10 abr 2015

Aportes para la fiesta de la divina misericordia para niños

LA DIVINA MISERICORDIA

La “Divina Misericordia” es una devoción basada en la misericordia y en el poder de Dios. Establece que la fe absoluta y la confianza en Dios son suficientes para que los pecados sean perdonados, y asegura que Jesús no es juez sino Salvador.

Nuestro Señor Jesucristo se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). y le ordenó: "Pinta una imagen de Mí, según la visión que de Mí tienes, con la inscripción: ¡JESÚS, YO CONFIO EN TI!"

Explicación del Cuadro: "Los rayos del cuadro representan la Sangre y el Agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma. Estos rayos protegen al alma de la Ira de MI Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, porque la mano de la justicia de Dios nunca le alcanzará". Palabras de Nuestro Señor a Sor María Faustina.

El Salvador pide que los hombres recurran a Su Misericordia y la invoquen antes que les alcance la justicia. "Escribe -dice el Señor a sor María Faustina-: Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia". Muchas veces, durante sus apariciones el Señor dio a conocer a Sor María Faustina los enormes pecados de la Humanidad. Asustada, ella le preguntaba al Señor cómo podía tolerar tan terribles ofensas. El Señor le contestó: "Para castigar, tengo Yo la eternidad; ahora Yo prolongo a los hombres el tiempo de Mi Misericordia; pero ¡ay! de ellos sí no conocen esta gracia... Tú, Mediatriz de Mi Misericordia, tienes la obligación, no solamente de escribirla y predicarla, sino que debes también implorar esta gracia para los hombres, para que glorifiquen Mi Misericordia".

A este respecto, el 27 de febrero de 1948, la Radio Papal del Vaticano anunció en un programa especial, una noticia relativa a Sor María Faustina como "Apóstol de la Misericordia Divina", concluyendo con las palabras: "Cristo exhorta al mundo, que se encuentra al borde del abismo, que la única salvación la encontrará en echarse en los brazos de la Divina Misericordia, que dará a toda la Humanidad felicidad verdadera, orden y paz permanentes".

CONSAGRACIÓN

En el momento de la consagración, se pueden repetir las palabras de Tomás reconociendo que Jesús es Dios: « ¡Señor mío y Dios mío! »


DESAFÍO BÍBLICO

Proponer a los chicos que busquen una frase en la Biblia y que para el próximo domingo digan cuál es el libro, capítulo y versículo. Quien cumple el desafío ganará un aplauso o una golosina.

* Desafío de la semana anterior: María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada” Jn. 20, 19

* Desafío propuesto para esta semana: ¡La paz esté con ustedes!” Jn. 20, 21

RECURSO

Opción 1: Dramatización: “EL VENDEDOR DESCONFIADO”

Opción 2: Explicar el Evangelio


Opción 1: Dramatización: “EL VENDEDOR DESCONFIADO”

Materiales y Personajes

Dos o tres animadores para la dramatización.
La representación transcurre en un negocio de venta de artículos deportivos.
Para que la ambientación ayude sugerimos como elementos necesarios (grandes para que sean vistosos): unas cajas de zapatillas, una tarjeta de crédito, un documento de identidad, una máquina para pasar la tarjeta de crédito, una caja registradora…

Idea

Tomar un hecho de la vida real y reflexionar sobre la actitud de Tomás.


DRAMATIZACIÓN

Comprador: ¡Buenos días!
Vendedora: ¡Buenos días! ¿Qué desea?

Comprador: Quisiera un par de zapatillas
Vendedora: Bueno tiene este modelo, este  con abrojo, este de color azul… (la vendedora le muestra varios modelos)

Comprador: Me gustan mucho estas con las rayas verdes flúo.
Vendedora: Son muy lindas, sí.

Comprador: Las voy a pagar con tarjeta de crédito
Vendedora: ¿Cuál es la tarjeta?

Comprador: Es “CIELO CARD”
Vendedora: ¿Me permite su documento por favor?

Comprador: Pero, usted me conoce, soy su vecino, todos los días nos saludamos, ¿para qué quiere mi documento?
Vendedora: Debo verificar su identidad.

