3 mar 2017

Cuento sobre adoración : Jim reportándose

Un sacerdote estaba dando un recorrido por la iglesia al mediodía. Al pasar por el altar decidió quedarse cerca de éste, para ver quien había venido a orar. En ese momento se abrió la puerta y el sacerdote frunció el entrecejo al ver a un hombre acercándose por el pasillo. El hombre estaba sin afeitarse desde hacía varios días; vestía una camisa rasgada, tenía el abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar. El hombre se arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue. Durante los siguientes días, el mismo hombre, siempre a mediodía, entraba a la Iglesia, se arrodillaba brevemente y luego volvía a salir. El sacerdote, un poco temeroso, empezó a sospechar que se trataba de un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta de la Iglesia y cuando el hombre se disponía a salir le preguntó: ¿Qué haces aquí? El hombre dijo que trabajaba cerca y que tenía media hora libre de almuerzo y aprovechaba ese momento para orar. “Solo me quedo unos instantes, sabe, porque la fábrica queda un poco lejos, así que me arrodillo y digo:
“Señor: solo vine nuevamente para contarte Jesús, qué feliz me haces cuando me liberas de mis pecados; no sé muy bien rezar, pero pienso en ti todos los días, así que Jesús, este es Jim reportándose”.
El sacerdote, sintiéndose un tonto, le dijo a Jim que estaba bien y que era bienvenido a la Iglesia cuando quisiera. El sacerdote se inclinó ante el altar, sintió dentro de su corazón derretirse con el gran calor del amor y encontró a Jesús. Mientras lágrimas corrían por sus mejillas, en su corazón repetía la plegaria de Jim :
“Señor, solo vine para contarte cuan feliz me haces cuando me liberas de pecados… no sé orar muy bien, pero pienso en ti todos los días…” “Jesús, este es Juan reportándose”.
Cierto día, el sacerdote notó que el viejo Jim no había vuelto; los días siguieron pasando sin que Jim volviese para orar. Continuaba ausente , por lo que el padre comenzó a preocuparse. Hasta que un día, fue a la fábrica a preguntar por él. Allí le dijeron que él estaba enfermo; que pese a que los médicos estaban muy preocupados por su estado de salud, todavía creían que tenía un chance de sobrevivir. Desde que Jim ingresó en el hospital tuvo muchos cambios; él sonreía todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La enfermera no podía entender por qué Jim estaba tan feliz, ya que nunca había recibido flores, ni tarjetas, ni visitas… El sacerdote se acercó al lecho de Jim y la enfermera dijo: “Ningún amigo ha venido a visitarlo; él no tiene a quien recurrir”. Sorprendido, el viejo Jim dijo con una sonrisa: “La enfermera está equivocada porque ella no puede saber que todos los días desde que llegué aquí, al mediodía, un querido amigo mío viene, se sienta aquí en la cama, me agarra de las manos, se inclina sobre mí y me dice:
“Juan, vine para decirte, cuan feliz soy desde que encontré tu amistad. Siempre me gustó oír tus plegarias, pienso en ti cada día… Juan, este es Jesús reportándose”.

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El ayuno verdadero es ayudar a a los demás !!!

