22 abr 2016

Sugerencias prácticas para Pentecostés.






Pentecostés no es PRINCIPALMENTE la fiesta del Espíritu Santo sino el Cierre del Tiempo de Resurrección (pascua), PORQUE de la Misma Manera Que el Espíritu de Vida Resucitó a Jesús de Entre los muertos, Ahora levanta y vivifica a la Iglesia para Que ésta continúe con el ministerio de Jesús resucitado en nuestro mundo. resucitado en Nuestro Mundo. Pentecostés es entonces prolongación del Emanuel, "Dios con nosotros", el Espíritu del Resucitado en la =

Pentecostés  'entonces' es la  Prolongación del Emanuel, "Dios con nosotros", es  el Espíritu del Resucitado en la vida y la acción de la iglesia comprometida con su reino. vida y la Acción de la Iglesia Comprometida con Su reino.
Pentecostés entonces no es un hecho aislado, o  una fiesta importante  que solo tiene que ver con la venida del Espíritu Santo sino que además es el  Cumplimiento de una promesa, es un  Desafío para todos los que nos decimos cristianos, es la  Presencia del Dios Trino y Viviente en medio de su creación y de la Iglesia que se atreve a asumir en carne propia las consecuencias de seguir a Jesucristo.
 El Espíritu Santo  nos Ayuda a Vivir Como Cristo vivió, a Tener Una Actitud profética y evangélica ante las dificultades del presente, a luchar y suplicar por la renovación del universo, por la reconciliación entre Dios y los seres humanos, por la unidad en la diversidad, por la paz y el derecho a la vida abundante que Jesús ofrece, porque el Espíritu es Vida
En la Tradición del Antiguo Testamento, Pentecostés es la Fiesta de las Semanas o de las Cosechas; Celebraba la memoria de la Alianza que Dios hizo con su pueblo en el monte Sinaí, tres meses o cincuenta  días después de la salida de Egipto. (Ex 19).   El pueblo agradecía a Dios el don de la Ley y renovaba la alegría de Ser convocados, Reunidos y consagrado por Dios para Una Misión en el mundo; Según los profetas, en la Nueva Alianza, Dios escribe su ley ya no en tablas de piedra, sino en el corazón de las personas que creen (Jr 31:33). Asi, Dios quita el  Corazón de piedra y COLOCA en nuestro pecho un corazón de carne (Ez 36:26).
Esta dimensión de Alianza es vivida como un compromiso íntimo y misterioso.  El Espíritu nos hace sentirnos unidos a Dios de una manera definitiva y transformadora.
En los Hechos de los Apóstoles  se nos narra  que FUE en Ocasión de la fiesta de Pentecostés Que el Espíritu Santo, Expresión derivada de la maternidad de la ternura de Dios,  descendió Sobre los Discípulos y discípulas de Jesús (Hch 2, y Hch 3,1-5).
En el Nuevo Testamento, expresa que hay una relación intensa y directa entre   la Resurrección de Jesús y el Descenso del Espíritu (Jn 20:19).
El Espíritu Que el Resucitado dio a los suyos es el Espíritu de la Unidad.  El Espíritu Hizo Que las personas se pudieran comunicar y  entender entre las   Diversas Lenguas y Culturas. Pentecostés es  entonces la  Experiencia de Unidad y Reconciliación.
Ideas importantes para hacer un evento
1.      Pentecostés es la fiesta en que somos enviados, bajo la fuerza  del Espíritu, a continuar con la misión de Jesús. Por tanto es también la fiesta de la misión de la Iglesia. Es una buena oportunidad para renovar nuestro compromiso misionero(Los cantos, las oraciones, la reflexión bíblica, pueden reflejar este contenido de misión y envío, teniendo en cuenta los desafíos que presenta el mundo y la sociedad actual a la misión de la iglesia.cantos, las Oraciones, la Reflexión Bíblica, pueden reflejar el  Contenido de Misión y ENVÍO, teniendo en Cuenta los Desafíos Que presentación El Mundo y la sociedad actual a la Misión de la Iglesia.)
2.      Pentecostés es la fiesta del encuentro y del re-encuentro con los demás. Pentecostés es la fiesta del encuentro y del re-encuentro con los demás. Es oportunidad para promover la unidad cristiana, la unidad familiar, la unidad entre las naciones, de orar por la superación de las diferencias que hoy siguen dividiendo a los seres humanos y destruyendo nuestra propia vida y nuestro futuro. Serán importantes aquí los cantos de acogida, saludos, las oraciones de intercesión …
3.       Promoviendo la Unidad y la Reconciliación...el signo será la confesión de los pecados cuando nos damos cuenta que no hemos sido instrumentos de unidad y reconciliación.