El comprador le da su documento y termina la dramatización.


Diálogo del animador con los chicos:
¿Les pasó alguna vez a ustedes tener que mostrar el documento de identidad para demostrar quiénes eran? ¿Vieron una situación parecida en algún lugar, le sucedió a algún pariente de ustedes, lo ven cuando hacen las compras con su familia?

En muchas ocasiones, en situaciones sencillas, cotidianas, en nuestra vida de todos los días no alcanza con presentarnos y decir soy fulanito de tal….sino que tenemos que demostrar nuestra identidad, verificar quiénes somos por medio de un documento cuando vamos a viajar, de un carnet para entrar al club o para usar la pileta, cuando vamos a la biblioteca si somos socios etc.


SUGERENCIAS PARA LA PREDICACIÓN

+ Jesús resucitado, se apareció a sus discípulos. Uno de los apóstoles, Tomás, no estaba con ellos. Cuando los discípulos le dijeron a Tomás que habían visto a Jesús y que estaba vivo, Tomás dijo: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré.» 

+ Una semana después, Jesús se vuele a parecer y allí estaba Tomás. Jesús le dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe.»…Tomas dijo: «¡Señor mío y Dios mío!» 

+ (Recordar la dramatización) Al comprador le exigen demostrar su identidad, y por lo tanto le piden su documento aunque era su vecino. También hoy algunos dudan y no creen que Jesús resucitó de la tumba, porque no lo han visto con sus propios ojos. Ellos desean ver su documento de identidad, comprobar que murió y resucitó, antes de creer.

+ Jesús muestra sus manos, sus llagas, su costado del que brotó sangre y agua. Jesús muestra que se entregó con todo su amor, que dio su vida, no se guardó nada. Esa es la señal más importante: vive porque amó mucho y el Padre Dios lo resucitó.

+ Jesús nos dice en su palabra: “¡Felices los que creen sin haber visto!”. Nosotros debemos ser creyentes. El Señor ha resucitado, nosotros no lo hemos visto, pero creemos que es así y le pedimos hoy que nos ayude a creer, que nos ayude siempre a vivir con FE.

+ Podemos asumir como compromiso vivir amando, tener gestos de amor concretos para que muchos crean en el amor de Dios, viendo nuestras buenas obras y así tengan vida en Jesús.

+ Pidamos al Señor el don de la fe, creer sin ver. Pidamos creer que Jesús está Vivo y Resucitado. Repetir con los chicos: “Señor mío y Dios mío”.

DIVINA MISERICORDIA






Divina Misericordia
Nuestro Señor se apareció a Sor María Faustina, religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios (Magdalenas), desde 1931 a 1938, en Plock (Polonia). Faustina escribía en su diario todo lo que escuchaba y veía.
El 22 de febrero de 1931 escribió en su diario:
“Me encontraba en mi habitación por la tarde y me di cuenta que Jesús estaba ante mí, vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir, y la otra descansaba sobre su pecho. Del pecho, por la abertura de la túnica, salían dos grandes rayos de luz, uno rojo y el otro pálido. Contemplé a Jesús con fervor y en silencio; mi alma se llenó de temor, pero también de un gozo que no se puede describir”.
Después de un rato, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según la imagen que ves y escribe debajo: “Jesús en Ti confío”. Deseo que esta imagen sea venerada, primero en vuestra capilla y después en el mundo entero”.
“Los rayos del cuadro representan la Sangre y el agua que brotaron del fondo de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. Los rayos pálidos simbolizan el Agua, que purifica el alma, y los rayos rojos representan la Sangre, que es la vida del alma… Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia.”
La imagen fue venerada públicamente por primera vez el 26 de abril de 1935. En la actualidad es venerada en la Iglesia del Espíritu Santo en Vilnius, Lituania.
Durante el pontificado de Juan Pablo II, el 30 de Abril del 2000, al canonizar a santa Faustina, se proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de Pascua.

