17 sept 2013
FIESTA DE SAN MATEO 21 DE SEPTIEMBRE
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catequesis para niños
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
MEDITACION PARA DOMINGO 25
Nexo entre las lecturas
En el fondo de los textos litúrgicos se plantea la pregunta sobre dónde está la verdadera riqueza. No puede coincidir con la ambición y la avaricia en perjuicio de los más pobres y necesitados, nos responde la primera lectura. Tampoco reside en la habilidad para hacerse "amigos" con las riquezas de otros. La verdadera riqueza es la riqueza de la fe, que poseen los hijos de la luz (Evangelio). Esta manera de ver las cosas no nos resulta natural, sino que la conseguimos sólo en el ámbito de la oración (Segunda lectura).
Mensaje doctrinal
1. ¿Qué pasa con los hijos de la luz?. La expresión "hijos de la luz" parece referirse a los primeros cristianos, que habían sido iluminados por Cristo resucitado y glorioso mediante el bautismo. A esa expresión se contrapone la de "hijos de este mundo", con la que se quiere señalar a todos aquellos cuya vida está regida por una mentalidad mundana, "económica", más que religiosa. La sentencia evangélica impresiona fuertemente y hasta nos pone la carne de gallina: "Los hijos de este mundo son más sagaces, más hábiles con su propia gente que los hijos de la luz". ¿Por qué este fenómeno que no es únicamente de un ayer lejano, sino que tiene visos de ser de una tremenda actualidad? ¿Qué es lo que pasa con los hijos de la luz? Los hijos de este mundo saben hacer uso extraordinario de sus habilidades y de su ambición para manipular injustamente las balanzas y para engañar manifiestamente a los pobres, para incluso reducir a otros hombres a esclavitud por falta de solvencia económica (Primera lectura). Los hijos de este mundo, en circunstancias adversas, ponen inmediatamente en juego todas sus capacidades para salir de la situación en forma ventajosa (Evangelio). A los hijos de la luz Jesús les recrimina que no tengan la sana ambición de recurrir a todos los medios lícitos para difundir la luz de la fe; que no pongan todas sus capacidades para inventar modos de vencer las adversidades, de superar los obstáculos, y sobre todo de llevar la luz a otros muchos hombres. El Dios Jesucristo y el "dios dinero" no pueden dividirse el dominio. El Dios Jesucristo tiene todo el derecho de prevalecer sobre el "dios dinero", que al fin y al cabo no es más que un ídolo. La misión de hacer prevalecer al verdadero Dios, al Supremo Bien y Riqueza del hombre, sobre el ídolo de la riqueza, es propia de los hijos de la luz. Si en la sociedad el ídolo del dinero y del consumismo tiene cada vez más adoradores, ¿no hemos de preguntarnos sobre qué está pasando con los hijos de la luz?
2. La oración, lugar de la verdadera autocomprensión. La luz y la fuerza para trabajar por la Verdadera Riqueza del hombre se le ofrece al cristiano de la mano de la oración. El cristiano ora por todos, por los reyes y por los que detentan el poder. El hecho mismo de orar por todos implica subordinarlos al poder del Dios vivo, a la Riqueza que no se destruye ni se acaba. En la oración comprendemos que Dios juzgará la prepotencia del rico, cuyos abusos gritan justicia al Dios del cielo (Primera lectura). En la oración es más fácil entender que la riqueza del hombre consiste en la riqueza de su fe. Es efectivamente en el horno de la oración donde se cuece diariamente el pan de la fe y de la solidaridad fraterna. El orador que alza al cielo manos puras, sin ira y sin rivalidades, descubre la riqueza de la salvación y de la gracia, que Jesucristo Mediador nos regala, relativizando con mayor facilidad cualquier otra riqueza de este mundo. Es iluminado para entender que todos los bienes terrenos vienen de Dios, que el hombre es únicamente su administrador, y que debe administrarlos bien. ¿Podrá acaso el hombre orador, dador de toda riqueza, estafar a Dios, mostrarse prepotente con los que carecen de bienes y riquezas? En la escuela de la oración llegamos a percatarnos de que las riquezas y bienes mundanos son sólo un medio para poder servir mejor a los demás; un medio para que, cuando dejemos la administración de este mundo y nos presentemos ante el juicio de Dios, seamos bien acogidos en las moradas eternas.
