21 may 2013

SANTISIMA TRINIDAD CICLO C








SANTISIMA TRINIDAD



El domingo después de Pentecostés se dedica a la Santísima Trinidad. Es el lugar más apropiado del año litúrgico para esta celebración. Por el Espíritu Santo llegamos a creer y a reconocer la trinidad de personas en el único Dios. Habiendo celebrado todos los misterios de Cristo, la Iglesia echa una mirada de agradecimiento a la obra completa de la redención.
Desde la contemplación de las obras maravillosas de Dios nos volvemos a considerar la vida interna de la Divinidad.


HISTORIA DE LA FIESTA

Esta fiesta comenzó a celebrarse hacia el año 1000, tal vez un poco antes. Parece ser que fueron los monjes los que asignaron el domingo después de pentecostés para su celebración. Anteriormente existía una misa votiva y oficio en honor de la Trinidad pero no día de su fiesta como tal.

Las iglesias diocesanas comenzaron a seguir el ejemplo de los monjes benedictinos y los cistercienses y, en los dos siglos siguientes, la celebración se extendió por toda Europa.

En 1334 el papa Juan XXII la introdujo como fiesta de la Iglesia universal.

El domingo de la Santísima Trinidad es de institución relativamente tardía pero fue precedido por siglos de devoción al misterio que celebra. Tal devoción arranca del mismo Nuevo Testamento pero lo que le dio especial impulso fue la lucha de la Iglesia contra las herejías de los siglos IV y V.

El arrianismo negaba la divinidad de Cristo. En 325, el concilio de Nicea afirmó que Cristo es coeterno y consustancial con el Padre, y así condenó el arrianismo. Esto fue reafirmado en el concilio de Constantinopla en 381( credo niceno-constantinopolitano,) que declaró además que el Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo pero consustancial, igual y coeterno con ellos.


SIGNIFICADO DE LA FIESTA
El objeto de la fiesta no es una realidad abstracta. Lo que adoramos es el Dios vivo en que vivimos, nos vemos y existimos.
Las personas divinas de la Trinidad no son extrañas. Por el
bautismo participamos en la vida de Dios, entramos en relación personal con el Dios uno y trino.
La gracia bautismal nos incorpora a Cristo, nos llena con su Espíritu, nos hace
hijos de Dios.
En una meditación sobre la Trinidad, santo Tomas de Aquino afirma que
por la gracia no sólo el Hijo sino también el Padre y el Espíritu Santo vienen a morar en la mente y el corazón.
El
Padre viene fortaleciéndonos con su poder, el Hijo, iluminándonos con su sabiduría y el Espíritu Santo, con su bondad, llena de amor nuestros corazones.

La
Santísima Trinidad es ciertamente un misterio pero un misterio en el cual nosotros estamos inmersos. Es un océano que no podemos esperar abarcar en esta vida. Incluso en la eternidad será insuficiente para agotar sus riquezas. A la luz de la gloria veremos a Dios cara a cara, pero no será una visión estática sino una exploración sin fin.
¿De qué manera hemos de aproximarnos a este misterio? ¿Comenzamos por la unidad de naturaleza o por la trinidad de personas? Probablemente nos inclinaremos a comenzar por lo primero.
Durante siglos la enseñanza de la Iglesia ha acentuado la
unidad del ser. Así se hacía también en la catequesis popular. Una oración popular irlandesa traducida por Tomás Kinsella, ilustra esta idea:

Tres pliegues en una sola tela,

pero no hay más que una tela.

Tres falanges en un dedo,

pero no hay más que un dedo.

Tres hojas en un trébol,

pero no hay más que un trébol.

Escarcha, nieve, hielo..., los tres son agua.

Tres personas en Dios son asimismo un solo Dios. 

