13 jul 2013

ENCUENTROS EUCARISTICOS 4

LA EUCARISTÍA ES COMUNIÓN Y BANQUETE PREPARADO POR JESÚS.

 OBJETIVO: Que el niño descubra la Eucaristía como centro de la vida de la Iglesia.

. TEXTOS SUGERIDOS

-  Mt 6, 9-13: Oración del Padrenuestro.

-  Jn 17, 20-23: Jesús pide al Padre que todos seamos uno.

-  Hch 2, 42-47: La comunidad se reúne en torno a la Palabra y a la Eucaristía.

-  1Cor 10, 17: Todos formamos un solo cuerpo en Cristo Jesús.

-  CEC, 1166: El Día del Señor.

-  CEC, 1345: Testimonio de San Justino. La celebración del Día del Señor.

-  CEC, 1382-1390: El Banquete Pascual.

-  CEC, 1391-1401: Los frutos de la Comunión.

-  CEC, 1402-1405: La Eucaristía es anticipación de la gloria celestial.

-  TB, 44-51: La Eucaristía es misterio de comunión y centro de la vida de la Iglesia.

4.3. IDEAS FUERZA

-  La Eucaristía es sacramento de unidad en la Iglesia.

-  Después de instituir la Eucaristía, Jesucristo expresa al Padre su anhelo de que todos sean uno y permanezcan en Él.

-  El Concilio Vaticano II dice que la Eucaristía es sacramento de amor, signo de unidad y vínculo de caridad (cfr. SC, 47, refiriéndose a San Agustín).

-  La Eucaristía es centro de la vida de la Iglesia; ella es el Cuerpo de Cristo. Él es la cabeza y nosotros somos los miembros.

-  La Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace la Iglesia (cfr. RH, 20).

-  La Eucaristía es centro de la vida de la Iglesia y hacia ella se ordenan los demás Sacramentos.

-  En la Eucaristía se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: Cristo mismo, nuestra Pascua.

-  El domingo, día del Señor, es el día en que la Iglesia se manifiesta viva en Cristo Resucitado (Pascua).

-  El domingo, día del Señor, la Iglesia se congrega en torno a la Eucaristía, proclama su fe en Cristo resucitado y vive la cardad fraterna.

 PARA NIÑOS DE 5 A 7 AÑOS: REPRESENTACIÓN: EL DOMINGO ES EL DÍA MÁS IMPORTANTE DE LA SEMANA

Se repasarán los días de la semana con los más pequeños, para descubrir que el trabajo, el aseo de casa o las tareas de la escuela son actividades que Dios quiere mucho; que eso une a la familia. Pero el día más importante para Dios es el Domingo. Si todos los días debemos orar, el Domingo es el día dedicado a Dios, el día en que nos reunimos todos los que creemos en Jesús, para que nos hable con su Palabra, nos dé a comer su Cuerpo y a beber su Sangre.

Recomendamos que el tema se desarrolle del siguiente modo:

Preparamos a un niño y una niña (aunque pueden ser los mismos catequistas) para que actúen como El Papá y La Mamá; los demás niños del grupo actuarán como Los Hijos de la casa. Se tendrán listos siete carteles con los días de la semana, que irán apareciendo durante la representación. Sugerimos indicar que los pequeñitos repitan lo que diga el papá.

Mamá. ¡Es lunes! (Suena un despertador). Todos arriba, es hora de despertar (La MAMÁ se apresta a levantar de la cama a todos).

PAPÁ. Nos asearemos para ir a trabajar.

TODOS. Nos asearemos para ir a trabajar.

MAMÁ. Sí, pero primero hay que orar. Todos de rodillas.

PAPÁ. Dios, Tú nos quieres mucho. Gracias por dejarnos despertar.

TODOS. Dios, Tú nos quieres mucho. Gracias por dejarnos despertar.

MAMÁ. A asearse, pues (todos hacen la mímica con La MAMÁ; si puede poner música al texto, mejor):

Lavarse las manos, lavarse los pies; lavarse la cara al derecho y revés; limpiarse los dientes, peinarse muy bien, zapatos que brillan, la ropa también.

PAPÁ. ¡A desayunar! (todos corren al lugar que representará la mesa).

MAMÁ. Un momento: hay que bendecir los alimentos.

PAPÁ (pausado, para que los pequeños repitan). Dios nuestro, bendice este rico desayuno que preparó nuestra mamá con mucho cariño. Amén.