03/03/2017 – El ayuno verdadero es socorrer al prójimo, el falso mezcla la religiosidad con las especulaciones sucias y los sobornos de la vanidad. Así se expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Las lecturas del día se refieren al ayuno, es decir – explicó el Papa – “a la penitencia que estamos invitados a hacer en este tiempo de Cuaresma” para acercarnos al Señor. A Dios le agrada “el corazón penitente”, dice el Salmo, “el corazón que se siente pecador y que sabe que es pecador”.
En la primera lectura – tomada del Libro del Profeta Isaías – Dios reprocha la falsa religiosidad de los hipócritas que ayunan mientras se ocupan de sus propios negocios, oprimen a los obreros y se pelean “golpeando con puños inicuos”: por una parte hacen penitencia y, por otra, realizan injusticias, haciendo “negocios sucios”. En cambio, el Señor pide un ayuno verdadero, atento al prójimo:
“El otro es el ayuno ‘hipócrita’ – es la palabra que usa tanto Jesús –  es un ayuno para hacerse ver o para sentirse justo pero mientras tanto he hecho injusticias, no soy justo, exploto a la gente. ‘Pero yo soy generoso, haré una buena ofrenda a la Iglesia’… ‘Pero dime, ¿tú pagas lo justo a tus empleadas domésticas? ¿A tus empleados les pagas en negro? ¿O como dice la ley, para que puedan dar de comer a sus hijos?’”.
Francisco relató un hecho ocurrido inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial al padre jesuita Pedro Arrupe, cuando era misionero en Japón. Un rico hombre de negocios le entregó una donación para su actividad evangelizadora, pero con él estaban un fotógrafo y un periodista. El sobre contenía sólo diez dólares:
“Esto es lo mismo que nosotros hacemos cuando no pagamos lo justo a nuestra gente. Nosotros recibimos de nuestras penitencias, de nuestros gestos de oración, del ayuno, de la limosna, recibimos un soborno: el soborno de la vanidad, del hacernos ver. Y eso no es autenticidad, es hipocresía. Por eso cuando Jesús dice: ‘Cuando recen háganlo a escondidas, cuando den la limosna no hagan sonar la trompeta, cuando ayunen no se hagan los melancólicos’, es como si dijera: ‘Por favor, cuando hacen una obra buena no reciban un soborno de esta obra buena, es sólo para el Padre’”.
El Obispo de Roma citó asimismo al Profeta Isaías, quien relata que el Señor dice a los hipócritas cuál es el ayuno verdadero. Palabras que parecen dichas “para nuestros días”:
“‘¿Acaso no es más bien éste el ayuno que quiero: romper las cadenas inicuas, desatar los lazos del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda opresión? ¿‘Acaso no consiste en compartir el pan con el hambriento, hacer entrar en casa a los pobres,  a los sin techo, vestir a uno que ves desnudo sin descuidar a tus parientes?’. Pensemos en estas palabras, pensemos en nuestro corazón, en cómo ayunamos, rezamos y damos las limosnas. También nos ayudará pensar en lo que siente un hombre después de una cena que ha pagado 200 euros, por ejemplo, y regresa a su casa y ve a un hambriento y ni lo mira y sigue caminando. Nos hará bien pensar en esto”.
Fuente: News.va
Con el miércoles de ceniza comenzamos la Cuaresma, 40 días de preparación para la celebración de la Pascua. En este tiempo, la Iglesia nos invita a vivir con especial intensidad el ayuno, la oración y la caridad.
El ayuno tiene como objetivo vaciar nuestro corazón para llenarlo de algo mas valioso. Es una necesaria limpieza del alma para darle lugar a la grandeza para la que Dios nos ha creado.
Ayuna de juzgar a otros; descubre a Cristo que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento; llénate de gratitud.
Ayuna de enojos; llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura; llénate de perdón.
Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en la propagación del Reino.
Ayuna de desaliento; llénate del entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús; llénate de todo lo que a El te acerque.

*Mensaje del 2 de marzo de 2017 en Medjugorje*


Jueves, 2 Marzo 2017
"Queridos hijos, con amor maternal vengo a ayudaros para que tengáis más amor, lo que significa más fe.
Vengo para ayudaros a vivir con amor las palabras de mi Hijo, de manera que el mundo sea diferente.
Por eso, apóstoles de mi amor, os reúno en torno a mí. Miradme con el corazón, habladme como a una madre de vuestros dolores, fatigas y alegrías. Pedidme para que yo ore a mi Hijo por vosotros. Mi Hijo es misericordioso y justo.
Mi Corazón maternal desea que también vosotros seáis así. Mi Corazón maternal desea que vosotros, apóstoles de mi amor, habléis con vuestra vida de mi Hijo y de mí a todos los que os rodean, para que el mundo sea diferente, para que vuelvan la simplicidad y la pureza, para que vuelvan la fe y la esperanza.
Por eso, hijos míos, orad, orad, orad con el corazón, orad con amor, orad con obras buenas, orad para que todos conozcan a mi Hijo, para que el mundo cambie, para que el mundo se salve.
Vivid con amor las palabras de mi Hijo; no juzguéis sino amaos los unos a los otros para que mi Corazón pueda triunfar. Os doy las gracias".
La Virgen ha bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos. Después, como la Reina de la Paz desea, los sacerdotes han bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos.
Nota: traducción provisional. Ofreceremos la traducción definitiva cuando esté disponible.