Sugerencias pastorales
1. La seducción del dios dinero. En una sociedad, en gran parte consumista y materialista, como lo es la nuestra, el dios dinero intenta encandilar incluso a los mejores cristianos. Si vamos hasta el fondo de las cosas, ¿no es el culto al dios dinero la causa principal de la persistencia en la producción de la droga?, ¿no es el culto al dólar el motor más determinante de la producción y venta de armamentos a países que deberían utilizar esos fondos para la creación de infraestructuras, y para el desarrollo social y cultural de la población?, ¿acaso no es el dios dinero el incentivo más poderoso de algunas de las guerras étnicas en varios países de África?, ¿cómo explicar la corrupción en no pocos gobernantes, sino porque han levantado un altar a este dios insaciable? El dinero seduce, obceca, provoca divisiones fratricidas, despierta instintos de ambición, hace sucumbir hasta los principios más sacrosantos y nobles, endurece el corazón, deshumaniza y hasta hace olvidarse de Dios. Como creyentes hemos de tener ante nuestros ojos esta realidad y esta tentación, no fácil de vencer. Con espíritu vigilante y con la asiduidad en la oración, hemos de ejercitarnos en relativizar el dinero, en ponerlo en el lugar que le corresponde en los planes de Dios, en servirnos de él como medio para vivir dignamente, para hacer el bien a los necesitados, para ponerlo al servicio de la fe y del Reino de Cristo. No tengamos miedo a esta seducción. Plantémosle cara. Vivamos nuestra vida diaria procurando valorar más y más la riqueza de la fe, la Riqueza que es Dios. ¿Por qué no contrarrestamos la seducción del dinero con la seducción de Dios? ¿O es que Dios es tan solo un objeto de fe que ya no nos seduce? El Dios vivo y personal es el mejor antídoto contra todos los ídolos que puedan llamar a la puerta de nuestro corazón.
2. Oración por los ricos. La fe es una riqueza que Dios otorga a todos. La Iglesia es una comunidad creyente, en la que hay espacio para todos. Es verdad que hay en la Iglesia una cierta preferencia por los pobres, y está más que justificada. Pero la Iglesia es de todos y para todos. Por eso os invito a hacer una oración por los ricos.
Dios omnipotente y eterno, mira a tus hijos los ricos con corazón de Padre, infúndeles un espíritu filial para contigo y un corazón fraterno para con todos los hombres, especialmente para con los más necesitados de ayuda. Dios y Señor del universo, que has destinado los bienes del mundo para beneficio de todos, concede a quienes abundan en riquezas la gracia de servirse de ellas con un corazón libre y desprendido.
Señor Jesucristo, que siendo rico te hiciste pobre, para enriquecernos con tu pobreza, sé para todos los ricos de este mundo un modelo de libertad y de opción por los bienes que no perecen.
Espíritu Santificador, ilumina a los magnates de las finanzas con la luz de la fe indefectible, de la infatigable caridad y de la esperanza que no defrauda, para que sus decisiones en favor de los individuos y de los pueblos estén guiadas por la justicia y la solidaridad. Amén
En el fondo de los textos litúrgicos se plantea la pregunta sobre dónde está la verdadera riqueza. No puede coincidir con la ambición y la avaricia en perjuicio de los más pobres y necesitados, nos responde la primera lectura. Tampoco reside en la habilidad para hacerse "amigos" con las riquezas de otros. La verdadera riqueza es la riqueza de la fe, que poseen los hijos de la luz (Evangelio). Esta manera de ver las cosas no nos resulta natural, sino que la conseguimos sólo en el ámbito de la oración (Segunda lectura).
Mensaje doctrinal
1. ¿Qué pasa con los hijos de la luz?. La expresión "hijos de la luz" parece referirse a los primeros cristianos, que habían sido iluminados por Cristo resucitado y glorioso mediante el bautismo. A esa expresión se contrapone la de "hijos de este mundo", con la que se quiere señalar a todos aquellos cuya vida está regida por una mentalidad mundana, "económica", más que religiosa. La sentencia evangélica impresiona fuertemente y hasta nos pone la carne de gallina: "Los hijos de este mundo son más sagaces, más hábiles con su propia gente que los hijos de la luz". ¿Por qué este fenómeno que no es únicamente de un ayer lejano, sino que tiene visos de ser de una tremenda actualidad? ¿Qué es lo que pasa con los hijos de la luz? Los hijos de este mundo saben hacer uso extraordinario de sus habilidades y de su ambición para manipular injustamente las balanzas y para engañar manifiestamente a los pobres, para incluso reducir a otros hombres a esclavitud por falta de solvencia económica (Primera lectura). Los hijos de este mundo, en circunstancias adversas, ponen inmediatamente en juego todas sus capacidades para salir de la situación en forma ventajosa (Evangelio). A los hijos de la luz Jesús les recrimina que no tengan la sana ambición de recurrir a todos los medios lícitos para difundir la luz de la fe; que no pongan todas sus capacidades para inventar modos de vencer las adversidades, de superar los obstáculos, y sobre todo de llevar la luz a otros muchos hombres. El Dios Jesucristo y el "dios dinero" no pueden dividirse el dominio. El Dios Jesucristo tiene todo el derecho de prevalecer sobre el "dios dinero", que al fin y al cabo no es más que un ídolo. La misión de hacer prevalecer al verdadero Dios, al Supremo Bien y Riqueza del hombre, sobre el ídolo de la riqueza, es propia de los hijos de la luz. Si en la sociedad el ídolo del dinero y del consumismo tiene cada vez más adoradores, ¿no hemos de preguntarnos sobre qué está pasando con los hijos de la luz?