29 mar 2015

FIESTA DE LA PASCUA: de 3 a 7 años

Todos los años y para todos los momentos del año litúrgico, hacemos esta paginita, nos gustaría saber si alguna parroquia o algún
colegio se está ocupando de los chicos de 3 a 7 años. Sabemos que es muy difícil tomarse el tiempo y los recursos, humanos y materiales, para ocuparse de esta actividad. Sucede que la Vicaría de Niños pretende abarcar a todo el niño, si no sería un material catequístico para los chicos de Primera Comunión. Y, sabemos, que hoy en día, en nuestra ciudad, son muy pocas las familias que
introducen en la fe a los chicos pequeños y estamos convencidos de la urgencia de atender ese momento fundamental de la vida,donde cada palabra hace huella en sus corazones. Por eso insistimos, sería bueno recibir algún eco de este trabajo. Gracias.
Sabemos que palabra hace huella en sus corazones. Por eso insistimos, sería bueno recibir algún eco de este trabajo. Gracias.
Sabemos que para los chicos chiquitos la Pascua es EL HUEVO DE CHOCOLATE., entonces, la Pascua tiene que empezar por allí como su situación de vida. La palabra Pascua, desafortunadamente, ya está instalada en su vocabulario asociada al huevo de
chocolate. Así que apremia poner las cosas en su lugar.
FIESTA DE LA PASCUA:
OBJETIVOS: que los chicos pequeños descubran el verdadero sentido de la Pascua, o mínimamente puedan asociarlo a una “fiesta de
la Iglesia”, la Fiesta de Jesús.
CONTENIDOS: La alegría de Jesús, la Alegría de la Pascua.
RECURSOS:
Ambientar el templo con globos, que haya uno para cada chico.
Mago: persona disfrazada de mago.
Una persona dice a los chicos que está estudiando magia porque quiere trabajar de mago, y tiene que estudiar los trucos pero le salen
mal. Entonces vio que acá hay una fiesta y se presentó. Pero no sabe de qué fiesta se trata.
Le cuentan que es la fiesta de la Pascua, entonces el mago dice:
Mago: fenómeno, entonces voy a sacar huevos de Pascua. (dice palabras mágicas, pero sólo le salen panes, muchos panes)
Mago: ¡qué barbaridad!, siempre me sale mal, a ver a hora (dice las palabras mágicas pero ahora le sale un mantel blanco)
Mago: esto es una locura, a ver ahora, debe ser porque ustedes soplan muy poco y sin fuerza (ahora saca velas encendidas)
-De la misma manera saca flores, la Biblia (libro gigante), y por último saca una gran imagen de Jesús, puede ser un hermoso póster
enrollado, o bien puede tener imágenes debajo de una mesa y sacar desde allí.
Por último se le acerca un catequista y le pregunta qué le pasa, el mago junto con los chicos le cuenta, a lo que el catequista mira qué es
lo que sacó y le dice que está muy bien porque todo lo que sacó tiene que ver con la Pascua, porque la Pascua es la fiesta de Jesús, y
así va armando todo el altar, y le cuenta al mago y a todos los chicos que la Pascua es la gran fiesta de Jesús en la que quiere que
estemos todos juntos para contagiarnos su amor y su alegría.
El mago entenderá pero le pregunta qué tienen que ver los huevitos de chocolate, y la catequista le explica que son como la torta de
cumpleaños, pero como la fiesta de Jesús es tan especial, en vez de torta festejamos con los huevitos de chocolate.
GESTO: Enseñamos canciones con gestos, tipo: “Esta es la gente que alaba al Señor” o “Fiesta del Señor”.
Aprendemos a hacer la Señal de la Cruz
DESPEDIDA
MERIENDA COMPARTIDA: como esto es una fiesta, armaremos un lindo salón, decorando con todo lo que podamos con elementos
festivos y antes de irnos les daremos un huevito cada chico.

vicariani revista

28 mar 2015

Domingo de Ramos: 29 de Marzo – VI del T. de Cuaresma– Ciclo B
Ramos en la Pasión del Señor (Rojo)
"Tu cruz nos lleva al cielo"
Fuente: José Antonio Pagola - Dibujo: Fano