4.      Pentecostés es la fiesta de la diversidad y la riqueza de la creación de Dios, donde cada cultura y lengua proclama las buenas noticias del amor de Dios.  Es por ello que el ambiente debe ser muy colorido, muy alegre, tratando de mostrar esa diversidad de la creación.  El rojo es un color usado como símbolo del fuego que es el Espíritu, telas de colores pueden adornar el espacio del culto; símbolos, afiches, fotos, dibujos que hagan los niños.
La música debe expresar alegría y ESA DIVERSIDAD. Se Recomienda USAR cantos  Sobre el Espíritu Santo y sobre la Trinidad, símbolo de la diversidad en el propio ser de Dios. Sobre la Trinidad, símbolo de la Diversidad es el servicio que cada uno hace a  Dios y por Dios.
5.      Pentecostés es también tiempo de comunión y solidaridad. La iglesia es enviada a vivir como Jesús, atenta a las necesidades del prójimo, promoviendo la comunión entre los cristianos, con todas las personas que nos rodean, con toda la creación divina.  Esta temática puede tratarse en las predicaciones, en las oraciones, en momentos de testimonios. Las ofrendas serían en esta ocasión un símbolo de nuestro compromiso y entrega a otros y otras. 
6.      Pentecostés es tiempo de escucha : Necesitamos escuchar los gemidos del Espíritu en los gemidos de la naturaleza amenazada, en los gemidos de la humanidad pobre y hambrienta que sufre las injusticias y el desamor, en los gemidos de tanta gente que exige libertad, paz y derecho a la vida (Rom 8:23). Pidamos a Dios que podamos comprender lo que cada lengua y nación quiere decirnos hoy, lo que cada situación y persona nos está diciendo. El Espíritu quiere que escuchemos y hagamos la voluntad de aquel que nos envía. El momento de leer la Palabra y discernir la Palabra nos llama a esta escucha atenta que el Espíritu quiere provocar en nosotros.
7.      Algunos Textos Bíblicos que se pueden usar  :
 .  Salmo 104 (cántico a la Acción Creadora y vivificante del Espíritu).
 .  Juan 5:17 (Dios Continúa Trabajando, re-Creando la vida) .

 .  1 Corintios 12 (el Espíritu provee la  Unidad en la Diversidad).

Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros

5to Domingo de Pascua- Ciclo C

EVANGELIO
Les doy un mandamiento nuevo:
ámense unos a otros

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan        13, 31-33a. 34-35

     Después que Judas salió, Jesús dijo: 
     «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
     Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes.
     Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros.»

      Palabra del Señor.


APORTES PARA LA CELEBRACIÓN


AMAR COMO JESÚS

RECURSO

·       La idea del recurso para este fin de semana es pasar de cálculos posibles a cálculos imposibles, de medidas posibles a medidas imposibles de tomar.
·       Llamamos a distintas personas, para que nos ayuden y vamos a pedirles que nos ayuden a hacer cálculos.
·       Les pedimos que midan:
§  un banco
§  el altar
§  la cabeza de un chico
§  una mano
·       Después les pedimos que midan (en relación a las cosas que midieron antes):
§  el descanso
§  la fe
§  la inteligencia
§  una caricia
§  una mirada
§  la voz
§  los sentimientos
·       Tratamos de llegar a la conclusión que hay cosas que podemos medir y otras que no; nos acercamos a ellas por los efectos. Mi descanso puede durar una hora o cinco minutos de acuerdo al cansancio que tenga. La fe puedo descubrirla por la manera en que trato de vivir como Jesús, la inteligencia, aprendiendo o descubriendo cosas. Hay realidades que no tienen medida.