2. La oración, lugar de la verdadera autocomprensión. La luz y la fuerza para trabajar por la Verdadera Riqueza del hombre se le ofrece al cristiano de la mano de la oración. El cristiano ora por todos, por los reyes y por los que detentan el poder. El hecho mismo de orar por todos implica subordinarlos al poder del Dios vivo, a la Riqueza que no se destruye ni se acaba. En la oración comprendemos que Dios juzgará la prepotencia del rico, cuyos abusos gritan justicia al Dios del cielo (Primera lectura). En la oración es más fácil entender que la riqueza del hombre consiste en la riqueza de su fe. Es efectivamente en el horno de la oración donde se cuece diariamente el pan de la fe y de la solidaridad fraterna. El orador que alza al cielo manos puras, sin ira y sin rivalidades, descubre la riqueza de la salvación y de la gracia, que Jesucristo Mediador nos regala, relativizando con mayor facilidad cualquier otra riqueza de este mundo. Es iluminado para entender que todos los bienes terrenos vienen de Dios, que el hombre es únicamente su administrador, y que debe administrarlos bien. ¿Podrá acaso el hombre orador, dador de toda riqueza, estafar a Dios, mostrarse prepotente con los que carecen de bienes y riquezas? En la escuela de la oración llegamos a percatarnos de que las riquezas y bienes mundanos son sólo un medio para poder servir mejor a los demás; un medio para que, cuando dejemos la administración de este mundo y nos presentemos ante el juicio de Dios, seamos bien acogidos en las moradas eternas.
Sugerencias pastorales
1. La seducción del dios dinero. En una sociedad, en gran parte consumista y materialista, como lo es la nuestra, el dios dinero intenta encandilar incluso a los mejores cristianos. Si vamos hasta el fondo de las cosas, ¿no es el culto al dios dinero la causa principal de la persistencia en la producción de la droga?, ¿no es el culto al dólar el motor más determinante de la producción y venta de armamentos a países que deberían utilizar esos fondos para la creación de infraestructuras, y para el desarrollo social y cultural de la población?, ¿acaso no es el dios dinero el incentivo más poderoso de algunas de las guerras étnicas en varios países de África?, ¿cómo explicar la corrupción en no pocos gobernantes, sino porque han levantado un altar a este dios insaciable? El dinero seduce, obceca, provoca divisiones fratricidas, despierta instintos de ambición, hace sucumbir hasta los principios más sacrosantos y nobles, endurece el corazón, deshumaniza y hasta hace olvidarse de Dios. Como creyentes hemos de tener ante nuestros ojos esta realidad y esta tentación, no fácil de vencer. Con espíritu vigilante y con la asiduidad en la oración, hemos de ejercitarnos en relativizar el dinero, en ponerlo en el lugar que le corresponde en los planes de Dios, en servirnos de él como medio para vivir dignamente, para hacer el bien a los necesitados, para ponerlo al servicio de la fe y del Reino de Cristo. No tengamos miedo a esta seducción. Plantémosle cara. Vivamos nuestra vida diaria procurando valorar más y más la riqueza de la fe, la Riqueza que es Dios. ¿Por qué no contrarrestamos la seducción del dinero con la seducción de Dios? ¿O es que Dios es tan solo un objeto de fe que ya no nos seduce? El Dios vivo y personal es el mejor antídoto contra todos los ídolos que puedan llamar a la puerta de nuestro corazón.