MAMÁ. En este momento termina el desayuno, querida familia. Tenemos que despedir a papá porque se va a trabajar (todos aplauden). Y para que no lleguen tarde, en este

momento llevamos a todos los niños a la escuela. ¿Están listos?

TODOS. ¡Sí!

MAMÁ. Vamos, pues (con un letrero que dice ‘escuela’, La Mamá guía a los niños a lo que

será ese lugar. Al llegar los entrega al MAESTRO o MAESTRA y se despiden).

La siguiente parte del día se puede abreviar, con una comida y cena muy rápidas y las oraciones antes de dormir (que deberá guiar El Papá). Al día siguiente se seguirá el mismo esquema del lunes, hasta el sábado, con las adecuaciones necesarias para el último caso.

Así, se llega al Domingo:

MAMÁ (se escucha un despertador o un gallo). Es Domingo, el día más importante de la semana.

PAPÁ. Es el día más importante.

TODOS. Es el día más importante.

MAMÁ. Vamos a rezar, todos con las manos juntas y de rodillas.

PAPÁ (pausadamente, para que todos repitan). Señor Jesús, hoy es domingo (enfatizando la palabra), el Día del Señor, el día más hermoso; Tú nos esperas en la Misa. Allá vamos.

MAMÁ: Domingo tan bello, es el día del sol; ponerse muy guapos, Cristo al corazón.

¿Quién dijo «Domingo, Día del Señor»? Yo creo que Cristo en su Cuerpo está;

Su cáliz, su Sangre, comida en verdad.

PAPÁ. Vamos a la Eucaristía.

TODOS. Vamos a la Eucaristía.

MAMÁ. ¿Qué es la Eucaristía?

PAPÁ. Eucaristía y Misa son lo mismo, Mamá.

TODOS. Eucaristía y Misa son lo mismo, Mamá.

Se retiran todos a la Misa Dominical; hacen un círculo. Aquí interviene la Mamá.

MAMÁ. ¡Cuánta gente, hoy domingo, en la Eucaristía!

PAPÁ. ¿Qué es la Eucaristía?

TODOS. ¿Qué es la Eucaristía?

MAMÁ. Eucaristía y Misa son lo mismo (todos aplauden a La Mamá).

MAMÁ. Ya aprendí. Pero cuánta gente viene a la Eucaristía.

PAPÁ. Es que todos somos la gran familia de Cristo.

TODOS. Es que todos somos la gran familia de Cristo.

PAPÁ. La familia de Cristo se reúne los Domingos en Misa.

TODOS. La familia de Cristo se reúne los Domingos en Misa.

En medio del círculo se colocará una mesita. Sobre ella una Biblia, una copa y un pan u hostias. Alguien puede vestirse como sacerdote, levantar la Biblia y decir fuerte «Palabra de Dios», para que se responda «te alabamos, Señor». Entonces se puede cantar el Aleluya u otro canto que los pequeños conozcan. Rezan juntos el Padrenuestro con lasmanos juntas y se distribuye el pan a Los Papás diciendo en voz alta «el Cuerpo de Cristo», a lo que ellos responderán «Amén». Continúa LA MAMÁ:

MAMÁ. ¿Quién quiere recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo? (muchos niños querrán).

PAPÁ. Para a Cristo recibir, al catecismo asistir.

TODOS. Para a Cristo recibir, al catecismo asistir.

PAPÁ. Lunes (todos repiten).

MAMÁ. A trabajar y a la escuela.

PAPÁ. Martes (todos repiten).

MAMÁ. A estudiar y hacer la tarea.

PAPÁ. Miércoles (todos repiten).

MAMÁ. La casa nos espera, como siempre.

PAPÁ. Jueves (todos repiten).

MAMÁ. Estudiar más, trabajar más.

PAPÁ. Viernes (repiten).

MAMÁ. Es el último día de escuela, pero los papás siguen trabajando.

PAPÁ. Sábado (repiten).

MAMÁ. También se hace tarea en sábado.

PAPÁ. Domingo, Domingo, Domingo (repiten).

MAMÁ. Ese día no se trabaja.

PAPÁ. Domingo, Día del Señor (también repiten).

MAMÁ. Día en que Cristo vuelve a la vida.

PAPÁ. Domingo, día de la Eucaristía (siguen a El Papá).

MAMÁ. Por eso juntamos nuestras manos y decimos.

TODOS. Señor Jesús, somos tu familia, tu gran pueblo; nos amas mucho. Nos vemos el

Domingo, por siempre. Amén.

Todos aplauden y cantan algo alegre que los pequeños conozcan, relacionado con la Eucaristía.