Sugerencias para la Predicación:

+ El evangelio de hoy se encuentra en el contexto de la última cena y el lavatorio de los pies; ya faltaba poco tiempo para que el Señor sea entregado, entonces les dice sus últimas palabras: “Les doy un mandamiento Nuevo…

+ El sacerdote retoma el recurso y hace preguntas: ¿Habrá algo para medir el amor de verdad? ¿Cómo puedo medir el amor?  Dejamos que los chicos hablen. Después les decimos que hay algo que nos ayuda a medir el amor, así como las reglas o metros nos sirven para medir las cosas. Se trata de “Amórmetro”. ¿Será una cinta? ¿Una calculadora? ¿Un aparato especial que mida las pulsaciones? ¿Será una aplicación para la tablet? ¿Estará en las redes sociales?

+ Traemos una caja de la que sacamos una cinta enrollada que dice: “Jesús”.

+ El “Amórmetro” para nosotros es Jesús, la medida del amor es amar como Jesús, amar como Él nos ama, amarnos entre nosotros como Él nos ama a todos.. Y la medida de Jesús fue amar sin medida.

+ ¿Cómo es amar sin medida?  Amar a todos, sin andar seleccionando: a éste sí a éste no. Amar especialmente a los que más lo necesitan.  Amar también a los que nos resultan desagradables o antipáticos. Amar a los que nos ofenden y hacen cosas en contra nuestra. Amar todo el tiempo: todas las horas, todos  los días, todos los años: amar siempre. Amar como nos ama Jesús que no deja de amar aunque a veces no hagamos cosas buenas. El siempre nos da una nueva oportunidad.

+ Dios no nos ama porque seamos buenos, lindos, generosos o inteligentes, sino que al amarnos nos hace buenos, llena de belleza nuestra vida, nos enseña a compartir y comprendemos las cosas como lo hace Él.

+ El amor así no es nada fácil; pero Jesús nos ayuda, nos enseña y nos acompaña para que podamos hacerlo. Sólo si amamos de esta manera la gente se va a dar cuenta que somos discípulos de Jesús en serio.

Repetimos: ¡Jesús, danos amor para dar!

Les ofrecemos para descargar de nuestra web aportes para la celebración con Niños http://www.vicarianiños.org.ar/misa_con_ninos.php

Foto de Vicaría para Niños.

21 abr 2016

Pentecostés 2016: + chiquitos

FIESTA DEL ESPÍRITU SANTO PARA LOS + CHIQUITOS


IDEA: que los chicos enciendan su corazón para ser buenos como lo es Jesús

OBJETIVOS: Que los chicos: descubran en esta fiesta del Espíritu Santo el amor de Dios que los enciende para ser más buenos.

CONTENIDOS:
El fuego del Espíritu Santo
El Sagrado Corazón de Jesús
El cumpleaños de la Iglesia

RECURSOS:
·         Una gran Imagen del Sagrado Corazón de Jesús
·         Una torta con muchas velitas
·         Cirio Pascual
·         Corazones de cartulina con fueguito para repartir a los chicos
·         Merienda para compartir.

