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25 mar 2019

Un vía crucis para niños

https://es.aleteia.org

GIRL, KISS, CROSS

Acompañando a Jesús en su muerte

1ª estación: Jesús es condenado a muerte

La historia de la Pasión y muerte de Jesús comienza en el tribunal de Poncio Pilato, que era el Procurador Romano… El pueblo, azuzado por los sacerdotes grita exigiendo la muerte de Cristo, porque había dicho que Él era el Hijo de Dios. Finalmente, Pilato entrega a Jesús para que lo crucifiquen; les dice: “¡He aquí el hombre!”.
Mensaje para mí:
Jesús fue condenado injustamente; y yo también muchas veces he sido regañado o castigado injustamente. Pero yo mismo he juzgado y rechazado a los demás también en muchas ocasiones. Pediré perdón a Dios.
Para reflexionar:
Jesús siempre dijo la verdad e hizo el bien.
“No juzgueis, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que vosotros juzguéis se os juzgará, y la medida con que midáis se usará para vosotros.” (Mateo 7, 1-2)
Mi oración:
Jesús, Tú aceptaste morir por mí para que yo tenga vida eterna y me haga hijo de Dios. Enséñame a apreciar siempre tu sacrificio.
Padre nuestro, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

2ª estación: Jesús carga la cruz sobre sus hombros

Había la costumbre de dar muerte a los bandidos colgándolos de una cruz; y con esa muerte quisieron los judíos aniquilar a Jesús. Le cargan la cruz sobre los hombros y, entre burlas y golpes, lo hacen dirigirse al monte Calvario.
Mensaje para mí:
En la carga de la cruz iban representados todos nuestros pecados. Cristo nos salva a todos, y quiere que yo sea su discípulo, siguiendo paso a paso el camino que Él ha recorrido, o sea, cargando sin debilidad la “cruz” de mis deberes y trabajos.
Para reflexionar:
A partir del pecado original el hombre había perdido la amistad de Dios y Cristo vino a devolvérnosla. Con su Pasión y Muerte produjo méritos infinitos, que satisfacen los pecados de la humanidad.
“… pero donde abundó el pecado, sobre abundó la gracia” (Romanos 5,20).
Mi oración:
Jesús, Tú has escogido una muerte muy triste en la cruz. Has pagado un gran precio por mi redención. Haz que siempre lo recuerde.
Señor, te ofrezco el esfuerzo de mis tareas.

3ª estación: Jesús cae por primera vez

El peso de la cruz es insoportable para el cuerpo fatigado y herido de Jesús, que cae por primera vez, dando a entender que los pecados de la humanidad, significados en la cruz, eran muy graves.
Mensaje para mí:
Como cristiano, debo tomar mis “cruces” de cada día. Pero muchas veces me escapo y dejo mis clases, mis tareas, mis trabajos. Pediré al Señor su gracia para tomar mi cruz y cuando caiga por haber cometido una falta, levantarme animoso.
Para reflexionar:
Jesús nos salvó haciéndose obediente hasta la muerte de cruz y resucitando de entre los muertos. Quiso padecer y morir por amor a nosotros, para reconciliarnos con Dios y llevarnos al cielo.
Con nuestras mentiras, desobediencias, malas palabras, pleitos y otros pecados con los que ofendemos a Dios, hacemos más pesada su Cruz. Pidamos perdón por ello.
Mi oración:
Jesús, tu dolorosa caída bajo la cruz y el rápido levantamiento, me enseñan a arrepentirme y levantarme lo más pronto posible. Hazme fuerte para vencer mis malas inclinaciones.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. ¡Ten piedad de nosotros!

4ª estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre

Entre los gritos furiosos de la turba y los gemidos de las mujeres, Jesús puede sentir los suspiros de su Madre, la Virgen María, que es testigo de los tormentos de su Hijo.
Mensaje para mí:
La Virgen María quería mucho a su Hijo, como todas las mamás del mundo aman a sus hijos. Por eso sigue a Jesús en la Pasión. Ella quiere cooperar en la salvación de todos los hombres. Me pone el ejemplo para tener buen corazón con las personas necesitadas: los pobres, los tristes y los enfermos.
Para reflexionar:
La Virgen María tiene un lugar muy importante en la Iglesia, Ella es Modelo, Madre, Maestra, y Reina de la humanidad. Ella es el mejor camino que nos lleva a Jesús. Después de Dios, Ella es quien más merece nuestro amor.
A Jesús por María.
Mi oración:
Jesús, tu afligida Madre se resignó a tu Pasión porque es también mi Madre, y desea ver que me porte como hijo de Dios. Jesús, quiero amar mucho a tu Santísima Madre.
Virgen María, Madre de Jesús, santifícame.

5ª estación: Jesús es ayudado a cargar la cruz

Viendo a Jesús malherido, los soldados comienzan a temer que se muera antes de llegar al monte Calvario. Obligan, pues, a un hombre de Cirene, llamado Simeón, a que le ayude con la cruz.
Mensaje para mí:
Cuando ayudo a los afligidos, a los enfermos, a los pobres y necesitados, es a Jesús a quien ayudo a llevar su cruz.
Para reflexionar:
Jesús es nuestro hermano porque Él es el Hijo de Dios y nosotros por el Bautismo también somos hijos de Dios. Cristo derramó su sangre por todos, para que juntos formemos una sola familia. Debemos amar a nuestros semejantes, porque son nuestros hermanos.
Mi oración:
Jesús, Simón te ayudó a llevar la cruz. Por eso hazme comprender el valor de mis trabajos para que me acerquen más a ti.
Te alabo, Señor, con mis hermanos.

