tierra tan querida: la juventud. Fue allí, ante los jóvenes, cuando se refirió a esa sociedad, a esa civilización mundial que “se pasó de rosca”, y en la visita al hospital de San Francisco de Río hizo una cruda pintura de la realidad: “¡Cuántos mercaderes de muerte que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa! La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”.
Era necesario decirlo así, para que lo entendieran los jóvenes y los que ya no lo somos tanto. “¡Esta civilización mundial se pasó de rosca! (…) porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos”: los jóvenes y los ancianos. El párrafo quedó flotando entre la gente que llenaba la Catedral. Es  que la denuncia no sacude solo a los denunciados sino a todos. De alguna manera cada uno siente el peso de su propio silencio, de la complicidad por no haber hablado, por no haber sido capaz de ese “acto de valor” que Francisco reclamaba con urgencia.
Los teóricos tratan de explicar con sus análisis que la sociedad está dividida, confundida, desintegrada, complicada, desconcertada, trastornada y miles de términos más para justificar la realidad.
Justificar el error, en vez de reconocerlo y buscar el perdón, es una patología que intenta suavizar los efectos sin necesidad de confesar el pecado. Francisco nos simplifica las cosas porque “la tiene clara”: “¡Esta civilización mundial se pasó de rosca!”.
http://www.terredamerica.com/

OTRO:Esta civilización mundial se pasó de 'rosca', porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida (jóvenes y ancianos) que son las promesas de los pueblos..

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO:BALCONEAR...

2. “No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús”.

Balconear”, en el lunfardo argentino literalmente quiere decir “mirar desde bel balcón”. Es una actitud puramente curiosa, sin participación, como un espectador de los demás que no participa de lo que está viendo. Siempre tiene un comentario crítico sobre lo que no le gusta o le parece mal, pero no se mezcla con la gente. En los años de nuestra adolescencia y anteriores; en aquellos mismos que el Maestrillo Bergoglio era nuestro profesor, nuestro Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe participaba, especialmente, en la procesión de Corpus Christi, junto a otros colegios católicos y la feligresía en general. En esa procesión que discurría por el centro de la ciudad en un largo recorrido, era típico ver muchos balconeros. En algunas casas, alguna imagen y un par de velas centraban la atención sobre una familia que se dedicaba a saludar a los procesionantes y hacer comentarios entre ellos. En ciertas zonas, una o dos casas por cuadra mostraban a un grupo curioso dedicado a la misma práctica. A mí me extrañaba un poco porque mis abuelos maternos, los que aún vivían, aún veteranos y algo achacosos se incluían entre los miembros de su parroquia y no consideraron nunca la idea de balconear.
Hablando con un cura del colegio me dio una definición sencilla: “Son viejas teñidas de fe. La fe no se vive desde el balcón, sino caminando”. Una frase que volvería a mi memoria haciendo el Camino de Santiago en 2010 y que remite a una Iglesia en marcha.
Cuando dijo: “No dejen que otros sean los protagonistas del cambio, ustedes son los que construyen el futuro”, me sentí joven yo también y pensé en lo bueno que era que esa juventud expectante lo comprendiera y en treinta o cuarenta años recordara sus palabras y analizara los resultados. Luego sentí esa ternura y admiración por el amigo al ver que “le saltaba el porteño que lleva adentro” cuando les insistió a los jóvenes con eso de: “No balconeen la vida, métanse en ella, como hizo Jesús”.
Para Francisco – y es difícil que alguien no lo entienda – el cristiano es un protagonista, no un espectador. En poco tiempo nos ha demostrado que desde el único balcón que se puede participar es aquel de la logia, en que una tarde lluviosa se asomó un Papa del fin del mundo y saludó a quienes lo esperaban con un simple: “Buona sera” se ganó el corazón del mundo pidiendo que recen por él…
– © TERRE D’AMERICA