CELEBRACIÓN
Convocados los chicos los recibimos en el templo.
Los llamamos al silencio y le enseñamos con alegría, a hacernos la Señal de la Cruz, como el saludo especial que le gusta a Jesús que le hagamos. Explicamos los signos Padre (Dios que creó todo el universo en la cabeza porque piensa todo lo que necesitamos, el Hijo, en el corazón porque nos quiere mucho, y el Espíritu Santo en los hombros porque nos abraza de amor para dar).
Luego dramatización. Llega alguien con un regalo, apurado, diciendo que llegó un poco tarde al cumpleaños.
Juancito: perdón, perdón, perdón, llegué un poco tarde, ¿ya empezó el cumpleaños?
Animador: no, recién empezamos.
Juancito: disculpe, a mí me dijo mi abuela que viniera, que le dijeron en misa, pero no sé a quién darle el regalo…
Animador: ¿qué regalo?
Juancito: éste que traigo, porque a los cumple hay que traer regalo, pero me dijo un nombre raro, me dijo que la chica se llama Iglesia.
Animador: no, se equivocó.
Juan: me parecía que esto no era un salón de fiestas.
Animador: no, no, está bien, hoy es el cumpleaños de la Iglesia, pero la Iglesia no es una chica, La Iglesia es toda la gente que se junta para seguir a Jesús, para festejarlo, para querernos mucho.
Juancito: aaaaah, qué problema !!!!
Animador: no es un problema es una fiesta muy linda, muy especial
Juancito: no, el problema es ¿qué hago con el regalo?
Animador: aah, cierto, y ¿qué había traído?
Juancito: bueno, como no conocía a la chica, traje esto: empieza a sacar: flores, traje muchos bombones, y traje perfume, que son cosas que siempre quedan bien.
Animador: bueno, genial, no se preocupe, todo eso le encanta a la Iglesia, porque nos sirve para celebrar. Vamos a adornar con las flores, después vamos a compartir los bombones, y nos vamos a rociar con el perfume porque justamente el Espíritu Santo nos llena de un perfume nuevo, el perfume de Dios.
Juancito: entonces mi regalo sirve!!!!
Animador: claro que sirve, mire qué linda quedó la iglesia, ahora siéntese que vamos a traer un cuadro muy importante que nos va a mostrar algo muy lindo.
(ENTRA EL CUADRO DEL SAGRADO CORAZÓN, le enganchan detrás del corazón un colgante pequeño que se enciende a pila, como esos de cotillón)
Animador: miren qué lindo chicos, este es Jesús, que nos quiere mostrar el corazón para que veamos cuánto nos quiere. Está lleno de fueguito, que quiere decir que está encendido de amor de querernos tanto.
Y el Espíritu Santo, hoy nos viene a traer este fuego para que nosotros podamos querer como quiere Jesús, y miren cómo lo trae.
ENTRA EL CIRIO PASCUAL O BIEN YA ESTÁ Y LO ENCIENDEN (o bien puede ser un cuenco con fuego)
Lo trae para que encendamos nuestra vida, porque el fueguito da calor, da luz, reúne, nos pone más juntos, entonces saben qué vamos a hacer, vamos a encender con este fuego las velitas del cumpleaños de la Iglesia que después nos vamos a repartir para llevar una cada uno y que nos pueda encender mamá cuando estamos tristes, o cuando tengamos miedo, o cuando hicimos lío, y entonces le pidamos al Espíritu Santo así:
Espíritu Santo
Danos tu fuego
Llénanos el corazón de alegría
Llénanos el corazón de paz
Llénanos el corazón de bondad
Para que podamos amar como ama Jesús
Luego: Vamos a leer qué pasó el primer día que vino el Espíritu Santo para darles su fuego a los amigos de Jesús.