6ª estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús

Una mujer, llamada Verónica, tiene compasión de Jesús, viendo su aspecto desfallecido y maltratado, lleno de sangre y sudor. Quiere aliviarlo un poco enjugándole la cara con un paño limpio; en el paño queda impreso el rostro de Jesús.
Mensaje para mí:
Jesús le agradece a la Verónica su caridad. Cuántas personas me ayudan, como mis papás, mis maestros y mis amigos; no seré ingrato y orgulloso con ellos, sino agradecido.
Para reflexionar:
La Verónica fue una mujer buena que limpió el rostro herido de Jesús. Él le dio como premio la imagen de su rostro estampada en aquella tela.
Al igual que la Verónica, también yo debo poner atención a las necesidades de los demás.
“Haz con el prójimo lo que quieras que él haga contigo” (Mateo 7,12)
Mi oración:
Jesús, cuán generosamente recompensaste a esta mujer. Cuando yo lucho contra el pecado y ayudo a los más necesitados, Tú me recompensas viniendo a mi corazón.
Jesús, enséñame a amar a los demás y que se cumpla lo que Tú has dicho: “Cualquier cosa que hagas con uno de esos pobres, conmigo lo haces” (Mateo 25, 40).

7ª estación: Jesús cae por segunda vez

El camino hacia el Calvario parece inacabable. Jesús se agota cada vez más y cae de nuevo, bajo el enorme peso de la cruz.
Mensaje para mí:
Una y otra vez puedo caer, por egoísmo, soberbia o debilidad, no soy fuerte. Pediré al Señor que me ayude para vencer las dificultades y no caer.
Para reflexionar:
Jesús me da ejemplo de levantarme lo más pronto posible. Se necesita reparar el mal hecho y acercarse al sacramento de la Confesión.
Mi oración:
Jesús, hago muchos propósitos y caigo, pero Tú me ayudas a levantarme para seguirte. Ayúdame, Jesús, robustece mi voluntad para procurar siempre el bien y evitar el mal.

8ª estación: Las mujeres lloran al ver a Jesús

Al pasar por un sitio conocido como “Calle de la Amargura”, Jesús escucha las lamentaciones de un grupo de mujeres, que lloran por Él. Sacando fuerzas de entre su debilidad, Jesús les dice: “No lloreis por mí, sino por vosotros, y por vuestros hijos”.
Mensaje para mí:
Como Jesús, debo tener tristeza por los pecados de todo el mundo; yo mismo procuraré hacer sufrir menos a Jesús evitando el mal.
Para reflexionar:
Jesús no tenía pecados, murió por nosotros, por eso les dijo a las mujeres que no lloraran por Él, sino por la gente del mundo, que vivía apartada de Dios.
Mi oración:
Jesús, Tú enseñaste a estas mujeres a llorar más bien por los pecados que por el dolor físico. Aumenta la fe en mi salvación, quiero ayudar a todos con alegría.

9ª estación: Jesús cae por tercera vez

Cualquier piedra y hoyo en el camino es un obstáculo para Jesús, que camina terriblemente herido, chorreando sangre, con la vista nublada. De esta forma, cae por tercera vez, insistiendo en que pesan mucho nuestros pecados.
Mensaje para mí:
Cristo ha caído, está en tierra, tirado por tanto dolor. ¿Hay alguien que le quiera ayudar? Todos lo han abandonado. Se levanta por sí solo y prosigue otra vez el camino del Calvario. Hoy Jesús sigue tirado en los enfermos, en los pobres, en los huérfanos y ancianos abandonados.
Para reflexionar:
En nuestras penas y desalientos Cristo nos dice que se las encomendemos a Él y Él nos animará.
“Venid a mí todos los que estais afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.” (Mateo 11,28)
“Estad prevenidos y orad para no caer en tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26,41)
Mi oración:
Jesús, yo te veo inclinado hasta la tierra sufriendo por mí. Perdóname, Jesús, por las muchas veces que te he ofendido. Levántame por tu gran misericordia. Agradezco, Señor, tus obras.

10ª estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

Por fin llega Jesús al monte Calvario. Descansa su hombro, pero la turba comienza a maltratarlo de nuevo, rasgándole la ropa, hasta despojarlo de sus vestiduras. Los soldados se sortean la túnica.
Mensaje para mí:
Cuántas veces yo mismo he maltratado a Jesús con mi comportamiento, empujando o golpeando a mis hermanos, compañeros o amigos… Intentaré mejorar.
Para reflexionar:
No fue fácil para Jesús, como hombre, aceptar su Pasión y Muerte, también sintió angustia y dolor. En la Oración del Huerto, cuando sudó sangre le pidió al Padre celestial que, de ser posible, lo salvara de esos tormentos, sin embargo, se sometió totalmente a Su voluntad.

Mi oración:
Jesús, te despojan de tus vestidos. Haz que yo me despoje de todo lo que es malo, para poder seguirte generosamente. Perdón, Señor, porque he pecado contra Ti.

11ª estación: Jesús es clavado en la cruz

Antes del mediodía, los soldados comienzan a clavar en la cruz a Jesús, traspasándole las manos y los pies. La gente, mientras tanto, está ansiosa por verlo morir.
Mensaje para mí:
Yo no puedo hacer nada para defender a Jesús, pero sí puedo hacer mucho por mis hermanos, por mis compañeros y vecinos; en todos ellos cuando sufren vuelve a ser crucificado Jesús. Nunca tendré deseos de venganza; siempre amaré a los demás, pues así lo quiere Dios.
Para reflexionar:
La Cruz para el cristiano significa salvación, amor de Dios, victoria sobre el pecado y sobre la muerte. En la Cruz de Cristo se cumplieron las promesas de Dios, que nos daría un Redentor, para la salvación de nuestras almas.
Mi oración:
Jesús, te clavan en la cruz por mí. ¿Cómo puedo quejarme de tus mandatos que son para mí la salvación? Jesús, quiero estar contigo en la cruz.
Gracias, Padre, por darnos a tan gran Redentor. Gracias Jesús por reconciliarnos con Dios.