CURSO DE FORMACIÓN PARA CATEQUISTAS MODALIDAD GUÍA Y ÁLBUM “YO SOY EL BUEN PASTOR” 1 Y 2

MODALIDAD GUÍA Y ÁLBUM “YO SOY EL BUEN PASTOR” 1 Y 2
Proceso de Iniciación Cristiana para Catequistas de niños de 6 años en adelante
A través de cursos de formación en la Catequesis del Buen Pastor, los adultos tienen la posibilidad de conocer un proceso de Iniciación Cristiana, que va desde los 6 años en adelante. Así mismo podrán conocer al niño en sus diferentes etapas evolutivas y ver como la catequesis responde a ellas y en especial a su potencial religioso. La Catequesis del Buen Pastor está cimentada sobre dos pilares: La Biblia y la Liturgia, por lo cual trabajaremos en estas temáticas y viendo como ellas responden a la etapas del niño a través de cinco Álbumes “Yo soy el Buen Pastor”
Estos libros no son textos para aprender, sino una ayuda para encontrar a una Persona, el único Maestro es Cristo en el salón de catequesis en el cual pequeños y grandes se ponen juntos a la escucha de este Pastor que nos llama por nuestro nombre. Los niños tienen a disposición en el encuentro catequístico un material que a través de la actividad personal, ayuda a la absorción, en forma meditativa del tema presentado. El Álbum es un medio para transmitir el anuncio. Por lo tanto, la voz del Buen Pastor, puede llegar a través de instrumentos diversos: el material y los libros “Yo soy el Buen Pastor”, su voz resuena en lo profundo del corazón.
INICIO DEL CURSO 2017 sede Parroquia San Juan Maria Vianney, Av. San Martin 4460, CABA: viernes 17 de marzo de 18:00 a 21:00 hrs y cuartos sábados de mes de 9 a 13 hrs.
INFORMES, INSCRIPCIONES y ARANCELES:
buenopastorbuenosaires@gmail.com
Te esperamos!!

27 feb 2017

Reflexión sobre el mensaje de la Reina de la Paz del 25 de febrero de 2017. P. Gustavo Jamut omv.

Reflexión sobre el mensaje de la Reina de la Paz del 25 de febrero de 2017. P. Gustavo Jamut omv.

 

Mensaje de la Reina de La Paz del 25 de febrero.
Queridos hijos, hoy los invito a vivir profundamente su fe y a que oren al Altísimo para que la fortalezca, de manera que los vientos y tempestades no la puedan quebrantar.
Que las raíces de su fe sean la oración y la esperanza en la vida eterna.
Y desde ahora, hijitos, trabajen en sí mismos en este tiempo de gracia en que Dios les concede la gracia para que, por medio de la renuncia y el llamado a la conversión, sean personas de clara y perseverante fe y esperanza.
Gracias por haber respondido a mi llamado.”