 PARA NIÑOS DE 8 Y 9 AÑOS:  REPRESENTACIÓN INTERACTIVA: “SUPERCRISTIANO”

La idea de «Supercristiano» está relacionada con la gracia que Dios concede a su pueblo para realizar las obras proféticas, de oración y servicio. Sólo con esas gracias sobrenaturales asumimos la responsabilidad, como Pueblo de Dios, de evangelizar, soportar adversidades, enfrentar al demonio, sanar a los enfermos, tomar serpientes con nuestras manos, beber venenos sin hacernos daño. Sólo el pecado nos resta la fuerza e impide la misión que Cristo da a la Iglesia, de ser «luz de las gentes» y signo de unidad.

PREPARACIÓN

Sobre el piso se dibuja la silueta de una persona, como si hubiera caído de lo alto.

Al centro del pecho de la figura, se escriben en un círculo las iniciales ‘SC’, de «Supercristiano» o «Supercatólico». Si se prefiere, pueden dibujarse también el pan y la flama del logotipo del próximo Congreso Eucarístico Internacional, y pintar allí las iniciales.

Un niño es disfrazado como superhéroe enmascarado, con los colores rojo, amarillo, blanco y azul (del logotipo para el 48º Congreso Eucarístico Internacional). Se dispone a los demás niños a participar como seres necesitados de la ayuda de «Supercristiano»: una anciana enferma, una señora que llora, niños abandonados, un señor que se emborracha.

Se emplearán también una Biblia, signos eucarísticos (como trigo, uvas, vino y pan), y cuatro carteles, con las palabras ‘Eucaristía’, ‘Palabra de Dios’, ‘Comunidad’ y ‘Gracia’.

El catequista debe guiar la dinámica con gran entusiasmo.

Asimismo, se confeccionarán varios antifaces como los de «Supercristiano» o círculos con las iniciales, para entregarlos a los niños durante el desarrollo de la actividad.

Desarrollo.

Los niños se acomodan, junto con el catequista (Narrador), formando un círculo en torno a la figura pintada en el piso. El catequista les cuenta, con palabras como éstas:

Narrador. Aquí cayó la última vez «Supercristiano», sólo quedó su marca sobre el pavimento y no hemos sabido nada de él. Su vida fue un ejemplo para todos, ayudó a los enfermos, enseñó a los ignorantes, visitó a los presos, aconsejó a los descarriados. Todos lo querían mucho. Mucha gente extraña su fuerza y energía (todos permanecen en círculo).

Su fuerza era tanta que mantenía unidos a todos como una gran familia... pero ya no está aquí... Los enfermos sufren, están solos, poca gente va a Misa, hay muchos niños solos, muchos borrachos por la calle (entran los actores y piden ayuda a los niños).

¿Qué podemos hacer, niños? ¿A quién podremos pedir auxilio? (El Narrador repetirá estas preguntas con insistencia. En medio del desconcierto, pedirá ayuda a Dios y entonará una melodía sencilla como las asociadas con los superhéroes; entonces, sólo escuchando esta melodía, responderán Los Niños).

Niños. ¡«Supercristiano»!

Narrador (con rostro de asombro, exclama). ¡Estás todavía vivo, «Supercristiano»!

Gracias a Dios. Ayúdanos, por favor.

Entonces, Supercristiano atenderá las necesidades de cada uno, por ejemplo, a los niños perdidos les pedirá no ser desobedientes con sus padres y llevarlos a un lugar seguro; a la señora que llora la consolará y hará oración por ella; le rogará al alcohólico pedir ayuda y no alejarse de su familia; a la enferma la llevará al doctor, etcétera.

Una vez que Supercristiano realiza estas obras admirables, el NARRADORCATEQUISTA lo coloca al centro.

NARRADOR (pregunta a los niños). ¿Quién quiere ser un «Supercristiano»? (Los Niños, debido al entusiasmo que les provocan los superhéroes, querrán ser como él).

CATEQUISTA (interroga a Supercristiano). «SuperCristiano», ¿cómo hacer para ser tan poderoso en palabras y obras, como tú lo eres? (el niño que representa al personaje, ya preparado, será quien responda).

SUPERCRISTIANO. Tengo mis superpoderes por la gracia de Dios. Sólo por Él puedo hacer todo esto.

TODOS (entonando la melodía de superhéroes elegida, al final dicen juntos) ¡«Supercristiano»!

CATEQUISTA. ¿Cómo llega el poder de la Gracia? (muestra el cartel de ‘Gracia’).