12ª estación: Jesús muere en la cruz

Una vez clavado en la cruz, Jesús es elevado, para agonizar penosamente y morir a eso de las tres de la tarde. Sus últimas palabras: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!”, hacen vibrar la tierra, mientras la gente se llena de miedo y las cortinas del templo se rasgan de arriba hacia abajo. ¡Ha muerto el Hijo de Dios!
Mensaje para mí:
Jesús muere. Así cumple la voluntad del Padre eterno: darnos a todos la salvación y la vida eterna. La muerte de Jesús es el camino de la Resurrección, y es el camino que yo debo recorrer: muerte al pecado para resucitar un día en el Cielo.
Para reflexionar:
Jesús muere por nosotros porque es el Buen Pastor que da la vida para salvar a sus ovejas “Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.” (Juan 10,11). Jesús vence a la muerte resucitando glorioso, al tercer día, para nunca más morir.
Mi oración:
Jesús, has muerto en la cruz, y me enseñas el amor y el perdón. Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.

13ª estación: La Virgen María recibe el cuerpo de su hijo

Al atardecer, José de Arimatea y Nicodemo bajan el cuerpo de Jesús y lo entregan a la Virgen María, que sufre inconsolable.
Mensaje para mí:
También la Virgen María sufre por mis faltas, pues cuando me porto mal vuelvo a renovar la muerte de su Hijo Jesús.
Para reflexionar:
“Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.” (Juan 19, 26-27)
Jesús, en la persona del apóstol San Juan, nos dejó a María como Madre de todos los hombres.
Mi oración:
Jesús, una espada de dolor atravesó el corazón de tu Santísima Madre cuando fuiste puesto sin vida en sus brazos. Ayúdame a ser hijo leal de María, mi Madre.
Madre llena de dolores, haz Tú que cuando expiremos, entreguemos nuestras almas por tus manos al Señor.

14ª estación: Jesús es sepultado

Cerca del lugar donde crucificaron a Jesús hay un huerto con un sepulcro nuevo. Ahí colocan a Jesús. La Virgen María y los Discípulos esperan que finalmente resucite, para vencer a la muerte y al pecado, como Él había dicho.
Mensaje para mí:
Pienso en mi bautismo, que es una muerte al pecado. He sido sepultado con Cristo, para resucitar a una nueva vida con Él.
Para reflexionar:
Participamos en la muerte y resurrección de Jesucristo, apartándonos del pecado y viviendo en gracia para poder un día resucitar con Él.
Para fomentar más mi fe de cristiano debo creer en la Resurrección y practicar la vida que Jesús nos puso como ejemplo en sus obras y palabras.
Mi oración:
Jesús, tus enemigos han triunfado al sellar tu tumba. Pero tu triunfo eterno comenzó la mañana de Pascua con tu Resurrección. Ayúdame, Jesús, a confiar en la Resurrección de mi alma.
Si morimos contigo, creemos que resucitaremos contigo. Tú eres nuestra salvación y nuestra gloria para siempre.
Via crucis publicado originalmente por webcatolicodejavier

11 mar 2016

Mi Último Dia - My Last Day - Anime (Audio Español)


                                         Mi Último Dia - My Last Day - Anime (Audio Español)


27 feb 2016

Vía Crucis de la misericordia by Luis Zazano

Vía Crucis de la misericordia   

by Luis Zazano

Introducción

En este año de la misericordia a la cual el Papa Francisco nos invita a recordar que somos “simple pecadores perdonados” tenemos el compromiso en esta cuaresma de mirar nuestros pecados y entregar al corazón misericordioso de Dios.
Como sabrás, el poder de Dios se muestra más en su misericordia que en su poder creador, pero además, vos podes ser partícipe de este poder en cada obra de misericordia que realices en y junto a tu hermano.
Ser misericordiosos, es nuestra tarea, por ello te invito a que hagamos una obra de misericordia espiritual, que ofrezcamos este vía crucis por alguien que lo necesite, ofrécelo por una persona enferma, o que ya falleció, o si quieres sumar más… por una persona que te cuesta. Te animas?
Entonces a sumar puntitos para el cielo, juntos veamos en cada estación el amor que Dios nos tiene y recordemos que Jesús cayó más de una vez y se levantó, nunca tiró la cruz, ves? Ese es el ejemplo que te quiere dar, entre otras cosas:
  1. que cuando caigas, te levantes.
  2. Nunca tirar la cruz hasta el destino final.
  3. Siempre hay un Simeón que te ayuda a llevar la cruz.
Con estas ideas, iniciemos el camino de la misericordia, que terminará en la Resurrección, a empezar…

Oración preparatoria:

Por la señal † de la Santa Cruz, de nuestros † enemigos líbranos, Señor †, Dios nuestro. En el nombre del Padre † y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Acto de Contrición:

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Después de anunciar la Estación que se va a contemplar se dice:
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Se medita la estación, leyendo el pequeño texto que la acompaña. Al final se reza un Padrenuestro, un Avemaría:
Oración
Señor mío y Dios mío,
Hoy vengo a caminar con mi corazón y con mi mente la vía de la cruz,
el camino que me invitas a recorrer para salvar mi alma y mi historia personal.
Junto a estas estaciones vengo a ofrecerte mi vida, mis caídas, mis golpes y mis dolores para que tú lo redimas con tu preciosísima sangre
María, Madre mía, cúbreme con tu manto para no pecar y ayúdame a que con mi vida siempre a Dios pueda glorificar. Amén.