En contraste con esta idea podemos considerar el famoso icono ruso de la Trinidad pintado por Rublev. Representa la escena descrita en Gn 18,1-18 en la que Yavé se aparece a Abrahán bajo la forma de tres ángeles. Es éste un hermoso retrato místico de la Trinidad, en el que la distinción de las personas y sus relaciones mutuas se transmiten utilizando gran delicadeza de colores y formas.
El padre Cipriano Vagaggini en su gran obra Las dimensiones teológicas de la liturgia nos expone una fórmula para expresar la forma en que el Dios uno y trino actúa fuera de sí mismo:
Todo bien nos viene del Padre, por mediación de su Hijo encarnado, Jesucristo, por medio de la presencia del Espíritu Santo en nosotros y, del mismo modo, por la presencia en nosotros del Espíritu Santo, a través de la mediación del Hijo de Dios encarnado, Jesucristo, todo retorna al Padre.
Este modo de considerar la Trinidad puede decirse más dinámico. Es como un proceso de vida y movimiento. La Trinidad no es una realidad remota y abstracta, algo que está "ahí afuera". Está mucho más aquí, abrazando y penetrando mi vida.
Para san Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento, la vida cristiana y moral es profundamente trinitaria hasta la médula. Todo cuanto tenemos lo recibimos del Padre, que es la fuente de nuestro ser, pero lo recibimos por Jesucristo, nuestro mediador. El Espíritu Santo es quien nos une a Cristo, y, sin él, no podemos acercarnos al Padre ni volver a él como a nuestro fin último.

TEXTOS DE LA MISA

Los textos de la misa declaran no lo que Dios ha ocultado al ser humano, sino lo que le ha revelado.

A través de las Escrituras aprendemos quién es Dios. Es un Dios de Amor.

En la lectura del Antiguo Testamento para el ciclo A tenemos la maravillosa revelación a Moisés en el monte Sinaí: "Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad".

En el evangelio de san Juan Jesús dice a Nicodemo: "Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para que no perexca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna"

La vida de la comunidad cristiana debería ser un reflejo de la comunidad de vida de la Santísima Trinidad. En la segunda lectura san Pablo exhorta a los corintios: "Tened un mismo sentir y vivid en paz y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros".

Se da testimonio de Dios y se le reconoce en las comunidades donde hay unidad de mente y corazón y se practica la tolerancia. San Pablo cierra su exhoratación con una bendición hermosa: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros".

También se encuentra en la misa el tema de la Revelación.

La oración colecta nos indica que por Jesucristo y por su Espíritu se nos da la capacidad de conocer los misterios de la vida de Dios.

El prefacio, que es la fórmula más antigua de esta misa (del siglo V o del VI), declara: "Lo que creemos de tu gloria, por Tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo y también del Espíritu Santo"

Creemos en un Dios pero nuestro Dios no es solitario ni aislado. Es un Dios que desea compartir su vida, es pura bondad y lo propio de la bondad es comunicarse.

Él creó el universo e hizo al hombre a su imagen y semejanza. Entró en diálogo con sus criaturas, eligió a Israel y estableció con él una alianza. Por eso Moisés pregunta en la lectura del Deuteronomio (ciclo B): "¿Hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo...? ¿Algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras?"

No, no es un Dios remoto.

En la lectura del libro de los Proverbios (ciclo C), la sabiduría personificada grita: "Yo estaba junto a él, como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia, jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres". Dios está tan cerca de nosotros, por su Espíritu, que bien podemos gritar: "Abba, Padre" (lectura segunda, ciclo B), su amor ha sido derramado en nuestros corazones por ese mismo Espíritu (lectura de la carta a los Romanos, ciclo C)
Vicent Ryan en el libro "Pascua y fiestas del Señor" Ediciones Paulinas, Madrid,

Tres en uno y un regalo imperdible e inagotable !!!


Padre, Hijo y Espíritu son regalo. Puro regalo. El Padre se regala en el Hijo. El Hijo se nos da en el Espíritu.

La Trinidad es regalo. Dios mismo se nos dona, se nos regala, se nos ofrece. El regalo de Dios es la sonrisa del mundo. ¿Qué haría el mundo sin el Amor que viene del regalo que es el propio Dios?

Desde que hacemos la señal de la cruz por la mañana hasta el anochecer, ¡cuántos actos casi desapercibidos que vivimos inmersos en la corriente amorosa de la Trinidad!

Dios es comunidad. En ese regalo del Dios que se regala, también nosotros hemos de ser un regalo para los demás, no un “regalito”, sino regalo en toda su dimensión.

Preparémonos para la fiesta del Amor que no se termina, porque quien se dona por completo, al estilo de la Trinidad santa, termina por no tener fin. Conectados al Amor inagotable la vida tiene otro color

El misterio de la Trinidad

Objeto: Una novela de misterio, un huevo duro

Escritura: Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí (Juan 15:26 NVI).