EL GESTO SUPREMO
Jesús contó con la posibilidad de un final violento. No era un ingenuo. Sabía a qué se exponía si seguía insistiendo en el proyecto del reino de Dios. Era imposible buscar con tanta radicalidad una vida digna para los «pobres» y los «pecadores», sin provocar la reacción de aquellos a los que no interesaba cambio alguno.
Ciertamente, Jesús no es un suicida. No busca la crucifixión. Nunca quiso el sufrimiento ni para los demás ni para él. Toda su vida se había dedicado a combatirlo allí donde lo encontraba: en la enfermedad, en las injusticias, en el pecado o en la desesperanza. Por eso no corre ahora tras la muerte, pero tampoco se echa atrás.
Seguirá acogiendo a pecadores y excluidos aunque su actuación irrite en el templo. Si terminan condenándolo, morirá también él como un delincuente y excluido, pero su muerte confirmará lo que ha sido su vida entera: confianza total en un Dios que no excluye a nadie de su perdón.
Seguirá anunciando el amor de Dios a los últimos, identificándose con los más pobres y despreciados del imperio, por mucho que moleste en los ambientes cercanos al gobernador romano. Si un día lo ejecutan en el suplicio de la cruz, reservado para esclavos, morirá también él como un despreciable esclavo, pero su muerte sellará para siempre su fidelidad al Dios defensor de las víctimas.
Lleno del amor de Dios, seguirá ofreciendo «salvación» a quienes sufren el mal y la enfermedad: dará «acogida» a quienes son excluidos por la sociedad y la religión; regalará el «perdón» gratuito de Dios a pecadores y gentes perdidas, incapaces de volver a su amistad. Esta actitud salvadora que inspira su vida entera, inspirará también su muerte.
Por eso a los cristianos nos atrae tanto la cruz. Besamos el rostro del Crucificado, levantamos los ojos hacia él, escuchamos sus últimas palabras... porque en su crucifixión vemos el servicio último de Jesús al proyecto del Padre, y el gesto supremo de Dios entregando a su Hijo por amor a la humanidad entera.



Bienaventurados los misericordiosos...blogoslawieni milosierni...

Himno Cracovia 2016

Alzo mis ojos a las montañas
de donde vendrá la ayuda...
viene de nuestro Señor, 
un Dios Misericordioso.
Si nos perdemos, el nos busca
y nos carga entre sus brazos
con su sangre cura  nuestras heridas
y una nueva vida nos da.
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE ELLOS OBTENDRÁN MISERICORDIA.
Señor, si tienes encuenta las culpas
¿quien podría subsistir?
Dios nos perdona, perdonemos nosotros 
también como El.
BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
PORQUE ELLOS OBTENDRÁN MISERICORDIA.
La sangre de Cristo nos Redimió
y El ha resucitado
¡Jesús es El Señor!
¡que lo sepa todo el mundo!
Deja de lado el miedo y ten fe 
pon tu carga a sus pies, 
El ha Resucitado
¡Vive Jesús , nuestro Dios!


17 feb 2015

Himno de la JMJ - Cracovia 2016 - Subtitulado (LYRICS): ES - EN - PT - R...

confiar y confiar y confiar mas !

 “¿Por qué no confías en mí, tu Creador? ¿Por qué te apoyas en ti? ¿No soy fiel y leal contigo? Redimido y restaurado en la gracia en virtud de la sangre de mi Hijo único, el hombre puede decir entonces que ha experimentado mi fidelidad. Sin embargo dudas todavía.
¿Te parece que yo no sea lo bastante poderoso como para socorrerte, suficientemente fuerte para ayudarte y defenterte contra tus enemigos, suficientemente sabio como para iluminar tu inteligencia o que tenga suficiente clemencia como para poder darte lo que es necesario y lo que te hace falta para vivir en plenitud hoy?.  Pareces creer que yo no soy lo suficientemente rico como para salvarte en tus necesidades ni lo suficientemente bello para devolverte la belleza que perdiste por el pecado. Se dería que temes encontrarte conmigo para que nutra de vestidos y pueda cubrirte en tu indigencia". Santa Catalina de Siena

Lo único que nos pide Dios es que confiemos. Nos lo explica en el texto del evangelio: "Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?" . (Mt. 6,26).