Primera estación: Condenan a muerte a Jesús:

Mt. 27, 22ss: La lucha política y religiosa termina con la condena de un inocente. Cuando vos luchas por tus propios intereses sin mirar al hermano podes terminar condenando a un inocente. La multitud está agitada, la multitud condena, esos mismos que días atrás cantaban “Hosanna” hoy gritan “crucifícalo” ¿Será porque Jesús no les cumplió los caprichitos? ¿Será que Dios es todo para vos en tus momentos buenos pero cuando las cosas no te salen como querés, sos el primero en condenarlo y sacarlo de tu vida?.
En este año de la misericordia no condenes a nadie, no provoques torturas a personas inocentes que te rodean, no condenes sin saber. Aprende que vos sos un pecador perdonado y no te laves las manos.
Padre nuestro // Ave María// Gloria

Segunda estación: Jesús carga con la cruz.

Mt. 16, 24: A la cruz hay que cargarla, no arrastrarla. Aprendé a valerte de la cruz para fortalecerte y no quejarte de la cruz que lleva a debilitarte.
Estamos en el bicentenario de la patria, camino al congreso Eucarístico y en el año de la misericordia. Todo esto nos lleva a ver la cruz de nuestra historia, cruz nos llevó a crecer como nación, momentos difíciles vividos que nos llevaron a crecer como pueblo. Así como la Iglesia creció fuertemente en aquellos lugares donde hubo tantos mártires. La cruz nos lleva a madurar y a crecer.
Seguramente ya tienes bien identificada tu cruz, sabes que cruz llevas y la sentís, como yo, pero recordá que no estás sólo, la llevamos juntos, porque en la Iglesia nadie está sólo, recemos el uno por el otro y no te olvides que sin cruz, no hay gloria; sin vivir una cruz, no tienes misericordia…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Tercera estación: Jesús cae por primera vez.

Mt. 11, 30ss: Jesús también se cansa, la cruz es pesada, necesita ayuda… Es momento que vos también aprendas de su caída, porque vos también te caes, vos también tenes muchas veces ganas de dejar todo y escaparte a algún lugar donde nadie te conozca, pero Jesús es valiente y te llama a ser valiente, te llama a que te levantes y sigas.
Jesucristo, Señor de la historia te necesitamos! Porque también nos caemos. Si caíste levántate, levántate porque hay todavía mucho camino, y como sea tenemos que llegar. Hasta el cielo no paramos!
Padre Nuestro //Ave María //Gloria

Cuarta estación: Jesús encuentra a María.

Lc. 2, 32: Después de la caída se encuentra con su Madre, no sé si pudo Ella abrazarlo pero de lo que estoy casi seguro es que se dijeron todo con la mirada, porque cuando alguien ama logra con la mirada decirle todo. En María vemos el mejor consuelo de Jesús, sólo su amor y frescura de Madre le dan ánimo a seguir.
Cuantas veces tu Madre te habrá acariciado y besado cuando estabas enfermo, esa misma Madre es María, que cuando caes en pecado Ella está… María sabe que también tienes miserias, pero Ella como Madre misericordiosa no te pedirá cuentas ni explicaciones de nada, sólo consuelo y ayuda para cambiar.
Si quieres que tu corazón sea misericordioso cómo el de María, no busques explicaciones del otro sino ayúdalo y busca el cambio del otro. Ese otro es tu hermano…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Quinta estación: Simón ayuda a llevar la cruz.

Lc. 19. 9-13: Una vez te sugería que no le pidas a Jesús que te saque la cruz sino que te ponga más Simones para poder llevarla. Hoy seguramente que tenés algún Simón que te está ayudando a cargar tu cruz y vos también tenés que ser un Simón para tu hermano. Parece que Simón no tenía buena suerte, pues si pasaba media hora antes por allí no le iba a tocar todo esto. Pero se encontró con Cristo y la cruz y obligadamente la tuvo que llevar, pero parece que después le cambió la vida para siempre según lo que sabemos por el libro de los hechos y por la tradición Cristiana. Posiblemente hoy vos te hayas chocado con la cruz, hasta en principio parece que llevas la cruz de manera obligada, pero el Señor te mostrará el verdadero sentido, ayúdalo a Jesús a llevar la cruz para que Cristo te ayude a resucitar a la Vida. Hoy hay necesidad de Simones en las calles, necesitamos Cristianos simoneros y callejeros, que den respuesta a esta sociedad que se siente caída, que de ánimo a tantas familias en crisis y caídas. Vos y yo tenemos que caminar al lado de tantos que se sienten sin gansas de seguir y mostrarles que caminar con alguien que va al lado se hace más rápido y corto el camino. Ayudemos a caminar.
Sé un Simón misericordioso, sabiéndote que vos también necesitas que te ayuden, sábete miserable, y que no podes siempre con todo. Hay un Hermano que necesita de un acto de misericordia, Sé misericordioso como el Padre…
Padre Nuestro// Ave María// Gloria.

Sexta estación: una piadosa mujer limpia el rostro de Jesús.

Is. 53, 2-3: Cuantos rostros hoy están golpeados! Necesitan de una Iglesia que limpie los rostros de Jesús. Tomá la toalla de la misericordia y acércate a tu hermano y límpiale el rostro, sacá esas heridas que tiene en su vida. Mostrale el perdón, que se sienta perdonado, es la mejor limpieza que podes dar; el rencor hiere, mata, golpea fuerte, el rencor es una toalla de lija que raspa y duele en el otro y también te lastima a vos; vos no dejes de usar la toalla de la misericordia, es la única que limpia y alivia.
Padre nuestro// Ave María// Gloria

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.