¿Te gustan las historias o novelas de misterio? Cuando era joven me encantaba leer historias de misterio. Mis favoritas eran los Hardy Boys y Nancy Drew (Ambos novelas en inglés). Recientemente vi un buen libro de misterio titulado "¿Qué le ocurrió realmente a Humpty?: De los archivos de un detective experto". Todos sabemos que Humpty Dumpty se cayó, pero en este libro el hermano, Joe Humpty, detective, investiga para tratar de saber que pasó realmente. ¿Se caería Humpty o lo empujarían? Si fue empujado, ¿quién lo hizo? ¿Sería la Pequeña Miss Muffet, Rizos de Oro, la vieja mamá Hubbard o el malévolo Lobo Feroz. No voy a revelar el final o la solución al misterio...tendrán que leerlo para saberlo.

Hoy vamos a aprender acerca de un misterio totalmente diferente. Hoy es un día muy especial en la iglesia. Es el domingo de la Trinidad. ¿Sabes lo que significa la palabra trinidad? Lo primero que deseo preguntarte es: conociendo a Dios, ¿cuántos Dios hay? Exacto, sólo hay un Dios. La Biblia dice que "sólo un Dios y Padre de todos", pero Dios está hecho de tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto es lo que conocemos como la Trinidad. Puede ser que hayas notado que cuando alguien es bautizado por el Pastor, este dice, "Te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". ¿Has oído eso antes? ¡Bien! Ahora sabrás que cuando escuchas esas palabras - Padre Hijo y Espíritu Santo - estamos hablando de la Trinidad - un Dios en tres personas.

Tan simple como esto aparenta ser, es muy difícil entender la Trinidad. Es un misterio para nosotros - algo que podemos pensar y maravillarnos en él. Las personas han usado muchas cosas o formas diferentes para tratar de ayudar y explicar lo que es la Trinidad. Como comenzamos hablando acerca de Humpty Dumpty hoy, creo que usaré un huevo como ejemplo en esta ocasión. (Enseñe un huevo hervido y duro). ¿Cuántos huevos ves? ¡Así es! Tengo sólo un huevo. Como posiblemente sepas, el huevo está hecho de tres partes. La primera es el cascarón. (Pele el huevo). La segunda parte es lo blanco, la clara del huevo. Lo próximo que haré es cortar el huevo por la mitad. ¿Qué ven ahora? ¡Cierto! Ven la yema amarilla. El huevo tiene tres partes: el cascarón, la clara y la yema - pero es un sólo huevo. ¡De igual forma, el Padre, Hijo y el Espíritu Santo son tres personas pero sólo un Dios: misterio resuelto!

Oremos: Dios te damos gracias por ser el todo poderoso, sapiente y amoroso Dios con nosotros. Te damos gracias por las cosas en la vida que no entendemos completamente y por darnos la fe para creerlas de todos modos. En el nombre del Padre, Hijo y el Espíritu Santo, amén.

12 may 2013

MATERIAL DE PERIODICO DIALOGO SOBRE PENTECOSTES


La Ascensión de Jesús- portal carmelitano


ascensioneLa “ascensión” de Jesús se comienza a realizar en el momento de su crucifixión, tal como Jesús indicó en varias ocasiones: “Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre para que todo el que cree en Él tenga vida...