SUPERCRISTIANO. Hago mucha oración con mi familia y asisto todos los domingos a la Eucaristía (EL CATEQUISTA muestra las palabras ‘Oración’ y ‘Eucaristía’), como el Cuerpo de Cristo y bebo su Sangre; éste es el alimento más poderoso contra el demonio, contra las serpientes y todo mal.

TODOS (entonan la melodía de superhéroes y gritan) ¡«Supercristiano»!

CATEQUISTA. ¿Y ese poder para hablar, consolar y animar a la gente?

SUPERCRISTIANO. La Palabra de Dios es la luz, y la Eucaristía la vida. De allí viene todo poder.

TODOS: ¡«Supercristiano»!

SUPERCRISTIANO. Todos pueden ser «Supercristiano», superhijos de Dios, supercatólicos, acercándose a la Eucaristía y haciendo el bien.

CATEQUISTA. Todos ustedes, por su Bautismo, son Hijos de Dios; son Pueblo de Dios y el poder de Dios lo acompaña, especialmente en la Eucaristía.

CATEQUISTA. Repitan conmigo: «Somos el “superpueblo” de Dios, somos “superhijos” de Dios; somos “supercristianos”. Cristo Luz, Cristo Vida, Cristo Eucaristía» (en este momento se les entregan los antifaces de «Supercristiano», invitándolos a imitar a Cristo con este superhéroe).

SE CONCLUYE CON UN CANTO ALEGRE…

ENCUENTROS EUCARISTICOS 3


LA EUCARISTÍA ES PRESENCIA Y ENCUENTRO CON JESÚS

3.1. OBJETIVO: Que el niño reconozca la presencia real y efectiva de Jesucristo en la Eucaristía.

3.5. TEXTOS SUGERIDOS

-  Mt 26, 26-29; Lc 22, 19-20; 1Cor 11, 23-27: Relato de la Institución de la Eucaristía.

-  Lc 24, 13ss.: Toda la narración de los discípulos de Emaús es una catequesis eucarística. La primera parte es la iluminación de la Palabra de Dios, por boca de Jesús; la segunda, es descubrir a Cristo resucitado en la fracción del pan, y la tercera, es la proclamación entusiasta de la resurrección del Hijo de Dios.

-  Mt 28, 20: La promesa de Jesús de quedarse con nosotros, se hace realidad en la Eucaristía.

-  Hb 13, 8: Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo.

-  CEC, 1333: En la Eucaristía, el pan y el vino se convierten en Cuerpo y Sangre de Cristo.

-  CEC, 1373-1377: Cristo está presente de múltiples maneras en la Iglesia, pero sobre todo bajo las especies eucarísticas.

-  CEC, 1378-1381: El culto de adoración a la Eucaristía no sólo durante la Misa, sino también fuera de la celebración.

-  TB, 7-17: Creemos en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

3.3. IDEAS FUERZA

-  El ser humano siempre ha querido ver a Dios.

-  Jesús se hace hombre para compartir con nosotros su vida divina.

-  Se hace carne para poderlo contemplar, tocar y alimentarnos de Él.

-  Jesucristo instituye la Eucaristía y el Sacerdocio para perpetuar su presencia entre nosotros.

-  Jesús, presente en el sacramento de la Eucaristía con su Cuerpo y Sangre, es el mismo de ayer, hoy y siempre.

-  Los Apóstoles y otros muchos testigos de la resurrección de Jesucristo tuvieron el privilegio de verlo, tocarlo, presenciar los milagros, escuchar sus palabras, verlo morir y contemplarlo resucitado. Todo esto, la Iglesia lo

experimenta en la Eucaristía.

-  Después de la resurrección, a los Apóstoles no les fue fácil creer. Los discípulos de Emaús reconocieron a Jesús sólo después de un laborioso camino hacia la Eucaristía; el Apóstol Tomás no creyó hasta que tocó a su Maestro.

Niños

-  No basta ver o tocar, es necesario tener los ojos de la fe. La fe es un regalo del amor infinito de Dios. Con esos ojos podemos ver a Jesucristo en la Eucaristía.

3.4. PARA NIÑOS DE 5 A 7 AÑOS

Los niños más pequeños necesitan conceptos muy concretos, les cuesta trabajo crear símbolos. La idea debería ser inmediata, visual, clara y sencilla. Ellos tienen confianza y creerán fácilmente cuando el catequista les hable de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

REPRESENTACIÓN CON LOS NIÑOS: MI CASA FAVORITA

Proponemos preparar un cuento con dibujos propios o marionetas hechas de papel.