VOCABULARIO DEL PAPA FRANCISCO: PRIMEREAR -PRIMEREA

1. Ese Dios católico que nos “primerea” siempre.

La mentalidad del “porteño”, del hombre que vive sobre el puerto de Buenos Aires, es un poco especial. Expresión de una sociedad cosmopolita más relacionada con el comercio y la industria, a diferencia de los argentinos del interior, dedicados a la producción primaria, tuvo cosas buenas y de las otras. La idea de saberlo todo, sumado a un sentido poco solidario, instituyeron la idea de “primero yo”. Poco importaba que lo que estuviera en juego fuera comprar una entrada para un partido de fútbol o la postulación a una cátedra universitaria. Nadie pensaba para tener tal actitud si sus virtudes y conocimientos eran los que merecían esa primacía, todo radicaba en ser el primero en estar, pedir, conseguir o exigir algo a puro golpe de mano, sólo por ser el primero. La idea era primerear, siempre y a cualquier precio
Primerear, nunca fue un neologismo virtuoso. Básicamente significa, ganar de mano, tomar la iniciativa antes que el otro, o antes que el otro se dé cuenta. Un dicho muy común en el Río de la Plata es: “el que pega primero, pega dos veces”. La palabra, salvaje aún y no domada por los diccionarios, se cuela en el periodismo. Una crónica policial puede decir: “… el ofendido lo “primereó” con el cuchillo”.
De lo anterior se deduce que primerear no suele ser una acción muy edificante, sino todo lo contrario. Al menos era así antes de Bergoglio.
La gente de las “villas” sabe perfectamente el significado de la palabra y su utilización, por eso cuando apareció un cura que les dijo que “hay que primerear la gracia, que hay que peleársela al pecado”, lo entendieron. Lo entendieron porque hablaba su idioma, sabía que ellos tenían que primerear a la droga, a la falta de oportunidades de trabajo, a la marginación… y no siempre lo lograban.
La acción no difiere a la vieja lucha entre la virtud y el pecado. Vuelve el concepto de “la Fe es milicia” basada en la idea de librar una permanente batalla entre el bien y el mal. Allí, entre los que iban a agradecer o a pedir a San Cayetano; allí, entre los marginados de la villa 11-14 o entre los olvidados del Borda, el soldado de la compañía de Ignacio los llamaba a la pelea, a “primerear” al pecado, “a ganarle de mano”, a sacarle ventaja a la injusticia. Y muchos descubrían en sus palabras que todavía tenían algo por qué luchar.
Pero esta acción de primerear también fue referida por él en la multitudinaria Vigilia Pentecostal con los miembros de los movimientos eclesiales laicos el 18 de Mayo, pero no ya en relación a cada creyente, sino a Dios. “Decimos que debemos buscar a Dios, pero cuando nosotros vamos Él nos estaba esperando. El ya está, y voy a usar una palabra que usamos en Argentina: el Señor nos primerea, nos está esperando. Pecas, y te está esperando para perdonarte. Él nos espera para acogernos, darnos su amor y así va creciendo la fe. Alguno preferirá estudiarla, es importante, pero lo importante es el encuentro con Dios, porque Él nos da la fe”.
Ante el Señor, que nos primerea, la consecuencia según Francisco, sería que nosotros primereásemos la gracia.


21 jul 2015

Te Necesito - SDA "Lord I Need You" (Versión Español)


esta cancion es de adoracion se canto jesus en jmj 2013 pero en ingles...

13 jul 2015

PAPA FRANCISCO EN PARAGUAY




























TEXTO: El épico mensaje que Papa Francisco pronunció ante los jóvenes de Paraguay.