Leemos, adaptado, la venida del Espíritu Santo

HECHOS 2 1-10
Un día estaban los amigos de Jesús rezando en el mismo salón donde había sido la Última Cena.  Y, de repente, comienzan a sentir un ruido muy, muy fuerte, venido del cielo, como de un viento de tormenta, que cada vez se hacía más fuerte.
Y ese ruido con viento llenó el salón donde estaban y, de repente, vieron unas llamitas de fuego que se posaban, sin quemarlos, sobre cada uno de los que estaban allí.
Pero lo que oían y veían era nada comparado con lo que sentían.  Porque comenzaron a sentir el mismo amor y la misma fuerza que cuando Jesús estaba con ellos.
Entonces sabían que ya había venido el Espíritu Santo.  Y estaban contentísimos, llenos de gozo y se sentían fuertes y valientes.  Y ahora comenzaron a recordar muchas cosas que Jesús les había enseñado.
Jerusalén estaba llena de gente, que había venido a celebrar la Fiesta de Pentecostés.  Era la fiesta en que recordaban cuando Dios le había dado a Moisés las Tablas de la Ley que tenían los 10 Mandamientos.
Un poco de gente se acercó a donde estaban los Apóstoles, cuando oyeron el ruido del viento tan fuerte y tan desconocido.
Y entonces Pedro, que antes era cobarde, ahora se puso a anunciarles la buena nueva a ese gentío.  Se le quitó el miedo y supo exactamente qué decirle a esa gente. 
Y los demás Apóstoles ya no se querían quedar callados, sino que contaban todas las cosas que recordaban sobre Jesús.
 Luego el sacerdote o el catequista vuelven a explicar lo sucedido en Pentecostés y cuentan que ese día nació la Iglesia, por eso es el cumpleaños.
·         Entra la torta con muchas velitas que encendemos con ese fuego
·         Cantamos el feliz cumpleaños
·         Volvemos a rezar la oración al Espíritu Santo
·         Los chicos se llevan una velita
·         Le tiran un beso a Jesús
·         Cantamos

·         Hacemos una merienda compartida

PENTECOSTES POR DECANATO




Pentecostés 2016 

“El Espíritu nos hace Misericordiosos”
Continuamos con nuestro peregrinar este Año de la Misericordia que nos propone el Papa Francisco. Nos acercamos a nuestra querida fiesta de Pentecostés, día que nace la Iglesia y comienzo de su misión evangélica. Sabemos lo que pasó en ese día: estaban reunidos los Apóstoles y los discípulos y discípulas del Señor Jesús, y en medio de ellos estaba la Virgen María, como Madre de Dios y Madre de la Iglesia. En un momento dado, cuando estaban haciendo oración, se escucha un fuerte viento, la casa empieza a temblar, y unas lenguitas de fuego se posan sobre las cabezas de los que estaban allí. Comenzaron a hablar en distintas lenguas y todos glorificaban a Dios. Descendió sobre ellos el Espíritu Santo que Jesús les había prometido: “Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto” (Lc 24, 49).
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, es el lazo de amor divino que une a Dios Padre y a Dios Hijo. Ese lazo de amor se extiende a cada uno de nosotros los hijos e hijas de Dios, dándonos la fuerza para poder amar como Jesús nos ama. Esa fuerza divina no nos hace todopoderosos, hombres o mujeres maravillas o superhéroes. Esa fuerza nos hace misericordiosos como nuestro Padre Dios. Ante toda fragilidad humana, dolor, pobreza, pecado, allí los cristianos tenemos la fuerza de la misericordia.
La misericordia divina que el Espíritu Santo nos trae viene acompañada de otros regalos: el sentirnos unidos en familia y en la Iglesia, ese regalo se llama “comunión”. Nos da la capacidad de ponernos en el lugar del otro sin juzgar ni condenar, ese regalo se llama “compasión”. Nos anima en la debilidad, cuando tenemos ganas de dejar todo y no creer más, ese regalo se llama “fortaleza”. Cuando alguien nos hiere o nos agrede con insultos o amenazas, nos da el regalo del “perdón” y de la “mansedumbre”. Cuando necesitamos comunicarnos con Dios y pedir o agradecer nos regala la “oración”. Cuando las cosas feas del mundo nos entristecen y vemos tantas caras largas y apagadas nos regala la “alegría”. El Espíritu Santo es Dios por lo tanto sus regalos son infinitos y nunca se acabarán.
Vivamos esta fiesta de Pentecostés con nuestros amigos y amigas, en nuestras comunidades. Sugerimos que intentemos con los chicos y chicas de nuestra Arquidiócesis un Pentecostés con Misericordia: que seamos los misioneritos misericordiosos y salgamos a nuestros barrios. Podemos organizar la Vigilia con algún signo de misericordia: visitando los geriátricos de la Parroquia (por grupos y con nuestros catequistas y dirigentes), acomodando la ropa y los alimentos de Caritas, repartiendo las estampas del Año Santo en algunas esquinas, haciendo algunos carteles con las obras de misericordia corporales y espirituales y ponerlas en algún lugar visible, hacer un rato de oración y pedir por los más pobres, enfermos, huérfanos, presos, chicos que viven en la calle, etc.
Así como la misericordia de Dios es creativa para auxiliar tantas necesidades de la humanidad, ayudemos a nuestros niños a que sean creativos y “audaces” en la práctica de la misericordia. El Papa Francisco no deja de darnos ejemplo  de cercanía y compromiso, con sus palabras y acciones, por los más desposeídos y abandonados de esta sociedad.