Preparamos la imagen de Dios como la de un anciano; la de Jesús, su Hijo, como un muchacho muy feliz, y un co-ra-zón con el techo, chimenea, puerta y ventanas de una casa.El cuento actuado podría ser así: Dios estaba triste por la Tierra, porque los hombres estaban enojados entre ellos. Los hombres se portaban mal, había niños desobedientes que no querían estudiar, no se comían lo que su mamá les cocinaba, tiraban basura, lastimaban a

los animalitos, etcétera. Entonces, Dios nos mandó a su Hijo Jesús para que fuéramos sus amigos y arreglar las cosas.

Nació muy pobre, en un establo, después de que muchos no lo quisieron recibir. Su mamá se llamaba María, y su papá, José.

Jesús creció y creció, en casa de sus papás. Luego salió, para decirle a todos que Dios los quiere mucho, y se quedó sin casa; desde entonces está buscando una casa dónde vivir (se preparan varios corazones).

Llegaba al corazón de muchos para vivir para siempre, pero no lo recibían y lo echaban con un puntapié de su corazón (así sucede con otros corazones). ¿Por qué lo echaban, si es tan bueno? Porque no querían platicar con Él ni portarse bien.

Pero Jesús es muy listo e inventó la Misa, para quedarse en la casa que más quería.

Así es: Jesús se quedó en el Pan y el Vino consagrados, para entrar así a la casa que más desea, nuestros corazones (entra en el corazón grande que parece una casa). Ésta es la casa preferida de Jesús, el Hijo de Dios. ¿Quién lo quiere recibir en su corazón?

Cuando ves que comulgan tus papás y hermanos mayores, Jesús entra a sus corazones y allí se queda.

Eso pasa en la Misa: Jesús hace una gran fiesta para que abramos las puestas y las ventanas de nuestro corazón, y lo dejemos vivir ahí para siempre. Así ya no hay peleas ni pereza; si Jesús está en nuestro corazón, todos estamos felices.

Aquí, el catequista puede preparar una hoja para que los niños dibujen y coloreen su propio rostro feliz. También sería divertido para ellos pintar su rostro con una gran sonrisa.

El rostro pintado hará que los adultos pregunten, después de la catequesis, por su enorme sonrisa. El catequista puede ayudarles con la respuesta, por ejemplo: «Estoy feliz porque Jesús está aquí» (señalando su corazón); «la mejor casa de Jesús es mi corazón»; «Estoy feliz, por mi boca recibo a Jesús y Él vive en mi corazón».

3.5. PARA NIÑOS DE 8 Y 9 AÑOS

Sugerimos que los niños preparen con papel blanco una hostia dibujada y recortada por ellos; ésta deberá llevar escrito al reverso: «El Cuerpo de Cristo es para» y el nombre del niño que la preparó.

El catequista llevará una maceta con un poco de tierra. Explicará a los niños que la tierra y el agua producen vida; cómo las semillas brotan después de algunos cuidados y cómo, con un poco de atención, estos brotes producirán frutos. Mientras explica, el expositor podría hacer brotar plantitas hechas de papel o plástico, para facilitar su

manipulación y propiciar que los niños toquen y comenten el hecho.

Después, el catequista aplicará este concepto al Cuerpo y la Sangre de Cristo: ese pan consagrado lo dejó Cristo a todos los bautizados para que surja vida. Por ello, sugerimos que los niños dibujen un corazón y con recortes de papel hagan algo semejante a la explicación hecha con la maceta.

En la Última Cena, Jesús ordenó a sus Apóstoles realizar esta fiesta siempre; es la manera en que Cristo se ha quedado con nosotros, por todos los días.

Como ocurre con la maceta, del corazón que recibe a Cristo en la santa Comunión, brotan obras de vida, luz, paz, justicia, unión, generosidad y amor.

Es muy importante que el catequista propicie la participación de los niños, que digan cuáles son esos brotes que surgen del corazón y los vayan colocando en él con algún adhesivo.

Los niños pondrán el corazón de papel, con la hostia dentro, sobre su pecho; el catequista insistirá en que lo lleven a casa después de la catequesis para que puedan dar razón de lo que llevan puesto; por ejemplo: «Este corazón limpio recibió a Jesús en la hostia consagrada, por eso salen de él plantitas de obras buenas como la amistad, la oración y el estudio». La respuesta puede prepararse para ser memorizada en grupo o justificada con las propias palabras del niño. El catequista debe cerciorarse de que el alumno sepa responder.