Lc. 23, 25-31: Las flaquezas que uno tiene no lo lleva a caer una vez, lo lleva a caer varias veces, fíjate en tu pecado dominante, fíjate en aquello que caes repetidamente y no te permite estar en paz; pero desde allí también tenes que mirar ese camino de humildad y recordar que siempre hay caídas en la vida. No te creas el superado, el que no tiene necesidades. Las caídas son de cansancio, las caídas son por esa falta de fuerza, por ver lejos el destino y sentir los limites. Seguramente que te pasa muchas veces esto, el sentirte lejos de tus objetivos, donde lo único que logras es llorar, lloras porque no podes, porque sentís que todo está perdido o porque no logras ese sueño que tuviste toda tu vida. No apuntales con el dedo a nadie, vos sos el primero en que podes caer, nadie está limpio en este mundo, podes mentirme a mí y a cualquiera pero a Dios No!!!.         
Aprendé a trabajar desde la sinceridad, si querés pedir misericordia a Dios, primero date cuenta que sos pecador y necesitado de Dios, la misericordia se inicia en tu sinceridad para mostrarte como tal. En todas tus caídas te ayudará Jesús, siempre que tengas un corazón sincero y sabiéndote miserable. El amor de Dios todo lo puede, todo lo soporta y todo lo espera.
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Octava estación: Jesús consuela a las mujeres.

Lc. 23, 28: cuantas personas lloran hoy por la inocencia de muchos, ponete a pensar que Dios no se cansa de perdonarnos pero también no se cansa de sufrir. Sin embargo vemos que hay mujeres que lloran, inocentes que lloran: ¿a cuantas personas hiciste llorar en tu vida? ¿Cuántas personas hoy lloran por tu error? ¿Cuántas personas están dolidas en la vida por tu error y mi error? Y hoy Jesús viene a consolar a esas personas, renace la vida y el corazón en ese consuelo que viene de Él. Hoy reza por las personas que hiciste llorar, por esas personas que hiciste doler porque debemos entregar a Jesús ese consuelo, a Él le corresponde, no te corresponde a vos, deja que Dios sane aquellas heridas que vos abriste con el cuchillo de tus actos.
Padre Nuestro// Ave María// Gloria

Novena estación: Jesús cae por tercera vez.

Gal 2, 20: “Me amó y se entregó por mi” san Pablo nos enseña que cuando alguien ama no hay límites; los limites lo ponen nuestro orgullo y nuestra soberbia, el sentirnos que podemos con todo. Cuantas veces llenas tu agenda de tantas cosas que descuidas lo importante por lo urgente; cuantas veces te crees que podes con todo que luego terminas explotado. Hoy te muestra Jesús que todos tenemos límites y caídas, que caemos varias veces, nos tropezamos con la misma piedra millones de veces y no aprendemos. Dios clama por vos en tu misma angustia, te extiende su mano para que no caigas, te invita a que seas de Él. Vine a liberarte y a darte el tiempo que necesitas, viene a ofrecerte una vida suave. No temas al futuro, da la mano al que esté cerca de ti y recordá que no estas sólo. No tengas miedo, el miedo paraliza. Jesús cae muy cerquita de la cruz, ya no aguanta pero está casi cumplido su objetivo. Tu vida no pasa por sólo voluntades, pasa por esa confianza en Dios más tu entrega, entrégate a Dios para que Él sane todo de ti.
Padre Nuestro/ Ave María/ Gloria.

Decima estación: despojan a Jesús de sus vestiduras.

Mt. 27, 34: Jesús está desnudo, está la vergüenza y la humillación. Vos te bancarias estar desnudo ante personas que se te burlan, que no te aman? Jesús está allí para después abrazarte y cubrirte con el manto de su misericordia como el Padre misericordioso de la parábola del Hijo pródigo. Hoy hay muchos que están desnudo en la sociedad y están desnudas porque vos la desnudaste, cuantas personas desnudaste y humillaste con tu actitud egoísta; sin embargo Dios hoy te mira y quiere darte la oportunidad que vuelvas a vestir con la dignidad a esas personas que desnudaste: capaz que desnudaste a tu marido cuando lo insultaste frente a tus hijos; capaz que desnudaste a tu mujer cuando la trataste de tonta o loca frente a tus amigos o a tu familia; capaz cuando desnudaste a la Iglesia cuando criticabas a los curas y a las monjas cuando ni si quiera vas a misas. En fin, cuantas personas hoy vos dejaste desnuda. Pidamos en esta estación saber ser cristianos que vistan a las personas haciéndolas sentir valoradas, haciéndoles la vida más agradable. Todos podemos lograr que los otros tengan un mejor vestido, el vestido de la dignidad y de la libertad.
Jesús, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Undécima estación: Jesús es clavado en la cruz

Lc. 23, 34: Aparece aquí el buen ladrón, están los que lo insultan, no están los que lo abandonan, está María su madre. Siempre en la cruz nos encontramos con distintos tipos de personas; personas que nos acompañan, personas que nos alientan, personas que sufren por nuestra vida, personas que se van y nos dejan solos. Cuantas personas pasaron por tu vida….
El estár clavado te hace sentir estático, sin dinámica, vos podes estar atado en esta vida. Cuantos hopy se sienten atados en la vida, no pueden moverse. El error y la miseria no los deja moverse. La misericordia de Dios te libera y te moviliza, pero también vos tenes que perdonarte. Aflojate y date cuenta que vos podes dar un gran paso, no tengas miedo y anímate, a seguir que con la misericordia de Dios contamos siempre, con vos, a veces…
Padre Nuestro, Ave María, Gloria

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz

Jn 19, 19: vos también podes sentir la soledad en la cruz, vos también podes sentí que “Dios te ha abandonado” es el momento de crisis que todos pasamos en la vida, hasta los grandes santos la vivieron, ese momento en que parece que tu cansancio y tu entrega no sirvieron de nada; parece que Dios se ha olvidado y no se vendrá el gran milagro. Ya lo que se espera está desechado. La oración no convence; tu vida tarde o temprano pasará por crisis, acompañado de crisis de fe, esa fe que se prende fuego, se te queman los papeles de la vida y no encontras nada de nada. Todos miran tu muerte, tu caída pero nadie te ayuda, aparece la Señora Impotencia….
Es allí, en el silencio de la vida donde entra la espera y en donde se espera la respuesta al por qué seguir viviendo. En esta estación pensá si te sentís abandonado por Dios y por qué
Padre Nuestro// Ave María // Gloria

Decimotercera estación: desclavan a Jesús y lo entregan a su madre.