ASUNCIÓN, 12 Jul. 15 / 06:45 pm (ACI).- Este es el discurso que el Papa Francisco improvisó ante los cientos de miles de jóvenes reunidos en la Costanera, en el que habló sobre la importancia de la libertad, de la solidaridad, la verdadera amistad y la importancia de hacer lío de manera organizada.
A continuación la transcripción completa del discurso del Santo Padre:
Queridos jóvenes, buenas tardes. Después de haber leído el Evangelio, Orlando se acercó a saludarme y me dijo: “Te pido que reces por la libertad de cada uno de nosotros, que rece por la libertad de cada uno de nosotros de todos”. Es la bendición que pedimos ahora todos juntos, la libertad. Porque la libertad es un regalo que nos da Dios pero hay que saber recibirlo, hay que saber tener el corazón libre.
Porque todos sabemos que en el mundo hay tantos lazos que nos atan el corazón y no dejan que el corazón sea libre: la explotación, la falta de medios para sobrevivir, la drogadicción, la tristeza, todas esas cosas nos quitan la libertad. Así que todos juntos, agradeciéndole a Orlando que haya pedido esa bendición, tener un corazón libre, un corazón que pueda decir  lo que piensa, que pueda decir lo que siente y que pueda hacer lo que piensa y  lo que siente, ese es un corazón libre. Y eso es lo que vamos a pedir todos juntos, esa bendición que Orlando pidió para todos.
Repitan conmigo (Santo Padre invita a rezar todos juntos)
Todos:  Señor Jesús dame un corazón libre, que no sea esclavo de todas las trampas del mundo,  que no sea esclavo de la comodidad, del engaño, que no sea esclavo de la buena vida, que no sea esclavo de los vicios, que no sea esclavo de una falsa libertad de hacer lo que me gusta en cada momento.
Gracias Orlando por hacernos caer en la cuenta de que tenemos que pedir un corazón libre, pídanlo todos los días.
Ya hemos escuchado dos testimonios, el de  Liz y el de Manuel. Liz nos enseña una cosa, así como Orlando nos enseñó a rezar para tener un corazón libre. Liz con su vida nos enseña que no hay que ser como Poncio Pilato, lavarse las manos. Liz podría haber tranquilamente puesto a su mamá en un asilo y a su abuela en otro asilo y vivir su vida de joven divirtiéndose, estudiando lo que quería. Y  Liz dijo no... la abuela, la mamá,  y Liz se convirtió en sierva, en servidora  y si quieren más fuerte todavía, en sirvienta de la mamá y de la abuela y lo hizo con cariño.
Decía ella que hasta se cambiaron los roles y ella terminó siendo la mamá de su mamá del modo cómo la cuidaba. Su mamá con esa enfermedad (Alzheimer) tan cruel que confunde las cosas y ella quemó su vida hasta ahora, hasta los 25 años, sirviendo a su mamá y a su abuela. ¿Sola? No Liz no estaba sola.
Ella dijo dos cosas que nos tienen que ayudar. Habló de un ángel, de una tía que fue como un ángel y habló del encuentro con los amigos los fines de semana, con la comunidad juvenil de evangelización, del grupo juvenil que alimentaba su fe. Y esos dos ángeles, esa tía que la custodiaba y ese grupo juvenil le daba más fuerza para seguir adelante. Y eso se llama solidaridad. ¿Cómo se llama? (todos responden al Papa: solidaridad). Cuando nos hacemos cargo del problema de otro. Y ella encontró allí un remanso para su corazón cansado.