2. Oración por los ricos. La fe es una riqueza que Dios otorga a todos. La Iglesia es una comunidad creyente, en la que hay espacio para todos. Es verdad que hay en la Iglesia una cierta preferencia por los pobres, y está más que justificada. Pero la Iglesia es de todos y para todos. Por eso os invito a hacer una oración por los ricos.
Dios omnipotente y eterno, mira a tus hijos los ricos con corazón de Padre, infúndeles un espíritu filial para contigo y un corazón fraterno para con todos los hombres, especialmente para con los más necesitados de ayuda. Dios y Señor del universo, que has destinado los bienes del mundo para beneficio de todos, concede a quienes abundan en riquezas la gracia de servirse de ellas con un corazón libre y desprendido.
Señor Jesucristo, que siendo rico te hiciste pobre, para enriquecernos con tu pobreza, sé para todos los ricos de este mundo un modelo de libertad y de opción por los bienes que no perecen.
Espíritu Santificador, ilumina a los magnates de las finanzas con la luz de la fe indefectible, de la infatigable caridad y de la esperanza que no defrauda, para que sus decisiones en favor de los individuos y de los pueblos estén guiadas por la justicia y la solidaridad. Amén
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evangelio de domingo t.Ordinario
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
LUCAS 16,1-13...El administrador deshonesto
Tema: Honestidad. Propio...DOMINGO 25 .
Año C
Objeto: Una bolsa para el dinero como la utilizada por los negocios
para llevar los depósitos al banco.
Escritura: "El que es honrado en lo poco, también lo será en lo
mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho"
(Lucas 16:10 I).
Un día la mamá de Susy la envió a la tienda a comprar una libra de pan.
Ella le dio a Susy dos dólares y le dijo que podía quedarse con el cambio.
Cuando Susie pagó el pan, la cajera le dio, sin querer, más cambio del que
debía. Susy supo de inmediato que era mucho dinero. ¿Qué debía hacer? ¿Debería
decirle a la cajera que había cometido un error, o se debía quedar callada?
¿Qué hubieras hecho tú?
Santiago estaba en la fila de la cafetería de la escuela y miró hacia
abajo y vió un billete de un dólar en el piso. No había manera de saber quien
había perdido el dinero, y nadie habría de saber que él lo había cogido y
metido en su bolsillo. ¿Qué debía hacer? ¿Qué harías tú?
Héctor se encontró una bolsa como esta con $120.00 encima de la máquina
de Coca Cola en su escuela. ¡Vaya! ¡Eso sí que es mucho dinero! ¡Piensa en
todas las cosas que podrías hacer con $120.00! ¿Qué debió hacer Héctor? ¿Qué
harías tú?
Todos los días nos enfrentamos a decisiones que ponen a prueba nuestra
honestidad. Puede ser una pequeña cantidad de cambio erróneo, un dólar
encontrado en el piso o una cantidad grande de dinero como el que se encontró
Héctor en la escuela. La cantidad de dinero no es lo importante, sino hacer lo
que es correcto.
Un día Jesús contó una parábola acerca de un hombre rico que acusó a su
administrador de gastar su dinero. Él lo llamó y le dijo que le dijera la forma
en que había estado manejando su dinero. En realidad, el administrador había
estado tomando parte del dinero para sí, robándole a su jefe.
Como el administrador sabía que iba a ser despedido, se le ocurrió un
plan que podía ayudarle a hacer muchos amigos. Llamó a las personas que le
debían dinero a su jefe y les pidió que le dijeran cuánto le debían. Cuando le
dijeron, el administrador le dijo que pagaran una cantidad menor. Como puedes
imaginar, las personas estaban contentas porque sólo tenían que pagar parte de
lo que debían. De esta manera el administrador consiguió tener muchos amigos
que pudieran ayudarle cuando no tuviera trabajo.
Jesús contó esta historia para demostrar que "El que es honrado en
lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco,
tampoco lo será en lo mucho". Si tú y yo nos aseguramos de ser honestos en
las pequeñas cosas, entonces estaremos seguros de que seremos honestos en las
cosas grandes. Si la gente sabe que puede confiar en nosotros en cosas
pequeñas, sabrán también que pueden confiar en nosotros en las cosas grandes
también.
Amado Padre, ayúdanos a recordar lo que Jesús nos enseñó sobre la
honestidad, y ayúdanos a ser honestos en cada situación, sea grande o pequeña.
En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Lucas 16:1-13
BOLSA DE DINERO: Provéale a los niños un pedazo de fieltro circular
para que lo cosan por alrededor con agujas de plástico y lana. Dele lana
suficiente a ambos lados (comienzo y final) para que puedan cerrarla con un
lacito al halar la lana. Provéales además monedas de juguete para poner en la
bolsa mientras los niños cuentan el número de monedas dadas según sean
indicadas por la maestra (3-5 monedas). Recuérdele a los niños ser honestos.