Jn 19, 39: María tiene el corazón destrozado, fue la primera quien lo abrazó con vida ahora es la primera quien lo abraza muerto. Cuanto dolor tiene una madre? Cuantos dolores puede llegar a tener una mamá en su corazón? Las tinieblas llegan, como cuando Dios muere en tu vida y no lo dejas pasar, se te aparece la tiniebla. María busca la paz, esa paz que tuvo cuando dijo “hágase”.
Cuantas cosas pasan por la cabeza de María? Se preguntará si valió la pena? ¿Vale la pena dar la vida por vos? ¿vale tanto esto para que vos muestres un cachito de cambio? Hay momentos en que parece que no… pero creo que si miras a la Virgen y a Ella con lágrimas en su rostro creo que tenes que hacer un mea culpa y pagar la deuda, devolverle a su Hijo es lo único que la tranquilizará, devolver a Jesús implica rezar el rosario, devolver a Jesús es ser personas sencillas y caritativas, devolver a Jesús es ser dócil a su Palabra. CONVERSION ES = A RESURRECCIÓN
En este año del Congreso Eucaristico te propongo que hagas una visita al Santisimo y le digas a Jesús, “perdón Jesús por mis pecados”
Padre Nuestro// Ave María // Gloria

Decimocuarta estación: Ponen el cuerpo de Jesús en el sepulcro

Mt. 27, 60: ya todo ha pasado, ya somos hijos de Dios, Dios nos mostró el mayor acto de amor que se puede hacer, dar la vida por quien se ama. No es un telenovela ni unas frases lindas y poeticas, es la realidad: Dios se entregó por vos y está a la espera de lo que vos vas a hacer ahora. Ya Dios hizo todo lo que tenía que hacer ahora vos ya sabes lo que tenes que hacer.
Te está esperando en esta cuaresma como el padre misericordioso, todos los días mira la ventana del cielo para que vuelvas, mira para ver si llegas sano y salvo porque quiere hacer una fiesta cuando llegues al cielo.
Ni siquiera dimensionamos todo lo que Dios quiere hacer con vos cuando hayas llegado a la Vida, a esa vida libre y limpia de pecado, Dios ya firmó el cheque, y un cheque en blanco, ahora estamos esperando que vas a hacer vos, desde el cielo todos te están mirando: Actua!!!!
Oración Final
Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.
Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi dolor redentor que en las manos de Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.
 Deo omnis gloria

28 feb 2013

via crucis para niños (CON EL RELATO)

Via crucis para niños







Es recordar con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado. Te animarás a cargar con las pequeñas cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta su muerte en la Cruz.
- En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo.
- Yo confieso ante Dios Todopoderoso...
Oremos:
Señor Jesús, que tienes a todos los niños entre tus predilectos, vamos a recorrer y a meditar sobre tu camino de dolor, no tanto el que viviste hace siglos, sino el que sigues viviendo hoy especialmente en los niños que sufren. Tú te has identificado con nosotros los cristianos, pero también, de manera especial con todos los hombres que sufren. Tú sigues sangrando en las heridas de los hombres y de las mujeres de hoy. Todos somos víctimas del sufrimiento pero también somos culpables de que muchos sufran. Ayúdanos a reconocer nuestros errores y sembrar amor en nuestro corazón. Amén.
Primera estación: Jesús es condenado a muerte   
Te adoramos Cristo y te bendecimos;
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundoEscuchem
os la Palabra de Dios: "Pilato se lo entregó para que lo crucificaran..." (Jn 19,16)
El Papa Juan Pablo II nos dice: «Los niños no son una carga para la sociedad, no son instrumentos para la ganancia; son miembros preciosos de la comunidad humana, encarnan las grandes esperanzas y potencialidades de toda la humanidad».
Oremos: (elige una de las dos)
A- Señor Jesús: cuando Pilato te condeno a muerte quisiste reclamar tu inocencia. Pero callaste. Miraste a lo lejos y viste las caritas de los niños que lloran por la muerte de sus padres, víctimas de la violencia y preferiste unirte a su dolor. Siguen siendo caritas de miles de niños destruidas por el hambre, rostros de niños marcados por el cansancio, rostros de nuestros propios niños desplazados por el hambre y la violencia. Perdónanos, Señor, porque no hemos aprendido todavía a respetar la vida humana. Nos permitimos condenar a muerte a la criatura que haz creado a tu imagen y semejanza.
B- Ayúdanos a ser valientes y a seguirte generosamente por el camino del sufrimiento. Enséñanos a no condenarte nunca en la persona de nuestro prójimo.
Padrenuestro y Avemaría
Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Segunda Estación: Jesús carga con la Cruz
Te adoramos Cristo y te bendecimos; Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Escuchemos la Palabra de Dios: «Jesús salió llevando la cruz, para ir al lugar llamado "De la Calavera o Gólgota».(Jn 19,17)
Nos dice el Papa: «En algunos países existen niños que son obligados a trabajar desde tierna edad, niños que son maltratados, castigados violentamente y a los cuales prácticamente no les pagan sus trabajos. Se aprovechan de ellos porque son débiles, porque los pueden obligar fácilmente y no son capaces de defenderse por si mismos»
Oremos:
A- Señor Jesús, cuando te han cargado la cruz, la has abrazado con cariño porque tu amor te ayudaba a llevarla. Imaginamos que recordabas a tantos niños que cada día tienen que cargar pesados ladrillos en las alfarerías; que tienen que arrastrar enormes y pesas carretas con carbón mineral en las minas. Señor Jesús, te pedimos perdón porque hemos inventado esclavos por todas partes, porque cargamos a nuestros propios amigos y hermanos con tareas que nos corresponden, porque nos olvidamos de ayudarles a llevar incluso su propia cruz.