¡Feliz Pentecostés en el Año Santo de la Misericordia!

Ernesto Giobando sj
Obispo Auxiliar de Buenos Aires
Vicaría de Niños

19 abr 2016

Curso Radial de Catequesis/ 6º Encuentro: Iglesia en reforma

6º Encuentro: Iglesia en reforma

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15/04/2016 – En el 6to encuentro del Taller Radial para Catequistas nos centramos en la Iglesia como comunidad que en continuo movimiento va cambiando. Puntualmente, ahondaremos en el Concilio Vaticano II.


El Concilio Vaticano II es una acontecimiento y un proceso que marca un antes y un después del siglo XX. Habría que hacer un poco de Historia como para entender el momento determinante del Concilio en la vida de la Iglesia.
En primer lugar es importante tener en cuenta esta experiencia eclesial: “Iglesia Semper reformanda” es decir, la iglesia siempre ha de ser reformada. Por la sencilla razón que seguimos a Jesus, y él hace nuevas todas las cosas (Apoc. 21, 5). Hacer nuevo no significa romper todo y comenzar de 0, sino recrear, pero confiando en la acción del Espíritu y en la promesa de Jesus: “Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 1 ss).
A lo largo de la Historia de la Iglesia vamos a ver distintos movimientos de renovación:
+ Reforma de la vida monacal
+ Aparición de las ordenes Mendicantes con Santo Domingo y San Francisco de Asís
+ La reforma que comenzó con Trento
+ Los Movimientos de reforma a principios del S. XX:
Pío X, con la comunión a la edad de 7 años y la catequesis posterior
Movimientos Litúrgico en Bélgica y otras países
Movimiento Bíblico con las nuevas herramientas para el estudio e interpretación de la Sagrada Escritura
Movimiento Teológico con la llamada “Nueva Teología”
Movimiento Catequístico que en nuestro país tuvo su primer Congreso nacional en 1962 ¡Meses antes del inicio del Concilio Vaticano II! Allí tuvo un desempeño destacado fue Frans De Vos
Así llegamos al Concilio Vaticano II que comenzó el 11 de Octubre de 1962 – Lo convoca Juan XXIII y finalizó el 8 de diciembre de 1965 – con Pablo VI.
Nos parece necesario ver que los procesos de reforma no son “hechos aislados” sino que hay gente que, dando su vida por ideales nobles y evangélicos, construyen el Reino esperando el tiempo oportuno… el tiempo de Dios. Por esto mismo, utilizo una expresión que usaba Juan XXIII, “Un nuevo Pentecostés”, como una inspiración del Espíritu. El mismo decía que el Concilio quería ser “un poco de aire fresco para la Iglesia”…