Las fiestas pascuales se acercan a su cumplimiento. El domingo próximo, si Dios quiere, celebraremos la Ascensión del Señor y el siguiente, Pentecostés.
En el Antiguo Testamento, “ascensión”, “elevación” y “glorificación” son tres palabras sinónimas para indicar la entronización de un rey, la toma de posesión de su reino. Eso es lo que celebramos en la Ascensión de Jesús: el triunfo definitivo del Señor resucitado sobre el pecado y sobre la muerte, el cumplimiento de su misión salvadora, la manifestación de su gloria, su entronización “a la derecha del Padre”.
La “ascensión” de Jesús se comienza a realizar en el momento de su crucifixión, tal como Jesús indicó en varias ocasiones: “Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre para que todo el que cree en Él tenga vida eterna” (Jn 3,14-15); “Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,23). Por eso, al hablar de su pasión, los evangelios dicen: “Estando para cumplirse los días de su ascensión, Jesús se dirigió resueltamente a Jerusalén” (Lc 9,51).
La Pascua de Jesús es su pasión, muerte y glorificación. La “hora” de Jesús, su “elevación” para salvar a los hombres atrayéndolos hacia sí comenzó en la cruz, continuó en la resurrección y llegó a plenitud en la Ascensión y en el envío del Espíritu Santo sobre los creyentes. Estos acontecimientos son las distintas etapas de un único proceso. El que “se despojó de su rango, tomó la condición de esclavo y se abajó hasta la muerte de cruz, ha sido exaltado sobre todo” (cf. Fil 2,6ss).
“Antes de las fiestas de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre…” (Jn 13,1). Como sabemos, la palabra Pascua significa “paso”. Cristo ha dado un único paso de la cruz a la gloria, pero nosotros necesitamos de días y de años para comprender algo de este misterio, por eso en nuestras celebraciones cada vez ponemos la mirada en un solo aspecto de este proceso.
La Ascensión de Jesús supone la apertura del cielo para los creyentes, la salvación de los que confían en Él. Por eso, en el momento de su muerte, Jesús puede prometer al buen ladrón: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,43). Nosotros confiamos en poder estar un día con Cristo en el Paraíso. Mientras tanto, procuremos ser testigos de su resurrección en el mundo.

AUTOR: P. Eduardo Sanz de Miguel, OCD

11 may 2013

ARMADA BLANCA -NIDOS DE ORACION -inspirados en Fatima


Los Nidos de Oración

Los Nidos de Oración son grupos de niños que se reúnen para rezar el Rosario, como lo pidió la Virgen a Fátima y como deseaba San Pío de Pietrelcina.

Estos grupos forman la Armada Blanca de la Virgen, el ejército de los pequeños guiados por la Reina del Cielo, para la conquista de todo el mundo a Su Divino Hijo Jesús.

Miren, queridos niños, los grandes de la tierra no los toman mucho en cuenta a ustedes. Pero los Grandes del Cielo confían en ustedes para resolver los más grandes y urgentes problemas: la paz del mundo y la salvación de toda la humanidad.

Por eso Dios en el 1917 mandó a Fátima la Santísima Virgen a Lucía, Francisco y Jacinta, tres niños de 10, 9 y 7 años, para que les pidiera que le ayudaran en esta maravillosa obra.

Ahora la Virgen está llamando a ti, y te pregunta:

«¿Quieres ofrecerte a Dios y aceptar los sacrificios que El te quiera enviar, en reparación de los pecados con los cuales El es ofendido, y para obtener la conversión de todos los pecadores?

¿Quieres tomar parte de mi gran ejército que debe llevar la paz y la salvación al mundo?» La Virgen espera tu respuesta generosa: «Sí yo quiero»,

Entonces ponte rápido a trabajar para Ella, dedica todos los días un tiempo a rezar el Santo Rosario, ofrece pequeños sacrificios a Jesús y forma un Nido de Oración.

¿Cómo se forma un Nido de Oración?

Es muy sencillo, basta que dos o más niños quieran rezar juntos el Rosario, dónde y cómo es posible - en casa de uno de ellos;

- en la iglesia, delante de Jesús Sacramentado, de acuerdo con el párroco. Sería aconsejable que el párroco mismo presenciase la oración durante un poco de tiempo;

- en la escuela, si el maestro está de acuerdo ,rezando el Rosario todos juntos en clase;

- en casa de alguna persona enferma, uniendo así el amor hacia Dios con el amor hacia el prójimo;

- en los hospitales y centros pediátricos, en los institutos, en las guarderías, en cualquier lugar donde se encuentran los niños;

- al aire libre, durante las pausas de juego y de recreación;

- donde y como el Espíritu sugiera.

Es importante que por cada Nido haya una persona adulta que se ocupe de los niños y les hable de los sucesos de Fátima, guiándolos muy despacio a la Adoración Eucarística. A falta de un adulto, podrá asumir este cargo un niño más grande.

 NO DEJES DE VISITAR ESTA PAGINA , TE VA A GUSTAR Y VAS ENCONTRAR COMO LOS NIÑOS AMAN A LA VIRGEN DE FATIMA EN TODO PARTES DEL MUNDO...

ARMATA BIANCA








 
 
 
 
 

¡VEN, VEN ,VEN ESPIRITU DIVINO!









 
DIBUJOS PARA CATEQUESIS Y OJITAS PARA OVEJITAS...