"Tu amigo que nunca falla"

«Evita las preocupaciones que te afligen y los pensamientos negativos sobre lo que puede suceder más adelante. No estropees mis planes queriendo imponerme tus ideas. Déjame ser Dios y actuar como sé hacerlo. Abandónate en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente "Jesús confío en ti". Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y el querer resolver las cosas a tu manera.

Cuando me dices “Jesús yo confío en ti”, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos. No tengas, miedo, Yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús, yo confío en ti".

Necesito las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones inútiles.Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en mí, abandónate en mí. Yo obro en proporción del abandono y la confianza que tienen en mí. Deposita en mí tus angustias, tus problemas y dificultades y duerme tranquilo.
Dime siempre: Jesús confío en ti, y verás cómo se va llenando tu alma de paz, de tranquilidad, de amor y de sosiego. Te lo prometo y te lo cumplo porque te amo. Tu amigo que nunca falla. Jesús».

(Palabras de Jesús a Santa Faustina).

13 feb 2015

La transformación de la mariposa, en cuaresma !

 Idea para explicar "nuestra" transformación durante la Cuaresma.

El sábado anterior al domingo de ramos se puede preparar esta idea… para usarla en Semana Santa.

La idea es explicar nuestra transformación espiritual durante la cuaresma  a través de la transformación de la mariposa.
Es una  comparación muy valiosa para que  los niños  entiendan lo que sucede cuando nos preparamos mediante la oración, el ayuno, los sacrificios y la limosna. Así como la mariposa deja de ser una oruga para convertirse en un animalito hermoso, así también nuestra alma se transforma en algo hermoso para Dios cuando dejamos que su Espíritu Santo obre en nuestras vidas.

UNA FORMA DE CONTAR LA HISTORIA (  a los mas chiquitos  )  SOBRE LA ORUGA QUE SE TRASFORMA EN MARIPOSA…
"La oruga muy hambrienta" es un libro maravilloso de Eric Carle.  La historia comienza con un huevito en una hoja a la luz de la luna.  En la mañana de un domingo, salió el sol caliente y -¡pop!-del huevito salió una oruga muy hambrienta.  Comenzó a comer y comer y comer pero todavía sentía hambre.  Finalmente, ¡había comido tanto que tenía dolor de barriga!  El día siguiente era domingo nuevamente.  La oruguita comió parte de una hoja verde y su estómago se sintió mucho mejor.  Construyó una casita pequeña, llamada crisálida, alrededor de sí y allí se quedó por más de dos semanas.  Entonces hizo un agujero  en la crisálida y se empujó hacia afuera.  ¿Adivina qué?  Ya no era una oruga sino una bella mariposa.


FUENTE : esta idea en Catholic Toolbox + FAMMILIA CATOLICA, ,SI QUIERES APRENDER ENSEÑA …etc