B- Que todos los que sufren sientan tu cercanía y que a través de su dolor se acerquen a Tí. Recuérdanos que los sufrimientos de cada día aceptados con amor, salvan al mundo.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Tercera Estación: Jesús cae bajo el peso de la Cruz.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «Señor protégeme de los violentos, de quienes tienden trampas para hacerme caer» (Salmo 104,4)

Nos dice el Papa: «En algunos países se ha llegado hasta el punto de obligar a los niños y niñas a prestar el servicio militar. Los encierran en los campamentos militares, los hacen aguantar hambre, los maltratan y los obligan a asesinar incluso a las personas de su propio pueblo»

Oremos:

A-Señor Jesús, cuando caíste bajo el peso de la cruz, te olvidaste de ti mismo y preferiste recordar a tus pequeños hermanitos que caen en las redes de hombres crueles que los entrenan para la guerra, los obligan a disparar y les hieren mortalmente su propio corazón. El fusil es su propia cruz; aprenden a manejarlo, a cargarlo, brillarle y por la noche a ponerlo de almohada. Cuando duermen sus sueños son turbados con pesadillas terribles.

Perdónanos, Señor, porque con nuestro pecado hemos hecho más pesada tu cruz hasta el punto que no puedes soportarla y caes. Perdónanos por haber caído en la tentación de dar golpes y patadas a nuestros hermanos y amigos y de hacerles insoportable la vida con nuestras palabras e insultos,

B- Son nuestros pecados los que hacen que el Señor caiga por tierra.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Cuarta Estación: Jesús encuentra a su Madre.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «Simeón le dijo a María: una espada traspasará tu alma» (Lucas 1,34).

Nos dice el Papa: «Son muchos los niños que están expuestos a padecer graves traumas a causa de las tensiones que viven sus padres en el hogar y de la destrucción de sus familias. La mayoría de las veces los adultos arreglan sus problemas matrimoniales y se separan de manera egoísta sin pensar en sus hijos».

Oremos:

A- Señor Jesús, cuando tu madre se acercó a ti en el camino del Calvario hubiera querido gritar al mundo entero su enorme dolor, pero en cambio, prefirió llorar en silencio, Para hacerse solidaria con las madres de tantos niños mutilados por la guerra, atrofiados por la enfermedad, encarcelados, desnutridos, ofendidos, humillados y explotados. Tu santísima madre ha unido su dolor al de aquellas madres que han perdido a sus hijos causa de la droga, de la violencia y de los accidentes de tránsito...

Perdónanos María, porque pensamos mucho en nuestros dolores y caprichos y nos olvidamos de amar y respetar a nuestras madres como se lo merecen

B- Madre mía: no nos faltes nunca en el camino y comunícanos tu fortaleza.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Quinta Estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «Obligaron a un cierto Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, para que llevara la cruz de Jesús» (Marcos 15, 21).

Nos dice el Papa: "El recuerdo de millones de niños asesinados, los ojos tristes de tantos de sus coetáneos que sufren cruelmente nos invitan a emplear todas las vías posibles para salvaguardar o restablecer la paz, haciendo cesar los conflictos y las guerras."

Oremos:

A- Señor Jesús, cuando te vieron agotado y casi a punto de derrumbarte de nuevo, te dieron la ayuda de Simón el Cirineo, que venía cansado de trabajar en el campo pero que no se negó a ayudarte, sino que puso su espalda bajo tu cruz para aliviar tu carga y tu dolor. Seguramente con esa ayuda has podido descansar un poco y has pensado en tantas personas buenas que muchas veces se olvidan de sí mismas y de sus problemas para ayudar a otros. Tal vez has pensado especialmente en tantos misioneros que con entusiasmo y amor van por el mundo entero en ayuda de sus hermanos.

Señor: haz que estemos siempre dispuestos a ayudar a nuestro prójimo, especialmente a los que sufren en sus almas y en sus cuerpos.

B- Llevando con ánimo nuestras cruces, ayudamos a Jesús a llevar el peso de la suya.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Sexta Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: (Salmo 27)

¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí y respóndeme!
Mi corazón sabe que dijiste:
"Busquen mi rostro".
Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me abandones,
mi Dios y mi salvador.

Nos dice el Papa: "Además de los niños asesinados, quiero también recordar a los mutilados durante los conflictos bélicos y a consecuencia de los mismos. Finalmente, mi pensamiento se dirige a los niños sistemáticamente perseguidos, violentados y eliminados durante las llamadas « limpiezas étnicas ».

Oremos:

A- Una mujer quiso refrescarte con cariño y por eso se acercó a ti sin tener miedo a los soldados y en el paño que usó quedó estampado tu rostro...

Jesús, queremos refrescarte en los hermanos que hoy sufren por el desprecio y la injusticia

Que sepamos imitar su gesto de compasión y valentía. Que el dolor ajeno no nos deje insensibles sino que nos llenemos de amor y solidaridad. Que consolemos a los demás cuando sufren, viendo en ellos al Señor.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Septima Estación: Jesús cae por segunda vez.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: "Todos andábamos perdidos como oveja sin pastor, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes" (Mc 6,34)

Nos dice el Papa: "Existen además personas que no tienen escrúpulos en reclutar niños para actividades criminales, especialmente para el tráfico de drogas, con el riesgo, entre otras cosas, de quedar enganchados en el uso de tales sustancias."

Oremos:

A- Jesús ya no da más y se cae de nuevo. Los soldados lo tratan mal y nadie lo ayuda .

Jesús, nosotros no entendemos tanto mal que hay en este mundo. ¿Por qué? Igual que tú queremos estar al lado del que sufre. Y si nos cansamos de hacer el bien queremos aprender de ti a levantarnos y seguir luchando.