4.1. PARA NIÑOS DE 10 A 12 AÑOS:  EL CORAZÓN TIENE OJOS

Sugerimos preparar con los pequeños una mesa eucarística, con abundante «vino» (jugo de uva o una bebida con ese sabor) y harina para preparar un pan ázimo. Para ello, el catequista convenientemente preparará uno o varios panes ázimos con antelación (sólo se necesitan harina de trigo y agua), un poco más gruesos que las tortillas de harina y cocidos ligeramente, sin permitir que se endurezcan.

Se hacen los preparativos para el banquete: se sirven las copas o vasos sobre un bonito mantel; se encienden algunas velas y se canta, como en una gran fiesta.

El catequista explica de qué se trata, con palabras como éstas:

Jesús, el Hijo de Dios, preparó la cena de Pascua con sus Apóstoles; era un banquete muy singular. Les dio de comer un trozo de pan ázimo, es decir, sin levadura, porque éste fue el alimento que tomaron los hebreos al escapar de las manos del Faraón en Egipto, y les dijo: «Tomad y comed todos de él, porque éste es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros» (entrega el pan a los niños para que coman).

Luego, tomó la copa o el cáliz lleno de vino de uva. El vino de uva se utiliza para las fiestas porque pone contentos a todos. Entonces, les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre; Sangre de la Nueva Alianza que será entregada por todos los hombres para el perdón de lo pecados. Haced esto en conmemoración mía» (los niños beben, junto con el catequista).

Jesús pidió a los Apóstoles celebrar este banquete para recordar todo lo que hizo por salvarnos del pecado. Esto lo hacemos en todas las Misas; el sacerdote actúa en nombre de Cristo y con las palabras de la Consagración pide al Espíritu Santo convertir el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor. Así, cuando comulgamos recibimos a Jesús en su Cuerpo y su Sangre; Dios libera nuestros corazones de las cadenas del pecado y unimos nuestra vida a la Vida Eterna.

Para reafirmar la idea, el catequista pedirá a los niños recortar y dibujar un corazón, para ponerlo sobre su pecho. Igualmente dibujarán aparte un par de ojos. El catequista les preguntará: «¿Cómo sabemos que Cristo está presente en su Cuerpo y su Sangre sobre lo que fue pan y vino? Si lo probamos ya consagrado, sigue pareciendo pan y vino. ¿Qué necesitamos para ver el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía? Necesitamos los ojos de la fe, sin ellos no es posible percatarnos. La fe es un regalo de Dios para ver lo que otros no quieren ver».

En este momento, los niños ponen los ojos sobre los corazones, diciendo esta oración: «Jesucristo, quiero recibirte siempre en mi corazón, mediante la Santa Comunión.

Santifica a mi familia y a toda la Iglesia con este Banquete de Luz y Vida eternas. Guíanos siempre a la Verdad y no permitas que nos separemos de Ti. Te reconocemos vivo en la Eucaristía por los ojos de la fe y te vemos realmente presente para adorarte eternamente. AMEN.

ENCUENTROS EUCARISTICOS 2


LA EUCARISTÍA ES VIDA

2.1 OBJETIVO

Que el niño descubra que la Eucaristía es fuente de vida; que en ella Jesucristo nos da vida, y vida en abundancia.

2.2. TEXTOS SUGERIDOS

-  Jn 6: Discurso de Jesús sobre el pan de vida.

-  Jn 15, 1-10: Para tener vida y dar frutos de vida eterna, es necesario permanecer unidos a Jesús, que es la Vid verdadera.

-  CEC, 1346-1347: La liturgia de la Eucaristía comprende dos grandes momentos: liturgia de la Palabra y liturgia de la Eucaristía.

-  CEC, 1348-1355: Desarrollo de la Celebración Eucarística.

-  CEC, 1392: La Eucaristía alimenta nuestra vida espiritual.

-  TB, 41: Jesús Eucaristía es centro de la vida de la Iglesia.

-  TB, 42: La Eucaristía es alimento que sostiene y transforma.

-  TB, 43: La Eucaristía es medicina, antídoto contra la muerte y alimento para vivir siempre en Jesucristo.

2.3. IDEAS FUERZA

-  Jesucristo, el Dios de la Vida, está presente en la Eucaristía y en ella nos comunica su vida divina.

-  Jesús entrega su vida en cumplimiento de la voluntad del Padre.

-  La Eucaristía es un sacrificio: el sacrificio de la Redención y, al mismo tiempo, el sacrificio de la Nueva Alianza.

-  En la Última Cena, Jesús instituye el sacrificio de la Nueva Alianza.