Jesús, luz de los pueblos

El Concilio tiene varios documentos, entre ellos hay 4 Constituciones, que son como los documentos medulares para poder entender a todos los demás.
Para el tema de hoy, necesariamente tenemos que recurrir a uno de ellos: que se llama “Constitución Dogmática sobre la Iglesia”. Más conocida como Lumen Gentium o en nuestro idioma: Luz de la Gente… ¿pero quién es esa luz? Y el concilio lo dice claramente: Jesús es luz de las gentes, de los pueblos, de las naciones… algo que estamos celebrando desde la Vigilia Pascual
Algunas ideas que nos dice el Concilio sobre nosotros como miembros de la Iglesia Iglesia Misterio… LG 1. Similar, parecido al misterio de Jesús, el Verbo que se hizo carne.
+ Somos Comunidad de fe, pueblo de Dios. LG cap. II.
+Somos Una, porque incluimos a todos los seres humanos. Que incluye a todos los hombres: incluso a los de buena voluntad.
+ Somos comunidad Santa, porque somos soñados, pensados, fundados y animados por el mismo Abba/Imma.
+ Somos una asamblea Católica porque los somos interlocutores con todos los hombres.
+ Somos una experiencia Apostólica porque seguimos a Jesús de quien dieron fe los apóstoles y todos los demás (Cf. Lc. 24, 33.)
+ Somos solidarios, porque todos los anhelos y deseos, proyectos y sueños de la humanidad, no son ajenos a nuestra vida y vocación.
+ Somos una expresión humana de fe, porque todas las dimensiones de la vida tienen resonancia en nuestro corazón.
+ Somos servidores, porque nuestro camino es el hombre, todo ser humano.
+ Somos promotores de humanidad y de justicia, porque queremos que todos los hombres sean libres, felices y vivan justamente, realizando en ellos y en nosotros la voluntad de Dios: que es la salvación (Cf. DV. 2)
+ Somos profetas, porque anunciamos la Buena Noticia, y denunciamos todas las situaciones que conculcan la dignidad humana, que muchas veces se ven en la misma Iglesia.
+ Somos fraternos, porque todos somos hermanos, porque no hay distinciones de dignidad sino de funciones, pero nunca estas últimas son mejores que las primeras.
+ Somos luchadores, porque impulsamos la renovación y la liberación de toda la humanidad.
+ Somos cálidos, porque acogemos, como lo hace el Padre, a todos las personas
+ Somos “Madre y Maestra” como nos lo enseñaba nuestro amado Juan XXIII
+ Somos misterio de amor, sacramento universal de salvación, pueblo de Dios, cuerpo de Cristo… Así, nos lo enseña el Concilio Vaticano II.
+ Juan XXIII; al iniciar el Concilio en 1962 dijo: que: “En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad”… Si si ya en ese año hablando de Misericordia.
+ Justamente, el Papa Francisco, quiso que el año de la Misericordia comenzara el 8 de diciembre del año pasado, porque ese día se festejaba los 50 años de la Clausura del Concilio Vaticano II… Quizás, sin expresarlo públicamente, el papa Francisco nos invita este año a volver la mirada y el corazón al espíritu del Concilio Vaticano II… Y a asociar Iglesia – Reforma – Misericordia… O que la Misericordia reforme a la Iglesia… a cada uno de nosotros
+ Esto Francisco lo afirma en la Bula con la que convocó al Año de la Misericordia, (Misericoridiae Vultus) 4:
“He escogido la fecha del 8 de diciembre por su gran significado en la historia reciente de la Iglesia. En efecto, abriré la Puerta Santa en el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II. La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. Una nueva etapa en la evangelización de siempre. Un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe. La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre.”

La Iglesia, sacramento de salvación

El concilio Vaticano II dijo, repetidas veces, que la Iglesia es “sacramento universal de salvación” (LG 1, 2; 48, 2; 59, 1; GS 45, 1; AG 1, 1; 5, 1). Esta designación conciliar de la Iglesia como sacramento fue una novedad en la doctrina de Magisterio, antes del Concilio, jamás se había dicho.
Esta idea se venía utilizando, por algunos teólogos centroeuropeos, que influyeron en el Concilio Vaticano II. Ya la iglesia no es una “sociedad perfecta” sino “signo de la gracia”. Y esto me parece que es una novedad absoluta, y nos define en nuestra identidad y vocación… “somos signos de la Gracia”.