Pero hay algo que se nos escapa. Ella no dijo  “bueno hago estoy y nada más”. Ella estudió y es enfermera y para hacer todo eso la ayuda la solidaridad que recibió de ustedes del grupo de ustedes, que recibió de esa tía que era como un ángel, la ayudó a seguir adelante.
Y hoy a los 25 años tiene la gracia que Orlando nos hacía pedir. Tiene un corazón libre. Liz cumple el cuarto mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. Liz muestra su vida, la quema en el servicio a su madre. Es un grado altísimo de solidaridad, es un grado altísimo de amor, un  testimonio.
Padre ¿entonces se puede amar? Ahí tiene a alguien que nos enseña a amar. Primero libertad, corazón libre, segundo solidaridad para acompañar. Solidaridad. Eso es lo que nos enseña este segundo testimonio. Y a Manuel no le regalaron la vida. Manuel no es un nene bien, no fue  un nene, un muchacho a quien la vida le fue fácil. Dijo palabras duras. Fui explotado, fui maltratado, a riesgo de caer en las adicciones. Estuve solo. Explotación, maltrato y soledad. Y en vez de salir a hacer maldades, en vez de salir a robar se fue a trabajar, en vez de salir a vengarse de la vida, miró adelante. Manuel usó una frase linda: “pude salir adelante, porque la situación en la que yo estaba era difícil hablar de futuro”.
¿Cuántos jóvenes, ustedes hoy tienen la posibilidad, de estudiar, de sentarse a la mesa con la familia todos los días, tienen la posibilidad de que no les falte lo esencial. Cuántos de ustedes tienen eso? Todos juntos, lo que tienen eso digan: Gracias Señor.
Gracias Señor porque acá tuvimos un testimonio de un muchacho que desde chico supo lo que es el dolor la tristeza, que fue explotado, maltratado, que no tenía que comer y que estaba solo. Señor salva a esos chicos y chicas que están en esa situación. Y para nosotros Señor, gracias, gracia Señor. (El Papa invita a todos a decir: Gracias Señor).
Libertad de corazón, ¿se acuerdan? Libertad de corazón, lo que nos decía Orlando: servicio, solidaridad. Lo que nos decía Liz: esperanza, trabajo, luchar, salir adelante, lo que nos decía Manuel. Como ven la vida no es fácil para muchos jóvenes y esto quiero que lo entiendan, quiero que se lo metan en la cabeza.
Si mi vida es relativamente fácil, hay otros chicos y chicas que no les es relativamente fácil, más aún, que la desesperación los empuja a la delincuencia, los empuja al delito, los empuja  a colaborar con la corrupción. A esos chicos, a esas chicas les tenemos que decir que nosotros le estamos cerca, que queremos darle una mano, que queremos ayudarlos con solidaridad, con amor, con esperanza.
Hubo dos frases que dijeron los dos que hablaron: Liz y Manuel, dos frases que son lindas, escúchenlas. Liz dijo que empezó a “conocer a Jesús”. ¡Conocer a Jesús! y eso es abrir la puerta a la esperanza. Y Manuel dijo: “conocí a Dios, mi Fortaleza”. Conocer a Dios es fortaleza, o sea, conocer a Dios, acercarse a Jesús es esperanza y fortaleza; y eso es lo que necesitamos de los jóvenes hoy: jóvenes con esperanza y jóvenes con fortaleza, no queremos jóvenes debiluchos, jóvenes que están “ahí no más”, ni sí ni no, no queremos jóvenes que se cansen rápido y que vivan cansados, con cara de aburridos.