-  El sacrificio en el Antiguo Testamento fue utilizado para salvar a algunos de la muerte o purificarlos del pecado. Ahora, el Padre entrega a su Hijo en sacrificio para que todos tengamos vida plena

-  Para los cristianos es indispensable permanecer unidos a Jesús Eucaristía, a fin de dar frutos de vida eterna. Sin Él, nada podemos hacer.

-  Para obtener la vida eterna, Jesucristo pide alimentarse de su cuerpo y de su sangre.

2.4. PARA NIÑOS DE 5 A 7 AÑOS

Centrados en la metáfora de la vid y los sarmientos (Jn 15, 1-10), los niños participarán en un juego que consiste en tener una gran clavija y un contacto. Hay que preparar una clavija con un largo cable y un contacto donde se pueda enchufar.

Éstos serán de juguete, y de tamaño grande. Se pueden confeccionar con cartón; el «cable» podría ser un lazo (luego habrá qué recordar a los niños que es peligroso jugar con cables e instalaciones eléctricas reales).

El cable de la clavija ha de llegar hasta uno de los niños. Todos se toman de las manos para simular el paso de la electricidad.

El catequista será el centro de la atención, para explicar las reglas del juego: mientras la clavija esté desconectada, todos estarán como muertos, sin vida, dormidos...

Cuando la clavija se conecte, los niños se moverán, siempre tomados de la mano, como si pasara a través de ellos una fuerte descarga eléctrica que los sacude violentamente. Cuando el catequista o alguien destinado por él desconecte la clavija, todos se tiran al suelo sin vida, pero siempre tomados de las manos.

El catequista irá describiendo cómo, cuando no hay electricidad, los aparatos eléctricos no funcionan, no hay luz en las casas, no se puede encender la televisión, no enfría el refrigerador, no calienta el horno de microondas, etcétera. Hace falta que haya electricidad para que todo tenga «vida».

El catequista irá diciendo luego frases como «para ver la “tele” se necesita electricidad»; en ese momento se «conectará» la clavija, todos se levantarán y se pondrán en movimiento. Luego continuará: «Pero cuando falta la electricidad, no se puede ver “tele”»; en ese momento se «desconectará» la clavija y todos caerán o se sentarán como sin vida. Esto se repetirá varias veces, refiriéndose a diferentes aparatos eléctricos.

Mientras el catequista va narrando, otra persona «conecta» y «desconecta» la clavija, teniendo el contacto bien visible para todos los niños.

Luego se hará la vinculación con el tema central: «Así pasa cuando estamos unidos a Jesús, Él nos da vida. Pero si no estamos unidos a Él, no podemos tener vida. Jesús es el contacto; nosotros, los aparatos que necesitamos de su energía».

Se dibuja o representa un altar y al pie se pone el contacto, que es la fuente de poder.

Otra vez el catequista irá diciendo frases como «cuando vamos a Misa, es como si llegara la electricidad (en ese momento se “conecta” la clavija) y todos tenemos vida».

Luego, puede continuar: «Pero cuando no ponemos atención (la clavija se “desconecta”), no recibimos la electricidad».

Así se referirá a diferentes partes de la Misa, por ejemplo: «Cuando se lee la Palabra de Dios», «cuando nos damos la paz», «cuando se da la Comunión», «cuando salimos para practicar lo que celebramos», etcétera, contrastadas con actitudes negativas, como «no poner atención», «estar distraído», «no ir a Misa», «no hacer caso», «no poner en práctica», etcétera, con lo que la clavija se irá conectando y desconectando del contacto al pie del altar.

Jesús en la Eucaristía nos da su «electricidad», nos comunica su vida (la clavija se conecta y todos los niños se mueven).

2.5. PARA NIÑOS DE 8 Y 9 AÑOS

El catequista expone las ideas principales de este tema, desarrollándolas brevemente. En esta exposición se basarán las respuestas de los niños a las preguntas del siguiente juego, por lo tanto, buscará que en su exposición queden bien claros los puntos, de manera que puedan responder, además de aprender a fuerza de repetición.

GATO (#)

Para este juego (esperemos que muy conocido), se requiere un cartón con el signo de numeral escrito en grande. Por otra parte, se escribirán preguntas en papeletas que quepan en cada espacio a jugar en el «gato». Hay que preparar también dos juegos de seis o siete fichas iguales entre sí (como taparroscas o monedas de diferente denominación. Si se cree conveniente, fichas con el dibujo de un motivo eucarístico, como uvas, panes, cordero, trigo, cáliz, hostias).