Tiempo de Cuaresma




¿QUÉ ES LA CUARESMA?
Es un tiempo litúrgico especial que va desde el miércoles de ceniza hasta el jueves santo, dura alrededor de cuarenta días (de ahí su nombre), comprende cinco domingos. Es un camino de preparación para la Pascua, donde somos llamados a la conversión. Estamos invitados a vivir especialmente el ayuno, la oración y la limosna, no como fines en sí mismo sino medios para morir a todo lo que se opone al proyecto de Dios y llegar a la Pascua transformados.
Comienza el miércoles de Ceniza y se extiende hasta el Jueves Santo.
La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres de la Iglesia insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración y la limosna, porque expresan la conversión con relación a sí mismo (ayuno), con relación a Dios (oración) y con relación a los demás (limosna).
-Ayuno: no es sólo de comida y bebida, sino de todo aquello que nos esclaviza y que no conduce al bien.
-Oración: acercarnos al Padre misericordioso, pedirle perdón de corazón, y pedir su ayuda, ya que sin él, nada podemos.
-Limosna: la práctica de la caridad “cubre la multitud de los pecados” (1 Pedro 4, 8). No es dar lo que me sobra, sino compartir lo que tengo.
La idea de la Cuaresma será más cercana al significado de la temporada de la Iglesia si la primera cosa que le viene a la mente es una imagen de la nueva vida— del Bautismo. El Bautismo nos da la clave para la Cuaresma.
Hemos visto que en los siglos IV y V, la Iglesia desarrolló liturgias para ayudar a las personas que querían ser cristianas. Los últimos cuarenta días de este camino de fe, el último “retiro de cuarenta días” antes del bautismo, se convirtieron en lo que ahora llamamos Cuaresma. La Cuaresma es el tiempo para los catecúmenos para continuar su preparación para el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Es un tiempo para aquellos quienes ya hemos sido bautizados para reafirmar que este sacramento, hoy en día, significa mucho en nuestras vidas.
Fuente: Vivimos nuestra fe.
http://www.sadlierreligion.com/liveourfaith/
http://dibujosparacatequesis.blogspot.com.ar/

¿Por qué cuarenta días?
La teología y la espiritualidad de la Cuaresma se constituyeron en relación con diversos hechos  del Antiguo y del Nuevo Testamento.
- El mismo número 40 nos recuerda:
· Los días del diluvio universal;
· Los años transcurridos por Israel en el desierto;
· Los días transcurridos por Moisés en el Monte Sinaí;
· Los días transcurridos por el profeta Elías en el desierto antes de llegar al encuentro con Dios en el Monte Horeb;
· Los días de penitencia de los habitantes de Nínive;
Y en el Nuevo Testamento:
· Los días del ayuno de Jesús en el desierto, donde al final fue tentado por el Diablo.
 Todo esto tiene un valor didáctico, la Cuaresma es el tiempo:
· De la destrucción del mal, como para los hombres del diluvio;
· De la prueba y de la gracia, como para Israel;
· De la oración que dispone para el encuentro con Dios, como para Moisés y Elías;
· De la penitencia y de la expiación en espera del juicio divino, como imitación de los 40 días de ayuno y de penitencia con los que los habitantes de Nínive aplacaron la ira divina;
· Del ayuno finalizado a comer el verdadero alimento, que es hacer la voluntad del Padre: «no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (así le respondió Jesús a Satanás al final de los 40 días pasados en el desierto).

-El miércoles de cenizas.
¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
Es el primer día de la Cuaresma, es decir, de los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que al término de la Misa, se bendice e impone la ceniza hecha de los ramos de olivo bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior.
Es un día penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo de conversión a Dios, por eso, cuando nos imponen la ceniza nos dicen “conviértete y cree en el Evangelio”. La ceniza es polvo, símbolo de pequeñez, de nuestra pequeñez, que nos invita a volver a Dios.


¿Qué simbolizan y qué recuerdan las cenizas?
La palabra ceniza, que proviene del latín "cinis", representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.
La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
¿Cómo se impone la ceniza?
Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras Bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».
¿Es obligatoria la imposición de las cenizas?
El Miércoles de Ceniza no es día de precepto y por lo tanto no es obligatoria. No obstante, ese día concurre una gran cantidad de personas a la Santa Misa, algo que siempre es recomendable.
- ¿Cuánto tiempo hay que tener la ceniza en la frente?
Cuanto uno desee. No existe un tiempo determinado.
- ¿Es obligatorio el ayuno y la abstinencia?
El Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y abstinencia, como en el viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día.
La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario.