Queremos jóvenes fuertes, queremos jóvenes con esperanza y con fortaleza ¿por qué? porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios, porque tienen un corazón libre. Corazón libre, repitan, [y los jóvenes repiten] solidaridad, trabajo, esperanza, esfuerzo, conocer a Jesús, conocer a Dios mi fortaleza. Un joven que viva así ¿tiene la cara aburrida? (Pregunta el Papa) ¡No! (Responden los jóvenes). ¿Tiene un corazón triste? (Pregunta el Papa) ¡No! (Responden losjóvenes). Ese es el camino, pero para eso hace falta sacrificio, hace falta andar contracorriente.
Las Bienaventuranzas que leímos hace un rato son el plan de Jesús para nosotros. El plan, es un plan contracorriente. Jesús les dice: “Felices los que tienen alma de pobre”. No dice felices los ricos, los que acumulan plata. Los que tienen el alma de pobre, los que son capaces de acercarse y comprender lo que es un pobre. Jesús no dice felices los que lo pasan bien sino que dice felices los que tienen capacidad de afligirse por el dolor de los demás. Y así, yo les recomiendo que lean después en casa las Bienaventuranzas que están en el capítulo quinto de San Mateo. ¿En qué capítulo están? (Pregunta el Papa)¡Quinto! (Responden los jóvenes) ¿De qué evangelio? (Pregunta el Papa) San Mateo (Responden los jóvenes). Léanla y medítenla que les va a hacer bien.
Yo te agradezco Liz, que andas por aquí, supongo. Te agradezco Manuel ¿por dónde andas metido?  y te agradezco Orlando (El Papa los busca con la mirada). Corazón libre es lo que les deseo. Y me tengo que ir. ¡No! (Responden los jóvenes).
El otro día, un cura en broma me dijo: “Sí, usted siga aconsejándole a los jóvenes que hagan lío, siga, siga... pero después los líos que hacen los jóvenes los tenemos que arreglar nosotros”. ¡Hagan lío! pero también ayuden a arreglar y organizar el lío que hacen. Las dos cosas ¿eh? Hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios a quien conocí es mi fortaleza. Ese es, debe ser, el lío que hagan.
Como sabía las preguntas porque me las habían pasado antes, había escrito un discurso a ustedes para dárselos, pero los discursos son aburridos así que se lo dejo al señor Obispo  encargado de la juventud para que lo publique.
Y ahora, antes de irme les pido: Primero, que sigan rezando por mí, segundo, que sigan haciendo lío, tercero que ayuden organizar el lío que hacen para que no destruyan nada. Y todos juntos ahora en silencio, vamos a elevar el corazón a Dios, cada uno:
Señor Jesús, cada uno desde su corazón en voz baja repita las palabras.
Señor Jesús, te doy gracias por estar aquí, te doy gracias porque nos diste hermanos como Liz, Manuel y Orlando. Te doy gracias porque nos diste muchos hermanos que son como ellos, que te encontraron Jesús, que te conocen Jesús, que saben que Tú, su Dios eres su fortaleza.
Jesús, te pido por los chicos y chicas que no saben que Tú eres su fortaleza y que tienen miedo de vivir, miedo de ser felices, miedo de soñar.
Jesús, enséñanos a soñar, a soñar cosas grandes, cosas lindas, cosas que aunque parezcan cotidianas son cosas que engrandecen el corazón. Señor Jesús, danos fortaleza, danos un corazón libre, danos esperanza, danos amor y enséñanos a servir. Amén
Ahora les voy a dar la bendición y les pido por favor que recen por mí y que recen por tantos chicos y chicas que no tienen la gracia que tienen ustedes de haber conocido a Jesús que les da esperanza, les da un corazón libre, y los hace fuertes y, que los bendiga Dios Todopoderoso, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.