Para jugar al «gato» compiten dos equipos. El primero que tenga el turno elige el espacio donde quiere poner su primera ficha, pero antes de ponerla, tendrá qué responder a la pregunta oculta en la papeleta que está en ese espacio boca abajo. Si no sabe responder a la pregunta ni con ayuda de su equipo, y el contrincante sí responde, este último podrá poner su primera ficha sin perder su turno. Si ninguno de los dos sabe responder, ese espacio será marcado con un elemento diferente que indique que ese espacio está «quemado». El equipo que logre hacer una serie de tres con sus fichas (como en el «gato» clásico), será el ganador.

Sugerimos jugar varias veces el «gato» para que, a fuerza de repetición, se reafirmen las ideas en la memoria y en la comprensión. Las respuestas a las preguntas que vienen a continuación, deberán ser estudiadas y conocidas previamente; si no, será difícil que las respondan los niños.

Las preguntas que sugerimos para las papeletas, son las siguientes:

-  ¿Quién es el Pan de Vida? R.- Jesucristo.

-  ¿Qué día se instituyó la Eucaristía? R.- El Jueves Santo, en la Última Cena.

-  ¿Cuáles son los dos grandes momentos de la Misa? R. La liturgia de la Palabra y la liturgia de la Eucaristía.

-  ¿Qué nos pide Jesús para obtener la vida eterna? R. Que nos alimentemos de su Cuerpo y de su Sangre.

-  El sacrificio de Jesús en la Cruz y el de la Misa, ¿son el mismo? R. Sí.

-  ¿Qué necesita el sarmiento para producir fruto? R. Estar unido a la vid.

-  ¿Qué pasa con un sarmiento que produce fruto? R. El Padre lo poda para que dé más fruto.

-  ¿Puede un sarmiento producir fruto separado de la vid? R. No.

-  ¿Cómo alimenta Jesús nuestra vida espiritual? R. Por medio de la Eucaristía.

-  ¿Cuál es el lema del 48º Congreso Eucarístico Internacional? R. «La Eucaristía, Luz y Vida del Nuevo Milenio».

-  ¿Para qué se entrega Jesús en sacrificio? R. Para que nosotros tengamos vida.

-  ¿Por qué es necesario permanecer unidos a Jesús? R. Porque «sin Él nada podemos hacer».

2.6. PARA NIÑOS DE 10 A 12 AÑOS

El catequista expone las ideas principales de este tema, desarrollándolas brevemente.

Esta exposición será la base para las respuestas que los niños den a las preguntas del siguiente juego, por lo tanto, buscará que en su exposición queden bien claros todos puntos y que así los niños puedan responder, además de aprender a fuerza de repetición.

CARAS Y GESTOS

Este juego consiste en representar con mímica, expresiones faciales y corporales, sin hablar en absoluto, la idea que en secreto (estará escrita en papelitos) se da a uno de los participantes, quien debe hacer que su equipo adivine la palabra o frase de que se trata.

El equipo que, en un tiempo determinado, logre adivinar más conceptos, será el ganador. Obviamente, primero participa un equipo y luego otro, midiendo a uno y a otro el tiempo con un reloj (sugerimos tres o máximo cinco minutos, para que ambos jueguen varias veces en esta sesión).Jugar varias veces, repitiendo las preguntas, ayudará a los niños a reafirmar las ideas en la memoria y en la comprensión.

Como variante, se puede jugar a los «garabatos»: en lugar de emplear la mímica, se pueden utilizar papeles en blanco (sugerimos un cuarto de tamaño carta, porque se utilizarían muchos) y ahí hacer dibujos (no letras) que los miembros del equipo verán para, a partir de ellos, adivinar el concepto o formar la frase. Quien hace los dibujos (garabatos) no podrá hablar ni escribir palabras.

Sugerimos algunas palabras y frases que adivinar, aunque el catequista, según las circunstancias y de acuerdo con los textos e ideas sugeridos, puede cambiarlas o añadir otras:

-  «Yo soy el Pan de la vida».

-  «Yo soy la vid y ustedes los sarmientos».

-  La Eucaristía.

-  El Sacrificio.

-  La Eucaristía es medicina.

-  La Misa.

-  Jesús es víctima, sacerdote y altar.

-  La Comunión nos da vida.

-  La Eucaristía nos da vida eterna.

-  Jesús es el Dios de la vida.

-  La Misa es un sacrificio.

-  La Eucaristía es fuente de vida.

-  «La Eucaristía, Luz y Vida del Nuevo Milenio».