-El color morado:
El color morado es uno de los colores sombríos, sin embargo el rojo que contiene lo anima un tanto.
Su parecido con el matiz grisáceo de la ceniza nos predica la penitencia. Se parece mucho a la violeta, esa flor modesta y solitaria que se esconde bajo el pasto, como para huir de la vista del hombre, y que parece no tener belleza y perfume sino para el Creador.
Es símbolo de humildad, de retiro, de delicada melancolía  de nostalgia del cielo. El color morado indica el duelo, pero no un duelo tan entero y absoluto que implique atisbo alguno de desesperación. Por eso es un color muy apropiado para expresar la tristeza  santa y agradable a Dios.
El morado se emplea, por lo común en días que tienen carácter penitencial. Es sobre todo el color del adviento y de la Cuaresma. La celebración del Adviento, si bien va acompañado con cantos de alegría ya que en el horizonte está siempre la figura del Señor que vendrá para salvarnos, incluye sin embargo, un toque de penitencia, al tiempo que expresa nuestro ardiente deseo de ser rescatados del pecado.
Es así mismo el color de la Cuaresma, en cuyo transcurso nos consagramos a las obras y al espíritu de penitencia.
El color morado nos advierte que aún estamos lejos de la Jerusalén celestial, sentados a la orilla de los ríos de Babilonia, la nostalgia de la patria desata nuestras lágrimas. Digamos finalmente que este color suple en la actualidad al color negro que antes se usaba para los oficios de difuntos.
 - Los  pilares para vivir de la mejor manera la cuaresma son:
 1 - Ayuno, Abstinencia y Mortificación.
El ayuno significa limitar el número de comidas diarias para las personas de entre 18 y 56 años (a menos de que no sea recomendable por razones médicas). Nuestra Iglesia nos dice que el ayuno es obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo (Código Derecho Canónico #1251).
Abstinencia significa no comer carne los viernes, principalmente el Viernes Santo. Esto es para todos apartir de los 14 años hasta su muerte. (Código Canónico #1251)
La mortificación significa “morir” (en sentido figurado) a aquellos gustos que pudieran alejarnos de Jesús. La finalidad es ayudarnos a crear una disciplina personal y lograr una purificación personal. Es importante practicar la mortificación con alegría, rectitud de intención, sencillez y humildad.

Algunas ideas de mortificación son:
- Evitar la queja, el chisme, contestar de mala manera o perder la paciencia.
- Abstenerse de bebidas, postres o comidas favoritas.
- Limitar el tiempo de entretenimiento como la tele, el cine, comer fuera de casa, comprar comida cara, etc.
- Evitar la cafeína, la cerveza, el licor, el cigarro o cualquier otro “gusto personal” (¡especialmente si puede ser dañino!).
- Comer menos (porciones más chicas) y evitar botanas entre comidas.
- Ayunar (aunque sea parcialmente) otros días además del miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
- Comer sin quejarse.
- Comer comida más sencilla, menos apetitosa al sentido del gusto.
- Evitar pasar tiempo innecesario en Internet o con videojuegos.
- Examinar el presupuesto y abstenerse de todo gasto innecesario, fomentando una vida más austera.

Mis propósitos son...
Nuestros propósitos como familia son...
 2- Dar Limosna.
“La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración y la limosna, que expresan la conversión con relación a sí mismo, con relación a Dios y con relación a los demás”. (CIC #1434) La finalidad de practicar la limosna es desarrollar y perfeccionar el amor que Cristo Jesús pide a sus discípulos. Al ser generoso, expresamos nuestra gratitud a Dios por todo lo que El nos ha dado.

Algunas ideas para dar limosna:
- Cualquiera que sea la cantidad de dinero que nos estemos ahorrando por el ayuno, debemos ofrecerlo al necesitado, a las misiones de la iglesia o a una causa noble.
- Considera dar limosna en forma regular, pídele a Dios que te dé un corazón generoso y te guíe hacia las personas que lo necesitan.
- Si lo practicas en familia, ayuda tener un frasco o cajita a la vista, como recordatorio y ver así cómo están cumpliendo con su limosna.
- También se considera dar limosna el ofrecer nuestro tiempo y nuestros recursos a los que lo necesitan como a una asociación de caridad, donando ropa a obras de caridad, etc.
- Involúcrate más en tu parroquia, ayuda en las diferentes actividades, ofrécete como catequista, sirve en el coro, etc.