6 jul 2015

musica- bienvenida tu misericordia -pablo martinez



                                                https://youtu.be/iGnT9mz23UM

EL SECRETO DEL PAPA FRANCISCO


5 jul 2015

LUNA EIKAR + LA PUERTA DE LA FE +

LUNA EIKAR + DAME TU AMOR + (LYRIC VIDEO)

CALLEJEAR LA FE-PABLO MARTINEZ-

Siervos del Altísimo - Lléname Hoy - Videoclip Oficial - Música Católica

RIO PODEROSO - TE ENTREGO (Música Católica)

4 jul 2015

Sonby4 "Grande" (Lyrics Video)

diego torres -hoy es domingo





https://youtu.be/A-sSsMtC-ZU?list=FLNWktf5gdmpSzMKX9x68uIA

3 jul 2015

CATEQUESIS DEL BUEN PASTOR EN ARGENTINA INVITA ....




Queridos Amigos,

Nos dirigimos a Ud en nombre de la toda la familia de la Catequesis del Buen Pastor y queremos hacerle llegar esta invitación para nuestro aniversario número 30 de nuestro servicio junto los más pequeños en la Argentina.

Nos acompañara en el festejo Francesa Cocchini, niña de atrio, catequista desde 1968, formadora de catequistas tanto en Italia, como en Estados Unidos, México, España entre otros países. Es Licenciada en Letras y Filosofía con especialización en Historia del Cristianismo. Catedrática de Historia del Cristianismo y Patrística en la Universidad de La Sapienza de Roma. Se ha especializado en la Formación Moral de los niños de 3 a 6 años y de los 7 a los 10 años de edad, ha brindado numerosas conferencias. Hoy es representante del Consejo Internacional de la Catequesis del Buen Pastor en Roma.
Ella estará 2 días en Buenos Aires donde se expondrán los fundamentos de la Catequesis del Buen Pastor, su originalidad y aporte a la catequesis, se titula  “La EDAD DE ORO de la relación con Dios de los 3 a los 6 años de edad”.  En la Arquidiócesis de Buenos Aires en el Colegio Champagnat, a realizarse el martes 14 de julio de 2015 de 18:30 a 20:00 horas y el miércoles 15 de julio a las 18:30 hrs en el Colegio P. Poveda (Pres. H. Yrigoyen 725, Vicente López) Diócesis de San Isidro.
Seria para nosotros muy grato contar con su presencia y apoyo para la difusión de las mismas.
Acompañados siempre por el Buen Pastor,
Un abrazo en Maria,
Padre José Maria Soria y Adriana Gazza
Representantes de la Catequesis del Buen Pastor en Argentina

 
Buen Pastor Argentina

16 jun 2015

“IGUALITO A PAPÁ”..."QUEREMOS VER AL PADRE QUEREMOS VER A DIOS"

“IGUALITO A PAPÁ”

RECURSO

El animador está listo para comenzar la misa y un grupo de chicos entra al templo e interrumpe el momento. Los chicos tienen diversos elementos y comienzan a instalarlos. Cuando el animador de la Misa o catequista les pregunta que están haciendo, los chicos responden: “Queremos ver al Padre, queremos ver a Dios”.

Los elementos que presentan son:

TELESCOPIO: porque en el Padre Nuestro que rezamos siempre decimos está en el cielo.
CÁMARA DE FOTOS CON UN ZOOM: porque en todos los cuadros aparece rodeado de nubes, cuando se corra alguna disparamos a ver si sale su cara.
LUPA GIGANTE: porque algunos dicen que está en las pequeñas cosas y como todavía no lo vimos, queremos ver las más pequeñas a ver si está.
PLÁSTICO AUTOADHESIVO (Tipo contact transparente): Dicen que está en todos lados, por eso sacamos las huellas digitales a ver si podemos dar con él.
UNA RED: Le pedimos a un chico que le dé un beso a su mamá y les tiramos encima la red, porque dicen que está en cada gesto de amor, así lo agarramos.
UNA NOTEBOOK, para buscar en alguna red social si tiene un perfil… o también para buscarlo en algún “buscador de internet”.
UN GPS y ponemos como dirección “el cielo”.
Se pueden agregar otras…

Lamentablemente terminan sin haber encontrado al Padre Dios. Por eso el animador los invita a estar atentos a las lecturas y a lo que dice el sacerdote.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

+ Jesucristo Resucitado este domingo viene a decirnos que la meta de su camino es volver a la casa del Padre. Y esto también lo es para todos los que lo siguen. Salimos de las manos cariñosas del Padre y volvemos a Él para no separarnos nunca más y ser felices para siempre.

+ Pero si no conocemos al que nos invita a su casa nos va a costar mucho poder ir, por eso Felipe le dice muéstranos al Padre. Le pide que le muestre al dueño de casa, al dueño del cielo.

+ Jesús les dice que para ver al Padre hay que mirarlo a Él. Vieron como esos hijos que son tan parecidos a sus padres que cuando hacen algo uno se acuerda de su papá… ¡cuántas veces decimos igualito a su papá, igualita a su mamá!

+ Recordar los elementos que trajeron los chicos… (Telescopio, cámara de fotos, lupa, etc.) ¿Sirvieron para ver al Padre Dios? Jesús está tan unido al Padre que quien lo ve a Él ve al Padre. Descubrimos el amor del Padre en el amor de Jesús, el perdón y la comprensión del Padre en el perdón y la comprensión de Jesús… Jesús es el rostro humano de Dios, las manos cariñosas de Dios, la palabra verdadera de Dios.

+ Jesús al final les dijo: “el que cree en mí hará también las obras que yo hago”; también nosotros estando unidos a Jesús y haciendo sus obras podemos mostrar al Padre para que todos lo conozcan y lo quieran.

 www.vicarianiños.org.ar