Puede darle un papelito con el versículo bíblico para ponerlo en la bolsa.
COLGADOR DE HONESTIDAD PARA LA PUERTA: Dele a los niños un colgador
para la puerta para que lo decoren con etiquetas engomadas y escriban, con
marcadores permanentes, la palabra HONESTIDAD. Escribirán también el versículo
bíblico de hoy en el colgador.
LLAVERO DE HONESTIDAD: Dele a cada niño un limpiador de pipas o un
llaverito barato para colgar "círculos de honestidad" para recordarle
a los niños las "llaves de la honestidad". Dele a los niños círculos
hechos en cartulina o "llaves de cartulina" para decorarlas y
escribir palabras que les recuerde de ser honestos. Por ejemplo pueden
escribir: en la escuela, con amigos, con la familia, con los maestros. Hágale
un rotito a los círculos o a las llaves y pónganlas en la cadena del llavero.
REGUERO DE LAS PALABRAS DE HONESTIDAD: Ponga las letras de palabras
utilizadas en la historia como HONESTIDAD, DÓLAR, CONFIANZA, ALTERNATIVAS,
AMOR, DINERO, LO CORRECTO, etc. revueltas para que puedan ponerlas en orden.
Puede hacerlo en la pizarra o en forma individual, poniendo las letras de cada
palabra en un sobre para que ellos lo resuelvan.
RELOJ DE LA HONESTIDAD: Haga que los niños dibujen un reloj grande y
los número 12, 3, 6 y 9. Escriban en el centro: Lucas 16:10. Haga un círculo
alrededor de Lucas 16:10. Divida el reloj en cuatro áreas y dibujen o escriban
los momentos, en esas cuatro horas, situaciones en las que hayan sido tentados
o tenido la oportunidad de hacer lo correcto. Por ejemplo: 12:00 del mediodia -
compartir su almuerzo con otra persona o agradecer a uno de sus maestro por
algo; 3:00 pm - ser honesto al hacer sus tareas, haber sido bondadoso con
alguien en el autobus o por haber limpiado en su casa cuando llegaron; 6:00 -
ayudar en la preparación de los alimentos, poner la mesa o limpiar después de
comer; 9:00 - leer la Biblia, orar antes de acostarse, etc.
ACRÓSTICO DE HONESTIDAD: Cada niño dibujará signos de $ (o el símbolo
de dinero de su país) alrededor de su papel. Escribirá las letras de HONESTIDAD
en el lado izquierdo de su papel y en forma descendente para que puedan hacer
el acróstico. Pueden escribir Lucas 16:10 en la parte de abajo de su papel.
PLATO DE PAPEL DE HONESTIDAD: Dele a cada niño un plato de papel.
Pídales que hagan un círculo en el medio con la palabra HONESTIDAD. Divida el
plato en diferentes áreas para que escriban sus intenciones de ser honestos
durante esta próxima semana (cada una en el espacio dividido). Decoren o
coloreen el plato suavemente para que puedan leerse sus intenciones. Indíquele
a los niños que deberán ponerlo en la pared de su cuarto para recordarles que
Dios desea que sean honestos y confiables y que también les permita hacer
buenas acciones diariamente.
DOBLANDO EL DÓLAR (o billete de su país): Cada niño se le dará una
fotocopia de un billete de su país o dinero de juguete para ver quién puede
doblarlo más. Si utiliza dinero real, cuando terminen la actividad pueden
donarlo en la ofrenda de la Escuela Dominical o puede regalárselo al niño.
MERIENDA: Provéale galletas a los niños. Indíqueles que pueden coger
hasta un máximo de tres. Recuérdeles que deben ser honestos al tomar el número
de galletas.
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
PARABOLA DEL ADMINISTRADOR INFIEL
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PARABOLA DEL ADMINSTRADOR INFIEL
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
16 sept 2013
¿PORQUE JESUS ES EL CORDERO DE DIOS?
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AMOR A LA EUCARISTIA
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
15 sept 2013
Justyna Steczkowska - Ave Maria - Koncert Dziękczynny, Nabożeństwa majow...
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
13 sept 2013
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MISIONERA
"DIOS ME HA DADO UNA TAREA Y YO TRATO DE HACERLA LO MEJOR POSIBLE" ...ALABADO SEA MI SEÑOR.
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