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3-Oración y Reflexión.
La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes” (CIC #2559). La oración es un diálogo con Dios. Las fuentes de la oración son la Palabra de Dios, la Liturgia de la Iglesia y las Virtudes de la Fe, la esperanza y la Caridad.(CIC # 2662) La finalidad de la oración y de la reflexión es ayudarnos a conocernos mejor y conocer más a Dios; son importantes para una verdadera comunión de corazón y renovación espiritual.

Para crecer en la vida de oración se puede:
- Ir a Misa entre semana o si no es posible, leer las lecturas del Misal diariamente y meditar en ellas. Esto puede hacerse en familia, tal vez a la hora de comer.
- Buscar los Sacramentos de Comunión y Reconciliación, haciendo un buen examen de conciencia.
- Orar la Liturgia de las Horas. En algunas iglesias se reza “Laudes” u oración de la mañana. La Liturgia de las Horas es una oración que nos une con toda la iglesia universal.
- Meditar en las Estaciones de la Cruz. Durante la Cuaresma se hace especial énfasis en estas oraciones por que nos ayudan a meditar en la pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Normalmente se rezan los viernes. Esta es una actividad excelente para hacerse en familia.
- Otras oraciones pueden ser: El Rosario diario, Visitas al Santísimo Sacramento, Oraciones cortas o jaculatorias, Rezar el Angelus al medio día y a las 6 de la tarde, la Bendición de los alimentos, Comunión espiritual, etc.
- Reflexionar cómo podemos asemejarnos más a Jesús en nuestra conducta diaria.
- Orar en familia. “Particularmente para los niños pequeños, la oración diaria familiar es el primer testimonio de la memoria viva de la iglesia que es despertada pacientemente por el Espíritu Santo”. (CIC # 2685)

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-El Vía Crucis o Camino de la Cruz.
Vía Crucis" en latín o "Camino de la Cruz”. También se le llama Estaciones de la Cruz y Vía Dolorosa. Se trata de un camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con una serie de imágenes de la Pasión o "Estaciones" correspondientes a incidentes particulares que Jesús sufrió por nuestra salvación.
Desde los primeros siglos los peregrinos de Jerusalén veneraban los lugares santos, especialmente el Gólgota y el Sepulcro. Según las revelaciones de Dios a Santa Brígida, luego de la muerte de Cristo, el mayor consuelo de su Madre era recorrer los lugares de aquel sagrado camino regados con la sangre de su Hijo.
La imposibilidad de ir a Jerusalén o el deseo de recordar con frecuencia en su propia tierra los momentos de la Pasión, hizo nacer en la cristiandad diversas formas de representar aquellos lugares para ser recorridos en una especie de peregrinación espiritual.

Su ejercicio tiene indulgencia plenaria cuando se hace ante estaciones legítimamente erigidas. Aunque es costumbre laudable leer un texto y rezar determinadas oraciones, puede hacerse meditando mentalmente lo que propone cada estación.
Dice San Bernardo: “No hay cosa tan eficaz para curar las llagas de nuestra conciencia y purgar y perfeccionar nuestra alma como la frecuente y continua meditación de las llagas de Cristo y de su Pasión y Muerte”.

Las imágenes pueden ser pinturas o esculturas. Algunas representaciones son grandes obras de arte inspiradas por Dios para suscitar mayor comprensión del amor de Jesucristo y movernos a la conversión, se colocan en intervalos en las paredes de la iglesia o en lugares reservados para la oración. Los santuarios, casas de retiros y otros lugares de oración suelen tener estaciones de la cruz en un terreno cercano. En los monasterios generalmente se encuentran en el claustro.


Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, vía crucis significa "camino de la cruz". 

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