B- Señor, danos fuerzas y amor para levantarnos cada vez que caigamos. Concédenos Señor, la perseverancia en el bien y que cada día nos de nuevas fuerzas para seguir sirviendo a nuestros hermanos y en ellos a Tí.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Octava Estación: Jesús consuela a las hijas de Jerusalén.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.

Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. (Lc 23,27)

Nos dice el Papa: "Los niños han llegado incluso a ser blanco de los francotiradores, sus escuelas destruidas premeditadamente y bombardeados los hospitales donde son curados. Ante semejantes y monstruosas aberraciones ¿cómo no levantar la voz para una condena unánime?"

Oremos:

Señor, haz renacer nuevamente en nosotros la ternura y la compasión. Que nuestras alegrías o nuestras tristezas no nos hagan olvidar el dolor ajeno, sino que su dolor sea el nuestro; que sepamos darle confianza, alegría y la certeza de tu amor.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Novena Estación: Jesús cae la tercera vez.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: "Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviare. Carguen sobre ustedes mi cruz y aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón" (Mt 11,28)

Nos dice el Papa: "El futuro de los niños usados en la guerra está con frecuencia marcado. Después de años de servicio militar, algunos son simplemente licenciados y enviados a casa, y a menudo no logran reintegrarse en la vida civil, Otros, avergonzándose de haber sobrevivido a sus compañeros, acaban cayendo en la delincuencia o en la droga. - ¡Quién sabe los fantasmas que continuarán turbando sus ánimos! ¿Podrán alguna vez desaparecer de sus mentes tantos recuerdos de violencia y de muerte?"

Oremos:

Aunque caigamos muchas veces, el Señor nos perdonará por medio de la Confesión.

Ayuda Señor a todos los que son calumniados y perseguidos. Da tu fuerza a quienes en su labor misionera se sienten cansados e incomprendidos. Siembra en todos los misioneros el gozo y la alegría de trabajar por ti.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «Y los soldados echaron suertes para repartiese la ropa de Jesús y ver qué se llevaría cada uno» (Mateo 27,35)

Nos dice el Papa: «Aunque muchos niños viven en la abundancia de bienes materiales, algunas veces tienen que vivir y crecer solos, sin cariño, sin una justa y amorosa orientación y sin una adecuada formación moral».

Oremos:

A- Señor Jesús, contigo también han hecho lo que hacen con los pobres: se han llevado todo y te han dejado sin nada. En el mundo se da el contraste entre millones de niños que mueren de hambre y miles de niños que comen hasta reventar. Niños que no pueden asistir a la escuela mientras que muchos otros no quieren aprovechar el estudio; niños que botan la comida y niños que escarban en la basura para encontrarla.

Perdónanos Señor porque nos hemos olvidado de nuestros pequeños hermanos que mueren de hambre, de frío, de sed o no pueden simplemente asistir a un colegio.

B- Se despojó de todo, su amor no se guardó nada. Que tu salvación, oh Jesús, se extienda a todos los hombres, y que toda la tierra herede tu salvación.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima primera Estación: Jesús es clavado en la Cruz.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «Entonces lo crucificaron y con él crucificaron también a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda» (Marcos 15, 24.27).

Nos dice el Papa: "A menudo los niños son enviados como avanzada para limpiar los campos minados. ¡Evidentemente su vida, vale bien poco para quien se sirve así de ellos!"

Oremos:

A- Señor Jesús, cuando te han clavado en la cruz has experimentado el dolor de tantos niños y niñas que han sido heridos por las minas explosivas. Con ellas se ha arruinado la vida de millones de seres humanos que han perdido sus piernas, sus brazos, sus ojos. Señor, perdona nuestra crueldad y danos fuerza para desarmar las minas de la envidia y el rencor que llevamos camufladas en nuestros corazones.

B- "Me amó y se entregó por mí" (Gal 2,20). Danos fuerza para seguirte siempre y cumplir nuestra misión.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima segunda Estación: Jesús muere en la Cruz.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos...»(Jn15,13 )

Nos dice el Papa: "La muerte deliberada de un niño constituye una de las manifestaciones más desconcertantes del eclipse de todo respeto por la vida humana."

Oremos:

Si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros, aceptar llenos de esperanza los sufrimientos de cada día y descubrir a través de tu vida, buen Jesús, el verdadero sentido del sufrimiento y del amor a todos los hombres.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima tercera Estación: . Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: "Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús, y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. (Mateo 27, 57-58)

Nos dice el Papa: No son pocos los niños que acaban por tener como único lugar de vida la calle: escapados de casa, o abandonados por la familia, o simplemente privados para siempre de un ambiente familiar, viven precariamente, en estado de total abandono, considerados por muchos como desechos de los que hay que desprenderse.

Oremos:

María está de pie junto a la cruz donde muere su Hijo. En ese momento solemne, Cristo nos la entrega como Madre. María, Madre nuestra, enséñanos a imitarte en la aceptación por amor del dolor, para que Cristo sea conocido y amado.

Virgen María, nuestra Señora de la Soledad, acompáñanos para seguir junto a tí, los dolores de Cristo. Danos tu esperanza, tu ternura y tu amor. Jesús, danos esperanza de saber que siempre triunfa el amor y la Vida.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad...

Décima cuarta Estación: Jesús es puesto en el sepulcro.

Te adoramos Cristo y te bendecimos;

Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

Escuchemos la Palabra de Dios: «José de Arimatea tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana de lino limpia y lo puso en un sepulcro nuevo» (Mateo 27, 58-59).

Nos dice el Papa:

«Todos debemos hacernos pequeños como los niños, confiados totalmente al amor de Dios-Padre, y llenos con humildad evangélica».

Oremos:

El Señor no se queda muerto en el sepulcro, Resucitó y nos ha abierto las puertas de la Vida eterna.

Padrenuestro y Avemaría

Cantemos: Perdón, Señor, de tu pueblo ten piedad.