cuento:
 Trabajamos la cuaresma con los más pequeños desde el cuento de la mariposa, su cambio, su transformación y siempre a ser mejor ...
Un día en el jardín, volaba una linda mariposa que se posaba de flor en flor. De repente vi ό un gusano recostado de una rama. La mariposa se le acercó a saludarlo:
-¡hola amigo gusano! -“tu no eres mi amiga” – dice el gusano.
¿Por qué dices eso gusano? - dice la mariposa. -¿Es que no te has dado cuenta de lo hermosa que eres? En cambio soy un arrugado feo animal, y por eso tengo que vivir arrastrándome toda la vida, sin tener la oportunidad que tienes tu.
-¡No digas eso señor gusano! – dijo la mariposa. - ¡Si lo digo! ¿Es que no te has dado cuenta que soy presa fácil para que me atrapen y me coman? Es por eso que tengo estos colores tan horribles – dijo el gusano.
Con la dulzura que distingue a la mariposa, esta se acerca al gusano y le cuenta: - sabes, yo también fui un gusano, tuve que pasar por muchas dificultades por las que estas pasando tú, pero no lo veo como algo negativo, pues los colores que tienes son para protegerte de los depredadores. Si luchas fuerte podrás alcanzar lo que deseas sin envidiar lo que tienen los demás. Acéptate como eres y veras que en un futuro serás, no tan solo bello por fuera, sino también en tu interior.
Y así el gusano entendió que todos pasamos por etapas difíciles en la vida y que lo importante es luchar por lo que tenemos en el presente y alcanzar lo que deseamos en el futuro.
Entonces pasó el tiempo, y el gusano comenzó a sentirse raro. Tenia mucho sueño, y se acostó a dormir. Luego de haber dormido por una semana, al fin se despertó. Notό que se sentía diferente, cuando se mir ό la espalda, para su sorpresa le salieron alas. Por fin el gusano dejo de ser feo, ahora era hermoso como su amiga la mariposa.
Igual que el gusano todos podemos cambiar, y la cuaresma es tiempo para ello.
La metamorfosis Es el conjunto de transformaciones externas e internas que sufre el insecto durante el ciclo comprendido entre el huevo y el estado adulto.
FUENTE: SI QUIERES APRENDER ENSEÑA






5 feb 2015

cuaresma

El tiempo de Cuaresma (Cuaresma significa “cuarenta días”) tiene como finalidad prepararnos para la celebración de la Pascua. El camino que propone la Iglesia es el de la conversión y la penitencia, no como algo negativo o triste, sino fijando la mirada en la alegría de la Resurrección de Cristo. La Cuaresma tiene su origen espiritual en la imagen bíblica del desierto. Por un lado, en el antiguo testamento, la experiencia de los 40 años en el desierto que el pueblo de Israel empleó en su viaje a la tierra prometida después de celebrar la salida de Egipto. Por otro lado, en el Nuevo Testamento, los 40 días de ayuno y oración de Jesús en el desierto que terminó con su victoria  sobre las tentaciones de Satanás. 
La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres de la Iglesia insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración y la limosna, porque expresan la conversión con relación a sí mismo (ayuno), con relación a Dios (oración) y con relación a los demás (limosna).
-Ayuno: no es sólo de comida y bebida, sino de todo aquello que nos esclaviza y que no conduce al bien.
-Oración: acercarnos al Padre misericordioso, pedirle perdón de corazón, y pedir su ayuda, ya que sin él, nada podemos.
-Limosna: la práctica de la caridad “cubre la multitud de los pecados” (1 Pedro 4, 8). No es dar lo que me sobra, sino compartir lo que tengo.
El miércoles de ceniza es el comienzo de la Cuaresma; es un día penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo de conversión a Dios, por eso, cuando nos imponen la ceniza nos dicen “conviértete y cree en el Evangelio”. La ceniza es polvo, símbolo de pequeñez, de nuestra pequeñez, que nos invita a volver a Dios.

31 ene 2015

“Fortalezcan sus corazones”, mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015 ...

VATICANO, 27 Ene. 15 / 09:31 am (ACI).- Hoy se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015 que lleva como título “Fortalezcan sus corazones”. El texto ha sido dado a conocer por la Sala Stampa de la Santa Sedeen conferencia de prensa. Los idiomas en los que puede encontrarse son el italiano, español, inglés, polaco, alemán, francés y árabe.

A continuación el texto completo en español:
«Fortalezcan sus corazones» (St 5,8)
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos.
Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.
Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.
La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.
Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra.
Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.
El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.
1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia
La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres.
Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen "parte" con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.
La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26).
La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos.
Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación.
2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades
Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).
Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.
En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia.
La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas» (Carta 254,14 julio 1897).
También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón.
Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.
Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.
Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.
3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) – La persona creyente
También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?
En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.
En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.
Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.
Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31).
Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.
Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: "Fac cor nostrum secundum Cor tuum": "Haz nuestro corazón semejante al tuyo" (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.
Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Vaticano, 4 de octubre de 2014
Fiesta de san Francisco de Asís
FRANCISCUS PP.

27 ene 2015